Puente aéreo
La Argentina en campaña: enigma para extranjeros
Por Martín Rodríguez Yebra | LA NACION
¿A sí que otra vez va a ganar el peronismo?" El funcionario español lanza la pregunta y arquea las cejas. Es la señal de que empezará uno de esos momentos incómodos a los que debe acostumbrarse un periodista argentino en el exterior: cuando sus fuentes dejan de ofrecer información y asumen el papel de reporteros.
El hombre, un político curtido que maneja un despacho de peso en el gobierno, ya pasó la etapa de preguntar: ¿qué es el peronismo? Se resignó a no entenderlo. Pero reclama detalles para traducir lo que llega desde Buenos Aires a los medios madrileños. "Entonces, un peronista del Gobierno compite en unas primarias contra un peronista moderado y un peronista opositor. Y tienen el 80% de los votos."
Hay que precisarle un poco los términos. En realidad, es un kirchnerista (Insaurralde), contra un ex kirchnerista (Massa) y un antikirchnerista (De Narváez). "Pero, bueno, ¿no son unas primarias? ¿No dicen todos ser peronistas?" Sí, pero compite cada uno con su partido. Todos van a ganar su interna, la clave es quién se posiciona mejor para las elecciones de octubre. Lo que está en juego es si el kirchnerismo tiene o no cuerda para seguir después de 2015.
El funcionario achina los ojos y aprieta los labios. "Dime una cosa: ¿este Massa en qué se diferencia del Gobierno?" Bueno, está en contra de otra reelección de la Presidenta, criticó los índices trucados de inflación, habla de la inseguridad. "Pero, ¿él no fue jefe de Gabinete de Cristina?" Sí, hace cuatro años. El interrogatorio se acelera. "¿Y aprueba la alianza con el chavismo?", "¿qué piensa del pacto con Chevron y la expropiación a Repsol?, ¿habló del caso ese de las valijas de dinero?" Mejor tomar un atajo diplomático: son elecciones legislativas, no salieron esos temas en la campaña. "Y Scioli, ¿con quién está, con Massa o con De Narváez?" No, se quedó con Cristina. "¿No era que lo iban a echar, que era un traidor?" Ya no. Ahora vive de gira nacional y da cátedra de kirchnerismo.
Pregunta por Mauricio Macri. Respuesta rápida, sin espacio entre las palabras: se peleó con De Narváez, dijo que había acordado con Massa, pero éste no lo reconoce como aliado, sólo le dio un lugar en la mitad de la lista; ahora le tira dardos por la prensa; tal vez se dio cuenta de que lo que hizo fue alimentar a un futuro enemigo. El funcionario reportero hace silencio.
Los medios españoles empezaron a dedicarles páginas a los supuestos vínculos del jefe del Ejército, César Milani, con crímenes de la dictadura. "¿Es verdad todo lo que está saliendo o está magnificado por los opositores?" Le sorprende saber que uno de los organismos de derechos humanos más cercanos a la Casa Rosada avaló las sospechas. "Imaginó que será un follón para la campaña del Gobierno", aventura. Bueno, ni Cristina ni su gente mencionan el caso. Hoy tienen otras prioridades.
Va siendo hora de cerrar el cuestionario. "Oye, ¿y esto del Papa muerto de risa con Cristina, regalándole zapatitos para el nieto, sacándose fotos con los candidatos de ella? ¿No era su gran rival?" Divertido, se responde solo: "Claro, él también es peronista, ¿no?"
El hombre se despide con pose de haber entendido todo. Salga quien salga primero, ya sabe quién va a ganar el domingo
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