Dictadura Militar en Argentina












Estados Unidos conocía el robo de bebés durante la dictadura

Lo admitió Eliott Abrams, funcionario público norteamericano entre 1982 y 1985; sostuvo que "fue el peor de los casos" de violaciones a los derechos humanos

Jueves 26 de enero de 2012



El Gobierno de Estados Unidos tenía conocimiento de que en la última dictadura ocurrida en la Argentina se estaba perpetrando "un plan" de sustracción de hijos a detenidos y desaparecidos y que había "muchos niños" apropiados ilegalmente por "familias leales" al régimen,


En una video conferencia desde el consulado argentino en Washington, el ex subsecretario de Derechos Humanos del Departamento de Estado norteamericano, Elliott Abrams, reveló que los Estados Unidos tenían conocimiento del robo de bebes y que sugirió a los militares que "la Iglesia podía ayudar" a resolver ese "problema terrible".


Abrams declaró hoy como testigo en el juicio que se realiza a militares por el plan sistemático de robo de bebés, según consignó la agencia DyN. "Estábamos al tanto de que niños habían sido sustraídos a sus familias y se entregaban a otras familias cuando sus padres estaban prisioneros o muertos", reveló el ex funcionario de Reagan.


El ex diplomático señaló que "había muchas juntas militares en América Latina" pero que no recuerda "otro tema como este" de sustracciones de niños, y advirtió que la Argentina "fue el peor caso" de violaciones a los derechos humanos con criaturas, ocurridas en los países del sur del continente.


En ese marco, Abrams indicó que para el Departamento de Estado constituía "un problema muy serio de violación a los derechos humanos". "Se trataba de niños vivos y eran muchos los que estaban en esa situación", dijo.


Al ser consultado sobre si conocían una cifra concreta, Abrams respondió: "Sabíamos que no eran sólo uno o dos niños, sino que existía un patrón, un plan, porque había mucha gente que estaba siendo asesinada o encarcelada".


Luego, el ex diplomático recordó haber abordado el asunto con el embajador de la dictadura en Washington, Lucio García del Solar, durante una reunión celebrada el 3 de diciembre de 1982 en el Departamento de Estado y que allí se le indicó "al Gobierno argentino que este era un problema terrible y muy complicado de resolver".


Este testimonio ha sido uno de los últimos que se escuchen hasta el 6 de febrero en el debate oral que comenzó en el 28 de febrero de 2011 para esclarecer 34 casos de robos de niños.


Allí están siendo juzgados los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, acusados de sustracción, retención y ocultamiento de menores y sustitución de sus identidades.


Bajo los mismos cargos también se está juzgando a Antonio Vañek, ex jefe del Comando de Operaciones Navales; Jorge Eduardo Acosta, que estuvo a cargo de la Unidad de Inteligencia del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA; Santiago Omar Riveros, ex comandante de Institutos Militares de Campo de Mayo, y Rubén Oscar Franco, ex jefe de la Armada.


Como autores materiales directos de esos delitos se juzga al ex prefecto Juan Antonio Azic -quien anotó como hija suya a una menor que resultó ser Victoria Donda- y al médico militar Jorge Luis Magnacco


La Nación



Después de 32 años entregan fotos de desaparecidos arrojados al mar

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos las guardó desde 1979; se darán a la Justicia

Por Paz Rodriguez Niell 

Jueves 15 de diciembre de 2011


Habían pasado muchos días bajo el agua, pero las uñas de sus pies seguían pintadas cuando le sacaron la foto en la playa La Floresta, de la costa uruguaya. Las piernas tenían quemaduras, marcas de torturas y una soga se ataba todavía, con cuatro vueltas, a su pie derecho.


La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) guardó durante 32 años ésta y otras 130 fotos de cuerpos que, de acuerdo con los informes que las acompañan, fueron encontrados entre 1976 y 1979 en distintas playas de Uruguay. La CIDH las recibió durante la inspección que hizo a la Argentina en 1979 y las archivó desde entonces en una carpeta amarilla que dice, escrito en birome, "observation in loco". Hoy, la entregará a la Justicia. Es parte de un proceso de desclasificación de documentos de esa comisión.


La carpeta tiene, además, descripciones del estado de 20 cuerpos, copia de legajos de inteligencia elaborados entonces por las autoridades uruguayas y mapas de las playas donde habrían aparecido los cadáveres.


Los funcionarios de la CIDH desconocen el origen de los documentos. Sólo saben que alguien los entregó en 1979. Suponen que pudo haber sido el ex marino uruguayo Daniel Rey Piuma, que integraba los servicios de inteligencia de la Prefectura y en 1980 huyó a Brasil llevándose archivos oficiales.


En el caso de la mujer encontrada en La Floresta, las fotos están acompañadas por un informe que dice que presenta "fractura de muñecas, como si hubiera estado colgada de ellas; quemaduras en ambas manos; derrame sanguíneo interno provocado por la rotura de vértebras" y "zona pubiana, anal y perianal destrozada con objetos punzantes". Quien lo elaboró relata: "Dos intentos míos de calificar el caso como violación y homicidio fueron descalificados". Cuenta además que el hallazgo se hizo público y que, como consecuencia de "el cuerpo muy cuidado y las uñas pintadas", se tejieron "versiones novelescas" sobre que "la occisa frecuentaba lugares nocturnos y estaba vinculada a una banda de narcotraficantes".


En otros casos, relata que se pretendió hacer pasar las muertes como consecuencias de "orgías de alta mar" y "motines a bordo".


En la CIDH no saben si los cuerpos son de desaparecidos de la ESMA, pero creen que es posible. Casi todos tienen marcas de torturas y ataduras. Y algunos aparecieron con billetes y monedas argentinas.


La carpeta se adjuntará a la causa de los llamados "vuelos de la muerte", en los que desaparecidos fueron arrojados al mar durante la última dictadura. Es parte de la megacausa por los crímenes de la ESMA. La instruye el juez Sergio Torres, que fue quien pidió abrir los archivos.


El secretario ejecutivo de la CIDH, Santiago Cantón, viajó a la Argentina para entregarle la carpeta a Torres. "Estos documentos pueden servirle para identificar a personas -dijo Cantón en una entrevista con LA NACION-, pero además muestran la existencia de las torturas, las violaciones, las ataduras. Hasta ahora, las pruebas que había de los vuelos de la muerte eran todas testimoniales. Estas son clave por la inmediatez; son de aquel momento."


Los documentos que hoy recibirá Torres no son los primeros que le entrega la CIDH. Este año, el juez viajó a Washington y revisó 60 cajas con legajos sobre denuncias recibidas por la Comisión durante la última dictadura. Gran parte de ese material (el vinculado a la ESMA) fue escaneado y ya forma parte del expediente.


Para preservar a los denunciantes, la CIDH guardaba con estricta reserva todos los documentos de su visita a la Argentina, pero ahora el criterio cambió. Cantón explicó que se debe al tiempo transcurrido, la democracia en la Argentina y la firme determinación de la Comisión de colaborar con las causas de derechos humanos. "Estamos analizando abrir muchos más documentos", anunció Cantón.

Los vuelos de la muerte


    La causa. El juez federal Sergio Torres investiga los llamados "vuelos de la muerte" como parte de la megacausa por los crímenes cometidos en la ESMA.


    Los acusados. Siete acusados están procesados: cinco son pilotos; uno, abogado, y otro un técnico aeronáutico que confesó a civiles haber tirado a gente al mar.


    Las nuevas pruebas. La CIDH entregará hoy a Torres fotos y documentos que serían de desaparecidos arrojados al mar y hallados en playas uruguayas.


    Su valor . Las pruebas son clave porque son de aquel momento y muestran cuerpos torturados y atados. Es posible que permita identificar a desaparecidos.



La Nación


Procesan a Patti por un crimen anterior a la dictadura

El juez federal de Campana dictó la prisión preventiva y ordenó trabar embargo por un millón de pesos; la víctima había muerto en enero de 1976

Viernes 25 de noviembre de 2011


l juez federal de Campana Adrián González Charvay procesó con prisión preventiva al ex subcomisario Luis Abelardo Patti por el secuestro y asesinato del periodista Ricardo Gabriel Giménez en enero de 1976. Además, mandó trabar embargo sobre sus bienes por un millón de pesos.

Patti fue considerado coautor penalmente responsable del delito de amenazas, (cometidas en reiteradas oportunidades desde 1973 hasta 1976); allanamiento ilegal, privación ilegítima de la libertad, robo agravado por el empleo de armas y en banda, imposición de tormentos agravados por ser la víctima un perseguido político, homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas, cometido entre el 28 y 29 de enero de 1976.

Según consigna el Centro de Información Judicial , el magistrado convirtió la actual detención de Patti en prisión preventiva y mandó trabar embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de un millón de pesos.

En abril de este año, Patti ya había sido condenado a prisión perpetua . Fue la primera vez que la Justicia condenó por crímenes de lesa humanidad a alguien que no fue militar y que ocupó cargos electivos después de 1983. Patti fue intendente de Escobar y luego diputado nacional, cargo que no pudo asumir por los delitos que había cometido

La Nación


“Desaparecido reaparecido, ése fue mi paso por el infierno”

Mario Villani sobrevivió porque arreglaba lo que robaban en los secuestros. Lo obligaron a reparar la picana y la modificó con menos carga eléctrica. El cautiverio más largo en los campos clandestinos de la dictadura.

Lunes, 28 de noviembre de 2011




“Soy un desaparecido, un sobreviviente, o si se quiere un desaparecido reaparecido. Este es el relato de mi paso por el infierno.” Así se presenta Mario Villani en Desaparecido. Memorias de un cautiverio. El libro escrito junto a Fernando Reati es mucho más que un testimonio, es una despiadada y lúcida reflexión sobre el dilema de la vida en cinco centros clandestinos de detención. A lo largo de cuarenta y cuatro meses pasó por el Club Atlético, El Banco, El Olimpo, el Pozo de Quilmes y la ESMA. “Maldito si lo haces, maldito si no lo haces”, repite este físico que a los 72 años desmenuza sin pudor qué significa “colaborar”, cuál es el límite que cada uno le pudo poner a esa convivencia con el terror. “En mí vieron la posibilidad de utilizarme, de reparar lo que les robaban a los secuestrados, me tuvieron trabajando de bricoleur”, dice con una ironía elaborada durante años de pensar en la complejidad de la condición humana de torturadores y torturados.


Villani contó ante tribunales de Argentina, Francia, Italia, España cómo después de negarse a reparar la picana eléctrica de Antonio Del Cerro, alias “Colores”, un torturador que se ufanaba de su arte en la aplicación de tormentos, aceptó hacerlo. Le disminuyó la descarga. Durante una semana había escuchado los gritos de compañeros sometidos a la corriente directa. Los paros cardíacos se repetían, las muertes también. En Desaparecido, Villani y Reati, recuerdan esta y otras historias.


–¿Cómo jugaba la inexistencia de fronteras entre represores y secuestrados en los centros clandestinos?


–Eso fue determinante para todo. Estábamos inmersos en el espacio del represor. No existía la posibilidad de discutir entre nosotros, de analizar entre nosotros lo que nos estaba pasando, de apoyarnos: estábamos siempre mezclados con los torturadores. Ese borrado de fronteras, además, es unilateral: la libertad que el preso tiene a pesar de estar preso que es el momento de privacidad en la cárcel, nosotros no lo teníamos. Había torturadores como El Turco Julián, por ejemplo, que se quedaban a dormir.


–Usted estuvo casi cuatro años secuestrado.


–Estuve en cinco campos: desde noviembre del ’77 a agosto del ’81. He sido uno de los que más estuvieron. No es común que haya gente que haya estado tanto tiempo y en tantos campos. Supongo que debe haber influido el hecho de que a mí me usaron para reparar equipos de electrónica, electrodomésticos, que además eran cosas que se robaban y tenían que ponerlos en condiciones para llevárselos a sus casas o para venderlos.


–Es increíble cuando usted les pide herramientas y le traen la mesa de trabajo que había diseñado y tenía en su casa.


–A mí me habían secuestrado el 17 de noviembre del ’77 y eso me lo trajeron alrededor de marzo-abril del ’78, es decir que en algún lado lo tenían.


–En el libro estremece la reflexión sobre el significado de colaborar en un campo clandestino. ¿Qué significa colaborar, cuál es el límite?


–Me resultó difícil procesar eso. Todo es colaboración: que te vean vivo ya es una colaboración, aunque uno simplemente respire delante de otro. El otro recién secuestrado ve que uno está vivo y piensa a lo mejor “yo me salvo también”, es una forma de controlarlo mejor, es involuntaria e inconsciente, no es una colaboración deliberada, pero los tipos utilizaban ese mecanismo. De ahí para adelante hay un montón de escalones de colaboración. Yo colaboré. Colaboré reparando. No colaboré torturando, no colaboré interrogando, no colaboré entregando gente. Pero, por ejemplo, secuestraron a uno de mis mejores amigos, en una cita conmigo.


–¿Cuénteme cómo fue?


–A Gorfinkiel lo secuestran a pesar de los esfuerzos que yo había hecho. Yo tenía una cita agendada codificada para el mismo día en que me secuestraron, no dije nada, me callé la boca y se dieron cuenta al siguiente, me volvieron a torturar. Supongo que debo haber admitido que sí porque total había pasado la cita. Además teníamos un convenio los que estábamos en el mismo ámbito: normalmente usábamos un número de teléfono alquilado para pasarnos mensajes. La única forma de comunicarnos era a través de lo que llamábamos buzones, pero sospechábamos que ese teléfono estaba pinchado, entonces decidimos conservar ese buzón para pasar mensajes de alarma: si un mensaje llegaba a ese buzón había que desconocerlo y pensar “se pudrió todo”. Cuando me ordenaron llamar, pensé: “Esta es la mía” y dejé un mensaje ahí porque era el que usábamos como alarma, yo lo llamo a ese buzón y le dejo una cita... Y Jorge fue... No tendría que haber ido. Poco después, yo repartiendo la comida en el campo, le llevo la comida a la celda y se pone a llorar y me pide disculpas por no haber cumplido con la consigna. Ahí nos pusimos a llorar los dos. Yo le dije: “Pero escuchame, soy yo el que te entregó”.


–Usted cuenta que paradójicamente al ser secuestrados sentían cierto alivio por no seguir siendo perseguidos.


–Además del alivio de no estar perseguido se sumaba el hecho de que yo, por lo menos, no tenía la certeza de que me iban a matar: pensaba que por ahí me salvaba. Pensaba “se acabó, no corro más”. Fue pasando el tiempo y llegué a convencerme de que estábamos todos condenados a muerte. El alivio se terminó, continuó en el sentido que no seguía la pelea, no tenía que seguir escapando, pero estaba condenado.


–A pesar de todo su objetivo era sobrevivir un día más, renovar la esperanza a pesar del horror en que vivía...


–Es agotador pero a mí me resultó imprescindible. No me podía permitir hacer planes de futuro, no me podía permitir lamentarme y decir si salgo en libertad, me voy al exterior, no milito más o milito más. Me di cuenta de que si hacía eso no estaba prestando atención al aquí-ahora y era imprescindible que estuviera siempre atento, si no podía ligármela en cualquier momento. El único plan que me permitía hacer era llegar vivo al día siguiente.


–Usted reflexiona sobre la dificultad de armonizar la necesidad de afecto con la desconfianza sobre todo. ¿Cómo se resolvía ese dilema?


–La vida en un campo de concentración es una vida esencialmente dilemática. Continuamente estás frente a situaciones de “Maldito si lo haces” y “Maldito si no lo haces”. A mí me sirvió el olfato, como línea general sabía que tenía que desconfiar pero no se puede vivir desconfiando. Llega un momento que uno lo siente por la piel, a veces te equivocás pero es el riesgo que corrés. Largabas alguna opinión pero no todas, con otro te abrías totalmente. Eso viene mezclado con la cuestión afectiva que es muy importante, que no es solamente formar pareja, lo afectivo se puede reducir a una mirada, un roce, los pequeños toques de contenido afectivo son básicos en un marco como ése. Para mí, la situación más importante fue con Juanita... (N de R: Juana Armelín, una chica que había militado en el Partido Marxista Leninista de La Plata que entabló una relación con Villani que el represor Samuel Miara, alias “Cobani”, detectó y usó para humillarlos hasta que la hizo desaparecer).


–El caso que muestra la perversión de Cobani.


–A Cobani lo tengo acá (se señala entre ceja y ceja). Yo no tengo odio, tengo bronca, pienso que hay que condenarlos. Pienso que si bien yo en mi interior los condeno, no soy quién para condenar a nadie, será un juez o la Justicia, pero con Cobani no puedo ser tan objetivo. Por suerte después conocí a los hijos de Juanita, nos hicimos amigos y a través de esa relación por lo menos les pude contar.


–¿Cómo superó el saber que hubo secuestrados que colaboraron al punto de torturar a sus compañeros?


–Es una tortura más para el conjunto: para los prisioneros que ven que hay ex compañeros que se dieron vuelta, no saben si ellos no pueden llegar a caer en la misma. Antes creían que eran puros y resulta que terminaron así, en el fondo implica que nadie está a salvo de eso. Por otro lado, no es lo mismo que te torture un torturador que un ex compañero, pero además esa tortura no es sólo para el que está siendo torturado sino que el que tortura está sufriendo una tortura aunque no tenga conciencia de ello.


–Ni siquiera esa degradación extrema les garantizaba la vida, no implicaba un salvoconducto.


–No fue una garantía. En general fueron bastante despreciados, los usaban porque eran útiles, salvo algunos que terminaron pasándose con armas y bagajes para el otro lado. En general los usaban y los tiraban, eran forros.


–Usted cuenta el caso de un hijo de un secuestrado-torturador al que no dejan entrar a la agrupación Hijos.


–Eso es muy duro: qué culpa tiene el hijo de lo que hizo el padre. Son situaciones muy complejas, el ser humano es complejo, no es lineal. Esos hijos que no lo dejaron entrar estaban viendo un retoño del que torturó a sus padres y de un traidor. No se trata de justificar o no, hay que tratar de entender.


–Usted dice que le sirvió comprender que eran seres humanos los torturadores.


–Hitler era un ser humano. Me sirvió para manejarme con ellos. El relato ése del torturador que me torturaba y le dije: “No te entiendo”, me abrió los ojos. Cuando le dije que a él lo estaban usando, me dijo hijo de puta pero paró de torturarme. Otra cosa, todavía hoy tengo que pelear contra una parte de mí que se pasa de rosca pensando “a estos hijos de puta los quiero reventar” porque en ese caso yo no me diferencio de ellos. Yo no soy como ellos y eso lo tengo que defender a muerte. Esa lucha que fue dentro de los campos, sigue hoy. Que ellos me vieran a mí como una cucaracha, como un ser despreciable, primero es su visión maniquea del mundo. Si yo tengo esa misma visión, soy igual que ellos.


–¿Cómo vive el desenlace de los juicios a los represores: como una reparación, como una tarea cumplida?


–Está la parte racional, lo vivo como reparación, como decir gané –no sé si decir gané porque no creo estar libre del todo como no creo que vos lo estés tampoco–. Logré sí hacer algo que intentaron impedir que hiciera. Por otro lado hay una cosa que me gratifica: no soy yo solo, es una sociedad que va cambiando. Todavía hay quien dice por algo será, que deberían haber matado a todos. Son procesos largos, complejos y contradictorios: como suma me parece que van en la dirección correcta. Estas condenas son un fruto de muchos años de lucha de mucha gente, y son un fruto también de la maduración interior de la sociedad.


–El compromiso de dar testimonio, ¿puede implicar que ese horror no se repita?


–Lo que hago está dirigido a que eso pase, pero no es indefectible que pase. Pienso que no hay que bajar los brazos. Hay que estar atentos siempre porque las fuerzas que hicieron producir esto están presentes en todo el mundo. Los que tienen en sus manos el poder se defienden con uñas y dientes: mientras les sirva hacerlo con métodos civilizados lo harán, pero si no recurrirán a cualquier método.


Pagina/12


Un justo que buscó la verdad
Por Magdalena Ruiz Guiñazú
Para lanacion.com
Sábado 30 de abril de 2011


Conocí a Ernesto Sabato hace muchos años en la Chacra Gallardo, en Bella Vista. Comenzaba a ser famoso. Acababa de publicar El túnel y desde entonces siempre tuvimos una amistad que no se interrumpió nunca.


Incluso tuve el privilegio de estar a su lado en la Comisión por la Desaparición de Personas (Conadep) que Sábato presidió con un enorme coraje y una permanente dignidad.


Quizás sea interesante agregar, sobre todo para los jóvenes que no lo vivieron, que la situación por la que atravesaba el país cuando advino la democracia era completamente distinta a lo que podría ser hoy. Las Fuerzas Armadas tenían todavía un gran poder (fue así que el presidente Raúl Alfonsín tuvo que afrontar tres golpes de Estado) y querían evitar por cualquier medio que se llegara al juicio a las juntas que, en 1985, marcó un jalón en la jurisprudencia internacional.


Tan es así que, cuando fuimos con Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, a declarar ante el tribunal de Roma por los desaparecidos de origen italiano, el fiscal romano Dr. Caporale nos dijo textualmente: "Quizás ustedes no adviertan la enorme importancia que tiene en la jurisprudencia actual el juicio a las juntas que se realizó en Argentina. Es un caso único en América Latina y en la jurisprudencia del siglo XX, repito, porque Nüremberg fue un juicio de vencedores y en Kosovo el tribunal tuvo componentes internacionales. En cambio, en el juicio argentino los jueces, los fiscales y los testigos eran todos argentinos que afrontaban serias dificultades en su seguridad personal."


Lo recuerdo hoy, ante la muerte de Sabato , porque con total desaprensión de las reglas más elementales de la cultura, al prólogo del informe "Nunca más" que firmaba Ernesto Sabato, se le adosó (durante el gobierno del presidente Néstor Kirchner) otro prólogo superpuesto.


Sería interesante que quienes fueron responsables de este atropello intelectual se reunieran y elaboraran otro informe "Nunca más", pero sobre los crímenes de la Triple A que ocurrieron bajo el gobierno constitucional de Isabel Perón.


Volviendo a Sabato no quiero olvidar algunas cosas que me manifestó (el día de su cumpleaños número 94) en un reportaje para el diario Perfil: "¡Estoy contento de haber cumplido 94 años! Por supuesto que me hubiera gustado cumplir 34. Noventa y cuatro es una cifra importante, pero hay que aceptar la vida como es. Aceptarla. La vida cobra valor porque la espera la muerte que es un hecho trágico y trascendente. Y misterioso. Porque no sabemos realmente en qué consiste la muerte. Nadie ha vuelto de allí".


- Sin embargo, vos crees en la inmortalidad del alma.


- Sí, no solamente por lo que yo pueda pensar sino por lo que dicen los filósofos. Sí, creo en la eternidad del alma.(Se detiene y explica). Ahora bien, ¿qué será esto realmente? No lo sé. Sé, en cambio, que hay que aceptarlo con estoicismo, luchando hasta el último día sin bajar los brazos por lo que uno cree que son causas justas. Uno se equivoca muchas veces a lo largo de la vida pero siempre he tratado de luchar por los desamparados y oprimidos.


Querido Ernesto, así fue y te recordaremos siempre como un hombre justo que buscó la verdad.


La Nación



Patti fue condenado a prisión perpetua y deberá ir a una cárcel común
La Justicia sentenció al ex intendente de Escobar por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar; el ex presidente de facto Reynaldo Bignone recibió la misma pena
Jueves 14 de abril de 2011

La Justicia condenó a al ex intendente de Escobar y ex policía bonaerense, Luis Patti, a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

El ex subcomisario fue sentenciado por secuestros, tormentos y asesinatos y deberá ir a una cárcel común, según lo determino el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, en la primera condena que recibió el ex subcomisario.

Así lo decidieron los jueces Lucila Larrandart, Horacio Segretti y María Lucía Cassaín en el juicio que por primera vez Patti se sentó en el banquillo de los acusados. Durante la lectura del veredicto, el ex intendente no se encontraba dentro de la sala de audiencias de la localidad bonaerense de José León Suarez. Todos los querellantes y la fiscalía habían reclamado la máxima pena.

Video: La lectura de la sentencia (C5N)

Junto con Patti fueron juzgados el ex presidente de facto Reynaldo Bignone, el ex general Santiago Omar Riveros y el ex agente de inteligencia del Ejército, Martín Rodríguez. Todos ellos recibieron, también, la condena de prisión perpetua.

El lunes último Patti se negó a pronunciar sus últimas palabras al ser ingresado en camilla a la sala de audiencias del auditorio Hugo del Carril. El ex intendente estaba internado hasta el momento en la clínica Fleni de Escobar, a raíz de un accidente cerebro vascular.

La causa. El juicio oral comenzó el 27 de setiembre del año pasado y a su término, en la etapa de los alegatos, Patti quedó acusado con pedidos de prisión perpetua por el crimen del militante Gastón Gonçalvez, el secuestro del luego asesinado ex diputado nacional Diego Muñiz Barreto, entre otros casos de privaciones ilegítimas de la libertad, torturas y desapariciones ocurridas en la zona de Escobar y Garín cuando él era oficial de calle de la comisaría local.

Manuel Gonçálvez, hijo de Gastón Gonçálvez, asesinado durante la dictadura militar, afirmó que con la sentencia que se conocerá hoy para determinar la responsabilidad del ex intendente de Escobar, Luis Abelardo Patti, en el asesinato de su padre, "se vence la impunidad que había quedado instaurada por muchos años".

A pocas horas de que el Tribunal Oral Federal 1 emita su veredicto, Gonçálvez destacó los "intensos momentos" que vive "después de una lucha de tantos años".

Gonçálvez, que es uno de los 103 nietos recuperados por Abuelas de Plaza de Mayo, es querellante en el juicio que el TOF1 sigue a Patti, al ex dictador Reynaldo Bignone y el ex agente de Inteligencia del Ejército, Martín Rodríguez por asesinatos, secuestros y desapariciones durante la última dictadura militar.

La Nación

Nueva condena a prisión perpetua para Menéndez

El ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército fue juzgado por el homicidio de cinco personas; seguirá con arresto domiciliario; ya había sido condenado en otras causas de derechos humanos

Miércoles 23 de marzo de 2011 


SAN MIGUEL DE TUCUMAN (Télam).- El tribunal oral federal de Tucumán condenó hoy al ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua por la comisión de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.


El tribunal lo consideró responsable de "homicidios doblemente agravados y violación de domicilio", en la denominada causa Romero Niklison, en la que se investigan los homicidios de cinco personas.


Las víctimas de ese hecho fueron María Alejandra Niklison, Fernando Saavedra, Juan Carlos Meneses, Eduardo González Paz y Atilio Bransen.


El tribunal, además, decidió unificar la condena a la pena impuesta con la dictada anteriormente en la causa "Guillermo Vargas Aignasse" en la que Menéndez también fue condenado a prisión perpetua.


También fue condenado a prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua el otro imputado en la causa, el comisario (r) Roberto Albornoz.


Por otra parte, los jueces resolvieron diferir el pronunciamiento sobre la forma de cumplimiento de la pena de prisión impuesta a Menéndez y a Albornoz, por lo que ambos seguirán con arresto domiciliario.


Menéndez tuvo la posibilidad de hablar antes de conocerse el fallo y desde el country de Yerba Buena, donde permanece alojado por razones de salud, defendió por videoconferencia la tesis de guerra que viene sosteniendo en cada juicio que afronta por crímenes de lesa humanidad que se cometieron cuando era jefe del Tercer Cuerpo del Ejército.


En uso del derecho a decir sus últimas palabras en el juicio por el presunto fusilamiento de cinco montoneros ocurrido el 20 de mayo de 1976 en el Barrio Echeverría, Menéndez desconoció a los militantes como víctimas y justificó el accionar militar contra a los que él llama "terroristas marxistas".


El primer juicio oral, celebrado entre julio y agosto de 2008, había sido sustanciado debido a la desaparición del ex senador provincial justicialista Guillermo Vargas Aignasse, hecho ocurrido en 1976, en la madrugada del golpe de Estado.


Durante el primer proceso, el mismo tribunal condenó a prisión perpetua a los dos únicos imputados: Antonio Bussi, entonces jefe militar de Tucumán, y a Menéndez, titular del III Cuerpo de Ejército (con asiento en Córdoba), de quien dependía el primero


Luego, el 8 de julio del año pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal, integrado por Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Josefina Curi, condenó a Menéndez por la causa sustanciada debido a los padecimientos sufridos por 22 personas en el centro clandestino de detención que funcionó durante la última dictadura militar en la ex jefatura de Policía.


Los jueces condenaron a Menéndez y a Albornoz a prisión perpetua, mientras que impusieron 18 años de prisión a Luis de Cándido, también ex policía.


La Nación


Videla afirmó que Isabel le pidió apoyo el día previo al golpe

Desde la cárcel, afirmó al diario Perfil que el 23 de marzo de 1976 se reunió con la ex presidenta y le dijo que "habiendo sido elegida, ella debía ejercer el poder"

Domingo 20 de marzo de 2011


Desde la cárcel, en la que purga condenas por delitos de lesa humanidad, el dictador Jorge Rafael Videla recordó cómo fue el día previo al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, en el que la entonces presidenta Isabel Martínez de Perón lo citó para pedirle el apoyo de las Fuerzas Armadas.


En una entrevista que Videla respondió por escrito al diario Perfil desde su celda en Campo de Mayo, el ex militar, de 85 años, señaló que en otro encuentro en enero de 1976 los comandantes de las FF.AA ya se habían convencido de la "falta de poder" de la mandataria.


Como resultado de ese encuentro los comandantes, según Videla, le habrían elevado un memorándum por intermedio del ministro de Defensa que en ese momento era José Alberto Deheza en el que le sugerían una serie de medidas políticas, administrativas y económicas "que consideraban necesarias para salir de la crisis". Y sostuvo: "Nunca más se volvió a hablar del memorándum".


"Los militares se retiran de la reunión con la impresión de la absoluta falta de poder que mostraba Isabel Perón y la certeza de que estaba dispuesta a hacer cambios para mantener su gobierno", recordó Videla, condenado dos veces a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad y quien está siendo juzgado por el Tribunal Oral Federal N° 6 por el plan sistemático de robos de bebes que tuvo lugar durante la última dictadura militar.


En su entrevista Videla cuenta que Isabel volvió a citar a los jefes militares el 23 de marzo de 1976 convocados por Deheza quien les dijo que "ante la falta de poder", la presidenta estaba "dispuesta a cambiar" si las Fuerzas Armadas le brindaban su apoyo.


"Los comandantes vuelven a manifestar que no veían cómo las Fuerzas Armadas podían brindar su apoyo ya que el régimen constitucional no contemplaba esa situación y que, por el contrario, aconsejaban que 'habiendo sido elegida, ella debía ejercer el poder'. Y las Fuerzas Armadas no podían ser sustitutas de ese poder", recordó el ex presidente facto.


Según Videla, Deheza los volvió a citar por la noche para comunicarles en la insistencia de la mandataria en lograr el apoyo de los militares, quienes reiteraron la respuesta dada en las horas previas. Y recordó que el ministro le habría dicho a la Presidenta, a partir de la respuesta indefinida de las FF.AA.: "Señora, se puede ir a dormir tranquila. Esta noche no va a haber golpe".


La Nación









el observador

entrevista exclusiva a 35 años del golpe militar

Videla: “Le dijimos a Isabel que no sabíamos cómo darle nuestro apoyo”


Condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, Jorge Rafael Videla concede su primera entrevista y rememora desde la cárcel, de puño y letra, las últimas horas del gobierno de María Estela Martínez, viuda de Perón, a la que derrocó, dando inicio al período más oscuro de la historia argentina. El represor asegura que las Fuerzas Armadas no querían asumir el poder el 24 de marzo de 1976 y que varios dirigentes políticos sabían que se preparaba el golpe de Estado. Quien fuera su ministro del Interior, el procesado Albano Harguindeguy, admite que los militares se sentían “omnipotentes”.


Por Ceferino Reato*


En su celda en Campo de Mayo, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, despojado del grado militar que lo identificaba como la persona más poderosa del país, Jorge Rafael Videla recuerda las vísperas del golpe de Estado que abriría paso a la dictadura que él presidió durante cinco largos años.


Es una entrevista exclusiva, la primera que brinda. Fue hecha por escrito, a través de un militar retirado que le llevó mis preguntas a la cárcel y tomó nota de sus respuestas; luego este “correo” pasó en limpio las respuestas y, en otra visita, se las leyó; Videla firmó la última página en señal de conformidad.


Un mes después, envié, por la misma vía, seis repreguntas, para aclarar algunas fechas y conceptos. Videla me las contestó por escrito, en lápiz.


Parte de las respuestas de Videla fueron utilizadas para mi último libro, Operación Primicia. La otra parte se publica por primera vez, cuando se está por cumplir el aniversario número 35 del golpe.


Videla, que tiene 85 años y goza de buena salud, afirma que el 5 de enero de 1976 la presidenta Isabel Perón lo citó a la residencia de Olivos, junto con otros dos jefes militares: el almirante Emilio Massera y el brigadier Orlando Agosti. “Estaban presentes varios funcionarios, entre ellos Raúl Lastiri (titular de la Cámara de Diputados y yerno del ex hombre fuerte del gobierno, José López Rega) y el embajador argentino en el Uruguay, Guillermo de la Plaza, entre otros.”


“Uno de los ministros toma la palabra y señala que ante los cambios que se iban produciendo en la situación política del país, era necesario conocer de boca de los comandantes en Jefe si estaban dispuestos a dar su apoyo a la presidenta de la Nación, como una manera de poner fin a las críticas que su gestión provocaba”, sostiene Videla.


“Los comandantes sugieren, de manera sutil pero firme, que si la presidenta tiene el poder lo que debe hacer es ejercerlo. Y preguntan cuál sería el cambio que se estaría produciendo. Es entonces que ese ministro les requiere: ‘Propónganlo’. Los comandantes piden un plazo de 24 horas para elaborar un documento. El plazo es otorgado y los militares se retiran de la reunión con la impresión de la absoluta falta de poder que mostraba Isabel Perón y la certeza de que estaba dispuesta a hacer cambios para mantener su gobierno”, dice.


“El memorándum de los comandantes es elevado, vía ministro de Defensa, describiendo una serie de medidas de tipo políticas, administrativas y económicas que se consideraron necesarias para salir de la crisis. Nunca fue contestada la iniciativa. Nunca más se volvió a hablar del memorándum”, añade.


Distintas fuentes afirman que la presencia en la reunión del embajador De la Plaza fue iniciativa de Licio Gelli, el Venerable Maestro de la logia masónica Propaganda Due, que respaldaba a Isabel. De la Plaza siempre lo negó. López Rega, suegro de Lastiri, estaba vinculado a Gelli y seguía influyendo pese a que había tenido que irse del país.


A esa altura, el gobierno de Isabel desfallecía, víctima, entre otros factores, de su ineficacia para resolver problemas que afectaban la vida cotidiana: la inflación, que en el primer trimestre de 1976 llegaría al 98,1 por ciento; la escasez, y la violencia política: cada cinco horas había un asesinato y cada tres, estallaba una bomba, según el diario La Opinión, de Jacobo Timerman.


En realidad, hacía ya tres meses que Videla y Massera creían que Isabel y el peronismo no podrían remontar la situación. Fue luego del 5 de octubre de 1975, cuando Montoneros lanzó su primer ataque contra un cuartel militar, en Formosa, en la llamada “Operación Primicia”. De inmediato, hubo nerviosas reuniones entre los jefes militares y políticos peronistas como Italo Luder, que era el titular del Senado y candidato de varios sectores para asumir el gobierno. Al final, Luder no quiso quedar en la historia como el traidor de la viuda de Perón.


Videla también incluye al líder de la UCR, Ricardo Balbín, en sus contactos previos al golpe. Se reunieron “unos 45 días antes”, en ‘un lugar neutral’. Balbín “dice que está más allá del bien o del mal y pregunta: ¿van a dar el golpe?, ¿sí o no?. Si es así, háganlo cuanto antes. Evítenle a la República una larga agonía. No esperen de mí un aplauso, tampoco les pondremos piedras en el camino. Están respondiendo a una necesidad”.


En la entrevista por escrito, Videla recuerda que el martes 23 de marzo de 1976 fue citado a las 10 por el ministro de Defensa, José Alberto Deheza, junto con Massera y Agosti. Deheza les dijo: “Ante la falta de poder, la presidenta está dispuesta a cambiar si la ayudan, si las Fuerzas Armadas le brindan su apoyo”.


Videla agrega: “Los comandantes vuelven a manifestar que no veían cómo las Fuerzas Armadas podían brindar su apoyo ya que el régimen constitucional no contemplaba esa situación y que, por el contrario, aconsejaban que ‘habiendo sido elegida, ella debía ejercer el poder’. Y las Fuerzas Armadas no podían ser sustitutas de ese poder.”


Según Videla, Deheza los volvió a citar a las 20, y les dijo: “Hablé con la señora. Insiste en que le den su apoyo”.


“Los comandantes vuelven a argumentar de idéntica forma que en la reunión de la mañana”, sostiene Videla. Y agrega: “Deheza, con esa suerte de indefinición de las Fuerzas Armadas, le sugeriría a la presidenta: ‘Señora, se puede ir a dormir tranquila. Esta noche no va a haber golpe’.”


*Autor de Operación Primicia. El ataque de Montoneros que provocó el golpe de 1976.

Perfil.com


  

Videla "pergeñó" el plan para asesinar a presos "legalizados" durante la dictadura

Así lo consideró el Tribunal Oral Federal Nº1 que lo condenó a perpetua. Descargá los fundamentos completos, difundidos hoy.

21/02/2011 13:04 , por Juan Carlos Simo

Jorge Rafael Videla fue condenado a perpetua en Córdoba al ser considerado uno de los autores de la “ley de fuga” por la cual la dictadura asesinó a una treintenta de presos “blanqueados” de la Unidad Penitenciaria Nº1 (UP1), simulando intentos de escape para encubrir los crímenes.
Según los fundamentos del fallo que lo sentenció el 22 de diciembre pasado, Videla “pergeñó” el procedimiento “ejecutado por sus procedimientos” como “una maniobra particular destinada a eliminar presos legales”, en el marco del juicio por el que hubo 16 perpetuas en total, siete penas de entre 6 y 14 años, y siete absoluciones (ver Videla y Menéndez, condenados a perpetuaLas condenas y la absoluciones 22/12/2010).
El Tribunal Oral Federal Nº1 de Córdoba consideró que esos detenidos “en atención a su condición, visibilidad y estar a disposición de autoridades civiles no podían ser llevados, alojados y exterminados dentro de los Centros Clandestinos de Detención”.
Además, según los jueces Jaime Díaz Gavier, José Pérez Villalobos y Carlos Lascano, “resulta absolutamente inverosímil que Videla, a la cabeza del régimen de facto (…) ignorara la modalidad sistemática utilizada para eliminar a detenidos que en muchos casos, se hallaban a disposición del Poder Ejecutivo Nacional a su cargo”.
Primatesta. Un dato clave es el intercambio epistolar sostenido con el cardenal Raúl Francisco Primatesta, quien para la época de una Navidad le pidió que aliviara la situación de los detenidos.
Esa carta tuvo un impacto favorable y, sostiene el Tribunal, el propio Primatesta volvió a escribirle “en agradecimiento al anuncio que el propio Videla le había efectuado con relación a la libertad e inicio de trámites para reducción de penas”.
Absoluciones polémicas. De las siete absoluciones, las más controvertidas fueron las del militar César Oslvado Quiroga, quien trasladó desde la UP1 (hoy la cárcel de San Martín) hasta las dependencias del Ejército de La Calera a tres "presos especiales" luego asesinados; y la del ex policía del Departamento de Informaciones (D2) Gustavo Salgado, quien estaba acusado por la causa "Gontero" en la que se analizan los secuestros y tormentos de cinco ex uniformados y el hermano de uno de ellos (ver Salgado fue absuelto por el arma y por Moore).
El Tribunal decidió absolver a Quiroga porque si bien se acreditaron los traslados de Miguel Hugo Vaca Narvaja, Arnaldo Higinio Toranzo y los hermanos Gustavo Adolfo y Eduardo Alfredo de Breuil (el único sobreviviente), consideró que "la prueba del debate no permite arribar al estado de certeza" necesario para una condena.
La firma. Dos son las claves de la absolución de Quiroga: que firmó con su nombre real en la UP1 al llevarse a los detenidos  y que hubo dos tramos en el "traslado", antes del simulacro de fuga para encubrir los crímenes, en un lugar que podría ser la zona del Chateau Carreras. Los jueces razonaron que si este ex combatiente de Malvinas habría sabido que el destino de los presos era la muerte, no hubiera firmado con su nombre; y que como se probó que hubo "dos tramos" en el procedimiento, no se sabe si efectivamente Quiroga estuvo en el definitivo.
Además, el único sobreviviente no vio a Quiroga (estaba con los ojos vendados) sino que sólo escuchó una voz que sería la suya, lo que a criterio de los jueces no es prueba suficiente. Los magistrados consideraron que "nadie puede ser tan tonto de autoincriminarse estampando su firma y su aclaración de nombre y grado".
Por el asesinato de Toranzo, Vaca Narvaja y de Breuil también fue absuelto el militar Pablo D'Aloia, del que el sobreviviente sólo había escuchado que otro efectivo mencionaba el apellido. Por este caso fueron condenados Videla, Menéndez, Vicente Meli, Carlos Poncet, Raúl Fierro y Jorge González Navarro.
Descargá los fundamentos completos (PDF)


El Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba condenó a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta perpetua a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez, quienes fueron juzgados junto con otras 28 personas por los tormentos y asesinatos cometidos en la Unidad Penitenciaria Nº 1 del barrio de San Martín, en la jurisdicción del III Cuerpo del Ejército entre abril y septiembre de 1976. El tribunal ordenó el "inmediato alojamiento" de Videla en cárcel común, mientras que solicitó una revisión médica a Menéndez para "determinar si se encuentra en condiciones" de cumplir la condena en una cárcel provincial. En el mismo juicio fueron condenados a la misma pena los militares Vicente Meli, Carlos Poncet, Raúl Fierro, Jorge González Navarro, Gustavo Adolfo Alsina, el ex carapintada Enrique Pedro Mones Ruiz y el ex cabo Miguel Ángel Pérez. Entre los policías, recibieron perpetua Luis Alberto Lucero (D2), Calixto Luis Flores, Yamil Jabour, Marcelo Luna y Juan Eduardo Molina.




Página 12

Videla fue condenado a prisión perpetua e irá a una cárcel común


El tribunal de Córdoba lo consideró "autor mediato" de tormentos agravados y homicidio calificado en una causa por crímenes de lesa humanidad; Menéndez también fue sentenciado con la misma pena; otros 29 represores fueron juzgados; familiares de las víctimas estallaron en gritos al finalizar la lectura del veredicto


Miércoles 22 de diciembre de 2010

El Tribunal Oral Federal 1 sentenció esta tarde con prisión perpetua a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez, en el marco del juicio que se desarrolló en la ciudad de Córdoba por delitos de lesa humanidad.
Los jueces Jaime Díaz Gavier, Carlos Lazcano y José Pérez Villalobo, al dictar el veredicto, entendieron que tanto Videla como Menéndez son responsables de los delitos que se les imputan y por el cual llegaron a este proceso de enjuiciamiento que, con distintas responsabilidades, tiene que ver con la muerte de 31 presos políticos, sumado a los secuestros y tormentos aplicados a ex policías.
En el caso de Videla, el tribunal lo consideró "autor mediato de la imposición de tormentos agravados y homicidio calificado por alevosía", entre otros cargos. Por tal motivo, lo sentenciaron con prisión perpetua, la segunda condena de este tipo que deberá cumplir el ex dictador.
En tanto, Menéndez también fue juzgado con prisión perpetua por cometer delitos de lesa humanidad. El tribunal ordenó "la realización inmediata de una junta médica a los fines de determinar si se encuentra en condiciones de salud que permitan su alojamiento en una unidad carcelaria de la provincia de Córdoba".
Video: la lectura de la sentencia (C5N)
En las afueras de la sede federal, distintas agrupaciones sociales aguardaban con expectativa la sentencia para los 30 represores imputados en este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 2 de julio. En tanto, una vez finalizada la lectura del fallo, los familiares de las víctimas estallaron entre gritos de felicidad y agresiones a los represores.
En sus últimas palabras antes de conocer el veredicto, Menéndez criticó con dureza al gobierno nacional, al que calificó de "despótico".
"Ya van siete años de autoritarismo e indignidad. Un período de oprobio y de violación sistemática de la Constitución", dijo Menéndez.
El ex militar pronunció sus sorpresivas declaraciones en el alegato final del juicio que se le sigue en la ciudad de Córdoba por el fusilamiento de 31 presos políticos por crímenes de lesa humanidad.
La acusación: Videla y Menéndez son juzgados por los asesinatos de 31 presos de la penitenciaría y el secuestro y torturas de cinco policías y el hermano de uno de ellos."¿Qué habría pasado si el ERP hubiera ganado? Era una guerra revolucionaria. La subversión apuntaba al alma de nuestro pueblo. Dejaríamos de ser libres para pensar, expresarnos, entrar y salir del país, todo sería manejado por el Estado totalitario. Querían [los subversivos] asaltar el poder para convertir a la Argentina para ser satélites de Rusia y dejar de ser libres", dijo el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército.
"Las Fuerzas Armadas ahorraron sufrimiento a la Patria. Tenemos el mérito de ser el primer país que juzga a sus soldados victoriosos", relató al hablar en la audiencia donde usó la atribución que le concedieron los magistrados para leer, durante 50 minutos, un texto descriptivo sobre la situación del país durante la represión ilegal.
Videla. Ayer, en tanto, Videla reivindicó el golpe militar de 1976. "No hablo de guerra sucia, prefiero hablar de guerra justa", dijo el ex presidente de facto, al señalar que "los enemigos de ayer cumplieron su propósito y gobiernan el país, y pretenden erigirse en paladines de los derechos humanos", en una clara alusión al kirchnerismo.
También acusó a Horacio Verbitsky de haber comandado un atentado contra su vida el 16 de marzo de 1976. "Fue enjuiciado severamente por la dirigencia de la organización Montoneros, en razón de haber abandonado el lugar de los hechos sin haber comprobado previamente los resultados de la operación y, fundamentalmente, haber cubierto la retirada del personal participante", declaró Videla, en referencia al periodista de Página 12 .


La Nación






Antes de conocer la sentencia, Menéndez acusó al Gobierno de "despótico"
Fue en el juicio que se le sigue junto a Videla por delitos de lesa humanidad en Córdoba; el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército dijo que "ya van siete años de autoritarismo e indignidad"
Miércoles 22 de diciembre de 2010


En sus últimas palabras antes de conocer el veredicto del juicio que se le sigue en Córdoba junto a Jorge Rafael Videla por delitos de lesa humanidad, Luciano Benjamín Menéndez criticó con dureza al gobierno nacional, al que calificó de "despótico".


"Ya van siete años de autoritarismo e indignidad. Un período de oprobio y de violación sistemática de la Constitución", dijo Menéndez, que esta tarde conocerá junto a otros 29 procesados el fallo del Tribunal Oral Federal N° 1.


El ex militar pronunció sus sorpresivas declaraciones en el alegato final del juicio que se le sigue en la ciudad de Córdoba por el fusilamiento de 31 presos políticos por crímenes de lesa humanidad.


"¿Qué habría pasado si el ERP hubiera ganado? Era una guerra revolucionaria. La subversión apuntaba al alma de nuestro pueblo. Dejaríamos de ser libres para pensar, expresarnos, entrar y salir del país, todo sería manejado por el Estado totalitario. Querían [los subversivos] asaltar el poder para convertir a la Argentina para ser satélites de Rusia y dejar de ser libres", dijo el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército.


"Las Fuerzas Armadas ahorraron sufrimiento a la Patria. Tenemos el mérito de ser el primer país que juzga a sus soldados victoriosos", relató al hablar en la audiencia donde usó la atribución que le concedieron los magistrados para leer, durante 50 minutos, un texto descriptivo sobre la situación del país durante la represión ilegal.


Videla. Ayer, en tanto, el ex dictador Jorge Rafael Videla reivindicó el golpe militar de 1976. "No hablo de guerra sucia, prefiero hablar de guerra justa", dijo el ex presidente de facto, al señalar que "los enemigos de ayer cumplieron su propósito y gobiernan el país, y pretenden erigirse en paladines de los derechos humanos", en una clara alusión al kirchnerismo.


También acusó a Horacio Verbitsky de haber comandado un atentado contra su vida el 16 de marzo de 1976. "Fue enjuiciado severamente por la dirigencia de la organización Montoneros, en razón de haber abandonado el lugar de los hechos sin haber comprobado previamente los resultados de la operación y, fundamentalmente, haber cubierto la retirada del personal participante", declaró Videla, en referencia al periodista de Página 12 .










Repudia la UCR los dichos de Videla sobre Balbín y el golpe
"No califica moralmente", dijo Alfonsín; Solari Irigoyen lo acusó de "mancillar el nombre" del ex líder del radicalismo
Miércoles 22 de diciembre de 2010


En la antesala del veredicto del juicio que se le sigue en Córdoba a Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez por delitos de lesa humanidad, el duro alegato del ex dictador sigue generando reacciones y se suman las voces del radicalismo que condenaron la vinculación que hiciera de Ricardo Balbín con el golpe de estado de 1976.


El precandidato presidencial de la UCR Ricardo Alfonsín advirtió que el ex militar es un "dictador genocida" que "no califica moralmente".


"Una persona que es capaz de hacer lo que hizo es capaz de mentir y desacreditar a quien ya no está en vida para responder", replicó el diputado y sostuvo que "nadie duda de la actitud de Balbín con relación al golpe y el esfuerzo que hizo para tratar de preservar las instituciones en aquel momento".


Para Alfonsín, el ex represor "representa la expresión del mal más absoluto", por lo que se preguntó: "¿Le voy a creer lo que dice ese señor? Pero por Dios, qué le voy a creer, no hay que darle importancia".


Por su parte, el presidente de la Convención Nacional de la UCR, Hipólito Solari Irigoyen, acusó al ex militar de "falsear los hechos" y de "mancillar el nombre" de Balbín por haberlo vinculado al golpe de 1976.


"Videla es un hombre que ha mentido falseando los hechos. Pero ahora ha ido más allá mancillando el nombre de Balbín", replicó el dirigente radical en declaraciones a radio Continental.


Ayer, ante el tribunal federal que lo juzga en Córdoba, Videla afirmó que Balbín le pidió, en un encuentro a solas, que derrocara al gobierno de Isabel Perón.


Aseguró que 45 días antes del golpe del 24 de marzo, Balbín lo invitó "a una reunión privada en la casa de un amigo en común" y que en ese contexto le expresó su preocupación "por la situación caótica que vivía el país y el riesgo de que la misma desembocara en la anarquía". Y relató: "Sin mediar otro comentario, me preguntó: «¿Frente a esta situación,van a dar el golpe sí o no?». Temiendo que la respuesta no fuera fácil para el comandante del Ejército, agregó: «Yo sabré comprender su silencio, general»".


Solari Irigoyen rechazó el relato y, en cambio, aludió a un encuentro entre Balbín, Ricardo Alfonsín e Italo Luder. "Se reunieron para ver cómo frenar el golpe de Estado", afirmó. Y completó: "Balbín hizo todo lo humanamente posible para evitar el golpe de Estado".


Alfonsín y Solari se sumaron a las voces partidarias que ayer repudiaron las expresiones del represor .


La Nación








Derechos humanos / El ex militar reivindicó la represión ilegal
Videla vinculó a Balbín con el golpe
El ex dictador dijo que se reunió con el líder radical 45 días antes del derrocamiento de Isabel Perón en 1976
Miércoles 22 de diciembre de 2010


Orlando Andrada
Para LA NACION


CORDOBA.- El ex dictador Jorge Rafael Videla reivindicó el golpe militar de 1976 y afirmó que el ex líder radical Ricardo Balbín le pidió, en un encuentro a solas, que derrocara al gobierno de Isabel Perón.


El ex militar pronunció sus sorpresivas declaraciones en el alegato final del juicio que se le sigue en esta ciudad, junto con Luciano Benjamín Menéndez y otros 29 represores, por el fusilamiento de 31 presos políticos por crímenes de lesa humanidad. Rápidamente, el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Ernesto Sanz, negó las acusaciones sobre Balbín, que constituyen, dijo, una "perversidad fenomenal".


"No hablo de guerra sucia, prefiero hablar de guerra justa", dijo el ex presidente de facto, al señalar que "los enemigos de ayer cumplieron su propósito y gobiernan el país, y pretenden erigirse en paladines de los derechos humanos", en una clara alusión al kirchnerismo.


También acusó a Horacio Verbitsky de haber comandado un atentado contra su vida el 16 de marzo de 1976. "Fue enjuiciado severamente por la dirigencia de la organización Montoneros, en razón de haber abandonado el lugar de los hechos sin haber comprobado previamente los resultados de la operación y, fundamentalmente, haber cubierto la retirada del personal participante", declaró Videla, en referencia al periodista de Página 12 .


Respecto del presunto encuentro con Balbín, dijo que 45 días antes del golpe del 24 de marzo, Balbín lo invitó "a una reunión privada en la casa de un amigo en común". Agregó que el dirigente le expresó "su preocupación por la situación caótica que vivía el país y el riesgo de que la misma desembocara en la anarquía". Y relató: "Sin mediar otro comentario, me preguntó: «¿Frente a esta situación,van a dar el golpe sí o no?». Temiendo que la respuesta no fuera fácil para el comandante del Ejército, agregó: «Yo sabré comprender su silencio, general»".


Dijo que le respondió a Balbín que compartía su inquietud, pero que no podía asegurarle sobre el golpe, aunque "conscientes de la situación y para no ser sorprendidos por los acontecimientos, habíamos tomado contacto con dirigentes del quehacer nacional buscando sus opiniones. Teníamos comprometida la participación de algunos de ellos y compatibilizado ideas para hacer frente a la coyuntura".


"[Balbín] me interrumpió y me dijo: «Si esto es así, háganlo cuánto antes. Evítenle a la República una larga agonía [...] No sembraré piedras en el camino, porque entiendo que si hacen lo que presumo, estarán actuando conforme a las exigencias que les impone un estado de necesidad». Con eso se dio por terminada la reunión", completó Videla.


Video: el alegato final de Rafael Videla (TN)
El alegato


Al hablar en la audiencia, el ex presidente de facto usó la atribución que le concedió el Tribunal Oral Federal N° 1 para leer, durante 50 minutos, un texto descriptivo sobre la situación del país durante la represión ilegal. Afirmó que la lucha antisubversiva fue anterior al golpe por disposición del gobierno de Isabel Perón y del presidente provisional, Italo Luder, quien ordenó "aniquilar al terrorismo".


Insistió que en el país hubo en los 70 una "guerra interna" iniciada por organizaciones terroristas, a quienes acusó de intentar "la implementación de un régimen marxista, tomando de rehenes a las instituciones". Reconoció: "Hubo situaciones límites con horrores difíciles de ser justificados, pero que merecen ser comprendidos en el marco de la crueldad de un conflicto bélico interno".


Dijo que lamentaba "las secuelas" de esa contienda, y agregó: "Doy valor al sufrimiento de quienes con auténtico dolor lloran a sus seres queridos, mutilados o muertos". Pero deploró que "se especule con el dolor ajeno, transando pingües negocios a la sombra de las banderas de los derechos humanos".


Videla puso en duda que la "guerra interna" haya terminado y aventuró que "más allá de las operaciones militares y usando medios no violentos" aún continúa.


Tras considerarse un "preso político", advirtió a los jueces: "No he venido a defenderme. Este no es mi tribunal natural, asumiré bajo protesta la injusta condena y la he de ofrecer como un acto de servicio".


Dio por seguro que hoy recibirá una sentencia, a la que definió como "una decisión política adoptada con sentido de revancha por quienes, después de ser militarmente derrotados, se encuentran hoy ocupando los más diversos cargos del Estado".


En la sala de audiencia estaba presente Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980, quien destacó la realización del juicio y afirmó que la Argentina "avanzó más que ningún otro país porque funciona la Justicia a través del Estado de Derecho".


La Nación


Poder y ocaso / El final de un hombre clave en los años 70

Murió Massera, símbolo de la última dictadura

Tenía 85 años y estaba internado desde abril por un ACV; fue condenado por crímenes de lesa humanidad durante la represión

Martes 9 de noviembre de 2010

 El ex almirante Emilio Eduardo Massera, símbolo de la represión ilegal durante la última dictadura militar, murió ayer tras sufrir un "paro cardiorrespiratorio no traumático" en el Hospital Naval, donde estaba internado desde el 19 de abril pasado.
Tenía 85 años y había sido hospitalizado luego de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) por el cual los peritos médicos de la Justicia lo declararon "incapaz" y se cerraron así las causas en su contra por su responsabilidad en los crímenes cometidos durante el último régimen militar (1976-1983).
Massera había nacido el 19 de octubre en Entre Ríos y tras el golpe militar del 24 de marzo de 1976 fue uno los mayores responsables de la desaparición, tortura y muerte de miles de personas. Estaba casado y tenía dos hijos, que ayer fueron los únicos familiares que acudieron al Hospital Naval. Hasta anoche no se conocía si la familia haría o no un velatorio ni tampoco el lugar y la hora de su entierro.
Junto a Jorge Rafael Videla y Orlando Ramón Agosti, Massera encabezó la junta militar que dio el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, al derrocar al gobierno de María Estela Martínez de Perón. Fue, además, el hombre que comandó la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro clandestino de detención que funcionó, bajo su mando, durante la dictadura militar.
Durante el juicio a las juntas militares, impulsado por el gobierno de Raúl Alfonsín tras la recuperación de la democracia, Massera fue condenado a reclusión perpetua, en 1985, por secuestros, torturas y homicidios. Sólo estuvo preso cinco años: fue indultado en 1990 por el entonces presidente Carlos Menem.
En 2005, el represor había quedado eximido de ser juzgado en los procesos por crímenes de lesa humanidad, una vez reabiertos los juicios, por el estado de incapacidad mental en el que se encontraba. También se lo acusó de robo de bebes.
El parte médico difundido ayer por la tarde indicó: "El paciente presentó evolución tórpida de sus secuelas neurológicas que determinó un paro cardiorrespiratorio no traumático". La información fue dada a conocer por el director del hospital, Rubén Venerus.

Murió Massera, símbolo de la última dictadura
1 de 10  - Gobernó el país en un régimen de facto tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976; fue juzgado en 1985   -   Foto: Archivo 
"Estaba con un estado neurológico deteriorado por un accidente cerebro-vascular", indicó el médico, quien agregó que el paciente, que estaba internado en una sala común, "evolucionó en forma irregular".
El director del hospital señaló que la Justicia fue notificada de la muerte apenas ocurrió, después de las 16, y dijo que el cuerpo fue liberado para que su familia "disponga del mismo".
En el arco político hubo escasas repercusiones tras la muerte. Desde el Gobierno, sólo el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, dejó su opinión en la red social Twitter. "Una lástima la muerte de Massera. Ojalá hubiese vivido mucho más para pagar por sus crímenes preso en el día por barrotes y por recuerdos en la noche", fue su mensaje.
En tanto, la presidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, consideró "lamentable" que Massera muriera sin declarar sus delitos. "Uno nunca se alegra de la muerte de nadie, pero es un hombre que hizo mucho daño al país", dijo Carlotto a la agencia española EFE durante su participación en un seminario sobre la niñez, en Estados Unidos.
El diputado radical Ricardo Gil Lavedra, uno de los magistrados que integraron la Cámara Federal que condenó a los miembros de la junta militar, recordó que durante el juicio a las juntas "Massera hizo un alegato altivo en el cual amenazó a los jueces y reivindicó lo actuado" por la dictadura. Además, el legislador pidió un rápido avance de los juicios por los delitos de lesa humanidad: "Es gente de avanzada edad y los jueces deben pronunciar su decisión que exprese el repudio moral de la sociedad antes de que llegue la extinción física".

Video: murió Massera (Canal 7)
Su par de Libres del Sur e hija de desaparecidos Victoria Donda sostuvo que la muerte de Massera fuera de prisión supone un "profundo agravio a la democracia".
La noticia de la muerte de Massera tuvo una fuerte reprecusión en los medios del mundo. El diario El Mundo, de España, tituló "Fallece Massera, el Nerón del genocidio argentino", mientras que El País reflejó la muerte "de uno de los jefes de la dictadura argentina". El Nuevo Herald, de los Estados Unidos, tituló "Fallece el cerebro tras la represión de la dictadura militar".
EL ASCENSO 1925
Los inicios . Eduardo Emilio Massera nació el 19 de octubre de 1925, en Paraná, Entre Ríos. En 1942 ingresó en la Escuela Naval. Cuatro años más tarde, en 1946, egresó como guardiamarina.

1973 Su ascenso militar.
En 1973 fue ascendido y asumió como comandante general de la Armada, promovido a ese cargo por el decreto 552, que lleva la firma de Juan Domingo Perón.

1976
El golpe de Estado. El 24 de marzo de 1976 integró la Junta Militar que destituyó a María Estela Martínez de Perón. Fue reemplazado en 1979 por el almirante Armando Lambruschini.

1978
El Mundial. En pleno proceso fue uno de los promotores del Mundial de Fútbol, en 1978. Ese año, promovió el diario Convicción para defender los intereses de la Armada.

1981
La política Tras su retiro, Massera pasó a integrar el partido Democracia Social desde donde quiso gravitar. En 1981, fue arrestado diez días a raíz de críticas que le hizo a la Junta Militar.

1985
El juicio a las juntas Fue acusado de 83 homicidios, 623 privaciones de la libertad, 267 aplicaciones de tormentos, 102 robos agravados y 11 sustracciones de menores, entre otros delitos graves.

LA CAIDA 1985
La condena. El 9 de diciembre de 1985 fue condenado a prisión perpetua, reclusión por tiempo indeterminado e inhabilitación absoluta para ocupar cargos de por vida.

1990
El indulto. El 29 de noviembre de 1990 quedó en libertad tras ser indultado por el entonces presidente Carlos Menem. Sólo siete años después sería requerido por España.

1998
Robo de bebes El 24 de noviembre de 1998 fue detenido por orden de la jueza María Romilda Servini de Cubría en una causa por robo de bebes. Gozó del beneficio de la prisión domiciliaria.

2001
Apropiación de casas. El 15 de agosto de 2001, el juez federal Claudio Bonadio ordenó una nueva detención de Massera, por la apropiación de inmuebles de desaparecidos.

2005
La "demencia" En 2005 fue declarado demente por la Justicia. Se suspenden todos los juicios en su contra, así como también los pedidos de extradición de países como Alemania y España.

2010
Su muerte Muere a causa de un paro cardiorrespiratorio no traumático, como consecuencia de problemas neuronales precedentes. Estaba internado en el Hospital Naval. 



La Justicia concedió la prisión domiciliaria a Martínez de Hoz
Lo resolvió la sala II de la Cámara Federal porteña, en un fallo dividido; está internado en la Clínica Los Arcos

Jueves 15 de julio de 2010


(Télam). La Cámara Federal porteña concedió hoy la prisión domiciliaria al procesado ex ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martinez de Hoz.


En un fallo dividido de la Sala II, el tribunal dispuso atenuar la condiciones de la prisión preventiva de Martinez de Hoz, una vez que se le otorgue el alta médica en la Clínica Los Arcos, donde se encuentra internado. 


La Nacion


Sadous, un camino que arranca con López Rega

Sadous integró el equipo de Vignes, el canciller de López Rega cuando comenzó la masacre en la Argentina y en el Cono Sur. En la dictadura operó en Italia junto con Licio Gelli, el jefe de la organización fascista Propaganda Dos. Fue un hombre de Massera antes y después del golpe.

Domingo, 4 de julio de 2010

Por Martín Granovsky


Nombres como José López Rega, Licio Gelli, Alberto Vignes y Emilio Massera tienen descendencia política de fuerte presencia actual. Los cuatro integraron una organización fascista internacional, Propaganda Dos, montaron la represión en la Argentina durante el período de José López Rega, la Triple A y el Estado terrorista. Uno de sus descendientes, Esteban Caselli, que ya era un joven activo en 1975, dirige las operaciones internacionales de la Soberana Orden de Malta, ligada al sector ultraderechista del Vaticano. Otro joven activo de 1975 sigue, por ahora, en carrera: el ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous, que en una de sus diversas formas de presentarse coloca su cargo de canciller de la Soberana Orden de Malta en la Argentina.


El rompecabezas que tiene como una de sus piezas a Sadous forma parte de un tablero que conviene repasar pieza por pieza y con paciencia, porque pasaron 35 años, pero el juego no terminó.


Juan Perón murió el 1º de julio de 1974. Su muerte aceleró la actividad de la Triple A, que ya había comenzado. La Alianza Anticomunista Argentina era el grupo terrorista paraestatal encargado de amedrentar y matar a los críticos del grupo encabezado por José López Rega dentro y fuera del peronismo.


López Rega llegó a la Argentina como secretario privado de Perón. Adquirió mayor poder cuando el 13 de julio de 1973, luego de sólo 50 días, el presidente Héctor Cámpora fue obligado a presentar la renuncia. También renunció el vice, Vicente Solano Lima. El tercero en la sucesión, el senador Alejandro Díaz Bialet, fue alejado del país para que no contara. Asumió el yerno de López Rega, Raúl Lastiri. De inmediato relevó a un ministro, el de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Puig, y nombró a en su lugar a Alberto Vignes.


Vignes tenía un antecedente notorio: Eva Perón lo había relegado cuando descubrió que se apropiaba de bienes de judíos perseguidos por el nazismo. Como López Rega, Vignes era miembro de la organización fascista internacional Propaganda Dos (P-Due, con sede en Roma y un fuerte despliegue en la Argentina).


Vignes no sólo alimentó la Triple A. Fue uno de los artífices de la colaboración de servicios de inteligencia del Cono Sur para que la Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y Brasil se convirtieran en un infierno único. Es lo que con el tiempo pasó a llamarse Operación Cóndor y consistió en el viaje de los asesinos y la transnacionalización del secuestro, la tortura y el homicidio.


También era miembro de la P-Due el jefe de la Marina Emilio Massera.


Massera y Vignes construyeron un tándem poderoso dentro del gobierno.


Los dos respondían a Licio Gelli, uno de los jefes de la P-Due.


Vignes fue canciller hasta agosto de 1975, cuando López Rega dejó el gobierno por presión de los sindicatos. De todos modos, ya había cumplido su papel. La Triple A estaba en funcionamiento, el gobierno había quedado copado por la P-Due y el golpe militar era un destino inexorable.


Massera fue designado jefe de la Marina por el gobierno peronista y ejerció una fuerte influencia personal sobre Isabel Perón. En 1976 integró la primera junta militar, con Jorge Videla y Orlando Agosti.


Nacido el 9 de octubre de 1945, Sadous era un joven diplomático de 30 años cuando colaboró con Vignes y el equipo de Massera, según recordaron a Página/12 tres diplomáticos que pidieron, por ahora, reserva de su nombre.
A la Orden de Malta


El embajador en la Argentina de la Soberana Orden de Malta es Antonio Caselli (ver páginas 4 y 5). Su padre, Esteban Caselli, es embajador de la Orden en Perú, fue embajador de Carlos Menem en el Vaticano y secretario de Culto en la Cancillería con Carlos Ruckauf de ministro y Eduardo Duhalde de presidente de la Nación.


La Soberana Orden de Malta tiene entidad estatal internacional y algunas de sus legaciones gozan de inmunidad. Es una de las órdenes que sobreviven del proceso de las Cruzadas que, en el siglo IX, se propuso la expansión de la Cristiandad europea y en 1099 consiguió tomar Jerusalén, un acto que el Papado veía como el antecedente terrenal de la conquista de la Jerusalén celeste. Mientras otras órdenes reinterpretaron su pasado, se hicieron autónomas del Vaticano y en la Segunda Guerra Mundial albergaron a los judíos perseguidos, la Orden de Malta sigue hasta hoy fiel a sus orígenes y a sus beneficiarios: por ejemplo, quienes alimentaban hipócritamente el idealismo de los cristianos pobres mientras estimulaban el aumento de la recaudación fiscal pontificia y se enriquecían alquilando navíos con destino a Tierra Santa.


Mucho más acá en el tiempo, pero con la misma atención por las realidades del mundo terrenal, fue que Duhalde, Ruckauf y Caselli colocaron a Sadous como embajador en Venezuela, en 2002.


Fue en tiempos del mismo trío que un embajador de carrera, Vicente Espeche Gil, resultó perseguido hasta la humillación por Caselli.


Espeche Gil, hoy embajador ante la República Checa, no es precisamente un anticlerical: ex embajador en el Vaticano e Israel, fue miembro del Pontificio Consejo de Laicos. La persecución de Caselli se debió a que Espeche Gil es un católico practicante que, como embajador, no confunde los planos y le reprochó sus actitudes. Responde a un solo Estado, el argentino, y no quiso secundar a Caselli en sus negocios con el ex secretario de Estado del Vaticano Angelo Sodano. (Para concentrar energías en temas ajenos a la amargura futbolística, lectoras y lectores pueden consultar hoy en el diccionario de la Real Academia Española las acepciones de la palabra “negocio” y realizar su propio trabajo de semiología casera. Pasarán un rato entretenido.)
Omisiones y misterios


Los documentos que registran la carrera burocrática de Sadous tienen un punto en común: las contradicciones y las omisiones.


Uno de los legajos de Sadous en el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene una laguna sospechosa.


En la columna de destinos (el sitio asignado a los diplomáticos) el período que va del 31 de diciembre de 1974 al 28 de diciembre de 1975 figura con estas dos palabras: “No informado”.


Los encargados del tema en la Cancillería podrían averiguar con facilidad las razones del misterio. Una, preguntando el motivo al propio Sadous, puesto que el funcionario todavía es diplomático de carrera en actividad. Otra, revisando el contenido de la resolución número 85 de 1975.


O tal vez no haga falta. Un alto funcionario de la Cancillería dijo ayer a este diario que en el ministerio obra otro documento: corrobora que Sadous trabajó en el equipo privado del entonces canciller Vignes durante 1975.


En otras palabras: hay un documento falseado y un documento completo sobre la misma persona en el mismo período. Así, uno da más valor al otro y viceversa.


El documento falseado indica en otra parte que en esta etapa Sadous no estuvo en el exterior. En “Destinos” se lee para 1975: “País”. “País” y “Exterior” son las dos grandes categorías en que se divide la sección “Destinos”.


Es el único hueco. Luego, toda la carrera de Sadous está detallada. Por ejemplo, por Resolución 545 de 1975 fue destinado a Italia. Operó en Roma entre el 29 de diciembre de 1975 y el 9 de octubre de 1976.


Italia no era un destino más en ese momento. Licio Gelli, uno de los jefes de la secta fascista P-Due, trabajaba a caballo entre Roma y Buenos Aires. Vignes consiguió que el 18 de octubre de 1973, a seis días de asumir en reemplazo de Lastiri, Perón condecorase a Gelli con la Orden del Libertador San Martín en el grado de Gran Cruz. Isabel y Vignes lo nombraron consejero económico de la embajada argentina en Italia, donde recibiría colaboración de Sadous.


Gelli tenía estrecha relación con Vignes, a tal punto que le compró una estancia en la Argentina.


Pero aún más importante aún que Vignes en el entramado del submundo italiano y el submundo argentino fue el entonces almirante Massera. El “Comandante Cero”, como fue conocido en la jerga de la represión clandestina, hizo pie en la Cancillería al punto de poner allí, después del golpe, a un hombre de su círculo íntimo. Entre el 30 de marzo de 1976 y el 23 de mayo de 1977 fue canciller el almirante César Guzetti.


Guzetti es la misma persona que participó en Chile de una reunión con Henry Kissinger, secretario de Estado de los Estados Unidos, en la que se reforzó la coordinación para la represión en el Cono Sur que había empezado con los asesinatos impulsados por Vignes.


Guzetti y su sucesor, el almirante Oscar Montes, empezaron por controlar su propio territorio, la Cancillería. Marcelo Dupont, hermano del diplomático Gregorio Dupont, fue asesinado luego de que éste escuchara las confidencias de la diplomática Elena Holmberg sobre las operaciones de inteligencia del Centro Piloto París. Holmberg fue otra de las asesinadas. Y también fue secuestrado el embajador de la dictadura en Venezuela, el radical Héctor Hidalgo Solá, luego de que descubriese que Caracas era otro nudo de la inteligencia militar. Luego de la desaparición de Hidalgo Solá, fue designado embajador en Venezuela Federico Barttfeld (ver aparte), otro de los integrantes de Propaganda Dos relacionado con Massera, Gelli y Vignes.


“En la Cancillería muchísimos diplomáticos de carrera apoyaron a la dictadura como lo hizo la mayoría de la burocracia del Estado; algunos diplomáticos la toleraron sin hacer nada y una minoría fue cesanteada o perseguida”, dijo a Página/12 un embajador. “Pero los más activos durante la matanza, los que colaboraron directamente, también fueron pocos”, agregó. “Algún día habrá que publicar quiénes eran, en la propia Cancillería, los que marcaban a sus colegas y hacían las listas negras”, dijo.


–¿Sadous fue uno de los “marcadores”?–inquirió este diario.


–Ya le dije: algún día los propios diplomáticos tendremos que reconstruir esa historia –respondió el embajador.


Una parte de los profesionales de la Cancillería tiene en claro la continuidad entre el lopezreguismo y la dictadura. La embajadora May Lorenzo Alcalá, castigada y reparada con la vuelta de la democracia en 1983, escribió un texto interesante en la página de la Asociación de Personal del Servicio Exterior de la Nación, Apsen: “La limpieza ideológico-moral de Vignes facilitó mucho la tarea de los militares cuando, en 1976, tomaron el poder. Sólo tuvieron que cesantear un treinta por ciento de los desangrados de la carrera en el período inmediatamente anterior, formalmente constitucional”.


Página 12










Entrelíneas: disparen contra la diva

Mirtha Legrand, en el banquillo de los acusados
Contó un dramático hecho familiar y la lapidaron

Domingo 4 de julio de 2010

Por Pablo Sirvén
De la Redacción de LA NACION
En Twitter: @psirven


¿Qué tan cerca estamos de una virtual cacería de brujas? Escraches frecuentes a periodistas y políticos, "juicio" a figuras de la prensa nada menos que en la Plaza de Mayo; abucheos y crispaciones a diario del periodismo y de los programas de TV y radio adictos; difamaciones e insultos en Internet. Basta que algún notable exprese críticas hacia el Gobierno para que de distintos lados empiecen a pegarle sin piedad. El caso más paradigmático es el de la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, quien sufrió serias presiones por su trabajo durante la dictadura militar y a la que pretenden ensuciar al desconocer su trascendental paso por la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep) y al mentir descaradamente sobre que habría sido jefa de prensa de José Alfredo Martínez de Hoz o simplemente porque en una entrevista llamó a Videla "señor Presidente" cuando, efectivamente, ese represor ocupaba la presidencia del Poder Ejecutivo que había usurpado.


* * *


El caso que involucró últimamente a una estrella del calibre de Mirtha Legrand (69 años ininterrumpidos de vigencia en el cine, el teatro y la televisión) por momentos roza las más perversas connotaciones.


Que la diva de los mediodías haya decidido hace pocos días revelar durante el transcurso de una de las emisiones de su programa que durante el Proceso había intercedido por una sobrina y su marido desaparecidos ante el entonces todopoderoso ministro del Interior, Albano Harguindeguy, fue suficiente motivo para fustigarla de una manera poco común. Hay una suerte de macartismo, en sentido inverso, que ha comenzado a operar en la Argentina a la luz del día de manera nada subrepticia y que, sin embargo, no ha logrado aún la repulsa por parte de quienes, desde distintos ámbitos, tienen suficiente peso como para hacer oír su voz e influir sobre la opinión pública.


¿De qué se la acusa a Mirtha Legrand? De varias cosas: de no haber denunciado lo que estaba pasando en ese entonces, de haber sido demasiado concesiva con lo que estaba ocurriendo y de no haber denunciado, tras la restauración de la democracia en 1983, en sede judicial el desgraciado episodio sufrido por familiares tan directos.


Es público y notorio que la señora Legrand ha representado -y tiene derecho a hacerlo- un estilo de pensamiento más bien conservador y formal, que ha ido actualizando con el paso del tiempo.


En medio de la dictadura, no era tan claro que había tantos excesos. Los que no se cansan de pegarle a Legrand siempre pasan el mismo fragmento de uno de sus almuerzos en 1978, en el que hay cierto ánimo patriotero en los comensales porque acababa de pasar el Mundial que la Argentina había organizado y ganado aquí. En ese contexto, y no fuera de él, debe ser interpretado lo que allí se dice.


¿Qué es lo que se pretende demostrar cuando se la acusa de que después de 1983 no hizo ninguna denuncia formal del episodio que le había tocado vivir? ¿Habrá pensado que no era necesario y que ya no había nada más que hacer? ¿Habrá querido echar un manto de olvido sobre ese momento tan siniestro? Todo es posible y el derecho a preservar su intimidad como quiera o pueda no es excusa para la lapidación pública que ahora se pretende ejercer sobre ella.


Por aquella época en que Legrand se comunicó con Harguindeguy para interceder por su sobrina, el joven matrimonio Kirchner comenzaba a hacer sus primeros negocios inmobiliarios (que algunas versiones atribuyeron al imperio de la ley 1250 creada por el hace poco apresado ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz). ¿Habría que por eso someterlos a juicio sumarísimo a ellos también?


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Mirtha Legrand fue declarada ciudadana ilustre el 20 de diciembre de 2007 por la Legislatura porteña. Para lograrlo, necesitaba 40 votos y la moción obtuvo 50. El legislador Raúl Fernández, del Encuentro Progresista y jefe de Gabinete de Aníbal Ibarra, que ahora quiere despojarla de ese honor, votó a favor de dárselo hace tres años. Para quitárselo, debería votarse una ley que derogue la anterior, con la misma mayoría de 40 votos. Difícil que eso pueda suceder.


Resulta propiamente un disparate que a partir del reclamo que hizo sobre la desaparición de un familiar se la culpe a Mirtha Legrand de conocer a la perfección el funcionamiento de la maquinaria mortífera de la dictadura. No sólo la estrella televisiva peticionó para salvar dos vidas; asimismo, lo hicieron políticos, clérigos, empresarios y familias desesperadas. ¿Cuál es la novedad? ¿Qué tipo de complicidad se esfuerzan en deducir al unir la solicitud que llevó adelante con Harguindeguy con fragmentos extraídos y descontextualizados de sus programas de la época? Se utilizan también como otras piezas incriminatorias haber saludado sonriente a personajes que con el tiempo (sólo con el tiempo) sabríamos cuán nefastos eran.


* * *


En sus 42 años de almuerzos televisados, la imagen y la voz de Mirtha Legrand en la pantalla se vieron más restringidos por temas de dinero que por censura. Su presencia en la TV fue bastante entrecortada, por lo menos hasta 1990 (desde entonces ha tenido todos los años su programa en el aire, salvo en 2002, cuando también lo discontinuó por razones monetarias).


Censura real sufrió en dos ocasiones: una de índole privada, cuando Alejandro Romay la eyectó de Canal 9 en 1972 porque la diva hablaba de política al aire y el "zar" no quería y la otra, en 1974, cuando Isabel Perón la echó de Canal 13 por preguntarles a sus invitados Soledad Silveyra y Antonio Gasalla: "Pero ¿sólo trabajan los peronistas?".


Después, en tiempo de los militares, con los que ahora el "neoprogresismo K" intenta pegarla, tuvo grandes peleas, pero porque no se ponían de acuerdo en su cachet y hasta terminó haciéndole un multimillonario juicio a ATC por incumplimiento de contrato. Algo similar sucedió en tiempos de Raúl Alfonsín: Legrand suele insinuar que fue censurada durante el gobierno radical, pero la verdad es que la traba también fue el dinero.


¿Podría haber tenido Mirtha Legrand un comportamiento más heroico en los años de plomo? Seguramente que sí. ¿Quién no? Pero eso solo, de por sí, ¿habilita a los que ni siquiera habían nacido en esa época o a los que no se les conoce pasado arriesgado en ese período y ahora cacarean cual jacobinos de la memoria, a intentar demoler una trayectoria?


Desde que en 2003 Mirtha Legrand les dijo a Néstor y Cristina Kirchner frente a una cámara de televisión la famosa frase: "Se viene el zurdaje", la animadora de los mediodías ha ido radicalizando sus discursos hasta colocarse en un lugar sistemáticamente hipercrítico de las sucesivas administraciones K. Héctor Timerman dirigió el diario procesista La tarde y sólo se disculpó de esa mancha en su legajo luego de que se lo recordara en una nota el diario Clarín . ¿No es un contraste llamativo que hoy Timerman sea canciller de la Nación y a Mirtha Legrand se la hostilice a diario y se busquen nuevas sanciones contra ella?


Cualquiera que hoy se destaque en algún ámbito y quiera sostener públicamente un mensaje alternativo al discurso único propuesto desde el Gobierno se expone a engrosar la lista de los caídos en desgracia. Por eso ahora, para el kirchnerismo, Mirtha Legrand se ha convertido en uno de sus platos más indigestos.


psirven@lanacion.com.ar






Derechos humanos / El ex dictador y Menéndez, otra vez en la Justicia
Reprendieron a Videla en la primera audiencia del juicio
El presidente del tribunal lo hizo callar y le dijo que ya tendrá oportunidad de hablar

Sábado 3 de julio de 2010

Orlando Andrada
Para LA NACION


CORDOBA.? Sentados uno al lado del otro y hablándose al oído, como viejos amigos, dejando atrás viejas rivalidades. Así, Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez comenzaron a ser juzgados en dos causas por delitos de lesa humanidad ocurridos en 1976.


El ex presidente de facto y ex jefe del Ejército durante la dictadura militar, hoy con 84 años, se mostró entero, aunque nervioso y fastidioso. A los pocos minutos de iniciarse la audiencia, mientras se leía parte de la acusación, Videla pretendió hablar. Sin embargo, el presidente del Tribunal Oral Federal N° 1, Jaime Díaz Gavier ?quien ya dirigió los dos juicios contra Menéndez? fue terminante: le ordenó mantener silencio, le dijo que no era el momento apropiado para hablar y que ya tendrá su oportunidad de hacerlo.


Se descuenta que también pedirá la palabra Menéndez, como ya lo hizo en todos los juicios en su contra.


A 25 años del primer juicio a las juntas militares, Videla está otra vez ante un tribunal federal que lo juzga por torturas y asesinatos de 31 presos políticos de la Penitenciaria de Córdoba, mediante el simulacro de intento de fuga.


Como en los dos juicios en los que Menéndez fue condenado a perpetua, ayer se concentraron frente a los tribunales militantes de organismos de derechos humanos para "recibir" a Videla. Sin embargo, no tuvieron ningún contacto con el ex represor, que fue introducido en un vehículo a la cochera del palacio judicial.
Evitar roces


En la sala de audiencias se congregaron los 31 imputados, protegidos por mamparas de vidrios blindados. Había más de una decena de abogados, familiares de las víctimas y funcionarios y dirigentes políticos. Entre ellos, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde; el intendente Daniel Giacomino, ministros y legisladores.


"Es muy bueno que se investigue, que ningún crimen de lesa humanidad quede impune. No se puede profundizar la democracia sobre la ciénaga del olvido, de la impunidad", dijo el funcionario Duhalde.


Díaz Gavier debió interrumpir la lectura de la acusación para pedir a familiares de las víctimas que cubrieran las remeras en las que tenían impresas leyendas o los rostros de sus parientes. "Es para que se eviten situaciones de roces", justificó.


Una escena incómoda se vivió en uno de los cuartos intermedios, cuando un hermano del militar Gustavo Adolfo Alsina, uno de los acusados, se acercó hasta la hermana de una de las víctimas e intentó excusar al sospechoso.


En el desarrollo de la primera audiencia, algunos abogados defensores demandaron la lectura completa de las piezas probatorias de los delitos atribuidos a sus clientes.


El abogado Osvaldo Viola, defensor del militar Carlos Poncet, pidió que se leyera la requisitoria de elevación a juicio de cada querella y la prueba completa. El Tribunal accedió a que se leyera sólo la acusación de la Fiscalía y la prueba, tarea que se extendería en la audiencia del lunes próximo.


En la lectura de la requisitoria y el auto de elevación a juicio, se mencionaron a las víctimas y victimarios de las torturas y crímenes en la cárcel de barrio San Martín y en la D-2, la Dirección de Informaciones de la Policía que funcionó en el Cabildo, liderada por el comisario Pedro Raúl Telleldín.


Cuando se mencionaron, se habló de "un sistema represivo organizado para la eliminación sistemática de personas, un verdadero terrorismo de Estado" al encuadrar los hechos en la tipificación ya realizada en juicios similares por el tribunal.


Fuentes judiciales estiman que el juicio se prolongará hasta fin de año. Deben declarar alrededor de 150 testigos, uno de ellos por videconferencia desde Europa. Además de Videla y Menéndez, están acusados varios militares, policías y un médico, imputado de fraguar certificados de defunción. 


La Nación


La confesión de Mirtha que despertó una gran polémica
La anfitriona de los almuerzos contó por primera vez que una sobrina suya y su marido estuvieron secuestrados durante la dictadura; ahora los familiares de desaparecidos piden que declare ante la Justicia


Viernes 18 de junio de 2010


Parecía un almuerzo más, pero no fue así. Mirtha Legrand contó por primera vez el martes último que su sobrina y su marido fueron secuestrados durante la última dictadura militar.

Además, Legrand comentó que si bien intentó ayudar a ambos, sólo liberaron a su sobrina y no a su marido, quien fue torturado. "Nunca más supimos de él", aseguró.

Algunos de los invitados presentes eran parte del elenco del film Cómplices del silencio - que trata sobre esta etapa negra de la historia argentina. Por su parte, Juan Leyrado -que también participa de esa película no fue a la mesa de Mirtha, pero desde el programa 678 la criticó por no haber dicho nunca nada sobre este tema y además no haber presentado una denuncia.

Asimismo, Leyrado también reflexionó sobre el uso que hizo Legrand de su fama para poder ayudar a su sobrina.

La respuesta del nieto de Mirtha no se hizo esperar y a través de su cuenta de Twitter le contestó al actor: "Leyrado idiota!!! No entendés nada!"

Pedido ante la Justicia

Pero Leyrado no fue el único que criticó esta actitud de la diva sino que también lo hicieron los familiares de víctimas de desaparecidos, que además le solicitaron a Legrand que declare en la causa.

Incluso realizaron una presentación judicial ante el juez federal Daniel Rafecas, que está a cargo de la investigación sobre lo sucedido en el Cuerpo I del Ejército. 



La Nación


La Justicia prohibió la salida del país de Martínez de Hoz
Lo decidió Oyarbide tras la presentación que hizo el secretario de Derechos Humanos; Duhalde planteó que la "gravedad" de las imputaciones en contra del ex ministro de la dictadura justifican que quede preso en una cárcel común

Jueves 29 de abril de 2010


El juez federal Norberto Oyarbide prohibió esta tarde la salida del país el ex ministro de Economía de la última dictadura José Alfredo Martínez de Hoz y emitió un comunicado a todos los organismos estatales con competencia en el tema, informó la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.


La orden del magistrado fue el resultado del escrito presentado hoy por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quien pidió la detención de Martínez de Hoz luego de que la Corte Suprema confirmara la inconstitucionalidad del indulto firmado por Carlos Menem a favor de Martínez de Hoz, en una causa en la que se investiga el secuestro de un empresario en 1976.


El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, había presentado esta mañana ante el Juzgado Federal Nº 5, a cargo de Oyarbide, un escrito requiriendo la detención de Martínez de Hoz y que el mismo sea alojado en una cárcel común.


Duhalde había señalado que tras la resolución de la Corte Suprema, que confirmó la inconstitucionalidad del decreto firmado por Carlos Menem, "no existen obstáculos para el avance de la causa en la que se investiga el secuestro extorsivo del empresario Federico Gutheim y su hijo Miguel".


En el escrito, el funcionario había manifestado que "la gravedad de las imputaciones que registra en su contra, el carácter de crímenes de lesa humanidad que corresponde a sus ilícitos, y la extensión de la pena que será aplicada en la oportunidad procesal pertinente, justifican más que sobradamente que se ordene la detención del nombrado y su alojamiento en un establecimiento penitenciario común".


La queja de Martínez de Hoz. Pocas horas después de que el máximo tribunal anulara el indulto, el ex ministro de Economía denunció una persecución "interminable" en su contra por la que responsabilizó a Néstor Kirchner.


Lo hizo a través de una solicitada publicada en varios diarios en la que asegura que a partir de que el ex presidente "pidió públicamente" su "encarcelamiento", en marzo de 2006 "diferentes poderes del Estado han utilizado todos los medios a su alcance para lograrlo".


Bajo el título "Otra vez con Martínez de Hoz una persecución interminable", el ex ministro de Jorge Rafael Videla asegura: "La justicia penal federal y la Corte Suprema (con escasas y honrosas excepciones) han sido funcionales a esos objetivos. Esto no es sorprendente a la luz de las presiones a las que son sometidos los jueces por el Poder Ejecutivo y el Consejo de la Magistratura".


El fallo de la Corte. La Corte Suprema, en una causa en la que se investiga el secuestro del empresario Federico Gutheim, declaró la inconstitucionalidad de los indultos que en 1989 y 1990 beneficiaron a Jorge Rafael Videla, Albano Harguindeguy y a Martínez de Hoz.


Federico Gutheim fue detenido en noviembre de 1976, por decisión de Videla, a raíz de que no había cumplido con un contrato de exportación de fibras de algodón a Hong Kong. El ex mandatario, Martínez de Hoz y Harguindeguy habían sido detenidos por la Justicia en 1988, pero luego fueron indultados.


El fallo tiene una particular repercusión para el ex ministro de Economía, que está en libertad. Mientras la Cámara de Casación ya había declarado la invalidez de los indultos que habían beneficiado a Videla y Harguindeguy, por delitos de lesa humanidad en el ámbito del Primer Cuerpo de Ejército, Martínez de Hoz todavía estaba en libertad. A partir de ahora, el juez federal Norberto Oyarbide podrá ordenar su detención.


El alto tribunal, con la firma de su presidente, Ricardo Lorenzetti, y de los ministros Elena Highton, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni, reiteró que los delitos de lesa humanidad no son amnistiables ni indultables, tal como ya lo había resuelto en los casos Simón (2005) y Mazzeo (2007). La Corte también rechazó todos los otros planteos que habían hecho Videla y Martínez de Hoz en el sentido de que se les violaron las garantías de no quedar sujetos a dos procesos penales por el mismo hecho y al debido proceso.


El empresario Federico Gutheim y su hijo, Miguel, fueron detenidos por un decreto de Videla, que Martínez de Hoz no firmó. 


La Nación










Ordenan en Alemania la detención de Videla
Un tribunal de Nuremberg dictó hoy la orden internacional contra el represor y ex presidente de facto argentino; es por la desaparición de un ciudadano alemán durante la última dictadura

Viernes 22 de enero de 2010


Un tribunal de Nuremberg, Alemania, dictó hoy orden internacional de detención contra el represor argentino y ex presidente de facto Jorge Rafael Videla por la muerte de un ciudadano alemán, desaparecido durante la última dictadura militar en la Argentina.


La justicia alemana reabrió el caso a fines del año pasado, a raíz del hallazgo en la Argentina de los restos del cadáver de Thomas Stawowiok, quien había sido enterrado como NN en Buenos Aires.


La causa había sido cerrada en 2008 al negarse la justicia bonaerense a la extradición de Videla.


Qué pasó. Se cree que Stawowiok fue secuestrado el 21 de febrero de 1978 por un grupo de tareas de la dictadura. Tenía entonces 20 años y militaba en la Juventud Peronista. Había egresado del colegio Otto Krause, donde se recibió de técnico químico. Lo apodaban "El Alemán".


El cadáver de Stawowiok había sido enterrado como NN en una fosa común, junto a los restos de otros cuatro jóvenes, el 14 de marzo de 1978 en el cementerio de Lomas de Zamora. La causa de su muerte fue registrada como un "shock traumático agudo, por herida de bala".


El 24 de agosto de 2004, el Equipo Argentino de Antropología Forense realizó la exhumación de esa sepultura y recuperó los restos de las cinco personas. En abril de 2009, los estudios genéticos y antropológicos permitieron identificar a tres de los cuerpos, entre ellos, el de Stawowiok.


Agencias EFE y DyN 


Dos visiones de hijos de desaparecidos sobre la recuperación de la identidad
Manuel Gonçalves, encontrado por Abuelas, sostuvo que la iniciativa sobre la extracción compulsiva de ADN es "la solución para resolver un delito gravísimo"; el abogado de Evelyn Vázquez recordó que su defendida "se sintió violada y ultrajada" cuando allanaron su casa ante la negativa de someterse a los análisis. Por Iván Ruiz

Martes 3 de noviembre de 2009

Por Iván Ruiz
De la Redacción de lanacion.com
iruiz@lanacion.com.ar


Las historias de Manuel Gonçalves y Evelyn Vázquez Ferrá se unen en diversos puntos. Hijos de desaparecidos, convivieron durante dos décadas con una falsa identidad, pero luego conocieron su verdadero origen y, finalmente, se pusieron en contacto con sus abuelas.

Sin embargo, las formas implementadas para recuperar la identidad marcan las diferencias. ¿Es el Estado el encargado de revelar el origen de los supuestos hijos de desaparecidos? ¿O es un derecho del que sólo puede hacer uso la víctima? La iniciativa impulsada por el Gobierno, que pretende establecer la extracción compulsiva de ADN, instaló la discusión.

"El proyecto es una buena herramienta porque le da un marco legal y porque es la mejor solución para resolver este delito gravísimo", indicó Manuel Gonçalves ante la consulta de lanacion.com . "Después de tantos años de mentira, muchos chicos sienten culpa de revelar su identidad. No se les puede pedir que ellos resuelvan este tema, porque es un deber del Estado", expresó.

Recién nacido, Manuel sobrevivió a una masacre. En noviembre de 1976, fuerzas represivas desembarcaron en el chalet donde se alojaba su madre, junto con un matrimonio y dos pequeños hijos, en San Nicolás. Lanzaron granadas de mano y dispararon gases lacrimógenos y los atacaron con ametralladoras. El único sobreviviente fue aquel bebe que había sido escondido en un armario por su madre, rodeado de almohadones. Luego le borraron su identidad y lo dieron en adopción a un matrimonio de clase media.

Hace diez años lo encontraron las Abuelas de Plaza de Mayo en el sur del conurbano bonaerense, donde vivía. Aquel Claudio Novoa eligió llamarse Manuel, su verdadero nombre. Conoció a su abuela, a su hermano y a los amigos de su padre. Ahora colabora con la búsqueda de nietos nacidos en cautiverio.

Manuel vuelve sobre el proyecto que lo entusiasma: "Ellos tienen que estar al margen de esto. Está claro que muchos de estos chicos no buscan su identidad porque es muy duro hacerlo. Liberémoslos de esa situación. Esta iniciativa busca, sin violentarlos a ellos, resolver este problema tan complejo".

Reglamentar. El proyecto oficial , que actualmente es tratado por Diputados, pretende reglamentar la extracción de sangre como procedimiento para realizar una prueba de ADN, aunque prevé, en casos de víctimas como estos, la realización de allanamientos a los domicilios de las víctimas para secuestrar cepillos de dientes, peines o ropa íntima que les permita acceder al patrón genético para luego obtener su verdadera filiación.
Dos visiones de hijos de desaparecidos sobre la recuperación de la identidadComo Evelyn se negó a realizarse el análisis de sangre, allanaron su casa para revelar su ADN Foto: Archivo   / 

Evelyn Vázquez Ferrá se negó a someterse al análisis de sangre en 2001. Ella sabía que esos resultados podían afectar a quienes la habían criado. En 2003, la Corte Suprema de Justicia avaló su postura: determinó que no era válida la extracción compulsiva de sangre para revelar la identidad en el caso de presuntos hijos de desaparecidos. Sin embargo, este año el mismo organismo ratificó la negativa sobre este procedimiento, pero habilitó la posibilidad de acceder al ADN a través de otros procedimientos.

La madrugada del 14 de febrero de 2008 la Justicia allanó el domicilio de Evelyn. Unos 20 policías forzaron la puerta, ingresaron al domicilio y secuestraron su cepillo de dientes, ropa interior usada y su pinza de depilar, elementos que les permitieron acceder a su ADN.

" Evelyn se sintió violada, ultrajada. La trataron como si fuera una mafiosa, le revolvieron toda la casa. Es denigrante que quien ha sido víctima de un delito, que actualmente lleva la mejor vida posible, sea tratada como una delincuente", indicó, indignado Juan Pablo Vigliero, abogado de Evelyn. Ella no accedió a dialogar con con lanacion.com y lo hizo su asesor legal.

Identidad. Meses después se confirmaron las sospechas: Evelyn es hija de Rubén Bauer y de Susana Pegoraro, ambos desaparecidos durante la última dictadura militar. Luego de conocer su identidad, Evelyn cambió su apellido y conoció a sus abuelas. Sus apropiadores estuvieron detenidos y, actualmente, enfrentan en libertad el proceso judicial correspondiente.

"Este proyecto nació muerto porque es inconstitucional. Lo dijo la Corte Suprema: es contrario a derecho la extracción compulsiva de sangre para quienes son víctimas de delitos", sostuvo Vigliero.

Además, el abogado cuestionó los allanamientos que pretende reglamentar el Gobierno. "A la persona damnificada no se la puede tratar como imputada ni como si fuera un objeto de investigación. Se trata de una intervención de extrema violencia. Seguimos victimizando a las víctimas", acusa.

"Si no se puede allanar quedás librado a la voluntad de que los apropiadores vengan a avisarte que hace 30 años se quedaron con un chico. ¿Crees que eso va a pasar? Todavía no hubo uno que se arrepintiera, que diga dónde está el resto de los chicos; estamos buscando a más de 400", argumentó Manuel.

"No se puede obligar a estos chicos a ir contra su voluntad por la fuerza. Muchos fueron criados con amor y les es violento ir contra las personas que los educaron. Ellos ya son personas adultas y deben ofrecerse de manera voluntaria", explicó Vigliero.

El letrado propuso que los jóvenes se sometan a un análisis "pero que los resultados no se utilicen como prueba contra las personas que los criaron, para así alivianarles la carga de ver presos a quienes los han criado".

Manuel está convencido de que este proyecto impulsado por el Gobierno es la mejor manera de resolver este problema. "Cuando recuperamos a los nietos nos dicen: «Menos mal que me vinieron a buscar»".

La Nacion


Condenan a prisión perpetua a Róvere y Menéndez por delitos de lesa humanidad
El Tribunal Oral Federal Nº 5 resolvió absolver a otros tres imputados en la causa del Primer Cuerpo del Ejército; fuertes quejas de la querella

Viernes 23 de octubre de 2009


El Tribunal Oral Federal Nº 5 condenó esta tarde a prisión perpetua al ex general Jorge Olivera Róvere y al ex coronel Bernardo José Menéndez, por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

El tribunal dispuso la absolución de los otros tres imputados: el ex coronel Humberto José Lobaiza, el ex teniente coronel Felipe Jorge Alespeiti y el ex general de Brigada Teófilo Saa.

Durante el juicio, el fiscal federal Félix Crous había solicitado penas de prisión perpetua para Olivera Róvere y Menéndez, mientras que para Lobaiza, Alespeiti y Saa pidió 25 años de prisión.

El tribunal postergó el cumplimiento de la modalidad de la condena hasta que quede firme la sentencia. El 10 de diciembre se leerán los fundamentos.

Luis Bonomi, abogado querellante, criticó la sentencia y dijo no comprender la absolución de tres de los imputados.

"Tampoco es una gran sorpresa. Venimos denunciando a este tribunal, que es cómplice de la impunidad. Lo hemos denunciado ante el Consejo de la Magistratura y lamentablemente avaló el funcionamiento", acusó Bonomi.

"Imagínese la preocupación de los querellantes: este tribunal va a juzgar la megacausa ESMA", advirtió el abogado en declaraciones a TN .

De 82 años, Olivera Rovere era en 1976 el vicecomandante del I Cuerpo de Ejército, que dirigía Carlos Suárez Mason. Tras el regreso de la democracia, en 1983, fue uno de los militares condenados, pero recibió el indulto presidencial de Carlos Menem.

Luego de la reapertura de las causas por la represión ilegal, en 2003, el ex general fue procesado y estuvo preso durante casi tres años. Lo liberó la Cámara de Casación, en febrero de 2007, en contra del criterio del juez federal Daniel Rafecas, por lo que llegó al juicio en libertad.

La Nación


Investigan la muerte de un testigo del juicio a Menéndez
Debía declarar en el nuevo proceso que comenzó hoy contra el ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército y otros cinco represores por delitos de lesa humanidad; fue hallado sin vida en su casa

Martes 20 de octubre de 2009


CÓRDOBA.- La extraña muerte de un ex policía que debía declarar como testigo signó el inicio del segundo juicio contra el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez y cinco ex integrantes de la policía cordobesa imputados del asesinato de un detenido y torturas a otras nueve personas en la década del 70.

Horas antes de abrirse las audiencias en los tribunales federales se conoció la muerte del ex policía Jesús "el Flaco" González, quien fue hallado sin vida en su casa. Un fiscal inició la investigación del episodio para determinar si el deceso tuvo relación con el juicio. Sin embargo, los familiares de González afirmaron que se trató de un suicidio.

Además de Menéndez, ya condenado a perpetua en un juicio anterior, son juzgados el ex jefe de la Policía coronel Aníbal Campos y otros cuatro ex integrantes del Departamento de Informaciones (D2). Por razones de salud, Campos sigue el juicio por videoconferencia desde Buenos Aires.

Se les imputa el secuestro, tortura y asesinato del subcomisario Ricardo Fermín Albareda y tormentos contra otras nueve personas.

Albareda era subdirector de la división de Telecomunicaciones de la Policía y militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Presencias. Al juicio asistieron el gobernador Juan Schiaretti, ministros y la rectora de la Universidad Nacional de Córdoba, Carolina Scotto, entre otros funcionarios.

Schiaretti remarcó que se "juzga a personas que eran parte del Estado provincial", quienes "degradaron y enlodaron a la institución". Por ello sostuvo que "la Provincia debe respaldar el juzgamiento, sin odio y sin espíritu de venganza".

Informe de la corresponsalía de Córdoba

La Nacion

EL PAIS › DOS DE LOS ELECTRA USADOS POR LA ARMADA PARA ARROJAR PRISIONEROS AL MAR



Aviones de la muerte

Una de las aeronaves está en el museo de la base Comandante Espora, en Bahía Blanca. La otra, en un predio de una empresa privada en Esteban Echeverría. Página/12 revela dos nuevos testimonios sobre la metodología utilizada por las Fuerzas Armadas para deshacerse de los detenidos-desaparecidos.

Domingo, 6 de septiembre de 2009

Aviones de la muerte



Una de las aeronaves está en el museo de la base Comandante Espora, en Bahía Blanca. La otra, en un predio de una empresa privada en Esteban Echeverría. Página/12 revela dos nuevos testimonios sobre la metodología utilizada por las Fuerzas Armadas para deshacerse de los detenidos-desaparecidos.
 
Por Diego Martínez




Dos de los aviones usados por la Armada para desaparecer de la tierra a sus enemigos secuestrados en la ESMA permanecen en exposición. Se trata de modelos Lockheed L-188 AF Electra, el mismo que el ex capitán Adolfo Scilingo utilizó en su segundo vuelo, confesado hace ya catorce años. Ambos integraron durante la dictadura la 1ª Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil, con base en el sector militar del aeropuerto de Ezeiza, última escala antes de la muerte. Mientras, la Justicia no esboza ninguna estrategia para identificar a los pilotos y tripulantes que participaron de los vuelos de la muerte.



El Electra mejor preservado, matrícula 5-T-2, bautizado Ushuaia, está en el museo de la base aeronaval Comandante Espora, en Bahía Blanca, y luce un “esquema de colores de baja visibilidad”: gris oscuro, descolorido por los años, con la bandera argentina en la cola. El segundo, matrícula 5-T-3 Río Grande, está desde 1997 en un predio de la firma Astilleros Irupé de Marina del Sur SRL, en Camino de Cintura al 8300 de la localidad de 9 de Abril, partido de Esteban Echeverría. Conserva los colores originales de la Armada, blanco con líneas celestes, aunque los emblemas de la fuerza fueron tapados.



La 1ª Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil, que participó de los últimos eslabones del proceso de secuestro, tortura, muerte y desaparición, dependía de la 5ª Escuadra Aeronaval. Sus comandantes fueron los capitanes de corbeta César Enrique Avila en 1976 y José Roberto Fernández en 1977. La certeza sobre el uso de ambos aparatos para arrojar personas al mar surge de combinar la confesión de Scilingo con un dato originado en la burocracia naval: hasta 1982 la Armada tenía sólo tres Electra, todos “con portalón trasero con capacidad de ser abierto en vuelo”, según explicó una fuente con acceso a registros de la Marina al periodista Roberto Leiva, del diario Crónica. El tercero, matrícula 5-T-1, Antártida Argentina, habría sido desguazado y convertido en chatarra.



El piloto y blogger Carlos Abella, en su artículo “El Electra del Camino de Cintura”, detalló que el decreto de compra de la flota lo firmó el dictador Agustín Lanusse, pero que ingresaron al país tras el retorno del peronismo al poder. La fuente naval precisó la fecha: diciembre de 1973. Durante la guerra de Malvinas los Electra “prestaron servicio con el Grupo de Tareas 80.4 bajo el mando del capitán de navío Jorge Vildoza”, torturador de la ESMA prófugo desde 1986. “Los amplios interiores de los Electra” sirvieron para trasladar material bélico, personal y carga, apuntó Abella, que no mencionó el relato de Scilingo.



El empresario Jorge Ramírez compró el aparato con la idea de “conseguir un sponsor para pintarlo y obtener algún tipo de ingreso desde lo publicitario, ofreciendo la posibilidad de ganar un aerocartel de 36 metros de largo sobre el Camino de Cintura, vista obligada para los transeúntes”, contó el piloto. El proyecto incluía “una confitería con asientos enfrentados delante de un parque de recreación, con lago artificial destinado a actividades náuticas, situación que hasta el presente no prosperó”.



El abogado y periodista Pablo Llonto, que patrocina al padre de Norma Arrostito, asesinada y desaparecida luego de un año de cautiverio en la ESMA, solicitó al juez Sergio Torres que dicte una medida de no innovar sobre los dos Electra en exposición y que disponga su custodia con vistas a futuras inspecciones oculares y reconocimientos. Aún no obtuvo respuesta.

“El nivel de los subversivos”



La cita es un bar de Bahía Blanca. Roberto Venancio Del Valle, 62 años, suboficial de la Armada, integró en 1976 la 2ª Escuadrilla de Sostén Logístico Móvil de mecánicos de Ezeiza, que no operaba con los Electra sino con los más antiguos Douglas DC3, utilizados también para arrojar personas al mar. La 2ª Escuadrilla fue comandada por los capitanes de corbeta Norberto Horacio Dazzi en 1976 y Adolfo Guillermo Videla en 1977.



La cita es para hablar sobre la muerte de su hijo, cabo segundo Eduardo Del Valle, el 27 de agosto de 2007 en la base Espora. La versión oficial dice que se suicidó de un disparo en la cabeza. “Lo mataron”, afirma el padre. “No tenía ningún motivo. Algo escuchó o vio”, sugiere, y enumera: robo de accesorios de aviones, drogas, prófugos con protección. Agrega que tenía signos de violencia en la cabeza y que no confía en la Justicia. “A cinco días de la muerte, la secretaria del fiscal, sobrina del almirante Carlos Marrón, dijo que esperaban los resultados de las pericias para archivar la causa. Logramos la calificación de ‘muerte dudosa’ pero hasta ahí llegamos”, concluye. Consciente de que el hombre de manos curtidas ha hablado sobre los vuelos, Página/12 propone el tema:



Un día vi manchas de sangre en el patín de cola de un DC3. Abrí la puerta y vi restos de sogas, de unos cuarenta centímetros, y restos de ropas, pedacitos de telas como de camisas arrancadas. Pensé “hijos de puta, están matando gente”. Se corrió la bola, hubo malestar y, como a la semana, el comandante juntó a toda la Escuadrilla.



–¿Quién era el comandante?



–Capitán Dazzi.



–¿Qué les dijo?



–Que estábamos en guerra y que había que rebajarse al nivel de los subversivos para poder combatirlos. Ahí empiezan a involucrar a todos.



–¿A todos?



–A mí no me tocó, no sé por qué –responde. El hijo que lo acompaña escucha casi sin respirar–. “Muchos quedaron locos”, continúa. “¿Te acordás del que salía a correr desnudo?”, le pregunta al hijo, que sigue en silencio. “Creo que se suicidó. Otro quedó mudo”, agrega.



–¿Por qué había sangre?



–Les pegaban con una estaca de hierro en la cabeza. Me lo contó un muchacho que después gritaba cuando dormía, un mecánico que era soltero y vivía en Ezeiza.



“Nunca vi cuando traían a los secuestrados”, afirma Del Valle, aunque sabe que “había pendejitas chiquitas” y, para graficar, coloca sus manos casi pegadas al pecho. Agrega que los vuelos “se hacían siempre de noche”, que “ponían como operadores de tierra a civiles amigos” y que “no se registraba nada: esos vuelos salían sin comunicación”.



Página/12 se comunicó con el capitán Dazzi. El ex jefe de la Escuadrilla confirmó su destino de 1976 pero no respondió preguntas y sugirió que las debe responder la Armada. Consultado sobre la orden de “rebajarse al nivel de los subversivos”, cortó la comunicación.

El Colorado Ormello



Rubén Ricardo Ormello era en 1976 cabo segundo de la Armada. Tenía 21 años, era mecánico motorista y también prestaba servicios en el área militar de Ezeiza. Su recuerdo de los vuelos lo escucharon sus compañeros del hangar de aeroparque de Aerolíneas Argentinas, empresa a la que ingresó durante la dictadura. Página/12 confirmó el dato con dos fuentes que lo escucharon en lugares y momentos distintos. Ambos están dispuestos a declarar ante la Justicia.



“Escuché el relato en el hangar 2 de Ezeiza. Sería 1984 o 1985. Habíamos ido a reparar un Fokker F-28. El jefe de turno conocía la historia y le pidió que la repitiera”, recuerda el primer testigo. “Contaba que colocaban un DC3 en la plataforma y llegaba un colectivo. Venía un ‘tordo’ con un maletín y se paraba en el portón del avión. Se los bajaba ‘medio en bolas y como en pedo’ y con los ojos tapados. ‘Los sentábamos en el portón y el tordo les daba un jeringazo de Pentonaval. Los apilábamos adelante y cuando ya estaba listo salíamos a volar. Cuando nos avisaban empezábamos a arrastrarlos y los tirábamos por el portón’, contaba Ormello” y reconstruye el operario, ya jubilado.



“Yo lo escuché una madrugada en el hangar de aeroparque. El turno noche era el más distendido, se charlaba mucho. Eramos cuatro o cinco”, recuerda el segundo testigo, que reitera un relato similar. “Lo contó con frialdad, con naturalidad, como quien se limitó a cumplir una orden”, agrega.



Las dos fuentes citan un detalle que los paralizó. “Una vez trajeron a una gorda que pesaba como cien kilos y la droga no le había hecho el efecto suficiente –contaba Ormello–. Cuando la íbamos arrastrando se despertó y se agarró del parante. La hija de puta no se soltaba. Tuvimos que cagarla a patadas hasta que se fue a la mierda”, recordaba el joven suboficial, ya retirado y sin remordimientos.



Página/12 buscó a Ormello para darle la palabra. El encuentro debió concretarse el jueves 13 de agosto en su lugar de trabajo, el aeropuerto de Mendoza. No pudo ser: el ex marino viajó a Buenos Aires minutos después del arribo del cronista para embarcarse hacia Colombia. Por la tarde, en su caserón de Godoy Cruz, su esposa confirmó que “está de viaje” y “por mucho tiempo”. No facilitó ningún teléfono y tomó nota de los de Página/12. Ormello nunca se comunicó.



El mes pasado la Unión de Promociones Navales renegó desde las páginas del diario La Nueva Provincia por lo que llama “presos políticos”. Lamentó que Astiz, Acosta & Cía. “sean juzgados individualmente, como si hubieran cometido delitos en forma personal”, y aseguró que durante la dictadura existió una “participación integral” de la Armada. Tal vez los vuelos sean el mejor ejemplo.
dmartinez@pagina12.com.ar 
Página/12 
 
 
Frenan el traslado de Menéndez a prisión domiciliaria
Un juez federal de La Rioja remitió un exhorto a la Justicia de Córdoba y pidió que permaneza en una cárcel común; le habían otorgado el beneficio por su edad; el militar está condenado por delitos de lesa humanidad

Jueves 18 de junio de 2009
La Nación

El juez federal de La Rioja Daniel Herrera Piedrabuena frenó la prisión domiciliaria de Luciano Benjamín Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, condenado en julio de 2008 por delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia de Córdoba.

Herrera Piedrabuena remitió un exhorto a la justicia cordobesa para solicitarle efectivizar la detención de Menéndez en el establecimiento carcelario de Bower. El juez de La Rioja lleva adelante tres causas contra el ex jefe militar por delitos de lesa humanidad cometidos en esa provincia. Por estas tres causas, Menéndez está procesado y con prisión preventiva.

Ayer, el juez federal de San Juan Leopoldo Rago Gallo concedió el arresto domiciliario a Menéndez, de 82 años, por haber superar la edad mínima para gozar de este beneficio.

Además, el beneficio había sido ratificado por el Juzgado Federal Nº3 de Córdoba, a cargo de la jueza Cristina Garzón de Lascano, quien tuvo en cuenta el criterio fijado en abril último por la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal.

El militar cumple condena en el penal cordobés de Bowen por el caso Brandalisis, y días atrás fue indagado allí por otras tres causas abiertas en la provincia de San Juan por violación a los derechos humanos.

Para adoptar este medida, el magistrado de San Juan se apoyó en la decisión de la Sala III de la Cámara de Casación Penal en la que revocó un fallo de la Cámara Federal de Córdoba y devolvió efectividad al fallo de primera instancia que otorgaba a Menéndez el beneficio de la prisión domiciliaria. De efectivizarse, cumplirá la prisión domiciliaria en calle Ilolay 3269, Bº Palermo de la ciudad de Córdoba, bajo la guarda y el cuidado de Edith Angélica Abarca de Menéndez y la supervisión semanal del Patronato de Liberados de esa ciudad.

Sin embargo la decisión fue objetada por la fiscal federal Silvina Godoy, quien dijo a lanacion.com que "está convencida que Menéndez debe continuar en el penal por haber cometido delitos contra los derechos humanos".

La fiscal reveló también que "en la provincia de Córdoba hay 491 causas abiertas en contra del ex jefe del III Cuerpo de Ejército y en San Juan hay 48 más, por lo que suman más de 500 en total".

Pese a la decisión de la justicia federal de San Juan, la fiscal Graciela López de Filoñukya adelantó que analiza un exhorto de un juzgado federal de San Luis que también impediría que Menéndez regrese a su casa.

Con la colaboración de Enrique Merenda, corresponsal en San Juan





LOBBYSTA DE LOS FONDOS BUITRES Y EX CADETE NAVAL

¡Qué Massita!

Lunes, 8 de Junio de 2009
Página 12
Un diputado por Nueva York que propuso sanciones a la Argentina por no pagar a todos los bonistas es hijo de un agregado naval de Estados Unidos en Buenos Aires y él mismo fue compañero en la marina argentina de algunos prohombres de la ESMA, con quienes navegó en la Fragata Libertad en 1981.
Por Horacio Verbitsky
Mientras el gobierno nacional resuelve adelantar el pago de 2200 millones de dólares en bonos que vencían en agosto, los fondos buitres con sede en paraísos fiscales que compraron títulos argentinos cuando no valían nada por la moratoria de 2002 presionan al Congreso de los Estados Unidos para que sancione al país si no satisface sus reclamos.
Para ello han conseguido reclutar a un diputado de Nueva York, Eric Massa, que tiene una relación con la Argentina tan antigua como la deuda externa: en ambos casos desde la dictadura militar. Massa fue presentado por algunos medios argentinos como el amigo del país en el Congreso de los Estados Unidos. Ese fue el discurso con que se acercó por primera vez al embajador argentino en Washington, Héctor Timerman, a quien le dijo que necesitaba financiamiento para su reelección. Hablaron de la Argentina pero Massa no mencionó los bonos en default. Timerman lo visitó en su despacho y se sorprendió al ver fotos de Massa con uniforme militar a bordo de la Fragata Libertad. Entonces le contó que su padre fue agregado naval de Estados Unidos en la Argentina. El hijo también siguió la carrera naval durante veinte años. Cursó la Escuela Naval en los Estados Unidos, pero como su padre estaba asignado a la Argentina pidió hacer el viaje de graduación con la valiente muchachada de la Armada. Zarpó en 1981 para realizar el viaje de instrucción alrededor del mundo en la Fragata Libertad. Sus amigos de entonces, de quienes guarda un grato recuerdo, merecen ser presentados con algún detenimiento.

Buenos muchachos

El comandante de la Fragata Libertad en 1981 era el Capitán de Navío Carlos Vahiginger, quien antes había integrado el denominado gabinete especial del dictador Emilio Massera, el señor de la ESMA, donde funcionó el más famoso campo clandestino de concentración de la Argentina. El segundo jefe era el entonces Capitán de Fragata Oscar Calandra, quien ya durante el gobierno de Raúl Alfonsín fue secretario general naval y desde ese cargo reclamó una ley de amnistía luego del alzamiento carapintada de 1987. Una vez sancionada la ley de obediencia debida marchó como agregado naval argentino en Washington. Hoy integra el Foro de Almirantes Retirados, para el cual en setiembre de 2005 escribió un artículo justificatorio de los crímenes de la dictadura a los que considera actos legítimos de una guerra contrarrevolucionaria. Según Calandra “la pertinaz e insidiosa campaña de desprestigio de nuestras Fuerzas Armadas llevada a cabo por sectores ideológicos residuales de las antiguas organizaciones terroristas, apoyados por radicalizadas organizaciones compañeras de ruta y varios medios de comunicación ideológicamente afectos, han generado, con el devenir de los años 80 y 90, un significado equívoco, y con frecuencia malicioso, del concepto de la obediencia debida, un pilar ancestral e insoslayable de la disciplina militar. Por supuesto que ello se inscribe en una desfigurada versión de la realidad con el objetivo de presentar a las Fuerzas Armadas principales actores responsables del fracaso de su aventura de los 70 por adueñarse del poder del Estado, como únicas responsables de una cruenta e indiscriminada agresión”. También sostiene que los juicios que se reanudaron en 2001 con la nulidad de la ley de obediencia debida dispuesta por el juez federal Gabriel Cavallo son obra de “sectores minoritarios y disociadores” que recurren a la “acción psicológica” para “afectar la moral de nuestras Fuerzas Armadas, con el objeto de provocar estados de ánimo depresivos impulsando procesamientos sin fin, para disminuir así su cohesión y fortaleza institucional”. Este año, en representación del Foro de Almirantes retirados, Calandra firmó una declaración conjunta con la Unión de Promociones que encabeza el coronel (R) Guillermo César Viola y con la Asociación de Amigos de los represores detenidos de la señora Cecilia Pando de Mercado, una circular dirigida a “la familia militar”, en la que insta a suministrar fiscales a los partidos políticos que se comprometan a conseguir lo que llaman “pacificación nacional”, pero que también mencionan como “poder ver a todos nuestros camaradas recuperando su libertad, en el marco de la vigencia plena del estado de derecho”. La declaración plantea enviar esas listas a “personalidades del ámbito civil que trabajan específicamente en tal dirección”, entre quienes nombra al rabino Sergio Bergman. A bordo de la Fragata Libertad, Massa también conoció al capitán de corbeta Luis Manceñido, uno de los dos capellanes católicos de la ESMA. Según el testimonio del capitán de corbeta Adolfo Scilingo, Manceñido y su colega Alberto Angel Zanchetta confortaban a los oficiales que volvían atribulados de los vuelos de la muerte con parábolas bíblicas sobre la separación de la cizaña del trigo. Otro miembro de la tripulación era el entonces capitán de corbeta y ahora también almirante retirado Francisco Lucio Rioja, quien desde 2006 está detenido por disposición del juez federal Sergio Torres por más de dos centenares de secuestros, torturas y desapariciones forzadas ocurridos en la ESMA. Rioja usaba el alias de Fibra y en 1999 el juez español Baltasar Garzón solicitó su arresto con fines de extradición. La actividad de Fibra en la ESMA se desarrollaba en el sector llamado Capuchita, donde estaban encadenados los detenidosdesaparecidos. Formaba parte del Servicio de Informaciones de la Marina y fue individualizado por el periodista Jorge Gadano como el hombre que en 1976 secuestró en la corresponsalía de la agencia de noticias Inter Press Service (IPS)a los periodistas Eduardo Suarez y Patricia Villa, de quienes nunca volvió a saberse.

Revoloteo de los buitres

En los tribunales de Nueva York se presentaron demandas contra la Argentina por 4.600 millones de dólares, más del doble de los 2.100 millones de bonos emitidos bajo la legislación de Nueva York, cuyos tenedores rechazaron la oferta formulada en 2005 por el gobierno argentino. Eso se explica porque fueron comprados en otras jurisdicciones luego del default de 2002, por fondos buitres que tampoco tienen domicilio en los Estados Unidos sino en paraísos fiscales. Uno de ellos, Delaware, está en Estados Unidos pero tiene status extraterritorial. A juzgar por la cantidad de yates con patente de Delaware que fondean usualmente en Punta del Este, es posible que una parte de los tenedores de esos títulos sean argentinos. El fondo Kenneth Dart, que reclama judicialmente 725 millones de dólares fue el primero en comprar sus bonos desvalorizados: el 25 de enero de 2002. Tiene domicilio en las Islas Vírgenes Británicas. FFI Fund Ltd y FYI Ltd, de las Islas Caimán, reclaman 880 millones, por bonos que adquirieron en 2004. Esos bonos, denominados Floating Rate Accrual Notes, or FRANS pagan un interés compuesto que les brinda rendimientos que van desde el 25 hasta el 101 por ciento anual. Eso explica que de los 880 millones que aspiran a cobrar, sólo 115 millones sean en concepto de capital y el resto por intereses. Capital Ventures Internacional, también de las Islas Caiman, compró en 2005 sus bonos por 156 millones de dólares. Aurelius Capital Partners y Aurelius Capital Master, con sedes en Delaware y las Islas Caimán, adquirieron entre diciembre de 2006 y marzo de 2007 bonos por 324 millones de dólares. NML Capital, de las Islas Caimán, compró 132 millones de dólares de FRAN en 2007 por los que además de ese valor nominal reclama otros 833 millones en intereses.

La represalia

El proyecto de ley presentado por Massa dispone restringir el acceso a los mercados de capitales estadounidenses de los estados extranjeros y de sus empresas públicas que no cumplan con las decisiones judiciales de Nueva York, advertir a los inversores del riesgo de hacer cualquier tipo de negocio con esos estados y sus empresas y someter a control del Congreso de los Estados Unidos cualquier pedido de ayuda que presenten. Massa sigue buscando los fondos necesarios para la campaña en la que buscará su reelección y le confesó a Timerman que había recibido la visita del grupo de lobby que reúne a los fondos buitres. En cartas enviadas a otros diputados, Timerman contó que en los años de su exilio se preguntaba por qué alguien prestaría dinero a un régimen que arrojaba personas vivas desde los aviones, entre ellas dos monjas. “Hoy debemos preguntarnos por qué las víctimas deberían pagarle a los banqueros e inversores que hicieron esos préstamos a los genocidas. Puede ser que para ellos nada haya cambiado”. En el caso de Massa, todo queda más claro.




Un final a toda sangre para la televisión El ex policía tucumano, condenado por violencia y gatillo fácil, brindaba un curioso reportaje mientras la Gendarmería rodeaba su casa. Al terminar, sacó un arma y se disparó ante la cámara. Estaba acusado por una muerte y una violación durante la dictadura. Por Pedro Lipcovich “He tratado de obrar con la mayor coherencia”, dijo Mario Ferreyra mientras, con absoluta serenidad, se disponía a matar a un hombre que, en este caso, era él mismo. “Bienvenidos –les había dicho a los periodistas de Crónica TV–, porque van a trasmitir algo que es real.” Segundos después, se disparó un tiro en la sien; la sangre empapó a uno de sus siete hijos, que lo abrazaba ya muerto, mientras los ojos en blanco del ex comisario empezaban a multiplicarse en las pantallas de la televisión. Todo sucedió sobre el tanque de agua del techo de su casa, adonde una comisión de Gendarmería había llegado para detenerlo, acusado de participar en la detención ilegal de un hombre y en la violación de una mujer durante la última dictadura militar. El Malevo había saltado a la fama en 1993, cuando escapó de la sala donde un tribunal acababa de condenarlo por el asesinato de tres hombres en 1991, cuando comandaba la Brigada de Investigaciones de Tucumán. Luego de 79 días fugado en el monte, fue detenido. Pero sólo pasó cuatro años y medio preso: en 1998, gracias a dos reducciones de pena dispuestas por el entonces gobernador Antonio Bussi, recuperó la libertad. En 2006 fue nuevamente detenido por lesiones, amenazas de muerte y tenencia de armas, pero otra vez lo dejaron libre. El 11 de noviembre pasado, nuevamente un juez había dispuesto su captura, por primera vez en relación con la represión ilegal que había comandado Bussi. El 11 de noviembre pasado, el juez federal subrogante Nº 1 de Tucumán, Daniel Bejas, libró orden de detención contra Ferreyra y contra el ex comisario Francisco “Pancho” Orce, en la “megacausa” que investiga la existencia de un centro clandestino de detención en el ex arsenal Miguel de Azcuénaga, durante la última dictadura militar. La investigación se refiere a unas 80 víctimas de un total de mil, que se estima pasaron por ese centro durante la intervención militar de Bussi, en Tucumán. Ferreyra y Orce están acusados de haber participado en la privación ilegítima de la libertad de Carlos Osores y en la violación de Graciela Osores, su hermana. La medida tomada por Bejas había sido recomendada por los jueces Ernesto Wayar, Graciela Fernández Vecino y Marina Cossio de Mercau en su fallo del 17 de septiembre pasado, que confirmó el procesamiento de Bussi, Luciano Benjamín Menéndez, Alberto Cattáneo y Mario Alberto Zimmermann por delitos de lesa humanidad cometidos en el ex Arsenal; en el caso de Bussi, se le imputó la autoría material del homicidio de Luis Eduardo Falú (hermano de Ricardo Falú, ex diputado nacional y ministro de la gobernación de Ramón Ortega). Ayer, antes de suicidarse, Ferreyra sostuvo que “persiste la actitud de querernos detener. Si no hay decisión suprema, esto no va a tener fin. La policía –afirmó– tiene que adaptarse a cualquier tipo de gobierno, y somos nosotros los que tenemos que pagar las consecuencias”. El jueves pasado, la Justicia había dispuesto medidas de protección para los jueces Bejas y Alicia Noli y para la asesora en derechos humanos Laura Figueroa, quienes habían sido amenazados por Ferreyra. Antes de 1991, como jefe y caudillo de la Brigada de Investigaciones –sombrero Panamá, camisas negras, patillas inmensas–, había protagonizado varios amotinamientos policiales durante el gobierno de Ramón Ortega. El 10 de octubre de ese año, al mando de ocho efectivos, persiguió a tres hombres; no vaciló en salir de su jurisdicción, en la provincia de Salta, los capturó y, en Laguna de los Robles, los mató a tiros. Después pretendió que había sido un enfrentamiento, pero el 14 de diciembre de 1993, la Sala I de la Cámara Penal tucumana los condenó, a los nueve, a cadena perpetua por homicidio. Cuando terminó de leerse el fallo, el Malevo, esgrimiendo una granada de mano que nadie le había impedido portar, se alzó y, contemplado por los agentes de custodia, escapó con cinco de sus hombres. Estos se entregaron poco después, pero Ferreyra huyó al monte. Lo acompañaba María de los Angeles Núñez, de 19 años, que estaba embarazada de él. Pasaron 79 días hasta que una patrulla lo rodeó y lo capturó cerca del pueblito de Zorro Muerto, en Santiago del Estero. Sin embargo, Antonio Domingo Bussi, gobernador de Tucumán, en septiembre de 1996 le redujo la condena a 20 años, y en diciembre de 1997 se la achicó otro diez por ciento. La buena conducta en la cárcel, obviamente acreditada por el Servicio Penitenciario provincial, le permitió obtener la libertad condicional el 16 de septiembre de 1998. Dos días después ya tenía trabajo como “supervisor de cobranzas” en una empresa cuyo dueño era Jorge Soria, ex integrante de la Brigada de Investigaciones. El sábado 20 fue homenajeado con un asado por 300 personas –muchas llevaban sombreros como el del Malevo–, en el que participó Enrique Artigas, secretario de Salud del gobierno de Bussi. En 2003, corrió riesgo de perder la libertad condicional por trabajar en una empresa de seguridad privada, pero nada sucedió. En 2006, una vecina lo denunció, a él y a María de los Angeles Núñez, por pegarle hasta causarle lesiones y amenazarla de muerte. Cuando, por orden del fiscal, fue allanada su vivienda, se encontraron armas de fuego y proyectiles –todas conductas prohibidas en una persona bajo libertad condicional– y se ordenó su detención. Después de dos semanas, el 10 de mayo, se entregó. Pero el 3 de junio la jueza Emma de Nucci le restituyó la libertad condicional, bajo una caución de 5000 pesos. En noviembre de 2007, el propietario de una granja en la localidad de Mista lo acusó de haber ingresado en sus tierras con maquinaria pesada y, junto con varios cómplices, haber cosechado por su cuenta 20 hectáreas de terreno, llevándose 25 toneladas de cereal por valor de 12.500 pesos. Ferreyra declaró ante una fiscalía, y tampoco esa vez le fue retirada la libertad condicional. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-115452-2008-11-22.html Pagina 12


Un clásico de la mano dura Por Luis Bruschtein El Malevo Ferreyra había fundado una corriente política que se llamaba “Horizonte Norteño”, Honor, al que calificaba de partido “itinerante”, o sea, apoyaba al que le parecía mejor, aunque siempre apoyó al mismo: el de su viejo jefe durante la dictadura y ex gobernador Antonio Domingo Bussi. Parecía el personaje cantado de una novela negra mediocre, el del malo que tiene cosas buenas, el lugar común del pistolero valiente que al final, en la realidad, se achica hasta el drama mezquino del personaje violento, acostumbrado al ejercicio impune del poder de vida y muerte sobre los demás, que no puede concebir que la justicia es igual para todos, incluso para él. En 1986 fue absuelto por la muerte del “Prode” Correa. En 1988 fue acusado nuevamente por el crimen de un jefe de los “Gardelitos”. El cadáver del hampón, que estaba en la morgue policial, fue rociado con ácido y se perdieron todas las pruebas. El comando Atila, un grupo clandestino formado por efectivos policiales, había acudido en su ayuda. En 1991 secuestró a tres ladrones en Salta, los llevó a Tucumán, donde los tuvo encerrados un día entero y después los fusiló en Laguna de los Robles. Fue condenado a cadena perpetua en 1993, pero en 1996 Bussi, entonces gobernador, le bajó la pena y pudo salir en libertad en 1998. “Es un hombre de la ley y el orden –dijo en ese momento Bussi, que seguramente se ha excedido, pero que revela en su encarcelación una conducta ejemplar–.” Volvió a estar preso y se las arregló para salir nuevamente. El Malevo había hecho escuela durante la dictadura. Había aprendido junto a Bussi que quien tiene el poder, tiene todo. Había visto cómo se despersonalizaba a los prisioneros, cómo se los torturaba y cómo se los asesinaba. El que tiene el poder es más que las personas comunes. Es el ángulo primitivo sobre el que se basa la mano dura, el espíritu glorioso de los linchamientos. Antes de fundar Honor, en 1999 tenía el partido “Fidelidad y Honestidad Republicana”, que era un sublema del partido bussista “Fuerza Republicana”, que llevó como candidata a diputada a su mujer, María de los Angeles Ferreyra. En el ’93, cuando era juzgado por el triple asesinato, el comisario se fugó con ayuda de sus secuaces y se ocultó en un rancho de Pacará Pintado, en las afueras de la ciudad de Tucumán. Una vecina se quejó de que los caballos del prófugo invadían sus terrenos y se enredó a gritos y puteadas con la esposa del Malevo. La represalia no tardó en llegar. El Malevo juntó 30 hombres, balearon la casa de los vecinos, golpearon a toda la familia y los amenazaron de muerte. Para algunos tucumanos, el Malevo era el héroe de la lucha contra la inseguridad. Un paladín de la ley, como dijo Bussi. La brutalidad como símbolo del orden y el progreso. Un hombre violento y descontrolado empujando el progreso. Una imagen que se propone todos los días en todo el país. El progreso de la mano de la brutalidad. También era la idea básica de la dictadura, de todas las dictaduras. No es tan casual que en este caso se entrelacen en la mismo figura. Porque el pedido de mano dura encarna inexorablemente en esos personajes que actúan el lado oscuro de quienes la reclaman. Ellos hacen secretamente lo que les repugna a quienes lo aclaman. Y quienes después se horrorizan cuando la salvajada se hace pública. El Malevo fue el protagonista oscuro de ese pacto, igual que sus víctimas. Un pacto que está latente cada vez que “ciudadanos intachables” piden mano dura. Porque alguien tiene que hacer lo que ellos piden (lo que al mismo tiempo ellos no pueden o desprecian hacer porque son ciudadanos intachables). Es el reclamo para que alguien peor que los delincuentes actúe en sus nombres. Una forma de delegar la brutalidad y la violencia que está en ellos mismos. Por eso, el Malevo estaba convencido de que actuaba en nombre de los que piden mano dura. Y no se equivocaba. Era un producto de ese reclamo. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/115452-36762-2008-11-22.html Pagina 12


Se suicidó el "Malevo" Ferreyra El ex comisario se pegó un tiro en la sien en su casa de la localidad tucumana de San Andrés, antes de ser detenido por la policía federal; estaba desaparecido desde hace días, después de que un juez ordenara su detención por crímenes cometidos durante la última dictadura militar Viernes 21 de noviembre de 2008 Por Fernando García Soto Corresponsal en Tucumán SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- El ex comisario Mario "Malevo" Ferreyra se quitó la vida esta tarde para evitar ser detenido por fuerzas federales. Ferreyra se descerrajó un tiro en la cabeza, en su casa de San Andrés porque se negaba a entregarse. Fue trasladado de inmediato al Centro de Salud, donde ingresó muerto, alrededor de las 17. El ex comisario era buscado desde hace días, después de que el juez federal Daniel Bejas ordenara su detención por presuntos delitos cometidos durante la última dictadura, en el marco de una causa por el funcionamiento de un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar, en el ex arsenal Miguel de Azcuénaga. En los últimos días, Ferreyra había anticipado a la prensa local que no iba a entregarse para volver a prisión. Esta tarde, se disparó un tiro en la sien cuando los efectivos que lo buscaban llegaron hasta su casa en la localidad de San Andrés. Luego de un confuso hecho ocurrido en 1991 en el paraje conocido como Laguna de Robles, el ex jefe de la Brigada de Investigaciones fue acusado y condenado en 1993 por los asesinatos de José Adolfo Menéndez, Hugo José Vera y Ricardo Alberto Andrada. El día que se dictó sentencia huyó del Palacio de Tribunales llevando una granada en la mano. Estuvo prófugo varios años, hasta que finalmente se entregó para cumplir una parte de la pena. Una reducción del castigo le permitió, tiempo después, salir en libertad. La Nacion
Una mujer independiente en la presidencia de la Nación La promesa incumplida Santiago Kovadloff Para LA NACION Sábado 22 de noviembre de 2008 Es innegable: el mismo hombre que tanto hizo por devolverle solidez a la investidura presidencial, tras el ciclo agónico de Fernando de la Rúa, es el que sepultó una vez más en la irrelevancia el significado de esa investidura, cuando recayó sobre su mujer. En el primer caso, su labor fue constituyente: consistió en asociar su desempeño como primer mandatario a una concentración creciente de poder personal. En el segundo caso, esa tarea fue destituyente: consistió en retener y seguir ampliando el poder acumulado mientras volvía a sumir en la intrascendencia el ejercicio de la presidencia de la Nación. De modo que nadie ignora quién manda en la Argentina ni los procedimientos de que se vale para lograrlo. Tampoco ignora nadie a qué se han reducido aquellas promesas de protagonismo ?y, en especial, de protagonismo femenino? del que tanto se ufanaba Cristina Fernández cuando describía los contenidos y el estilo que distinguirían su gestión, si en el torneo electoral de 2007 alcanzaba la victoria. Triunfó. Pero las cosas bien lejos están de ser como se aseguró que serían. El cuadro institucional del país sufre un deterioro escandaloso. Al festín de exclusiones, ninguneos y silenciamientos al que se entregó con voracidad y rigor el ex presidente Kirchner durante su mandato legítimo, manipulando a su gusto los tres poderes de la República, siguió, en su mandato ilegítimo, la subsunción de la vicepresidencia en el anonadamiento, y la franca volatilización de toda sustancia en el desempeño de la primera magistratura por parte de su esposa. Estamos, si aún quedan ganas de buscar consuelo en una analogía literaria, ante un caso de fagocitosis matrimonial inverso al de los Macbeth. En la pareja ideada por Shakespeare, era él, hasta donde podía, el aplicado ejecutante de los planes urdidos por ella; el alma en la que ella vertía el ímpetu imprescindible para llevar a cabo sus más íntimas convicciones. En nuestro caso, es él quien dictamina y ordena, sentencia y administra. No obstante, aún resuena en los oídos de los memoriosos el desdén con que Cristina sentenció a la señora de Duhalde, con el que redujo a uno solo sus posibles atributos políticos: la "portación de apellido". Las cosas, entre nosotros, están del modo en que recientemente las caracterizó ese hombre que siempre apunta antes de disparar. La Argentina, afirmó Hugo Moyano, "es un país donde todo pasa por las manos de una sola persona". Tampoco cuentan con ningún margen de independencia los ministros del Gobierno. Sólo son herramientas de esas dos manos ávidas. Hay un extraño deleite en esa sumisión sin mengua. Freud sabría caracterizarlo. Si hay una función a la que no están convocados los señores ministros es a la producción de pensamiento. Ser y pensar no son, en este caso, uno y lo mismo, como quería el célebre enunciado de Parménides. Es algo patético. La personalidad es la ofrenda que deben inmolar en el altar del poder quienes acepten representarlo. ¿Es ésta la situación en la que se encuentra la Presidenta? Si así no fuera, ¿dónde han quedado los proyectos que expuso en la campaña electoral? ¿Dónde, los cambios que habrían de producirse con su acceso a la más alta magistratura de la Nación? Los días transcurridos se han llevado las promesas de mayor institucionalidad, de más transparencia, de mejor comunicación, de más seguridad, de más trabajo, de mejor educación, de saneamiento de la economía y de las relaciones internacionales, de reversión de la pobreza, de extinción de esa plaga de maniqueísmo con la que su marido contaminó el país. Si el cambio iba a producirse con Cristina Fernández, ahora sabemos que esa expectativa fue sepultada en una férrea inmovilidad. Tal es el estado de la democracia argentina cinco lustros después de haber sido recuperada. A la luz de todo ello, quiero volver a la situación en que se encuentra hoy aquel promocionado protagonismo innovador que habría de ganar la condición femenina cuando Cristina Fernández alcanzara la presidencia de la República. Bien se recordará que, en tiempos electorales, la por entonces candidata exigía, poco más o menos, que se aprendiera de una buena vez a usar las palabras para que ellas transparentaran su condición de mujer, y de mujer independiente; agradecida a su marido por cuanto había hecho, pero libre de él para emprender lo que le cabía. Y en ello se insistió más aún cuando, victoriosa, recibió el bastón de mando. "¡Presidenta! ¡Presidenta!" ?enfatizaba en sus intervenciones públicas, queriendo subrayar con ello, entre otras cosas, que una mujer cabal, temperamental y moderna puede ser esposa de un hombre fuerte sin estar por ello sometida a él. Y lo cierto es que muchos, al oírla, tenían la impresión ?o querían tenerla? de que así sería, y que el machismo ancestral de los argentinos recibiría, de paso, una formidable lección. La presidenta argentina parecía sumarse, de tal manera, a la nómina naciente y refrescante de mujeres que se veían llamadas a renovar, con la singularidad de su presencia hasta allí prácticamente inédita, el escenario político mundial. No fue así, desgraciadamente. La mujer que iba a gobernar como lo prometió, gobierna en verdad como se le indica que lo haga. El espíritu de una cultura conservadora pudo más en ella que el aliento progresista de la transformación. Al igual que sus ministros, la Presidenta representa un poder que no encarna, mientras un ex presidente encarna, simultáneamente, un poder que no representa. Es el mundo del revés. Es el drama de una Argentina invertida y corrupta. Los conceptos, en ella, están envilecidos: quieren decir lo que no dicen, dicen lo que no quieren decir. Y el espíritu autoritario y dictatorial bien lejos está de haber sido erradicado. Tenemos pruebas diarias de que es así. Lo que acaso no hayamos hecho todavía es inferir las tristes consecuencias de lo que, en un orden cultural y no sólo político, implica esta paradójica y acaso involuntaria contribución de Cristina Fernández al sostenimiento, en la función pública, de un estereotipo que tanto cuesta desarraigar de la vida privada. El de la esposa que no sabe proceder sino como vocera de su marido. De hecho, viéndola obrar, cabe concluir que, con su conducta, ella ha fortalecido, en el escenario institucional, el afianzamiento de un modelo vincular, entre el hombre y la mujer, francamente conservador y cerril. Pero lo más lamentable en el desempeño de los compromisos protocolares a los que ha quedado reducida su función es verla simular una autonomía de la que a todas luces no goza. Acaso sea ésta la expresión más dramática de la subordinación a las ideas de un hombre que, siendo devoto del espejo, desconoce la íntima necesidad de diálogo y el valor de la interdependencia. Basta con efectuar una relectura de los pronunciamientos de la Presidenta, en especial a partir del conflicto de su gobierno con los campesinos, para terminar persuadidos de que aquellas banderas de género, tan fervorosa y desafiantemente alzadas, han ido siendo arriadas a favor de una práctica más convencional y, por ello, descorazonadora, de una feminidad que ya nada parece querer disimular sobre su disposición al acatamiento y a ocupar un lugar secundario en el esquema de poder. Una espléndida oportunidad de cambio, también en este orden, se ha echado a perder. Lejos del legítimo protagonismo que la Constitución le confiere y exige, la Presidenta ha permitido que, a través de su persona y de su investidura, Néstor Kirchner siga afianzando su hegemonía, aun a expensas de lo que establece la Constitución. No faltarán los enardecidos capaces de creer que en la Argentina estamos como estamos porque gobierna una mujer. No. Estamos como estamos porque hemos acumulado uno tras otro, a lo largo de los años, desaciertos profundos, reiterados, agobiantes. Y estamos como estamos, además, porque a todo ello se suman los pesares aportados por una mujer que prometió gobernar de un modo innovador y no lo hizo.
Argentine man kills himself on TV By Daniel Schweimler BBC News, Buenos Aires A former police chief in Argentina, wanted for alleged crimes against human rights, has shot himself dead in front of television cameras. Mario Ferreyra was giving an interview on top of a water tank at his home in the northern province of Tucuman. Police were coming to arrest him when he killed himself. Mr Ferreyra was wearing his customary black shirt and cowboy hat and told the interviewer that he was innocent and had not committed any crimes. He then told his wife, Maria, that he would love her forever, pulled a pistol from his boot and shot himself behind the ear. 'Pact of silence' The Cronica television cameras were still rolling, transmitting live, as the distraught family gathered round. Police, who had come to arrest Mr Ferreyra at his farm, came running, but it was too late. He was dead. Mr Ferreyra was accused of kidnapping and torture during the military government that ran Argentina between 1976 and 1983. The victims' families say the suicide was part of a pact of silence - that the ex-police chief would not testify against former colleagues accused of kidnapping and killing some of the tens of thousands of Argentines who died during a period that became known as the "Dirty war".
Los Kirchner, frente al pasado que vuelve Tomás Eloy Martínez Para LA NACION Sábado 29 de noviembre de 2008 No por la frecuencia con que han sido citadas, las frases que siguen dejan de ser lesivas para la ya castigada calidad de las instituciones argentinas. Son graves, y traen a la memoria ráfagas de un pasado que parecía irrepetible. Por eso mismo, porque invocan un pasado nefasto, no hay que dejarlas agonizar en el olvido. Hace una semana, el ex presidente Néstor Kirchner admitió que en su vida política había tenido aciertos y errores, sin precisar hacia cuál de los lados se inclinaba la balanza. Lo dijo en su enésima aparición junto al dirigente de la CGT Hugo Moyano, a quien parece apoyar con más énfasis desde que la Corte Suprema falló en favor de la libertad sindical. "Todas las mañanas Cristina me dice: «¡Qué vicepresidente me pusiste, Néstor!»." Con un solo golpe de jactancia, Kirchner menoscabó la investidura presidencial y el sistema de partidos, algo que en un país marcado por la vulnerabilidad de las instituciones no puede ?no debe? ser tomado a broma por nadie. Sin embargo, las arrogantes expresiones del jefe justicialista fueron saludadas por un coro de risas y aplausos en la Federación Nacional de Camioneros. Al día siguiente, el jefe de gabinete, Sergio Massa, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, debieron aclarar que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no consideraba la posibilidad de pedir la renuncia del vicepresidente Julio Cobos. Los pocos medios extranjeros que se ocupan de la Argentina lo dicen con naturalidad. En España, El País tituló "Los dos presidentes Kirchner". El Mundo de Madrid describió al ex mandatario como "el hombre que desde su oficina en Puerto Madero mueve todos los resortes del poder". The New York Times se sintió, a su vez, en la necesidad de aclarar que el ex presidente Néstor Kirchner no está al frente del gobierno y que su propia esposa, la Presidenta, lo había negado. En Londres, el semanario The Economist se refirió al costo político que pagará CFK "por su fracaso, así como el de su marido y predecesor, en persuadir a los inversores de que la Argentina es un lugar seguro para los negocios". La Argentina emergió de la catástrofe de 2001 con extremas dificultades y sacrificios que el ex presidente conoce muy bien. Kirchner supo avanzar sin sentirse menoscabado por el magro 22 por ciento de sufragios que recibió en las elecciones de 2003. Llegó al poder como delfín del caudillo bonaerense Eduardo Duhalde, pero esa condición subordinada no lo arredró. Se puso rápidamente a trabajar contra la miseria y conquistó una popularidad que podía haberlo dejado satisfecho y en paz, a pesar de que cuatro años más tarde, cuando le cedió la candidatura a su esposa, los problemas de fondo seguían sin resolverse. Las debilidades argentinas, que ya eran muchas, se acentuaron cuando sobrevino el derrumbe estrepitoso de Wall Street. Las réplicas oficiales a la onda expansiva de la crisis nacida en los países desarrollados parecieron manotazos de ahogado. Dentro de ese contexto, se vuelve más llamativo el hecho de que en sólo un año el gobierno de CFK haya atravesado momentos difíciles, que habrían podido ser evitados o atemperados si no los hubieran provocado las demasías de su influyente marido. Cito algunos: la incapacidad para dialogar cuando se discutieron las retenciones agropecuarias, el aumento de siete puntos en el índice de pobreza por una inflación que triplica el 9 por ciento establecido por los espejismos del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, uno de los hombres de Kirchner. La sociedad política que forma el matrimonio presidencial no es nueva en el peronismo. Otros ejemplos son los del ex mandatario Eduardo Duhalde y la senadora Hilda González, el anterior gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y Olga Riutort, de quien se divorció; el flamante disidente del kirchnerismo Felipe Solá y su ex mujer Teresa González Fernández. Sólo Carlos Menem dejó en claro que "la política no es un bien ganancial" cuando expulsó a su ex esposa, Zulema Yoma, de la residencia de Olivos. Las actividades de la Fundación Eva Perón, financiadas casi por completo con aportes públicos (y con algunas donaciones voluntarias, o no tanto), fueron tan importantes para los millones de argentinos pobres como la política de igualdad social que derivaba de la nueva legislación laboral, los planes de viviendas económicas, los alquileres controlados y las inversiones en salud y educación. Cuando se reformó la Constitución en 1949, un llamado de Eva al convencional Angel Miel Asquía bastó para que se cambiara el artículo 77, que impedía la reelección del presidente. El coronel Domingo Mercante, que había malinterpretado el coqueto rechazo de Perón a un segundo término, perdió por eso el favor matrimonial. El poder de Eva llegó a ser tal que el mismo Perón, temeroso de que siguiera creciendo, no quiso que aceptara la candidatura a la vicepresidencia. Sin vocación o carisma comparables, la tercera esposa de Perón llegó más lejos. Se llamaba María Estela Martínez Cartas y su nombre artístico era Isabel. Había conocido al presidente depuesto por el golpe militar de 1955 en el cabaret Happy Land, de Panamá, donde era bailarina. Diez años después se convirtió en la delegada que desbarató el peronismo sin Perón del sindicalista metalúrgico Augusto Vandor. Gobernaba el radical Arturo Illia cuando vandoristas y verticalistas se separaron, apenas llegó Isabel. A los seis meses, los vandoristas fueron derrotados en las elecciones provinciales de Mendoza. Isabel volvió a Madrid, pero no abandonó la escena política argentina. En octubre de 1973, integró la fórmula que ganó las elecciones presidenciales. A la muerte de su marido, en julio de 1974, asumió la jefatura de gobierno bajo la tutela del ministro de Bienestar Social, secretario, maestro en artes esotéricas y creador de los escuadrones de la muerte de la Triple A, José López Rega. Ambos dejaron una infausta memoria. Platón fue el primero en distinguir el simulacro de su modelo, la esencia de las apariencias. El ex presidente votado por el pueblo en elecciones legítimas no es en modo alguno comparable al esperpéntico asesino López Rega. Tampoco la ambiciosa CFK, que desde su juventud como estudiante de Derecho en La Plata aspiraba al protagonismo político, es equiparable a Isabel, que siempre se dejó llevar por las decisiones de otros. Pero los postulados platónicos permiten pensar que sólo difiere aquello que se parece (la imagen que se parece a otra y no es idéntica) y, por tanto, sólo en sus diferencias los seres humanos se asemejan. Basta un ejemplo. Para caracterizar el rápido declive de Isabel, que desembocaría en una de las peores catástrofes nacionales, Pablo Kandel y Mario Monteverde escribieron en su libro Entorno y caída , impreso en marzo de 1976: "El deterioro se advertía ya en tres campos: el de la opinión pública, ante los desaciertos del gobierno; el interno del justicialismo, donde las disensiones adquirían cada vez mayor magnitud, y el de la situación económica, que se debilitaba velozmente". La cita se refiere "al binomio Isabel-López Rega", pero también podría aplicarse a la rápida erosión de la imagen de CKF en sólo un año, a la reagrupación del peronismo antikirchnerista alrededor de Duhalde y a la caída del consumo en los últimos meses de 2008. Desde la reunión de gabinete del 5 de julio de 1974, López Rega estuvo detrás de cada decisión presidencial. El dirigente del radicalismo Ricardo Balbín habló por primera vez del "microclima" en el que se encerraba Isabel, dominada por el Hermano Daniel -como llamaba al secretario, astrólogo y ministro-, quien había logrado una provechosa alianza con las 62 Organizaciones y la CGT. Esa alianza se rompió cuando Celestino Rodrigo, ungido ministro de Economía por su amistad con López Rega, aumentó el dólar en un 100 por ciento, la nafta en un 175 por ciento, la electricidad en un 75 por ciento y marcó un tope del 40 por ciento para los salarios. En la pulseada que siguió al Rodrigazo, los sindicatos pusieron fin a la regencia de López Rega. La Presidenta siguió gritando "¡A mí no me entorna nadie! ¡Ni el propio Perón me pudo entornar en 18 años!", pero su dignidad nunca se repuso de haber tenido un primer ministro en las sombras. La naturaleza autoritaria del peronismo, como los anillos de Saturno, ya ha sido descubierta. Su origen corporativo se opone al sistema de representación republicano. Lo peor es que también lo debilita: el poder de emisarios, influyentes y familiares confunde la estructura del partido con la del Estado. Dado que el PJ tiene una sede, Kirchner no necesita organizar reuniones políticas en la residencia de Olivos -residencia oficial donde vive la presidenta que eligieron los argentinos para gobernar un país que es de todos los ciudadanos, no sólo de los justicialistas-; mucho menos debería instruir a los ministros como si de él fueran los atributos del mando. Lo hacía López Rega -también desde Olivos- y a la Argentina no le sienta bien ese mal ejemplo. Tampoco ayuda que se muestre con el secretario general de la CGT y que días más tarde el sindicato de Moyano atente contra la libertad de prensa al bloquear las plantas de impresión de Clarín y LA NACION, así como la playa de revistas. CFK tiene por delante las tres cuartas partes de su mandato. Los años que le quedan no serán fáciles. La nacionalización del sistema privado de pensiones y el regreso del Ministerio de la Producción parecen actos desesperados para salvar al kirchnerismo en vísperas de elecciones peligrosas para su hegemonía. La memoria de los fracasos del pasado jugará sus cartas, y difícilmente lo hará para favorecer una sociedad conyugal. Ninguna voluntad de poder merece respeto si pone en riesgo la democracia, que cumple ya veinticinco años, porque detrás de ella hay cuarenta millones de seres humanos y un electorado que de buena fe eligió a una presidenta, sin añadiduras familiares. la Nacion
DD.HH.: alarma por el apoyo K a Aldo Rico Califican de "preocupante" y "peligroso" su espacio en el PJ Domingo 7 de diciembre de 2008 Juan Pablo Morales LA NACION Estela de Carlotto, visiblemente molesta, dice: "Darle un lugar partidario a un golpista es improcedente y peligroso". Los calificativos que lanza la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo se asemejan a los que usan el ex fiscal Julio Strassera; la líder de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, e incluso Sergio Shocklender, mano derecha de Hebe de Bonafini. "Este regreso político nos alarma", coinciden. La vuelta de Aldo Rico al PJ, de la mano del kirchnerismo y con el respaldo del diputado ultraoficialista Carlos Kunkel, sacude los organismos de Derechos Humanos. También a referentes de la izquierda kirchnerista. El ex militar carapintada sostiene que, con apoyo oficial, volverá a ser intendente de San Miguel en 2011, y que "en la Argentina no se puede ser muy democrático". Asesor en el Senado bonaerense, cerca del vicegobernador Alberto Balestrini (elegido nuevo líder del PJ bonaerense por orden de Kirchner), supo aprovechar los padrinazgos y se quedó con una ajustadísima elección interna, dividida en tres listas, una de ellas liderada por el actual jefe comunal, Joaquín de la Torre. Todo sin moverse un ápice de las ideas que, hace 20 años, lo llevaron a sublevarse en un cuartel para exigir leyes del perdón para militares de la última dictadura. Ese hombre será mandamás territorial del PJ kirchnerista. "Es lamentable. Una gravísima contradicción de Kirchner, que debió haber condenado a Rico públicamente", cuestionó con dureza Strassera, fiscal del Juicio a las Juntas Militares en 1985 y actual vocal de la Asamblea Permanente para los Derechos Humanos (APDH). Y añadió: "Es el ansia desmedida de poder la que provoca estas cosas: se acepta a cualquiera si garantiza votos. No importa ni que sea Satanás". "No lo podemos creer" Cortiñas también se enojó, del otro lado del teléfono, en el frío atardecer de Usuhaia: "Algunas Madres todavía no lo podemos creer". La presidenta de Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, invitada a Tierra del Fuego por la Comisión provincial de Derechos Humanos, habló sin dudas ni titubeos: "Que le den un lugar nos cae muy mal. No sólo lo rechazamos: nos preocupa mucho". La controversia alcanzó, incluso, a los organismos más cercanos al Gobierno, que lo respaldan desde principios de 2003, cuando Kirchner asumió la defensa de los derechos humanos como un pilar central de su imaginario político. "Que vuelva Rico es preocupante", destacó Carlotto a LA NACION. Shocklender lo resumió con menos diplomacia: "La vuelta de Rico nos parece una c...". Ambos, sin embargo, no involucran a Kirchner ni al Gobierno en los cuestionamientos. "Las negociaciones políticas y los repartos electorales provocan estas cosas. Pero hay que separarlos de la gestión de los Kirchner, que ha sido muy valorable para la memoria y el avance del país", aclaró Carlotto. Shocklender agregó tintes políticos: "Las Madres apoyan el proyecto del Gobierno. Que en el camino se sumen personajes siniestros es parte del PJ. Y el kirchnerismo excede al PJ". Pero no todo el kirchnerismo lo tomó así. Hace tres días, los piqueteros de Libres del Sur y de Barrios de Pie se fueron del Gobierno, pegando un portazo, con críticas al PJ y, sobre todo, a la integración política de Rico. "El PJ desvirtuó la convocatoria transformadora a la que fuimos convocados. No podemos aceptar que Rico sea parte de este proyecto", criticó antayer uno de los líderes, Jorge Ceballos, sólo una horas después de su renuncia al Ministerio de Desarrollo Social. La legisladora porteña Gabriela Cerrutti también se quejó por el viraje político y cuestionó la incorporación de Rico al kirchnerismo. Fue cuando supo que el ex presidente había vetado al ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra como aliado electoral: "No puede ser que Ibarra sea un límite. En todo caso, el límite debería ser Rico" Hasta Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita, hoy integrado al justicialismo bonaerense, se animó a repartir críticas sobre el próximo hombre fuerte de San Miguel: "No estoy de acuerdo en apoyarlo. Rico debería dar un paso al costado". Defensa en el PJ La cúpula del peronismo provincial, sin embargo, decidió apuntalarlo políticamente. Y defenderlo en público. El primero en hacerlo fue Alberto Balestrini. Cuando la semana pasada le preguntaron por televisión por qué había que apoyar a Rico, respondió desafiante: "¡Vayan a ver qué dicen de Rico en San Miguel!" Ayer, Carlotto le respondió: "Hay que ver lo que hizo Rico en San Miguel, pero también hay que ver lo que hizo antes". El respaldo que Rico consiguió de Kunkel, militante de la Juventud Peronista platense en los 70, también se mantiene incólume. LA NACION quiso hablar con el diputado para preguntarle acerca de su relación con el ex militar carapintada, pero se limitó a repetir una frase: "En las internas del peronismo yo voté en Florencio Varela". En el gobierno nacional, en cambio, prefieren no hablar. El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, prefiere que le mencionen el tema. Cuando LA NACION llamó ayer a sus colaboradores para hablar sobre el tema, tuvieron una respuesta curiosa: "El secretario informó que se limita a responder preguntas relacionadas a su área". Elogios al fin de las leyes del perdón * Una de las máximas referentes de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida, aseguró ayer que el "punto más alto" de los últimos 25 años de democracia fue "la anulación de las leyes de impunidad". Justamente, las iniciativas aprobadas por las presiones de Aldo Rico y los carapintadas en los 80. La Nacion
Argentina's Videla moved to jail Jorge Videla, 14/06/01 Jorge Videla seized power in Argentina in 1976 The former military ruler of Argentina, who is accused of human rights abuses, has been transferred to prison after being under house arrest. Jorge Videla, 83, was convicted in 1985 of the murder of 66 people, the torture of 93 others, and the illegal detention of more than 300. Videla, who ruled from 1976 to 1983, was sentenced to life imprisonment. He was pardoned by President Carlos Menem in 1990 but a court cancelled that order last year. President Menem had said he wanted to "close a sad and black stage of Argentine history" but the court said the move was unconstitutional. Videla led a military junta which seized power in Argentina in 1976. Under its rule, a so-called "dirty war" was waged against left-wing opponents, whom the military accused of terrorism. Human rights groups say between 10,000 and 30,000 people were killed or disappeared before Argentina returned to civilian rule with the election of President Raul Alfonsin in 1983.
Hallazgo sin precedente en La Plata Restos de víctimas de la dictadura, en un centro de detención En el Pozo de Arana descubrieron también lo que habría sido un paredón de fusilamiento Miércoles 10 de diciembre de 2008 Pablo Morosi Corresponsal en La Plata LA PLATA. Unos 10.000 fragmentos de restos óseos humanos cremados y un viejo paredón de fusilamiento con más de 200 impactos de bala fueron descubiertos en las afueras de esta ciudad, en el denominado Pozo de Arana, un sitio identificado como centro clandestino de detención durante la última dictadura. El hecho cobra importancia por ser la primera vez que se encuentran restos de víctimas en un centro de detención ilegal. El lugar será convertido en un museo de la memoria por el gobierno provincial. El hallazgo, anunciado ayer por la secretaria de Derechos Humanos provincial, Sara Derotier de Cobacho, se produjo a raíz de la tarea del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el sitio donde, entre otros, estuvieron detenidos ilegalmente el testigo desaparecido Jorge Julio López y los adolescentes del episodio conocido como "La noche de los lápices". Los expertos trabajaron en el lugar, donde funcionaba el cuartel de la División de Cuatrerismo de la policía bonaerense, durante siete meses, entre febrero y septiembre últimos. Guiados por los testimonios brindados por ex detenidos desaparecidos, entre otros el propio López, durante el juicio por la verdad sustanciado desde 1998 en esta ciudad, los antropólogos realizaron excavaciones en los fondos de la dependencia, en el patio interno y en la unidad sanitaria. Los resultados difundidos ayer fueron entregados ante el Juzgado Federal N° 3, a cargo de Arnaldo Corazza. Reconstrucción El titular del EAAF, Luis Fondebrider, informó que se hallaron restos humanos en cuatro de las quince fosas detectadas y que, pese a que las posibilidades de identificación resultan actualmente escasas, se trabajará con tecnología de avanzada para "recuperar el material genético de esos restos óseos que se encontraron cremados". En tal sentido, los especialistas contaron que sólo se pudo reconstruir enteros a dos de los cuerpos encontrados. En la búsqueda realizada en torno de un muro que divide el patio interior del exterior se encontraron los 10.000 fragmentos óseos, la mayor parte de ellos calcinados, como si se tratara de una fosa común de unos 50 centímetros de profundidad, se explicó. Ese paredón era usado, del lado externo, para fusilar detenidos. Además de los fragmentos de huesos, que presentaban un "quemado homogéneo", se encontraron restos de goma y alambres. Varios testimonios de víctimas coincidieron en haber visto durante su cautiverio que salía "humo" de los fondos del lugar. Los miembros del EAAF ya habían trabajado en el Pozo de Arana en 1996, pero entonces no contaban con una autorización judicial para examinar todo el predio, como hicieron ahora. En este caso, los expertos protegieron el sitio con nylon resistente y preservaron los muros con perforaciones de balas. En la rueda de prensa, junto con la secretaria de Derechos Humanos estaba el ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, y el intendente local, Pablo Bruera. Stornelli destacó el hallazgo como un "aporte enorme a la verdad" y se comprometió a "hacer los esfuerzos presupuestarios para convertirlo (al Pozo de Arana) en un lugar para la memoria". Denuncias Las denuncias sobre el Pozo de Arana fueron impulsadas en 2000 por la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. Sobre esa base, el 26 de marzo de 2003 el fiscal federal Félix Crous inició una causa penal que está actualmente en trámite en el Juzgado Federal Nº 3 de La Plata. A partir del testimonio de Jorge Julio López y de otros sobrevivientes se logró determinar que en Arana hubo varios centros clandestinos de detención. Según la investigación surgida del Juicio por la Verdad, funcionaron otros centros ilegales en el destacamento policial; en el casco de la estancia La Armonía; en una precaria edificación lindante con el aeropuerto, sobre las calles 610 y 16, y en los campos que hoy pertenecen al vivero Ferrari Hermanos, donde actualmente se encuentra instalado el Regimiento de Infantería Mecanizada N° 7. "Se encuentra acreditado que el papel que desempeñaron los centros clandestinos de detención de Arana en el circuito de la represión clandestina de la ciudad fue, principalmente, el de la tortura sistemática y el exterminio", señaló el fiscal en su presentación. El funcionario judicial advirtió, además, que "resulta altamente probable que exista en la zona al menos una fosa común donde se quemaron y enterraron varios cadáveres de personas asesinadas en el lugar". Claves El testimonio clave. Tras la declaración del testigo (hoy, desaparecido) Jorge Julio López a la Justicia, se logró determinar que en Arana hubo un centro clandestino de detención. La investigación. Tras algunas inspecciones en 1996, ahora la Justicia autorizó una revisión exhaustiva del predio. La Nacion
Tras el cacerolazo en París, Cavallo fue abucheado al llegar a Ezeiza El ex ministro sufrió otro traspié al arribar a la Argentina; "No podíamos dejar que hable en La Sorbona", justificaron integrantes del Colectivo Argentino por la Memoria Miércoles 10 de diciembre de 2008 Domingo Cavallo fue sufrir un nuevo traspié al llegar a la Argentina. Tras ser objeto de un cacerolazo en la Universidad de La Sorbona en París, el ex ministro de Economía fue abucheado al llegar al aeropuerto internacional de Ezeiza. En diálogo con la prensa, se mostró muy molesto por los "escraches" de los que fue objeto. El incidente en París ocurrió el lunes último cuando el ex ministro debía dar una conferencia sobre "la política monetaria en los países emergentes en la era de la globalización". Poco antes de su llegada, los miembros de la asociación de exiliados en Francia Colectivo Argentino por la Memoria distribuyeron su currículum en tres idiomas y el cacerolazo comenzó cuando Cavallo se aprestaba a empezar su intervención, en inglés, ante unas 70 personas. Justificación. En tanto, integrantes del Colectivo Argentino por la Memoria justificaron hoy el cacerolazo. "No se podía dar la oportunidad de hablar en lugar así a un personaje que arruinó y destruyó la economía argentina, que participó desde 1976 junto con [Alfredo] Martínez de Hoz en la construcción del terrorismo de Estado", afirmó la titular de la agrupación que reúne a argentinos exiliados en Francia, Alicia Bonet Krueger. "Cuando llegamos, entramos a la conferencia, dimos a todos un papel en inglés, español e inglés, diciendo quién es Cavallo y lo que había hecho en la Argentina. Los estudiantes no tenían la menor idea de lo que hizo Cavallo como ministro de Economía en la Argentina", relató Bonet Krueger en declaraciones a las radios América y Continental. La mujer completó: "Cuando tomó la palabra, empezamos el cacerolazo. No tuvo oportunidad de hacer una intervención. Nos calló, nos insultó y nosotros, gritando, pedíamos que explicara las cosas que llevó adelante en la Argentina mientras fue responsable. Nos empezó diciendo izquierdistas y terminó diciéndonos fascistas", señaló. Hacia el final, volvió a justificar la protesta contra el ex jefe del Palacio de Hacienda. "Hay profesores de Economía argentinos que están dando cátedra en La Sorbona y lo invitaron. Como perdieron la memoria, nosotros estábamos ahí para que la recuperaran también ellos", planteó. La Nacion
Confirman procesamiento de Videla La Cámara Federal porteña dispuso que que sea con prisión preventiva; está acusado de 30 homicidios agravados; la sentencia le atribuye también 571 secuestrados y 268 tormentos Viernes 9 de enero de 2009 La Cámara Federal porteña confirmó un nuevo procesamiento, con prisión preventiva, para el detenido dictador Jorge Rafael Videla, esta vez por 30 homicidios agravados, entre otros gravísimos delitos cometidos en la órbita del Primer Cuerpo de Ejército durante la última dictadura militar. La sentencia también atribuye al represor la responsabilidad en 571 secuestros y 268 tormentos cometidos en centros clandestinos de detención que funcionaban en esa jurisdicción, informó Télam. El fallo -difundido hoy por el Centro de Información Judicial (CIJ)- fue suscripto por los camaristas Eduardo Farah y Jorge Luis Ballestero quienes reiteraron que esos ilícitos constituyen delitos de "lesa humanidad". En la misma resolución los jueces rechazaron los planteos de la defensa del ex jefe de la primera junta militar del autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional". El expediente en el que se investigan los delitos cometidos en los centros clandestinos de detención que funcionaban en la órbita del Primer Cuerpo lo tramita el juez federal Daniel Rafecas y es una de las "megacausas" reabiertas tras la derogación y declaración de "nulidad insalvable" de las leyes de obediencia debida y punto final. En un texto de 51 carillas, al que Télam tuvo acceso, los camaristas desbarataron los argumentos de la defensa del ex dictador que insistían en sus reiterados planteos de prescripción y nulidad de la ley que anuló las leyes de impunidad y que ya fueron rechazados en todas las instancias. Videla "estaba en la cima de la cadena de mandos desde que se ideó el plan de represión ilegal" desde donde "se dieron las órdenes para su ejecución y se dispusieron todos los medios del estado para lograrlo", dijeron los camaristas. En otro párrafo de la extensa resolución, los magistrados explicaron que esas órdenes e instrucciones tenían como objeto "asegurar su máxima impunidad a través de la clandestinidad". Esa es una de las características que llevan a Farah y Ballestero a concluir que, en caso de concederse la libertad a Videla "podría entorpecer el curso de la investigación". Los camaristas basan su presunción en que el ex presidente de facto "conoce a todos los máximos responsables y a los aspectos de la última fase de las maniobras delictivas". "Ello no solo podría ocurrir con el objeto que se conozca el destino final de las víctimas de los sucesos que se le imputan sino también para que su reproche penal no resulte eventualmente agravado", enfatizaron los integrantes de la Sala I del Tribunal. El octogenario dictador cumple su prisión preventiva en el Instituto Carcelario de Campo de Mayo, dependiente del Servicio Penitenciario Federal, luego que la justicia le revocase el beneficio de la prisión domiciliaria. La medida fue tomada en primera instancia por el juez Norberto Oyarbide en la causa por el "plan sistemático" para la apropiación de bebés nacidos cuando sus madres estaban en ilegal cautiverio durante la última dictadura. La decisión de Oyarbide -luego confirmada por la Cámara de Apelaciones- también se extendió a la causa en la que se investiga el secuestro de los empresarios Gutheim y donde el magistrado decretó la nulidad de los indultos del ex presidente Carlos Menem
El fin del falso progresismo Jorge Fernández Díaz LA NACION Martes 13 de enero de 2009 Comían en un restaurante del centro y se quedaban conversando hasta la madrugada. Hacían un análisis detallado de la marcha del país y soñaban juntos con lo que sucedería si llegaban al poder. Durante años de menemismo tardío y alianza reluciente, Néstor Kirchner se reunía con uno de sus principales aliados nacionales, hoy desterrado de su gabinete y del país, y hablaba a borbotones de las políticas fundamentales que habría de poner en marcha si llegara a ser presidente de la Nación. Sin saber que el sueño algún día se volvería realidad. "Te juro que tocamos todos los temas nacionales, hasta los más ínfimos ?me cuenta el desterrado?. Y nunca, jamás de los jamases, mencionó la política de derechos humanos ni los juicios a los represores de la dictadura militar." Inmediatamente después de asumir la Presidencia, Kirchner sorprendió a su amigo al colocar esa problemática al tope de su agenda. Dos meses después de la llegada de Kirchner a la Casa Rosada almorcé con otro miembro de su entorno, al que conocía desde el otoño de mi propia adolescencia. Recuerdo que cuando yo era joven él militaba en un partido trotskista y que era un gran jugador de ajedrez. Muchos años después, se ufanaba ante varios contertulios, entre los que yo me encontraba, de su heroica militancia en la Juventud Peronista de la Tendencia. "¡Pero si vos eras trosco y odiabas a los montos!", le recordé. Me lo negó sin pestañear, como si yo estuviera loco. Luego me encontré con dos ex compañeros suyos y me relataron una escena parecida. Estaban escandalizados: el flamante funcionario se había inventando un pasado para pertenecer al círculo áulico de Kirchner. Un ilusorio ayer, como decía Borges. Y se había creído la mentira. Por aquellos tiempos almorcé también con un ex jefe de la organización Montoneros. Fue un almuerzo un tanto surrealista, puesto que ocurrió en una suite del más famoso hotel de la zona de Retiro. Los montoneros cantaban, en los setenta, "¡Qué lindo, qué lindo que va ser el Hospital de Niños en el Sheraton Hotel!". Pero ahí estábamos, en una habitación del Sheraton, degustando platos de autor y libando vinos exquisitos. El ex dirigente se había convertido en un próspero empresario y me citaba para contarme sus múltiples negocios. Cuando Mario Eduardo Firmenich salió de prisión, el hombre que comía frente a mí y me servía la copa le había dicho: "Pepe, se acabó. Ahora, cada uno por su cuenta". El comandante Pepe siguió un tiempo vinculado a la política, pero mi interlocutor se había desprendido del guerrillerismo y se había abocado con tesón y éxito evidente al mundo de las empresas. Curiosamente, este personaje se sentía más proclive a reconocer errores que muchos intelectuales setentistas: les había pedido perdón a varios de sus antiguos contrincantes políticos, a los que Montoneros había despachado a golpes de granada y metralleta, y tenía mucho pudor en andar levantando el dedo como si pudiera ser fiscal de la República después de haber cometido tantos desatinos: haber pensado que Perón era socialista, haber pasado a la clandestinidad bajo un gobierno democrático, haber asesinado a oponentes y a compañeros, y otras aberraciones de la época. "¿Y qué piensa de los Kirchner?", le pregunté. El ex dirigente montonero se limpió la comisura de los labios y dijo, educadamente: "Durante la revolución sandinista, el pueblo tomó Managua y los sectores derechistas debieron abandonar en las calles el armamento que tenían y echar a correr. Cuando la batalla había terminado, los estudiantes, que se decían milicianos, salieron de sus casitas y de las facultades, tomaron posición en los nidos de los armamentos abandonados y estuvieron toda una noche disparando contra la oscuridad y contra la nada porque ya no había nadie. Después pidieron medallas. Eran jacobinos con los enemigos, y afirmaban que ellos eran los que habían hecho posible la revolución". Lo miré a los ojos. El veterano montonero bebió un sorbo de malbec y me dijo: "Los kirchneristas son los milicianos de Managua". La invención de un ilusorio ayer, la brusca vocación setentista y la repentina adopción de las palabras y los símbolos de la izquierda por parte de un peronista clásico y feudal no son, en sí mismos, buenos ni malos. Son, simplemente, rasgos de un gran montaje: hacer pasar una vez más al peronismo por lo que no es. Pero ¿por qué los Kirchner adoptaron esta estrategia? La explicación no es psicológica, sino política. Para entender la maniobra, que hoy empieza a desgajarse, hay que partir de un hecho poco estudiado. En la Argentina, el llamado progresismo lideraba la opinión pública. El progresismo no es un partido. Es un movimiento invertebrado de gran predicamento que se reserva para sí la autoridad moral de velar por los pobres y desposeídos en un mundo dominado por el individualismo y el mercado salvaje. Se trata de un colectivo que integran restos del marxismo, socialdemócratas, ex alfonsinistas, nacionalistas de izquierda y artistas libertarios. Las posiciones progre vienen dominando históricamente el gremio de la prensa escrita, los cenáculos intelectuales y la enorme grey urbana de la queja pop, que representa las "buenas conciencias" y opera desde los sites de los medios y desde los contestadores automáticos de las radios. Durante largo tiempo, los llamados opinators (opinadores a mansalva) sostenían posiciones "progresistas". Menem unió a toda esta gran familia en su contra: los setentistas, que por historia tenían más experiencia de lucha, condujeron el colectivo contra el riojano y lo hostigaron sin miramientos. Hijo de esa posición unificada resulta el boom del periodismo de investigación y denuncia de los años noventa. "Contra Menem estábamos mejor", se quejaban los progresistas cuando se dividieron aguas, en época de "Chacho" Alvarez y Fernando de la Rúa: ya no estaban tan seguros de dónde estaba el bien y dónde estaba el mal. Kirchner y su esposa tenían una pálida y remota militancia de izquierda en los setenta. Pero hicieron fortuna durante la dictadura, integraron la renovación justicialista, acompañaron el proyecto de Menem y, al final, se transformaron en los primeros duhaldistas. Eran tan peronistas que nadie podía confundirlos, en una noche de luna llena, con ningún progre , por más mala vista que tuviera. Raquítico de votos, en un país que le quedaba grande, Kirchner se propuso entonces cautivar al colectivo progresista e incluso sentarse a su volante. Lo logró con muy poco: ofensiva contra los dinosaurios del Proceso, entrega a los setentistas de la política de defensa, subsidios para las Madres de Plaza de Mayo, empleos públicos directos o indirectos para periodistas e intelectuales adictos, y jubileo para artistas populares del palo. Fue una estrategia sumamente inteligente y exitosa. El hostigamiento a los represores colocó al kirchnerismo como campeón de los derechos humanos y sepultó bajo ese asfalto de bronce una tonelada de indicios y sospechas de negociados turbios. El tan argentino "roban, pero hacen" fue sustituido imaginariamente por el flamante "roban, pero enjuician". Lo que horrorizaba en el "menemato" era minimizado e ignorado en la era kirchnerista: como si la honradez progre fuera menos necesaria que la honradez neoliberal. Y así fue como muchos manuales de ética y periodismo se quemaron en la hoguera de la deshonestidad intelectual. No hay que hacerle el juego a la derecha, argumentaban los mismos que eran fiscales éticos e impiadosos del poder en los noventa. Y callaban, o relativizaban, o pateaban la pelota afuera. Kirchner entendió como nadie esta dicotomía de buenos y malos. Si estás en el lado correcto, tenés a los opinadores a tu favor y se te perdonan los renuncios. Si los tenés en contra, perdés y caés en desgracia. Así de simple. La anestesia fue tan grande que le permitió seguir obteniendo el apoyo de gran parte de la comunidad progresista pese a sus evidentes políticas de derecha. ¿Podríamos imaginar lo que hubiera ocurrido si Menem o Macri hubieran pagado cash y enterita la deuda externa al FMI mientras existían escandalosas cifras de miseria en el país? ¿O si Duhalde hubiera empujado una ley para permitir un blanqueo de capitales que abriera la puerta al lavado de dinero? Digámoslo en castellano: el progresismo se los hubiera comido crudos. En vez de eso, una parte importante del colectivo festejó el primer gesto como un acto de autonomía del país soberano y el segundo, como el feliz intento de repatriar inversiones para superar la crisis. A lo largo de cinco años de gestión a todo vapor y con todo el poder, en el país de los Kirchner se abrió la brecha entre los ricos y los pobres, aumentó la concentración económica, se utilizó el superávit para subsidiar escandalosamente a los grandes consumidores eléctricos, se incrementó el gran impuesto a los desposeídos que es la inflación y se pagaron tasas usurarias a Venezuela. El matrimonio presidencial se alió con los barones del conurbano bonaerense (Aldo Rico incluido), apoyó a los gobernadores y caciques más recalcitrantes del peronismo ortodoxo, cedió poder y beneficios a los burócratas sindicales, copó el Consejo de la Magistratura, propició la censura, ayudó económicamente a dóciles periodistas de derecha, mientras echaba de la televisión a Jorge Lanata y Alfredo Leuco y de la radio, a Pepe Eliaschev, creó un sistema de empresarios amigos de dudosa prosperidad y alentó a grupos de choque que se dedicaron a amedrentar y a romper marchas callejeras de libre expresión. La posición crítica de varios intelectuales importantes del progresismo, como Beatriz Sarlo, y la deserción de Miguel Bonasso, que no tiene relevancia política, pero sí simbólica, va mostrando que la épica progresista montada como relato y coartada tiene límites y fecha de defunción. Otro amigo mío, que militó en la Juventud del Partido Comunista y que se divierte amargamente con las picardías de Kirchner, me dijo este fin de semana agarrándose la cabeza: "Lo increíble no es que Néstor les haya dado tanta papilla en la boca. ¡Lo increíble es que la hayan comido con tanto gusto! Y ahora, de repente, se despiertan con indigestión, abandonan la cocina y denuncian, indignados, al cocinero. ¿Cuántas veces los van a echar de la Plaza?". La Nación

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