El cepo cambiario
La frase que calentó la polémica por el dólar
Insólita justificación de Aníbal Fernández
Viernes 01 de junio de 2012
Ayer, en pleno rebrote de fiebre para conseguir dólares que no aparecen por ningún lado debido a las recientes disposiciones de la AFIP, Fernández hizo estallar las redes sociales y despertó la indignación de la oposición
con un par de frases que contradicen la anunciada política oficial de
"desdolarización" de la economía, que él pretendió defender.
"¡Compré dólares porque se me antoja, por eso! Hago lo que quiero con mi plata", afirmó un exaltado Fernández en una entrevista para Radio Continental cuando se le preguntó en qué moneda tiene sus ahorros.
La periodista Magdalena Ruiz Guiñazú lo había
cuestionado durante ese diálogo por decir que "la gente tiene que
cambiar su mentalidad y no pensar más en dólares", y al mismo tiempo
aceptar que él mismo tiene algo más de 24.000 dólares
"comprados legalmente". También reconoció que no se desprenderá por
ahora de los requeridos billetes verdes, cuya adquisición se transformó
en una gestión casi imposible desde que la AFIP impuso severos controles
a su libre disponibilidad. "Tampoco soy un tarado que tengo que ir a
venderlos golpeándome el pecho en un falso patrioterismo y perdiendo
guita. Déjelos ahí tranquilos, que están bien cuidados", contestó el
senador en otra entrevista, un rato más tarde.
Sólo un día antes, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, había defendido las medidas de restricciones en su informe al Congreso y había cuestionado la cultura dolarizada de los argentinos.
Revuelo y críticas
El revuelo, claro, fue mayúsculo. Empezó, aunque
parezca increíble, en la Casa Rosada. "¡Qué gracioso estás, Aníbal
Fernández! ¿O qué tomaste, vivarachol a la mañana?", le dijo la
presidenta Cristina Kirchner al mediodía y en plena teleconferencia con
Bahía Blanca y Santiago del Estero. Cerca del senador aclararon a LA
NACION que la amonestación irónica de la Presidenta fue "porque Aníbal
hizo una broma sobre taxistas" mientras la primera mandataria hablaba, y
no por sus frases de defensa solitaria de la pesificación. Pero la duda
sobre un presunto enojo presidencial con el senador quedó flotando en
el aire.
Durante la jornada, la oposición y algunos oficialistas críticos también aprovecharon para fustigar a Fernández y acentuar las contradicciones del discurso oficial
. "Resulta que le piden a la población que se pesifique, mientras la
Presidenta y todos sus ministros compran y ahorran en dólares. El
Gobierno, además de haber perdido la brújula en política económica,
tiene una hipocresía enorme que la gente percibe y rechaza", se despachó
el diputado Gerardo Milman (GEN).
"Es la falsa y doble moral del Gobierno. Le dicen a la gente lo que ellos no hacen.
Aníbal Fernández le falta el respeto a la gente y la consecuencia va a
ser una moneda cada vez más débil. Vamos camino a repetir la historia",
advirtió a LA NACION la diputada Patricia Bullrich (Unión por
Todos-Capital).
El legislador porteño Julio Raffo (Proyecto Sur) pidió
con ironía "un desagravio para la Presidenta, quien pese a los planteos
pesificadores de Abal Medina tiene ahorrados más de tres millones de
dólares". Y el ex diputado por la Coalición Cívica Fernando Iglesias fue
lapidario: "Volvió la política. Y la política hace con sus dólares lo
que se le antoja", ironizó el ex legislador.
Miguel Braun, director de la Fundación Pensar, ligada al macrismo, también twitteó: "Está perfecto que @fernandezanibal ahorre en dólares, lo banco. Lástima que no quiera que lo acompañemos", ironizó.
Cerca de las siete de la tarde, y tal vez abrumado por
la repercusión negativa de sus dichos, Fernández intentó aclarar sus
dichos utilizando el prime time televisivo. Reiteró que hará lo
que quiera con su plata, pero pareció relativizar sus dichos matinales.
"La discusión no debe centrarse en mí", afirmó en el canal de noticias
C5N. Pero la definición más importante la dio después, al decir que el
Gobierno recurría a restricciones "porque no hay capacidad del Estado
para hacerse cargo de los dólares necesarios. Usted tiene necesidad de
pagar deuda, de resolver situaciones para las que se necesita la divisa y
no la puede conquistar de otra manera".
Además de sus explicaciones, Aníbal arrastra otra
curiosidad: su hijo Facundo Aníbal Fernández integra, desde mayo de
2008, la SRL Palo Verde, dueña de una estación de servicio en la
localidad bonaerense de Adrogué. Coincidencias o no, Fernández no se
despegará (por ahora) de sus dólares, aunque en línea con la estrategia
de la Casa Rosada recomiende no pensar más en el verde objeto de deseo
argentino.
La Nacióm
No hay comentarios.:
Publicar un comentario