Rebelión en las fuerzas de seguridad / Reacciones en el Congreso
El reclamo generó divisiones en los bloques antikirchneristas
La oposición respaldó una declaración del oficialismo en la que se exige a los agentes que se subordinen a las autoridades democráticas; el mismo texto produjo disidencias en el SenadoPor Gabriel Sued | LA NACION
Aunque con críticas al Gobierno, buena parte de la oposición respaldó un reclamo para que los integrantes de las fuerzas de seguridad pongan fin a la protesta y se subordinen a las autoridades democráticas. Las diferentes posturas sobre el tema generaron, sin embargo, fuertes divisiones en el interior de los bloques antikirchneristas.
En la Cámara de Diputados, el respaldo a la postura del kirchnerismo quedó plasmado en una declaración conjunta del oficialismo y de los principales bloques de la oposición. En ese documento se instó a los integrantes de las fuerzas de seguridad "a adecuar sus acciones a pautas de funcionamiento democrático y subordinación a las autoridades legalmente constituidas, en todo de acuerdo con la Constitución".
El texto, de sólo cuatro líneas, fue firmado por el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez; por el jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, y por los opositores Ricardo Gil Lavedra (UCR), Eduardo Amadeo (Frente Peronista), Juan Carlos Zabalza (Partido Socialista), Alicia Ciciliani (Partido Socialista), Alfonso Prat-Gay (Coalición Cívica), Patricia Bullrich (Unión por Todos), Victoria Donda (Libres del Sur) y Federico Pinedo (Pro), redactor del documento.
Esa misma declaración fue aprobada horas más tarde por el Senado, en una votación en la que el oficialismo logró 49 votos, a partir del apoyo del peronismo disidente y del Frente Amplio Progresista (FAP). Votaron en contra los 14 senadores de la UCR y María Eugenia Estenssoro, de la CC, pese a que los presidentes de las bancadas de esas mismas fuerzas en Diputados habían firmado la declaración.
Pronto se comprobó que esas diferencias se daban en todos los bloques opositores. "Estamos del lado del Gobierno y de las instituciones. Pero para arreglar el problema alguien tiene que venir a poner la cara", dijo el senador radical Gerardo Morales, para fundamentar un pedido, luego rechazado por la mayoría oficialista, para lograr la interpelación de la ministra de Seguridad, Nilda Garré. Ese mismo planteo hicieron los radicales como condición para apoyar la declaración, en una reunión reservada, previa a la sesión, convocada por el presidente del Senado, Amado Boudou.
En ese mismo momento, en la Cámara baja se multiplicaban los cuestionamientos a los que habían firmado la declaración. Claudio Lozano (Unidad Popular) y Margarita Stolbizer (GEN) se apresuraron a aclarar que ellos no estaban de acuerdo con el documento, también firmado por otros integrantes del FAP. "Un problema gremial producto de un caos administrativo no puede ser presentado como un complot para desestabilizar al gobierno nacional", sostuvo Lozano, y reclamó una ley para sindicalizar a las fuerzas de seguridad.
En el Frente Peronista hubo críticas para Amadeo, quien concurrió a la reunión en reemplazo del jefe de bloque, Enrique Thomas. "Estoy totalmente en desacuerdo con haber firmado un comunicado afín a los intereses del Gobierno", dijo la diputada Graciela Camaño. Gustavo Ferrari, Carlos Brown y Carlos Carranza, entre otros, también cuestionaron a Amadeo. Cerca del diputado aseguraron que se intentó marcar la cancha para evitar posibles desbordes de la protesta.
En la bancada macrista también había un sector disconforme con la decisión de Pinedo. "Debería haber consultado a todos los integrantes del bloque", se quejó Laura Alonso.
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