Dictadura Militar en Argentina: Perpetua y cárcel común para Videla y Menéndez

La justicia demoró 30 años , pero finalmente les llegó a los dictadores ....    ahora falta que se haga lo mismo con los cabecillas de la guerrillas que también realizaron actos criminales (Firmenich, Vaca Narvanja y otros).






Video: la lectura de la sentencia (C5N)



Más info : http://argentina-actual.blogspot.com/2009/05/dictadura-militar-en-argentina.html

Censo 2010: 40.091.359 habitantes

Según el censo 2010, somos 40.091.359 habitantes en el país
Son los resultados provisorios del relevamiento de octubre que informa el Indec; se determinó que hay 95,4 hombres cada 100 mujeres; además, señalan que bajó la mortalidad y subió expectativa de vida

Viernes 17 de diciembre de 2010

En Argentina somos 40.091.359 de habitantes, un 10,6 por ciento más que en 2001. Así lo indica el último censo realizado en octubre por el Indec.

En tanto, se determinó que hay 95,4 hombres cada 100 mujeres. La variacion intercensal del total del país es de 10,6. En 2001 el relevamiento había arrojado un total de 36.027.041 habitantes.

Además, se indicó que en el país hay 14.297.149 viviendas y que bajó la mortalidad y subió la expectativa de vida.

La Capital Federal es la ciudad más densamente poblada, con 14.185 habitantes por kilómetro cuadrado, contra los 13.679 que residían en 2001. Sin embargo, es la jurisdicción que menos creció con respecto al último relevamiento.

En tanto, la provincia de Buenos Aires es la que registra mayor número de pobladores, con la participación del 38,8 del total del país.

Los resultados provisorios del Censo Nacional de Población Hogares y Viviendas 2010 fueron dados a conocer en la Casa de Gobierno de Santa Cruz, con la presencia de las autoridades del Instituto Nacional de Estadíscias y censo (INDEC), encabezadas por la directora general Ana María Edwin y el gobernador provincial, Daniel Peralta.

Se informó la cantidad de habitantes y de viviendas a nivel nacional, provincial y departamental junto con el número total de hombres y mujeres que viven en la Argentina, también discriminado por provincia y departamento.

Respecto a la provincia de Buenos Aires, se determinó que el total de habitantes es de 15.594.428, de los cuales 9.910.282 vive en los 24 partidos que conforman el Gran Buenos Aires.

En Capital Federal habitan 2.891.082 personas y hay un índice de masculinidad del 85,8 por ciento. En tanto, se contabilizaron 1.479.015 viviendas.

En la provincia de Córdoba se relevaron 3.304.825 habitantes, de los cuales 1.330.023 viven en la ciudad capital.

En tanto, se determinó que en la provincia de Santa Fe residen 3.200.736 habitantes y que 1.198.528 residen en Rosario.








El Censo 2001: dieron a conocer resultados preliminares de la encuesta
La Argentina tiene 36.027.041 habitantes
Por primera vez la ciudad de Buenos Aires registró una pérdida del 8% respecto de la última década; algunas sorpresas
Sábado 24 de noviembre de 2001

La Argentina frenó su nivel de crecimiento en los últimos diez años y, por primera vez en la historia, se redujo la cantidad de personas que vive en la Capital.

El país tiene 36.027.041 habitantes, lo que representa un aumento de población del 10,5 por ciento en la última década. Este crecimiento es inferior al de períodos censados con anterioridad: en la década del 80, por ejemplo, el aumento de habitantes fue del 19,6 por ciento.

Durante la conferencia de prensa que se realizó ayer para dar a conocer los primeros resultados de la encuesta, el titular del Indec, Héctor Montero, se mostró sorprendido por la baja en la tasa demográfica: "Es llamativa la reducción de la tasa de crecimiento de la población argentina en los últimos diez años".

El titular del organismo nacional de Estadística y Censos señaló que se trata de una tendencia que se venía dando en el país, pero que se agudizó en la década del 90.

Uno de los datos más llamativos que arrojó el informe del censo es el que señala una disminución en la cantidad de porteños: en 1991, la ciudad de Buenos Aires tenía 2.965.403 habitantes y ahora se registró a 2.729.469. Esto equivale a una diferencia del ocho por ciento.

En 1991, el 9,1 por ciento de la población del país vivía en la Capital. Hoy ese porcentaje se redujo al 7,6%.

Según el censo anterior, la Capital era la segunda jurisdicción más poblada del país, detrás de la provincia de Buenos Aires. Ahora, la ciudad ocupa el puesto número cuatro, ya que fue superada en cantidad de habitantes por las provincias de Córdoba y Santa Fe.

El Indec informó que en los datos de Capital aún faltan ser incorporadas aproximadamente 20.000 personas censadas fuera de término, incluidas 15.000 pertenecientes a villas de emergencia que serán censadas durante la semana próxima.
Las más y las menos

Con el 44 por ciento de crecimiento, Tierra del Fuego es la jurisdicción donde se registró el mayor aumento en la cantidad de habitantes, mientras que las provincias de Buenos Aires, Río Negro y Córdoba son las que menos crecieron, con índices menores al 10 por ciento.

La Rioja, San Luis, Catamarca, Santa Cruz, Salta, Formosa, Misiones y Neuquén aumentaron su población entre el 20 y el 30 por ciento. Montero explicó que este crecimiento se debió en parte a los regímenes de ayuda que recibieron estas provincias.

Las jurisdicciones en donde se registraron los menores índices de incremento poblacional fueron la Capital, como se dijo anteriormente; Santa Fe, Río Negro, Buenos Aires y Córdoba, con porcentajes de crecimiento inferiores al 10,5 por ciento.

Los datos preliminares brindados ayer señalan que en conjunto, la provincia de Buenos Aires y la Capital, sumando a Santa Fe y a Córdoba albergan el 63 por ciento de la población del país.
Casi el 40% del país

Según los resultados provisionales, la población de la provincia de Buenos Aires es de 13.755.993. En esta provincia se concentra el 38,2 por ciento de la población total del país.

En promedio, en el país viven 13 personas en cada kilómetro cuadrado.

Pero las diferencias entre los habitantes que pueblan las distintas jurisdicciones son abismales, como ya venía sucediendo en los censos anteriores. Mientras que en la provincia patagónica de Santa Cruz se registra menos de un habitante (0,8) por kilómetro cuadrado, en la Capital el número asciende a 13.647,3 personas por cada kilómetro cuadrado.

Las jurisdicciones con más densidad de población, después de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son Tucumán (con 59,1 habitantes por kilómetro cuadrado), la provincia de Buenos Aires (con 44,7) y la de Misiones (con 32,3).
Datos provisionales

Los datos definitivos del censo sólo se conocerán durante el segundo trimestre del año próximo, según informó Héctor Montero.

"En febrero se dará una información más completa, pero los datos definitivos se conocerán a través de las distintas provincias en el segundo trimestre del próximo año", dijo el funcionario.

Montero señaló que el censo no pudo terminar porque hay datos que todavía no llegaron al Indec.

Los datos de algunas localidades de la provincia de Buenos Aires no fueron procesados por tratarse de áreas inundadas, como las del noroeste de la provincia o los de Carhué, donde muchos pobladores rehusaron contestar las preguntas de los encuestadores en represalia por la falta de ayuda del Gobierno para paliar el efecto de las inundaciones.

Tampoco se relevaron ciertas zonas rurales de Chubut, Neuquén, Río Negro y Salta. La Prefectura Naval está realizando aún el operativo en algunas zonas de islas de Santa Fe. Los moradores del sector antártico fueron incluidos en Tierra del Fuego.

María Elizalde

Gobierno de Kirchner: Enfrentamiento en Soldati

Pánico en la tierra de nadie
Joaquín Morales Solá
LA NACION


Viernes 10 de diciembre de 2010


Una policía, la Federal, ya no quería hacer nada. Otra policía, la Metropolitana, está escasamente armada y no tiene capacidad operativa. Tres jueces hicieron circular ayer, entre ellos, el expediente sobre los graves incidentes de Villa Soldati; nadie sabe, a estas alturas, qué juez se hará cargo de la investigación. Dos hombres y una mujer han muerto ya en un sangriento forcejeo por ocupar terrenos y viviendas que no les pertenecían. Los heridos se suceden con el correr de las horas. El Estado está desarmado, pero civiles innominados portan armas y las disparan. Hay quienes dicen que algunos cuentapropistas de la violencia pertenecen a los infaltables barrabravas del fútbol.

Villa Soldati es, tal vez, la sinopsis más conmovedora de siete años de dejar hacer. Centenares de personas se predisponían anoche a ocupar terrenos en el mismo lugar donde un día antes habían muerto un hombre y una mujer. Mortales tiros descerrajados por civiles arreciaban como los alegres fuegos artificiales de fin de año. El barrio más cercano estaba habitado por personas paralizadas por un temor que calaba hasta los huesos. En esa tierra de nadie, y de cualquiera, el Estado era la ausencia más visible.

La Policía Federal se resiste a ir más allá de una estricta orden política y judicial. El ministro de Justicia, Julio Alak, dispuso ayer el relevo de oficiales de esa policía sin conocer antes un peritaje médico y judicial sobre las circunstancias y las balas que quitaron la vida a dos personas. Anoche, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, declaró que la Policía Federal no reprimiría. ¿No reprimiría cuando las armas de fuego se ven hasta en las fotos periodísticas? ¿No, cuando sólo depende de la suerte que esos tiros al voleo no terminen con más vidas?

La Policía Metropolitana es, hoy por hoy, una fuerza vecinal que sólo puede servir para arrestar a algunos rateros de mala muerte o para mediar en una pelea entre vecinas. Tiene más armas con balas de goma que de fuego; carece, además, del equipamiento de una fuerza de infantería: cascos, escudos, camiones hidrantes y uniformes suficientes pertrechados. Es más lo que no tiene que lo que tiene. Sus efectivos se paseaban ayer en sus automóviles entre los disturbios con el pánico que compartían con los históricos vecinos del lugar.

La causa judicial pasó ayer del fuero correccional al penal y del penal al correccional. Un juez ordenaba una cordial mediación del gobierno porteño y la provisión de baños y vituallas a los ocupantes, mientras otra jueza mandaba a desalojar el predio. Una tercera jueza se declaró incompetente. Nada. Todas las decisiones judiciales terminaban en la absoluta impotencia. El gobierno nacional había decidido durante todo el día de ayer ser espectador de un drama que podría imputarle a su temido enemigo electoral, Mauricio Macri.

Fuentes oficiales señalaron anoche que calculaban que ya había en Villa Soldati unas 3000 personas que llegaban sin parar. Pedían un terreno, una vivienda, un subsidio y un trabajo a cambio de pacificar la situación. Nadie podía darles tanto. Era imposible satisfacerlos por los límites económicos del Estado porteño; en la administración de Macri no querían tampoco crear un peligroso precedente. "Terminaremos resolviendo el problema social del país y del Mercosur", dijo uno de sus ministros.

En el medio se coló la denuncia de los funcionarios porteños, Macri y Horacio Rodríguez Larreta, sobre el conflicto de la inmigración. Hebe de Bonafini los acusó de racistas. Antes, su mano derecha, Sergio Schoklender, había denunciado que los foráneos de Villa Soldati estaban vinculados con el narcotráfico.
Inmigrantes

La Argentina es un país que construyó con inmigrantes, pero con inmigrantes que vinieron a trabajar y consiguieron todo lo que tuvieron con el esfuerzo de un empleo, de un oficio o de una profesión. Ningún país en el mundo de hoy tiene las puertas abiertas sin reglas y sin condiciones. Hace pocos días, un juez ordenó allanamientos por casos de drogas en la villa 31, que lo hizo con la Policía Metropolitana. Detuvo a once personas; ocho eran extranjeras y tres argentinas. ¿Incorrecto políticamente? Lo sería si los argentinos se declararan anarquistas y decidieran vivir sin un Estado y sus elementales responsabilidades.

Decenas de personas se agolparon ayer, en perfecta organización, sobre el edificio del gobierno porteño, frente a la Plaza de Mayo. Protestaban por los muertos de Villa Soldati. Los eslóganes, el inhumano escrache y la violencia estaban dirigidos contra el jefe del gobierno capitalino, Macri, que tuvo problemas hasta para abandonar su despacho. Nada decían de la orden judicial que había mandado a desalojar los terrenos ocupados (lo cual no es una heterodoxia jurídica en una nación con cierto grado de civilización), pero decían menos del gobierno nacional (cuya sede central está frente a las oficinas de Macri), que había movilizado a la Policía Federal el día antes para cumplir con aquella resolución judicial. La política y el escenario electoral, otra vez.

Sólo bien entrada la noche de ayer, y cuando los disparos se confundían ya amenazadoramente con las tinieblas, aparecieron en Villa Soldati patrulleros de la Policía Federal. Quizá la Presidenta había entendido que la fantasmal figura de la muerte es una frontera que ninguna política debe quebrar. Quizá. El tamaño del conflicto ya era, de todos modos, de difícil solución entre tantas insignificancias ofrecidas por oficialistas de uno y otro bando.


Pérez Esquivel: "¿Están esperando que se agudice la violencia?"
El Nobel de la Paz cuestionó a los funcionarios porque "no toman decisiones" para frenar el enfrentamiento en Soldati y pidió que se le envie ayuda humanitaria a quienes acampan en el parque Indoamericano


Sábado 11 de diciembre de 2010

Adolfo Pérez Esquivel repudió esta mañana la inacción de funcionarios del Gobierno y del macrismo para frenar los enfrentamientos en Villa Soldati y pidió que busquen "una solución inmediata".

"Lamentablemente, por la falta de voluntad política hay otro muerto", dijo el Nobel de la Paz en declaraciones a radio 10. Y afirmó que hay "ausencia del Estado" en el parque Indoamericano. "Hay decisiones políticas que se tienen que tomar. Es preocupante esta situación, como las declaraciones de Macri contra la inmigración. El Gobierno no tomó medidas", atacó.

Y volvió a cuestionar al kirchnerismo por argumentar que no puede garantizar la seguridad en el parque porque le quitaría protección a la ciudad. "No es que si saca policía de un lado van a generar inseguridad del otro. Hay Gendarmería y hay Prefectura. Bien pueden enviar efectivos para evitar el enfrentamiento entre vecinos".

En tanto, Pérez Esquivel destacó dos propuestas para mejorar la situación en Villa Soldati. "Proponemos que las fuerzas de seguridad ingresen al parque. Pero no deben estar armadas, sino que entren para brindar ayuda humanitaria, porque hay muchas mujeres y muchos niños. No pueden estar en esas condiciones", sostuvo.

Y explicó: "Esto no se resuelve con mayor violencia. Es una presencia para imponer orden pero sin armas. Proponemos esta alternativa para generar otro marco. Los efectivos armados deben estar fuera del predio". Por último, pidió la creación de una mesa de diálogo en el lugar para resolver el conflicto.

La Nación




Cuando la realidad se impone a la negación
Claudio A. Jacquelin
LA NACION

De la negación de los hechos a la admisión de la realidad por la vía de los hechos consumados. En ese viaje sin escalas ni explicaciones puede resumirse la actuación del Gobierno en los últimos tres días.

Sólo así puede entenderse que la Presidenta anunciara la creación del Ministerio de Seguridad después de 72 horas en las que los principales funcionarios, encabezados por el jefe de Gabinete, rechazaron toda responsabilidad del Estado nacional en los trágicos episodios de Soldati y retacearon la presencia de la policía.

Tal vez por eso, para no exponer las evidentes contradicciones, no explicó Cristina Kirchner por qué decidió un cambio de Gabinete que incluye el traslado de la ministra de Defensa y un notable recorte del poder del ministro Julio Alak, que hasta ayer tenía a su cargo la Seguridad. Al menos así aparecía en las formas, porque el verdadero jefe de la policía y del resto de las fuerzas federales era Aníbal Fernández, para quien la inseguridad siempre fue sólo una sensación.

Tal vez por eso, luego del anuncio, a ambos no sólo se los veía sorprendidos sino taciturnos, por no decir preocupados. En el caso del jefe de Gabinete ese sentimiento estaría cargado de razón: no hay mucho precedente de un ministro que haya protegido tanto a un jefe de policía ni que haya minimizado tanto la sucesión de hechos delictivos como de corrupción policial. La nueva gestión podría dejar al descubierto incómodas revelaciones, si pretende inaugurar una nueva etapa.

La Presidenta no se refirió a esos antecedentes ni, de manera explícita, a los gravísimos hechos que habían ocurrido ni a los que estaban ocurriendo en el parque Indoamericano en el mismo momento en que ella recordaba a sus empleados domésticos "María y Ramón, dos maravillosos chilenos que cuidan [la casa de El Calafate] hace años", para diferenciarse de la xenofobia que le adjudicaba al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.

De esa curiosa manera procuraba aludir no al problema que había desembocado en la creación del Ministerio de Seguridad, sino a la absurda derivación política que aquél tuvo: la disputa que libraban con Macri a raíz de la tragedia de Villa Soldati. Una banalización de la muerte en un acto en el que se reivindicaba la vida y el compromiso con los derechos humanos.

Pero si la Presidenta no explicó las razones por las que creaba el Ministerio de Seguridad, mucho menos lo hizo sobre los objetivos, las características y las responsabilidades que tendrá la nueva cartera de Garré, ni qué hará para ayudar a instalar el Estado de Derecho en una vasta zona de la Capital Federal.

Cristina Kirchner no podía ver ni saber de las escenas que remitían a una sociedad primitiva, sin ley ni Estado, que se producían en Soldati mientras ella hablaba por cadena nacional. Pero alguno de sus ministros debió haberle avisado o, al menos, haberle advertido lo que cualquier cronista de actualidad preveía que podía pasar.

Hubieran evitado dejarla tan expuesta, tan ajena ante un hecho de flagrante ausencia de la vigencia de los derechos humanos.

Secretos del Departamento de Estado de USA que aluden a la Argentina (WikiLeaks)

Los cables de WikiLeaks que hablan sobre la Argentina, en español
Acceda a las versiones traducidas de parte de los documentos secretos que fueron filtrados
Jueves 2 de diciembre de 2010 | 14:19 (actualizado a las 18:59)

Entre los cables secretos del Departamento de Estado que aluden a la Argentina, se destacan los referidos a: las sospechas de Estados Unidos sobre los manejos financieros de los Kirchner, el análisis del llamado "estilo K", las polémicas declaraciones atribuidas a Sergio Massa y Alberto Fernández sobre el matrimonio presidencial, la controvertida descripción de la embajadora Vilma Martínez de Mauricio Macri y las derivaciones del escándalo de la valija.

Acceda a esos cables completos traducidos al español. Estarán a disposición de los lectores en el transcurso del día.


La Nación



Hillary Clinton llamó a Cristina para "darle explicaciones" por el escándalo de WikiLeaks
Así lo informó la agencia Télam; fuentes de la embajada de Estados Unidos confirmaron el contacto a la lanacion.com, aunque no precisaron detalles de la comunicación
Jueves 2 de diciembre de 2010 | 15:05 (actualizado a las 15:27)

Días después de que explotara el escándalo internacional tras la filtración de miles de cables de WikiLeaks que salpicaron a la Argentina, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se comunicó telefónicamente con la presidenta Cristina Kirchner, quien todavía no se pronunció públicamente sobre el tema.

Según fuentes de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires consignadas por la agencia oficial Télam, Hillary la llamó para "dar explicaciones" por la difusión de la información diplomática secreta que se hizo pública.

El Gobierno esperaba una llamada de la funcionaria estadounidense para aclarar lo sucedido, tal como lo había hecho con diversos líderes mundiales que también fueron salpicado por el escándalo.

Ayer, el subsecretario de Asuntos Políticos, William Burns, llamó al canciller Héctor Timerman. Aunque no se suministraron los detalles de la conversación, el contacto se sitúa en la línea de la disculpa que ensaya el gobierno de Estados Unidos por las derivaciones de la filtración.

En tanto, Cristina Kirchner aún no se pronunció sobre los cables secretos. Se espera que esta tarde, en un acto por la promulgación de la ley de salud mental, la Presidenta se refiera al caso.




Lula: "Los norteamericanos hacen las mismas tonterías que todo el mundo"
El presidente brasileño cuestionó a EE.UU. por la filtración de WikiLeaks; "Las cosas que vi de Brasil son tan insignificantes que no merecen ser tomadas en serio", declaró; un cable revelado hoy señala la preocupación norteamericana por los Juegos Olímpicos de Río
Jueves 2 de diciembre de 2010 | 11:32 (actualizado a las 14:39)

BRASILIA (AFP).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó hoy a los Estados Unidos tras la filtración de documentos diplomáticos confidenciales por parte de la organización WikiLeaks.

"Están desnudando una sabiduría, se pensaba que los americanos eran mejores que los otros, y al final hacen las mismas tonterías que todo el mundo hace", ironizó el mandatario durante una entrevista a radios comunitarias.

El sitio WikiLeaks comenzó a difundir el domingo pasado más de 250.000 cables diplomáticos secretos de Estados Unidos, provocando críticas contra el gobierno estadounidense en el mundo entero.

El lunes, luego que los primeros documentos que hacían referencia a Brasil fueran divulgados, el presidente afirmó que esos textos eran insignificantes.

"De vez en cuando aparecen esas cosas. Creo que las cosas que vi de Brasil son tan insignificantes que no merecen ser tomadas en serio", declaró durante una visita en el estado de Maranhao (norte).

Nuevo cable. En este contexto, un cable diplomático divulgado hoy por la organización WikiLeaks señala que la embajada estadounidense en Brasilia expresó su fuerte preocupación con los problemas de seguridad y falta de infraestructura en Río de Janeiro tras su nombramiento como sede de los Juegos Olímpicos en 2016.

En un documento que habría sido transmitido el 24 de diciembre de 2009, la encargada de negocios en la embajada de Brasilia, Lisa Kubiske, destacó los "problemas significativos, que pueden impactar en los Juegos, especialmente en términos de seguridad".

En este sentido, la diplomática recordó el caso del helicóptero de la policía que cayó el año pasado en el Morro dos Macacos (zona norte) tras recibir disparos de narcotraficantes.

Kubiske recomienda así una mayor cooperación bilateral en áreas como seguridad e intercambio de información.

Por otra parte, también se destacaron los desafíos que enfrenta la ciudad en términos de infraestructura y su financiación.

"El riesgo es que el gobierno se descanse en los laureles y no comience el trabajo de planificación de los Juegos (...). A pesar de la afirmación de [Dilma] Rousseff de que han "aprendido con los Juegos Panamericanos, la coordinación para la Copa del Mundo 2014, especialmente en seguridad, está atrasada", señala el documento.

En el texto, Kubiske subraya que los Juegos son una buena oportunidad de cooperación entre ambos países: "Aprovechar los Juegos para trabajar en temas de seguridad debe ser una prioridad, así como la cooperación en cibercrimen y ampliar seguridad de información".

Brasil será el primer país sudamericano en recibir los Juegos Olímpicos, en Río de Janeiro, dos años después de organizar el Mundial de fútbol en 2014.

A pesar de los graves problemas de la ciudad en infraestructura, hotelería, transporte y seguridad, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva dio garantías financieras y políticas para la organización de ambos eventos deportivos.



Una ola sombría que crece sin parar
Carlos Pagni
LA NACION
Jueves 2 de diciembre de 2010

Suponer que los datos que WikiLeaks va filtrando a diario en relación con la Argentina obedecen a un orden preestablecido ha de ser, seguro, un prejuicio. O, más aún, el síntoma de una pasable paranoia. Lo más probable es que ese caudal esté brotando de manera caprichosa. Sin embargo, es imposible ignorar que la ola informativa va adquiriendo una creciente intensidad.

Las primeras infidencias eran casi habladurías. Para Sergio Massa, Néstor Kirchner tenía un manejo perverso del poder. Según Alberto Fernández, el Gobierno perdería las elecciones. Mario Blejer cree que Kirchner no sabía de economía. La burocracia de Washington quiso saber qué había de cierto en los rumores sobre la psicología de la Presidenta. La embajadora Vilma Martinez no ve en Mauricio Macri a un dechado de cortesía. Y a la diplomacia norteamericana la política exterior argentina le resulta disparatada. Estas afirmaciones no son novedosas. Lo llamativo es que, pensadas para ser dichas en privado, aparezcan en público.

Ayer, los contenidos cambiaron de condición. Se conocieron cables que reportaban a Washington un panorama muy sombrío, según el cual los Kirchner carecían de vocación para combatir el narcotráfico o el lavado de dinero. Esa deficiencia no se debería a la falta de instrumentos legales sino a la negligencia o a la complicidad con el delito. Se revelan sospechas sobre eventuales operaciones financieras realizadas por el matrimonio en paraísos fiscales. Se identifica al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, como uno de los responsables de la evolución de esos males. Se consigna la complicidad del kirchnerismo con la industria del juego.

Estas aseveraciones divulgan detalles hasta ahora desconocidos. Fuentes muy autorizadas, a las que se identifica con nombre y apellido, ofrecen datos y describen dinámicas que empeoran mucho el aspecto moral del Gobierno. Los mails de Manuel Vázquez, el asesor de Ricardo Jaime, son escandalosos, pero parecen fragmentos de una novela picaresca al lado de las fisuras estructurales en el combate a delitos complejos que se describen en estos nuevos informes diplomáticos. El mensaje principal de esos textos es que no debe confiarse en la administración argentina en cuestiones relevantes para la seguridad internacional.

Los autores de los reportes tienen derecho a alegar que lo que se dice en ellos no supone un dictamen definitivo de su gobierno. Como hizo Arturo Valenzuela con su denuncia sobre inseguridad jurídica, podrán decir "a mí me lo dijeron". Es un recurso aceptable pero inconsistente. Todos los testimonios relevados van en la misma dirección, que es la de alimentar un juicio negativo. Los diplomáticos saben, igual que los periodistas, que la selección de citas de terceros es una forma de opinar.

Cabe suponer, entonces, que las revelaciones de WikiLeaks alterarán las vinculaciones entre los Estados Unidos y la Argentina. Es uno de los efectos intrínsecos a la infidencia. Ella despoja a la diplomacia de un pecado que presta servicios invalorables a las relaciones internacionales: la hipocresía. Los hechos y conductas que se consignan en los cables no obligaban, mientras eran secretos, a ninguna conducta ulterior. En aras de la prudencia política, las autoridades norteamericanas podían disimular lo que sabían para repetir que "estamos frente a un aliado en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el lavado", como dijeron tantos embajadores. El hecho de que se sepa que saben, tal vez impone un cambio de política. Por lo pronto, aquellas declaraciones estarán heridas en su credibilidad.

Las nuevas informaciones desafían uno de los supuestos convencionales de la relación bilateral: que, más allá de algunos desvaríos bolivarianos, los Kirchner eran una garantía para las prioridades de los Estados Unidos en materia de seguridad global. Esa imagen se ha ido invirtiendo en estos días. Los Kirchner no eran tan incondicionales con la América morena -las afirmaciones atribuidas a la Presidenta sobre Evo Morales han sido una sorpresa-, y su alineamiento con los aspectos duros de la política exterior norteamericana está mucho menos que asegurado. Tal vez Cristina Kirchner acaba de descubrir las razones de la demora para recibirla en el Salón Oval.

¿Qué reacción tendrán los gobiernos afectados por esta crisis? Cada texto supone un receptor y eso condiciona su carácter. Un mensaje dirigido a un destinatario único cambia de sentido cuando alcanza a miles de lectores. Este es el efecto central de la operación WikiLeaks. De cuánto comprendan este problema depende el impacto internacional del escándalo. Hillary Clinton contó que uno de los colegas a los que llamó para excusarse no dejó que empezara a hablar: "No me expliques nada. Si supieras las cosas que nosotros escribimos sobre ustedes?", la alivió.

¿Tendrá Cristina Kirchner esa sabiduría? Una de sus innovaciones principales este año fue el intento de tender un puente amistoso con los Estados Unidos. El reemplazo de Jorge Taiana por Héctor Timerman tuvo, entre otras, esa pretensión. Ese empeño se inscribe en un esfuerzo por normalizar el frente externo: negociación con los holdouts, el anuncio de nuevas tratativas con el Club de París, tímido reacercamiento al Fondo Monetario Internacional. La Presidenta tal vez calibre su reacción ante lo que está ocurriendo en relación con este contexto.
Los delatados

Es más fácil prever su respuesta en el frente interno. Los delatados por los cables estarán bastante tiempo sin conseguir una audiencia presidencial. Blejer, Massa, Alberto Fernández, Jorge Brito, deben estar mortificados con esa novedad. Habrá que ver, en cambio, qué sucede con Aníbal Fernández, descripto como un personaje de crónica policial y, a la vez, como el mejor amigo. La relación de Fernández con la Presidenta lleva semanas de congelamiento. Pero sancionarlo ahora sería admitir demasiados pecados oficiales.

La indignación puede conducir a la Presidenta por otro camino. Que las apariencias divergen mucho de la realidad oculta es la hipótesis preferida de cualquier mentalidad conspirativa -o "paranoica", por seguir al Departamento de Estado-. Si Néstor Kirchner viviera, habría corroborado con los cables de la embajada su presunción más antigua: hay un complot en curso. Y hubiera reaccionado con una descomunal cacería para escarmentar a los delatores. En los próximos días se sabrá si su viuda compartía aquel prejuicio y, sobre todo, si está dispuesta a heredarlo también en la terapia.



WikiLeaks, la crisis de EE.UU. como hiperpotencia y la Argentina
Por Rosendo Fraga
Especial para lanacion.com
Jueves 2 de diciembre de 2010 | 01:25 (actualizado a las 01:00)

Las filtraciones de los mails del servicio diplomático de los Estados Unidos confirman que este país ha dejado de ser la hiperpotencia que fue durante las últimas dos décadas. Es posible que cuando se escriba la historia, las retiradas de Irak y Afganistán pongan en evidencia la limitación del poder militar de los EE.UU., la crisis del mercado hipotecario como el inicio de la declinación como actor económico determinante y las filtraciones de WikiLeaks demuestren la limitación de la supremacía científica y tecnológica como fuente de poder mundial. Las filtraciones lograron penetrar la red informática de seguridad SIPR -net-, establecida a comienzos de los noventa, para el segundo nivel de secreto en las comunicaciones del Departamento de Estado y el Pentágono, con la colaboración de funcionarios norteamericanos de bajo nivel. WikiLeaks ha anunciado para el año próximo revelaciones sobre grandes bancos, lo que puede poner en riesgo la precaria estabilidad financiera del mundo.

Cabe recordar que en noviembre, la participación de Barack Obama en las Cumbres del G-20 (Corea del Sur), la APEC (Japón), la OTAN (Lisboa) y EE.UU.-UE (también Lisboa), confirmaron la declinación del rol asumido por Washington durante las últimas dos décadas, desde que se disolvió la URSS. Es así como entre 2008 y 2010 el poder de la única hiperpotencia surgida en 1990 encontró sus límites en lo económico, militar y científico-tecnológico. Pero EE.UU. pasa de hiperpotencia a potencia y en consecuencia seguirá siendo un actor relevante en el concierto mundial. La cuestión pasa a ser con quién compartirá el poder.

La Unión Europea (UE) no parece en condiciones de ser el polo de poder que comparta las decisiones mundiales con los EE.UU. Es que no sólo ha entrado en crisis su economía, sino también su sistema político. Las demoras y dificultades para implementar los rescates de Grecia e Irlanda, así lo evidenciaron. La crisis está escalando y los riesgos se centran ahora en Portugal y España.

En Asia, China aparece como la potencia con mayores posibilidades de compartir el poder mundial con los EE.UU. en el mediano y largo plazo. Un informe de Goldman Sachs sostiene que dentro de cuarenta años, la economía china duplicará la estadounidense. La crisis de Corea es la más grave desde 1953, cuando se inicio la guerra que culminó en la división del país. El objetivo chino de largo plazo es hoy la reunificación de Corea bajo su tutela, como un paso tendiente a lograr la retirada militar de EE.UU. de Japón y Corea del Sur y la finalización de la garantía de seguridad a Taiwán.

El mencionado informe de Goldman Sachs da cuenta que para 2050 Brasil será la cuarta economía del mundo- Lula acaba de decir que será la quinta antes de 2020- y México la quinta. Brasil ya es la octava, y en consecuencia el pronóstico no sorprende demasiado, pero el de México sí, dado que hoy ronda el puesto numero 13. Ambos países enfrentan hoy el problema de los carteles de la droga. Antes de dejar el poder, Lula ha puesto en marcha una ofensiva policial y militar para terminar con su influencia en las favelas de Río de Janeiro, buscando evitar que el problema llegue al nivel que lo sufre México. Si al incremento de ambos países en la economía mundial se agrega el crecimiento del fenómeno hispano en los EE.UU., ya hay quienes piensan que a mediados del siglo XXI América Latina puede ser el eje de occidente en vez de Europa y EE.UU., que lo han sido sucesivamente hasta ahora. En cuanto al Africa, las perspectivas del continente también han mejorado, aunque en un cuadro muy diverso e incluso contradictorio.

Si bien las filtraciones de WikiLeaks muestran que EE.UU. no solo ha encontrado límites como hiperpotencia en lo económico y lo militar, sino también en lo científico-tecnológico, los mails respecto a América Latina que se han difundido, no parecen alterar sustancialmente la relación de Washington con la región, cuya visión de largo plazo está recibiendo más buenas que malas noticias.

Pero al mismo tiempo el presidente de Ecuador se ha apresurado a ofrecer asilo político al director de WikiLeaks que está procesado penalmente en Suecia por abuso de menores y otro tanto se dispone a hacer Chávez.

En el caso argentino, los mails de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires no son agradables. Es que estos 2200 mensajes se difunden al mismo tiempo que los 60.000 correos electrónicos del ex secretario de Transporte y su equipo, en el marco de la causa judicial que lo afecta y surgen algunas coincidencias. Políticamente, quizás sea este el problema más relevante.

Las criticas y las preguntas sobre el matrimonio Kirchner, son más o menos las mismas que en los últimos tiempos se ha hecho en voz baja gran parte de la dirigencia argentina. El tema de la salud mental, en realidad se refiere a la posibilidad de una depresión de la Presidente, tema que estuvo en primera plana de varias revistas ya hace tiempo.

Pero lo que ahora debe resolver el gobierno argentino es si adopta una actitud de quitar relevancia al tema, como lo han hecho Brasil y México, o si lo escala, como Venezuela y Bolivia.

Política y diplomáticamente, sería más prudente acompañar la actitud de los países más grandes de América Latina, dado que en caso contrario, puede complicarse el acercamiento a Washington que parece haber sido un objetivo más o menos permanente en la política exterior de la Presidenta y que además tiene un rol en el reciente acercamiento con el FMI para hacer viable la cancelación de la deuda con el Club de Paris.

El autor es Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría