ECONOMIA › EL MINISTRO DE ECONOMIA, AXEL KICILLOF, ASEGURO QUE RESISTIRAN LAS PRESIONES PARA UNA MAYOR DEVALUACION

ECONOMIA › EL MINISTRO DE ECONOMIA, AXEL KICILLOF, ASEGURO QUE RESISTIRAN LAS PRESIONES PARA UNA MAYOR DEVALUACION

"Tenemos las herramientas para hacerles frente"

En diálogo con Página/12, el funcionario analizó la suba que registró el dólar en los últimos días, el impacto sobre precios, las presiones de sectores especulativos para forzar una mayor devaluación y la decisión oficial de autorizar la compra de dólares para ahorro.

Por Tomás Lukin y
Fernando Krakowiak

Luego de su semana más difícil al frente del Ministerio de Economía, Axel Kicillof recibió ayer al mediodía a Página/12 en su casa de Villa Urquiza, junto a uno de sus dos pequeños hijos. Cuando su mujer y su otro nene llegaron de hacer las compras, se "liberó" de su rol de padre y comenzó la entrevista, donde analizó la suba que registró el dólar en los últimos días, el impacto sobre precios, las presiones de sectores especulativos para forzar una mayor devaluación y la decisión oficial de autorizar la compra de dólares para ahorro. "El tipo de cambio de 8 pesos es un nivel adecuado, pero quieren llevarnos a un dólar de 13 pesos que tendría un efecto devastador sobre la producción, el empleo y los salarios. No lo vamos a permitir", afirmó al dejar en claro que no piensan modificar los lineamientos principales de la política económica. El funcionario remarcó que los detalles y precisiones sobre el mecanismo para comprar divisas serán presentados mañana por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. De todas formas, anticipó a este diario que "la capacidad de compra estará asociada al nivel de ingreso normal de los individuos" y enfatizó que el mecanismo de validación de las operaciones será "más transparente" que el vigente cuando comenzaron las restricciones, a fines de 2011. "Habilitar la compra de dólares no quiere decir que los que más tienen y menos contribuyen a la estabilidad se harán de los dólares. El mecanismo va a beneficiar a los que menos tienen", agregó. No solo podrán hacerse de dólares los trabajadores en relación de dependencia sino que también estará habilitado el mecanismo para autónomos y monotributistas. La percepción a cuenta del pago del Impuesto a las Ganancias para las operaciones de compra para tenencia será de 20 por ciento. El Gobierno continuará analizando extender la baja del anticipo del tributo para las compras con tarjeta en el exterior y billetes para turismo donde, al menos por ahora, seguirá en un 35 por ciento.

–¿Cómo va a funcionar el mecanismo de validación para la compra de dólares?

–Ahora las personas podrán ir nuevamente a un banco y adquirir dólares. Su capacidad de compra va a estar asociada al nivel de ingreso normal que tengan. Hubo una época en la Argentina donde cualquiera podía comprar 2 millones de dólares por mes sin explicar el origen de los fondos. Ese sistema era propenso a compras injustificadas en relación con el ingreso de la persona y generaba sospechas sobre el origen de esos fondos. Por eso, la primera cuestión es limitarlo. Quien quiera acceder a la tenencia de dólares debe estar registrado en la AFIP y tener una capacidad proporcional a lo que quiere comprar. Tienen que ser trabajadores registrados, en relación de dependencia, autónomos o monotributistas.

–¿Qué criterio se va a utilizar con cada grupo de asalariados?

–El mecanismo tendrá un sesgo hacia los que menos tienen. Por sus objetivos y las circunstancias en las que se toma, la medida va a impedir que los dólares se los lleven quienes más tienen. El criterio pretende beneficiar a los de abajo. En la Argentina hay un problema cultural en relación con el dólar. No se trata únicamente de que los grandes especuladores o sectores más pudientes están jugando con la divisa, sino que culturalmente en la mentalidad argentina está insertado el deseo de la tenencia de dólares. No obedece a cuestiones económicas y menos a cuestiones recientes. Si uno observa países como Brasil, Chile y Uruguay, que devalúan fuerte, no tienen sus economías tan dolarizadas como la argentina. El dólar fue durante mucho tiempo una mala inversión en relación con los plazos fijos, los títulos y la Bolsa, pero la gente de ingresos medios y bajos tuvo una necesidad permanente de adquirir. Si la gente presiona permanentemente para tener dólares, el valor de la divisa, además de estar asociado a factores de la economía real, tiene una presión cultural correspondiente a la voluntad de tenencia masiva de dólares. Esta medida ataca esa cuestión.

–¿Qué forma va a tener ese "sesgo hacia los que menos tienen"?

–El esquema formal lo va a dar a conocer el lunes el jefe de Gabinete, para no dar lugar con anticipación a la campaña que existe contra todas las medidas del Gobierno. Como establecimos que el parámetro será el nivel habitual de ingresos, es la AFIP la que permitirá una consulta web que habilitará la compra en entidades bancarias. Con los sectores de menores ingresos se da una paradoja: buena parte de los economistas opositores afirma que en la Argentina existió un movimiento de precios implacable que los dejó al borde del precipicio. Nosotros entendemos que eso no ocurrió. Si hubiera habido una inflación desbocada, los sectores de bajos ingresos no estarían pensando en comprar dólares, ya que no llegarían a fin de mes, pero creemos que tienen un adicional para tenencia de dólares. Cuando accedan al mercado de cambios, se van a desbaratar esas mentiras que no obedecen a una desorientación de quienes las dicen. Responden a determinados intereses que permanentemente se dedican a señalar que todo está mal y va a ir peor.

–¿Cómo se implementará la reducción de 35 a 20 por ciento en la percepción a cuenta del pago del Impuesto a las Ganancias?

–La compra de dólares para tenencia pagará un anticipo del Impuesto a las Ganancias equivalente al 20 por ciento de la operación. En el caso de venta de divisas por turismo y para gastos con tarjeta en el exterior, el paso de 35 a 20 por ciento no será implementado este lunes. El turismo interno este año mejoró mucho y la gente que quiso viajar al exterior viajó. Es gente de alto poder adquisitivo, que pudo gastar dólares sin límites en el exterior a través de su tarjeta de crédito.

–Cuando se impusieron las restricciones, en 2011, la decisión de quiénes y cuánto podían comprar nunca fue clara. A ciudadanos con ingresos declarados superiores a 10 mil pesos mensuales el sistema les decía que su capacidad contributiva era insuficiente incluso para comprar cifras irrisorias. ¿Qué va a pasar ahora?

–Va a existir una regla explícita de acceso a la compra. Por la cuestión cultural y coyuntural vinculada con las expectativas, no vamos a hacer nada irresponsable que ponga en juego nuestro proyecto económico. Vamos a implementarlo con muchísima responsabilidad y haremos un monitoreo permanente. El sistema va a ser más transparente. Al dar una regla de acceso, la ansiedad cultural alrededor de si se puede o no, bajará.

–¿Para la adquisición de propiedades se analiza alguna flexibilización mayor?

–Los parámetros se establecerán sólo en base a los ingresos, pero la persona puede ir accediendo a dólares que podrán tener ese destino. Obviamente, al habilitar la compra de dólares para tenencia en forma legal se facilitarán las transacciones en una economía bimonetaria, donde hay llamativamente algunos sectores, como el de la construcción, que, pese a que todos los insumos son en pesos, tiene precios en dólares. Todo el mundo entiende la conveniencia de que eso no exista para evitar que quede pegado a la cotización del dólar, pero por ahora es una realidad.

–¿Las personas jurídicas, empresas y sociedades, van a poder comprar dólares para tenencia?

–Las sociedades pueden acceder para los motivos que son normales y razonables para sus actividades. El año pasado se utilizaron dólares para importación por 75 mil millones de dólares sin ninguna restricción. Salieron de las reservas para importación. Del mismo modo, para el pago de deuda privada y pública. También para la remisión de utilidades de empresas extranjeras.

–¿Por qué decidieron relajar las regulaciones cambiarias en este momento de intensa disputa cambiaria?

–Si algo caracterizó a los gobiernos de Néstor y Cristina es que las medidas se toman en función de las circunstancias. Algunas fueron decisiones heroicas e inesperadas. La habilitación que estamos dando nos llama a la reflexión sobre lo ocurrido entre agosto y noviembre de 2011, un momento electoral, donde la corrida cambiaria se llevó 3300 millones de dólares. Todos vivimos corridas cambiarias y bancarias. Para que lo entienda todo el mundo: ningún banco tiene en su caja fuerte todo el dinero de todos los depósitos de los ahorristas. ¿Por qué? Porque su negocio es prestarlo. Si todos los depositantes deciden ir a buscar sus depósitos, el banco quiebra. Los fenómenos económicos tienen esta magia. Son profecías autocumplidas, efectos manada que pueden no tener causa real. Entre agosto y septiembre de 2011 decían que el Gobierno iba a perder las elecciones, o que si las ganaba tomaría medidas desesperadas. Me refiero a notas de diarios y otros mecanismos de desinformación como las redes sociales, que decían que se iba a instalar un corralito o avanzar con una pesificación de depósitos. Incluso llegaron a decir que se estaban comprando aparatos de rayos X para abrir las cajas de seguridad. Es en ese momento que se decidió inhabilitar paulatinamente la compra de dólares para tenencia de particulares.

–¿Qué rol juegan los medios, economistas y especialistas del establishment en esos procesos?

–Cuando se analiza la historia de las corridas cambiarias en la Argentina, lo primero que se observa es que son provocadas por un aparato desinformativo que genera un clima donde sería aconsejable para todo el mundo ir a sacar los depósitos de los bancos y comprar dólares. Por eso, explicando un poco la historia de lo que ocurrió, se entiende más la medida que tomamos. Porque hay factores que cambiaron y otros que no. La principal cuestión es que ante esa situación de una puja importante inducida sobre las reservas se tomó la decisión de inhabilitar paulatinamente la compra de dólares. Esa medida, a fines de 2011, fue acertada porque la corrida en curso se detuvo de cuajo. La corrida venía fogoneada y consideramos que esos movimientos beneficiaban a especuladores y a los sectores más concentrados que, a su vez, empujaban a los que menos recursos tienen a buscar dólares desesperadamente, convirtiéndolos en un engranaje de esas corridas. Pusimos los controles para proteger la producción, el empleo y la distribución del ingreso.

–¿Cuál es el costo estimado que tuvieron las corridas cambiarias desde 2007?

–Esos episodios explican 62.000 millones de dólares de fuga en un contexto donde los mismos que no avisaron que venía el corralito o la pesificación de los depósitos difundían ideas descabelladas. Durante las presidenciales de 2007, solo en agosto, se fueron 1800 millones de dólares. En el lockout de 2008, otros 3200 millones. Luego de la nacionalización de las AFJP, 3900 millones. En las legislativas de 2009, cerca de 2800 millones de dólares. En el conflicto del Banco Central con Martín Redrado, unos 1700 millones de dólares. Y, con la reelección de Cristina, 3300 millones de dólares. En 2011 nos encontramos con esa situación. Después de ganar las elecciones con el 54 por ciento de los votos, siguieron alimentando ese clima. En 2011 existía un momento peculiar con mucha inestabilidad financiera y caída del comercio a nivel mundial que afectaba fuertemente la posibilidad de acceso a divisas comerciales de la Argentina. Confluían dos escenarios: una situación de incertidumbre interna fogoneada y un panorama internacional financiero y productivo difícil, con una crisis económica mundial que tiene una envergadura solo comparable con la crisis del '30.

–Pero a medida que pasó el tiempo se fueron endureciendo las restricciones y emergieron mayores tensiones cambiarias.

–Frente a las medidas de protección se gestaron nuevos mecanismos de especulación financiera. Lo hicieron al costado de las medidas precautorias y recurrieron a canales ilegales y legales muy creativos. Armaron una enorme bicicleta financiera al costado de la economía legal y formal. Crearon lo que denominamos un "Banco Central paralelo". A través de operaciones financieras sofisticadas con títulos públicos, el sector financiero, junto con los sectores económicos más concentrados, consiguió sacar y entrar dólares de la Argentina por un total de 30 mil millones de dólares desde que se implementaron las medidas hasta ahora. Los peces gordos que eludieron las restricciones hicieron sus negocios a través del contado con liquidación, una maniobra legal. Esa operación consiste en comprar con pesos títulos denominados en dólares para luego venderlos en el exterior y la operación inversa convirtiendo dólares en pesos, pero a una cotización por encima de la oficial. Lo más triste de ese negocio es que volvieron muy rentable conseguir dólares al tipo de cambio oficial y venderlos en mercados ilegales. Muchos de los que operaban en el mercado oficial empezaron a volcarse hacia estos mercados paralelos. Generaron así el peor de los mundos, una bicicleta que benefició mucho al sector financiero, pero que comenzó a distraer recursos de la economía real. El mercado ilegal que se armó es mucho más pequeño y utilizado con fines políticos. Como la diferencia entre el dólar oficial y el ilegal, llamada brecha, les sirve para hacer su negocio especulativo, la brecha fue tomada por los medios como sucedía en la época de De la Rúa con el Riesgo País. Buscan desestabilizar el Gobierno y decir que el dólar está a 13 pesos.

–¿Cuáles fueron las consecuencias de esa dinámica en la economía real?

–Algunos exportadores empezaron a guardar su mercadería para especular y presionar una devaluación. El acopio de cereales, particularmente soja, son dólares que no ingresan a las reservas por no ser exportados. Tenemos muy bien documentado que la parte declarada de la cosecha anterior no exportada alcanza a los 8 millones de toneladas, que equivalen a 4000 millones de dólares. Sabemos dónde están porque están declaradas: en silobolsas en campos, esperando. Nos llama la atención que el sector agropecuario guarde sus granos, aconsejado por esos mismos que buscan propiciar la devaluación. Pero además estimamos que más allá de lo que está declarado, probablemente existan en total 11 millones de toneladas sin vender. A eso se suma la actitud de las cerealeras, las empresas exportadoras de granos, que suspendieron créditos internacionales por aproximadamente 2500 millones de dólares. Lo cambiaron por financiamiento en pesos.

–Ese comportamiento especulativo apostaba a una devaluación del peso que consiguieron esta semana.

–Apuntaba a bastantes motivos. Algunos desinformadores se dedicaron a poner esa cotización ilegal, que ni siquiera se puede medir, permanentemente más elevada de la que nos comentaban a nosotros que se estaba vendiendo. Eran muy pocas operaciones. Cuando llegó a 13, la gente iba a vender. Si vendía es que ese 13 es artificial, pero logran imponer la idea de que está a ese valor.

–¿La devaluación de 33 por ciento en dos meses es suficiente para que el sector agropecuario liquide las divisas y se dejen de anticipar importaciones?

–Creemos que es aconsejable y conveniente que en lugar de tener actitudes especulativas hagan su trabajo y exporten. Que tomen las decisiones acertadas. Al tratarse de un fenómeno específicamente financiero vinculado con las expectativas, no hay para esos sectores una cotización que sea la adecuada. Por eso buscan marcar un dólar paralelo alto, para hacer creer que cualquier nivel del dólar es bajo y que falta un trecho de devaluación. Todos los medios y los economistas charlatanes que decían que el dólar valía 1 peso, ahora nos dicen que tiene que valer 13. Con un dólar a 13 habría un efecto devastador sobre la producción, el empleo, los salarios y no sabemos quién va a poder comprarlo después de la catástrofe. Nosotros creemos que un dólar a 8 pesos es un valor adecuado.

–¿Qué significa un "valor adecuado"?

–El Gobierno entiende que la cotización que alcanzó el dólar es una cotización de convergencia, razonable para la economía argentina. La cotización del dólar no solamente tiene que ir contra las expectativas financieras del movimiento de la moneda, sino también hay fenómenos reales como los precios, el comercio exterior, el nivel de endeudamiento que tienen que ver en una medida determinada con el valor de la divisa. Intentaron llevarla mucho más arriba de 8 pesos. Cuando el Banco Central intervino para estabilizar la cotización en el entorno de los 8 pesos, no se encontró con compradores por 5000 millones de dólares. Eran valores ficticios, fue una maniobra especulativa de desestabilización guiada por intereses muy claros, que son visibles. No queremos que nadie se engañe, ese dólar de 13 pesos no es un dólar que tenga que ver con la situación económica nacional, pero sí que nos quieren llevar a todos a creerlo. Nosotros vamos a seguir defendiendo la producción, el empleo, las importaciones, los pagos de desendeudamiento público y privados.

–¿Para qué sirve rehabilitar la posibilidad de comprar dólares para ahorro si continúa la disputa?

–No quiere decir que no vayamos a experimentar fuertes ataques especulativos. Lo van a seguir haciendo y esos ataques se responden con un Estado fuerte y una población informada. Al día de implementada la medida ya volvieron a decir que ese dólar era insuficiente, que no van a alcanzar las reservas. La campaña sigue. Por eso tenemos que explicarle bien a la gente que ese dólar que quieren poner a 13 no es sostenible. Es un dólar de la desocupación, de la timba financiera, pero no de una Argentina que sigue creciendo. Al tomar decisiones, no se deben guiar por los profetas que llevaron al país al 25 por ciento de desempleo, caída del PBI y desindustrialización durante décadas. Por eso, nos llama la atención el sector agropecuario que atendió a esos consultores, cuando al campo argentino nunca le fue peor que con la economía neoliberal, cuando comandaban los sectores financieros y más concentrados.

–¿Qué esperan que suceda con el mercado paralelo a partir de ahora?

–Una vez que se habiliten las compras para particulares en base a sus ingresos, entendemos que la gente va a tomar la mejor decisión. Con un límite por mes, pero con la posibilidad de comprar todos los meses, van a hacerlo donde corresponde. El mercado paralelo que usaron para engañar a la gente suponemos que va a mermar. Probablemente, si hay fuertes ataques especulativos, inicialmente encontraremos una pulseada para llevarse divisas. Pero no hay factores económicos que expliquen que puede haber problemas en el frente externo. El panorama económico es muy tranquilo: comercio exterior superavitario, vencimientos de deuda razonables, un presupuesto que enero arrojará un equilibrio, una política monetaria predecible y un contexto internacional que mejora. Lo que hay es una situación financiera especulativa que se traduce a las variables reales. Se puede tener la cosecha más grande de la historia, pero al mismo tiempo pueden tomar decisiones especulativas y no liquidar o pujar por importar más fuertemente. Los grandes sectores financieros y concentrados tienen mucha experiencia en la desestabilización. Pero tenemos las herramientas para hacerles frente. Cuando dicen que no tenemos plan económico, en realidad piden un ajuste del gasto público, contracción monetaria y megadevaluación. Nosotros hacemos lo contrario. Ellos tienen un manual de la baja del salario y la desocupación, nuestras medidas no son prefabricadas ni de laboratorio. Tenemos flexibilidad para ver qué es adecuado para cada momento del mundo y de la Argentina. Del otro lado actuaron creando un Banco Central paralelo y acopiando granos. Nosotros también vamos a actuar –concluyó.


Pagina/12


A cien años de la Gran Guerra

Editorial

A cien años de la Gran Guerra

A pesar del tiempo transcurrido, las explicaciones no alcanzan para consensuar una conclusión definitiva sobre las motivaciones de la contienda


Miles de artículos periodísticos y de libros se han publicado con el fin de describir las vicisitudes de lo que se conoce como la Gran Guerra, de 1914. Creemos saberlo todo, o casi todo, de aquella contienda que envolvió a 32 naciones durante cuatro años y tres meses, acabó con la vida de 9 millones de personas, dejó un número mayor de incapacitados e introdujo desde el uso de aviones para reconocimiento de posiciones enemigas, propaganda y combate hasta el empleo masivo de gases tóxicos, tanques y carros de combate.

Eran todas ellas novedades de tal dimensión en el brutal arte de la guerra, que arrancaron en la época una expresión de asombro por lo nunca antes visto: "Tres hombres con una ametralladora pueden acabar con un batallón de héroes".

El conocimiento se vuelve harto impreciso, en cambio, cuando se indaga sobre las razones profundas de aquel enfrentamiento, todavía en debate en circunstancias en que Europa se apresta al comienzo de cuatro actos conmemorativos.

¿Por qué la contienda resultó inevitable? ¿Por qué la soberbia armada, por qué la sobrevaloración de las propias capacidades, como habría de ocurrir tantas otras veces en el devenir humano, hizo inevitable esa guerra devastadora, consecuencia de un acontecimiento geopolítico de extraordinarias dimensiones históricas: la desaparición simultánea de cuatro imperios?

No alcanza con saber que dos pistoletazos disparados el 28 de junio de 1914, en Sarajevo, por Gravilo Princip, estudiante y nacionalista serbio de 22 años, contra el archiduque Francisco Fernando y su mujer, Sofía, fueron la chispa que incendió a Europa.

A fines de julio, el imperio austro-húngaro de los Habsburgo declaraba la guerra a Serbia por el asesinato del heredero al trono, y Francia, Gran Bretaña y Rusia se alineaban en defensa de Serbia, según estaba acordado en su entente cordiale .

En el fondo, perdieron como consecuencia del conflicto todos los grandes actores, salvo los Estados Unidos, que entraron en combate a fines de 1917 y emergieron un año más tarde como indiscutida primera potencia mundial. Se había preparado para la acción por lo menos desde 1915, cuando los submarinos alemanes, que hacían estragos en el Mar del Norte y el Atlántico, hundieron el RMS Lusitania, nave británica con más de mil pasajeros, la mayoría norteamericanos.

Los cuatro años de guerra borraron cuatro imperios: el alemán, el austro-húngaro, el ruso y el otomano. A su conclusión quedó reconfigurado el mapa de Europa, con el surgimiento de nuevos países, como Checoslovaquia y Yugoslavia; la reaparición, después de más de cien años de ocupación, de Polonia, y el desmembramiento territorial, en favor de países vecinos, del reino autónomo de Hungría.

La nueva cartografía de Europa respondía a uno de los famosos "Catorce puntos" presentados por el presidente Woodrow Wilson a sus aliados de Gran Bretaña, Francia e Italia, que se había incorporado a la contienda en 1915. La paz, decía Wilson, debía fundarse en la autodeterminación de las poblaciones étnicas de Europa.

Las buenas intenciones del mandatario norteamericano, consagradas en 1919 en el Tratado de Versalles, fueron puestas a prueba, y no siempre con lucimiento, en décadas posteriores. Así lo certificarían, no sólo la guerra mundial de 1939-1945, que no pudo impedirse y no debió impedirse, frente a Hitler, sino conflagraciones más recientes, como la de los Balcanes, en los años noventa.

Se modificaron muchas fronteras: Alemania perdió Alsacia-Lorena, que había arrebatado a los franceses en 1870; Posnan, parte de Prusia y la Alta Silesia, que fueron para Polonia, y se convirtió al Danzig en un corredor con carácter de ciudad libre.

Además, territorios alemanes de ultramar quedaron como mandatos bajo administración de la Liga de las Naciones, de reciente constitución, y otro tanto ocurrió a Turquía -aliada, al igual que Bulgaria, de Berlín y de Viena con los territorios que ésta dominaba en el Cercano Oriente. La influencia real en esas zonas pasó a británicos y franceses.

Unos asumieron la condición de víctimas, otros padecieron desconsuelo por expectativas frustradas.

La Italia que combatió a fin de arreglar cuentas pendientes con los Habsburgo se notificó un día de que los aliados no respaldaban la totalidad de sus reclamos soberanos.

Mussolini sacó con presteza partido del sentimiento nacional herido de los italianos. Basta leer su autobiografía, publicada en 1927, con prólogo del embajador de los Estados Unidos en Roma, para comprender de qué manera las derivaciones finales de la guerra influyeron en el surgimiento del fascismo. Y eso, a pesar de que Italia había logrado el Tirol del Sur, Trieste, Trento e Istria.

Hay razones para dudar del equilibrio emocional que asistía al káiser Guillermo II, una de cuyas excentricidades fue autorizar durante la guerra al secretario de Asuntos Exteriores, Arthur Zimmermann, a dirigir un telegrama al presidente mexicano Venustiano Carranza. Lo invitaba a recuperar, con aval alemán, los territorios que le habían arrebatado a México los Estados Unidos.

Guillermo II urgió a Alemania a obstinarse en que la marina de guerra se equiparara en fuerzas con la gran señora de los mares, la armada británica.

Historiadores modernos interpretan que tal empeño se pareció al de la alocada decisión soviética, más de medio siglo después, de no rezagarse en la carrera militar en relación con los norteamericanos, hasta que la Guerra de las Galaxias colocó a la URSS en situación de bajar los brazos, ya en todos los terrenos de la conducción hegemónica del comunismo ruso, hasta la implosión en 1989/90 del imperio que había sucedido en 1918 al de los zares.

La de 1914 fue una guerra de trincheras y fortificaciones, que estuvieron por años casi estabilizadas en una línea de 750 kilómetros de extensión, desde el Mar del Norte hasta Suiza.

Es de destacar que todavía hoy trabajan patrullas para rescatar, con riesgo de vida, los elementos inmisericordes utilizados por unos y por otros en ese campo en que afloró, en escala desmesurada, lo mejor y lo peor de la naturaleza humana.

Es testimonio de las heridas que la guerra dejó en Francia, el país con más bajas totales, algo así como el 16 por ciento de sus tropas movilizadas. Fue sobre todo por la voz del premier radical socialista, Georges Clemenceau, el más enérgico en la rendición de cuentas a los vencidos, que se impuso a Alemania el castigo "por responsabilidad absoluta" de la guerra.

Las reparaciones se terminaron de pagar hace pocos años, pero su exigencia reavivó en lo inmediato el ardor nacionalista en Alemania, hundió a la joven República de Weimar en el caos y la hiperinflación y contribuyó al ascenso del nazismo al poder.

Los imperios suelen estar ansiosos por nuevos espacios. Pero la evaluación de ese tipo de razones y de otras más, algunas insertas en la caldera de odios, recelos y amores entre los pueblos, no alcanza para consensuar, aun hoy, una conclusión definitiva sobre las motivaciones de lo sucedido.

Tanto la revolución rusa de 1917, que abandonó la guerra antes de que hubiera terminado, como el nazismo se gestaron como derivaciones de la larga contienda. He ahí en acción a Lenin, primero, y después a Stalin y Hitler, y, al observárselos, ¿puede negarse, acaso, que la psicología de los líderes no constituye por sí misma un elemento de considerable gravitación en los acontecimientos históricos?

Los horrores de 1914-1918 fueron tantos que abrieron paso a un lento y complejo proceso de afirmación de normas destinadas a poner límites a la guerra.

Con lo que no se ha podido de igual forma ha sido con la lógica del concepto de que la guerra es, por definición, un juego destinado a la aniquilación de la fuerza y los medios del enemigo. Nadie lo advirtió con mayor ironía que Bertha von Sutter, escritora austríaca y primera mujer en obtener el Premio Nobel de la Paz.

Desaparecida en 1914, semanas antes del estallido bélico, Bertha von Sutter dijo en palabras recuperadas para estas conmemoraciones: "Humanizar la guerra es como meter a alguien en aceite hirviendo y bajar la temperatura un par de grados".

No importa. El esfuerzo por bajar los decibeles constituirá siempre un imperativo moral, aun sabiéndose que la paz ha de ser en todo momento el objetivo supremo por defender.

La Nacion

Se acabaron el cash, las expectativas y el sentido común

Se acabaron el cash, las expectativas y el sentido común

Por  | LA NACION



éstor Kirchner creía que para gobernar había que tener cash y generar expectativas. A Cristina se le acabaron al mismo tiempo la plata y el futuro. La combinación entre un grave problema macroeconómico , un proyecto derrotado y sin herederos, una desembozada guerra peronista por la sucesión, un fuerte descrédito internacional y una creciente desconfianza de una sociedad enfrentada una vez más a la pesadilla del dólar y la alta inflación, forman esta "tormenta perfecta" que azota el velero kirchnerista.

Una cosa es profundizar el modelo y otra muy distinta es hundirlo. En esta extraña tarea de autodestrucción estuvieron empeñadas desde hace por lo menos tres años las sucesivas gestiones económicas de la Gran Capitana. Como reconocer errores y negligencias no les parece de buen gusto, apelan ahora al truco más viejo de todos: pérfidos poderes conspiran contra los buenos.

Esa conjura tiene dos frentes: el externo y el interno. Sigamos el razonamiento oficial: ¿el mundo le bajó el pulgar a la Argentina? Algunos ministros de Cristina bordearon estos días esa idea suicida y extrema. El argumento autoexculpatorio es muy tentador y sugiere que "los poderes concentrados" quieren castigar a una economía "emancipadora y popular". La realidad, sin embargo, parece un tanto rebelde a esas fiebres. La adulteración de las cifras oficiales, el cepo cambiario, la inflación galopante, las bravuconadas nacionalistas, las diversas prepotencias contra naciones y empresas, y una política exterior ensimismada no han mejorado mucho la marca Argentina. Esta semana, nuestro gobierno brilló por su ausencia en el Foro Mundial Económico de Davos y allí se supo que somos uno de los países peor calificados del planeta. Nueve de cada diez gerentes generales de las compañías que operan en nuestros pagos tienen mala espina sobre la marcha de sus propios negocios. Y trascendió que para la comunidad económica a los argentinos ya no nos caracteriza el buen vino ni la soja, sino nuestra baja calidad institucional. ¿Quiénes infligieron este daño tremendo? ¿Los pragmáticos inversionistas que han resuelto no invertir un dólar partido por la mitad, o la administración pública nacional que creó estas tristes condiciones?

Otra señal posible para entender cómo nos ven afuera se encuentra en el flemático estupor con que los miembros del Club de París tomaron la brusca presentación de Axel Kicillof. Este mismo gobierno tenía arreglada de palabra la cancelación de esa deuda hace más de siete años, pero a los Kirchner les encantó despilfarrar la plata y hacer bicicleta. Bajemos el asunto a tierra: imaginemos que somos el cliente de un banco que nos ha otorgado un crédito y al que le hemos colgado la galleta. Nosotros nos apersonamos, le exigimos que cambie su protocolo y le advertimos que sólo pagaremos nuestra deuda si las condiciones nos satisfacen. Una cosa es la valentía, compañeros, otra muy distinta es el caradurismo. La fría respuesta que le dedicaron a nuestra ocurrencia ha sido leída de este modo por los observadores internacionales: "Fueron por agua, les darán anchoas". La Argentina no acepta pasar, como cualquiera, por una auscultación de rutina: sería políticamente inviable después de tanto cacareo y obligaría a someter un cuerpo desquiciado y enfermo a la revisión de un severo médico clínico. ¿Por qué quiere Cristina pagarle justamente ahora al Club de París? Porque necesita dinero fresco para sus agotadas alcancías. Los expertos aseguran que es un mal cálculo, porque aunque se resolviera hoy mismo aquella deuda sempiterna, este nuevo flujo de divisas tardaría mucho en llegar. Y el tiempo apremia. El mundo no moverá un dedo para perjudicar a este país insignificante, pero tampoco nos arrojará un salvavidas. A menos que lo pidamos. ¿Pero para qué vamos a pedirlo si después de una década ganada somos un país pujante y ejemplar?

Esa insólita mezcla de soberbia con ineficiencia y doble discurso es también el signo distintivo del frente interno. Kicillof era conocido en el ámbito académico por su única especialidad: la historia del pensamiento económico. Con una devaluación del 32 por ciento del peso desde que ocupó el sillón de Hacienda se ganó un renglón en su propia antología. Las futuras generaciones de alumnos también estudiarán este "kicillazo", que para estar a tono con el discurso oficial tiene aroma setentista, no por añoranzas revolucionarias sino por el recuerdo de Celestino Rodrigo.

Confundir a quien le recomienda libros a la Presidenta y actúa como su delivery teórico con el hombre que debe manejar los fierros y salvarla de la crisis constituye un error garrafal. Es como si para realizar una operación a corazón abierto se desechara a un cardiocirujano de gran experiencia y se optara por un historiador de la medicina. El quirófano no es para cualquiera.

Cristina montó en cólera y lo vapuleó a los gritos cuando tuvo en sus manos el resultado final del jueves negro. Ella también quedará en la historia del pensamiento económico, compitiendo con Sigaut ("el que apuesta al dólar pierde") y Duhalde ("el que depositó dólares obtendrá dólares"). Su desdichada frase, "Que esperen otro gobierno quienes quieren ganar plata con una devaluación", resulta a la luz de los últimos acontecimientos una amarga ironía. Desde que implantó el cepo cambiario, hubo una devaluación del 90% en la Argentina. Y las últimas dentelladas significarán una confiscación lisa y llana de una buena parte de los salarios y jubilaciones, y un ataque al poder de compra de toda la sociedad. Hubo un festín de remarcaciones este fin de semana inolvidable.

El kirchnerismo ha fabricado incertidumbre y billetes sin respaldo. Toda la estrategia económica del Gobierno estuvo involuntariamente orientada a que la gente se refugiara en el dólar y desconfiara del peso. Para algunos economistas de la ortodoxia, una devaluación era dolorosa, pero inevitable, y aflojar el cepo era soñado. Un gobierno está en verdaderas dificultades cuando no le resulta ninguna medida. Ni una buena ni una mala, ni una de izquierda ni una de derecha. Y eso únicamente le ocurre cuando carece de un método articulado para llevar a la práctica un programa, cualquiera sea su orientación ideológica. También cuando de tanto mentir ha perdido toda credibilidad. Esa pérdida se parece un poco al descubrimiento de la infidelidad: a partir de la evidencia de una traición es muy difícil reconstruir el vínculo. Se crea en la víctima del engaño una herida narcisista y un deseo de escarmiento. Hay cosas que nunca se perdonan.

La administración kirchnerista está absolutamente desorientada, tiene mal diagnóstico y pésima comunicación, y en lugar de indagar las causas del drama busca a los culpables. Es así como esta semana la ligó el presidente de Shell: lo acusaron de haber encabezado una corrida. Veinticuatro horas después se descubrió que la compañía petrolera holandesa compró apenas un millón y medio de dólares destinado a pagar importaciones y repartir utilidades. ¿Quién autorizó esa "multimillonaria" cifra que desestabilizó la economía argentina? El Banco Central. La mala praxis alcanza incluso la invectiva paranoide: ya no son buenos ni para las operaciones sucias.

El temido accidente macroeconómico está entre nosotros. Pudo haberse evitado con algo de realismo y pericia. Y eso hace recordar que el problema político es aún mayor que el económico. Se acabaron el cash y las expectativas, pero lo más aterrador es que se terminó también el sentido común.

Controles descontrolados

Al margen de la semana

Controles descontrolados

Por  | LA NACION



Con una economía plagada de controles, trabas y permisos previos para sostener artificialmente el "modelo" y sin un plan consistente para atacar las causas de una inflación que no deja de subir, ni siquiera con una alta dosis de buena voluntad podría preverse que a partir de mañana habrá una flexibilización importante del cepo cambiario.

Más bien se trata de una medida decidida de apuro, con el objetivo cortoplacista de descomprimir parte de la demanda de dólares en el mercado paralelo y destinada a ganar tiempo hasta que ingresen las divisas de la mayor cosecha de soja. Pero que difícilmente evitará controles adicionales si el Banco Central no deja de perder reservas.

La autorización dispuesta para que los particulares puedan comprar y atesorar dólares a $ 9,60 (el dólar oficial de $8 más el recargo impositivo a cuenta, ahora retrotraído a 20%) reedita en los papeles la primera etapa del cepo cambiario, que para el gobierno de Cristina Kirchner nunca existió a pesar de su progresivo endurecimiento. Entre fines de 2011 y mediados de 2012 también estuvo teóricamente permitido comprar dólares oficiales (a una cotización que varió entre $ 4,30 y $4,50) para ahorrar o viajar, aunque sin el recargo que luego dio origen al "dólar turista". Como entonces, los montos requeridos volverán a depender de la autorización previa de la AFIP, que nunca explicitó los criterios para aprobarlos o denegarlos. Pero hay una diferencia importante. Si en aquella época los permisos de la AFIP salían a cuentagotas, cuando las reservas del BCRA orillaban los 46.000 millones de dólares, nada hace suponer que ahora sean más amplios con un stock que apenas supera los 29.000 millones. Sobre todo cuando existe una sobreabundancia de pesos que buscan en el dólar un refugio frente a la inflación y tasas de interés nominales mucho más bajas que las expectativas inflacionarias y devaluatorias, en una economía que ha vuelto a dolarizarse (con un creciente componente "en negro" que ya afecta la recaudación impositiva).

La nueva apuesta oficial es que haya más oferta de divisas de los exportadores en el mercado oficial con el nuevo escalón de $ 8 por dólar, que para el tándem Capitanich-Kicillof significaría un tipo de cambio real aceptable para atenuar al deterioro previo frente a la inflación. Una realidad que el gobierno de CFK nunca admitió públicamente, mientras acusaba a quienes se quejaban de pertenecer al "club de los devaluadores", al que bien podría asociarse la Presidenta. De hecho, el dólar oficial acumuló una abrupta suba nominal de 62% en los últimos doce meses (cotizaba a $4,94 a mediados de enero de 2013), de la cual más de la mitad (32%) se produjo durante los dos meses transcurridos desde el cambio de gabinete y, dentro de este período, 17% corresponde a las últimas dos jornadas de corrida cambiaria.

Pero aquella apuesta no es segura por varias razones. Una de ellas es que se mantiene la incertidumbre cambiaria creada por el zigzagueante mecanismo de prueba y error aplicado por el equipo económico en los últimos meses, incluso a contramano del discurso oficial. Sin ir más lejos, la suba de 20% a 35% del recargo impositivo para el "dólar turista" y el "dólar tarjeta" (desaconsejada en su momento por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray) rigió durante sólo 50 días y ahora queda sin efecto.

Otra, porque el shock cambiario de los últimos días reveló que los controles oficiales pueden descontrolarse ante cualquier atisbo de flexibilización. Bastó que el BCRA dejara por un día (el miércoles 22) de vender dólares en el mercado oficial, para demostrar que la demanda de divisas -pese a todas las restricciones- supera largamente a la oferta. Ese efímero ensayo de flotación "limpia" hizo que en una sola jornada el peso sufriera la mayor devaluación diaria (3,4%) en 12 años y le permitió a Jorge Capitanich esgrimir el insólito argumento de que fue provocada "por el mercado y no por el Estado", como si las acciones u omisiones del BCRA le fueran ajenas. Pero también ese relato duró poco, porque al día siguiente el BCRA retomó su posición vendedora, a costa de seguir perdiendo reservas y sin impedir que el dólar oficial trepara otro 12% y la brecha con el paralelo se ampliara a 62%.

También otra incógnita es qué ocurrirá con la estrategia de minidevaluaciones en el mercado oficial, que hasta ahora contribuyó al drenaje de reservas (ya que apura los pagos de importaciones o deudas y demora las liquidaciones de divisas) y últimamente fue poco eficaz para acortar la brecha cambiaria, pese a medidas intervencionistas como la masiva venta de bonos dolarizados y la rehabilitación del "dólar bolsa" para aquietar al mercado paralelo.

Por último y no menos importante es que la aceleración del ritmo devaluatorio tampoco permitió una significativa recuperación del tipo de cambio real, al realimentar las presiones inflacionarias. Si se considera un período más amplio que el de los últimos cinco o seis meses, trajo más costos que beneficios en términos de mejorar la competitividad de la economía. Un cálculo del Estudio Broda (con base 100 en diciembre de 2001) revela que a la cotización de $ 8, el tipo de cambio real bilateral frente al dólar supera en 23% al del último mes de la convertibilidad y se ubica en el mismo nivel de agosto de 2010.

La contrapartida de la escalada del dólar es que muchas empresas pasaron a calcular sus precios al mayor costo de reposición, en algunos casos suspendieron ventas o eliminaron plazos de pago a la espera de que el panorama aclare. Todo un problema para la AFIP, que además de autorizar las compras de dólares a particulares, también pasará a controlar la facturación diaria de las cadenas de supermercados para prevenir prematuros desvíos en la canasta de "precios cuidados", pese a que se la presentó como un acuerdo con el Gobierno. Pero en los sectores no controlados, se advierte una creciente distorsión de precios relativos: por caso, un miniencendedor descartable cuesta en quioscos del centro porteño más caro que un atado de 20 cigarrillos.

Desde una perspectiva más amplia, el economista Nadin Argañaraz sostiene que el problema cambiario es la punta de un iceberg y que, debajo del agua, primero aparece el problema inflacionario y más abajo el desequilibrio fiscal, que se financia emitiendo pesos ($ 94.000 millones en 2013, de los cuales 40.000 millones correspondieron a diciembre) mientras se paga deuda pública con reservas.

Este esquema no se ha modificado. Incluso, cuando CFK reapareció públicamente para anunciar el justificado pero tardío subsidio de $ 600 mensuales a jóvenes que no trabajan ni estudian (que implica un costo fiscal cercano a 7000 millones anuales), tampoco precisó el recorte de otros gastos no prioritarios para compensarlo.

Para colmo, mientras media docena de presidentes latinoamericanos aprovechó en estos días la vidriera internacional del foro de Davos para hacer marketing y buscar inversiones, Cristina Kirchner optó por preparar sus valijas para viajar a Cuba y luego a Venezuela.

Se triplicó el número de familias argentinas que quieren vivir en Uruguay

Se triplicó el número de familias argentinas que quieren vivir en Uruguay

Las residencias otorgadas representaron casi 28 por ciento del total de autorizaciones en 2013; el crecimiento es del 257 por ciento en un año

Por   | Corresponsal en Uruguay

PUNTA DEL ESTE. Mientras el turismo argentino sufre alguna baja debido a las restricciones del gobierno de Cristina Fernández de los últimos tiempos, la cantidad de familias de Argentina que se han mudado al Uruguay para vivir en este país, se ha triplicado en 2013.

Según un informe publicado este domingo por el diario "El País", durante "2013, el Estado otorgó 1.645 residencias definitivas a ciudadanos argentinos, mientras esta cifra fue de 461 en 2012". Esto supone en el año un crecimiento de 257%.

Además, el número total de residencias otorgadas también presentó un pico considerable. Mientras en 2012 se habían concedido 2.426, en 2013 fueron 5.885, que se traduce también en un crecimiento incluso mayor al que se produjo tras la aplicación de la Ley de Migración de 2008.

Las residencias otorgadas a los argentinos representaron casi 28% del total de autorizaciones en 2013, mientras que el año anterior habían tenido un peso de 19%.

La cantidad de argentinos que tramitaba la residencia en Uruguay venía decayendo desde el pico de 2008, pero ahora tuvo este salto, de acuerdo a los datos recogidos por "El País" en la Dirección Nacional de Migración. Operadores inmobiliarios sostienen que "creció la residencia permanente de argentinos en Punta del Este, pero también en Colonia y, en menor medida, en Montevideo".

Aunque en menor magnitud, también los datos muestran un aumento de residencias a personas de otros países sudamericanos (Paraguay, Bolivia y Ecuador), lo que para el politólogo Martín Koolhaas -especializado en Migraciones- "este fenómeno se puede explicar, por ejemplo, con la presencia de trabajadoras domésticas de estas nacionalidades".

En Uruguay rige la Ley de Migraciones de 2008, que reconoce a los extranjeros la "igualdad de derechos con los uruguayos, sin distinción alguna, por motivos de sexo, raza, color, idioma, religión o convicción, opinión política, origen nacional, étnico o social, nacionalidad, edad, situación económica, patrimonio, estado civil, nacimiento o cualquier otra condición".

Los residentes pueden ser permanentes -cuando ingresan al país con ánimo de establecerse indefinidamente- y temporarios, que pueden ser, por ejemplo, estudiantes que se quedarán por un lapso de tiempo estipulado.

El extranjero que quiera obtener la residencia permanente en Uruguay debe concurrir a la Dirección Nacional de Migración con el certificado de antecedentes penales, probar medios de vida, y tener certificado de salud, que es una exigencia para trabajar. El Ministerio del Interior puede cancelar la residencia de los inmigrantes



Axel Kicillof: "La medida va a impedir que los dólares se los lleven quienes más tienen

Axel Kicillof: "La medida va a impedir que los dólares se los lleven quienes más tienen"

El ministro de Economía adelantó en una entrevista que "la capacidad de compra estará asociada a los ingresos" y aseguró que "el mecanismo será más transparente"; "Quieren llevarnos a un dólar de 13 pesos y no lo vamos a permitir", insistió


Con toda la expectativa puesta en los anuncios que mañana hará el Gobierno sobre el levantamiento parcial del cepo para la compra de dólares para el atesoramiento, el ministro de Economía Axel Kicillof adelantó que "quien quiera acceder a la divisa debe estar registrado en la AFIP y tener una capacidad proporcional a lo que quiere comprar".

En tanto, dio marcha atrás con una de las medidas que se había comunicado el viernes: por ahora, se seguirá gravando el 35% sobre las compras con tarjeta en el exterior y no se retrocederá al 20%, como se había informado.

En una entrevista al diario Página 12 , Kicillof aseguró que "la capacidad de compra estará asociada al nivel de ingreso normal de los individuos" y dijo que el mecanismo de validación de las operaciones será "más transparente" que cuando comenzaron las restricciones, dos años atrás. Y afirmó: "La medida va a impedir que los dólares se los lleven quienes más tienen".

"Beneficiar a los de abajo"

A pesar de afirmar que la habilitación por parte de la AFIP tendrá en cuenta el nivel de ingresos, ante la pregunta sobre quiénes van a poder acceder a la divisa extranjera, el ministro aseguró que "el mecanismo tendrá un sesgo hacia los que menos tienen". Y enfatizó: "El criterio pretende beneficiar a los de abajo".

Aunque no dio detalles sobre cómo será el método, señaló que "el esquema formal lo va a dar a conocer el lunes el jefe de Gabinete [Jorge Capitanich]".

El ministro informó que, por ahora, no se implementará la reducción del 35% a 20% del impuesto a la compra de dólares en el exterior. "En el caso de venta de divisas por turismo y para gastos con tarjeta en el exterior, el paso de 35 a 20 por ciento no será implementado este lunes", dijo.

"Valor adecuado"

Kicillof criticó nuevamente a algunos economistas y consideró que no hay un problema de precios que deje al país "al borde del precipicio". "Si hubiera habido una inflación desbocada, los sectores de bajos ingresos no estarían pensando en comprar dólares, ya que no llegarían a fin de mes, pero creemos que tienen un adicional para tenencia de dólares".

Sobre la cotización del dólar, que el viernes cerró a $8 en el mercado oficial y en el paralelo a $11,70, Kicillof dijo que el Gobierno considera que ese es el "valor adecuado". "El Gobierno entiende que la cotización que alcanzó el dólar es una cotización de convergencia, razonable para la economía argentina", dijo el economista.

Y agregó: "El tipo de cambio de 8 pesos es un nivel adecuado, pero quieren llevarnos a un dólar de 13 pesos que tendría un efecto devastador sobre la producción, el empleo y los salarios. No lo vamos a permitir".

Además, el ministro aventuró que la habilitación de compra de dólares en el mercado formal, aunque sea restringida, va a relajar la presión sobre el dólar blue. "Una vez que se habiliten las compras para particulares en base a sus ingresos, entendemos que la gente va a tomar la mejor decisión. Con un límite por mes, pero con la posibilidad de comprar todos los meses, van a hacerlo donde corresponde", consideró.

La Nacion

Alfonso Prat Gay: "Estamos en manos de gente que no entiende nada de lo que está haciendo"

Alfonso Prat Gay: "Estamos en manos de gente que no entiende nada de lo que está haciendo"

Así se refirió el ex titular del Banco Central ante las decisiones del Gobierno frente al dólar y las contradicciones del ministro de Economía


El ex titular del Banco Central y dirigente de UNEN, Alfonso Prat Gay, lanzó nuevas críticas a las decisiones del ministro de Economía, Axel Kicillof, por las medidas anunciadas sobre la adquisición de dólares, que supone un levantamiento, al menos parcial, del cepo.

El dirigente de UNEN responsabilizó a la presidenta, Cristina Kirchner, por la inestabilidad económica, y culpó al titular del Palacio de Hacienda de "profundizar el problema". También criticó las declaraciones del ministro de Economía acerca de la reducción del impuesto al turismo en una entrevista publicada por el diario Página 12 .

En diálogo con Radio Mitre , Prat Gay dijo que "el Gobierno trata de hacer correcciones -económicas- de forma desordenada, sin un programa detrás".

"Ya no se la creen ni ellos mismos. Hacen una conferencia de prensa el jefe de Gabinete -Jorge Capitanich- y el ministro de Economía -Axel Kicillof- para anunciar medidas y luego, durante el fin de semana, Kicillof le dice a un medio oficial que en realidad no van a aplicar lo que anunciaron 48 horas antes. Es exasperante", declaró el dirigente.

Prat Gay, que en días atrás había manifestado que el ministro de Economía "hace un año y medio que se equivoca" , sumó hoy que "estamos en manos de gente que no entiende nada de lo que está haciendo, ya ni siquiera se puede confiar en las medidas que anuncian".

El ex titular del Banco Central se preguntó también: "¿A cuál Kicillof le creemos? ¿Al Kicillof que estaba con cara de piedra al lado de Capitanich cuando anunciaron las medidas o al Kicillof de ojotas que le dice a un periodista amigo que va a hacer exactamente lo contrario?".

"Por supuesto que el problema es Cristina, no Kicillof. Pero Kicillof está profundizando el problema, no el modelo", aseguró Prat Gay refiriéndose a "las decisiones que el Gobierno toma minuto a minuto".

Por último, Prat Gay destacó "la falta de credibilidad del Gobierno, que se está extendiendo. Hicieron un anuncio y recién ahora se dan cuenta de la dimensión de lo que anunciaron", y concluyó que el escenario sólo tiene dos opciones, "si las cosas salen bien e implementan las medidas anunciadas pierden muchas reservas, pero baja el -dólar- paralelo. Si las cosas salen mal, pierden aún muchas más reservas y se dispara el -dólar- paralelo".

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Dura respuesta de Shell al Gobierno: "Vamos a demostrarle a Axel Kicillof que está equivocado"

Dura respuesta de Shell al Gobierno: "Vamos a demostrarle a Axel Kicillof que está equivocado"

Luego de que el ministro de Economía lo acusara de alentar una corrida, Juan José Aranguren dijo que el Banco Central estaba al tanto de la operación; "No nos vamos a callar", aseguró


El presidente de Shell, Juan José Aranguren, aseguró que le enviará una carta al ministro de Economía, Axel Kicillof, quien lo había acusado de fomentar la suba del dólar oficial por arriba de los $ 8, para "demostrale que está equivocado". "No nos vamos a callar, aunque nos asusten", afirmó el jefe de la petrolera, durante una entrevista con el diario Perfil.

Según el Gobierno, la petrolera Shell pidió el jueves pasado a "un grupo de bancos extranjeros comprar el dólar arriba de 8 pesos, cuando el billete claramente estaba por debajo de ese valor".

"Eso es totalmente falso. Participamos del Mercado Unico y Libre de Cambio desde el martes al viernes", dijo Aranguren. Y agregó: "El martes concretamos exportaciones por 14,7 millones de dólares e importaciones por 11,3 millones, con un saldo a favor de 3,4 millones de dólares, que liquidamos en el mercado a 6,885 pesos, por debajo del cierre diario. El miércoles precisamos adquirir 1,6 millones de dólares, que conseguimos a 6,896 pesos, es decir, 25 centavos menos que el cierre del día".

El presidente de Shell advirtió que el Banco Central "estaba al tanto" de la operación: "El Central estaba al tanto desde hace una semana de las compras de dólares que iba a realizar Shell para atender sus importaciones y exportación de combustibles", apuntó el empresario.

Según Aranguren, Shell "realizó el jueves exportaciones por 3 millones de dólares e importó productos por 3,561 millones. "Además, liquidamos dividendos por 1 millón de dólares, por lo que debimos comprar dólares para cubrir la diferencia", indicó.

"La única oferta que tuvimos fue del HSBC, por 8,70 pesos. Hasta ese momento, el BCRA no había intervenido. Luego, inyectó divisas y el tipo de cambio cerró más barato", explicó el jefe de la petrolera.

"Nos gustaría que el ministro nos explique cómo conseguir dólares más baratos, pero lo cierto es que de cuatro días de la semana, en tres terminamos operando por debajo de la media diaria del tipo de cambio", acotó.

Además, Aranguren aclaró que "todas las operaciones financieras de Shell en la región están a cargo de una oficina ubicada en Río de Janeiro". "Nosotros, desde Buenos Aires, no tenemos incidencia", afirmó.

El impacto de la devaluación

Consultado sobre el impacto que tendrá la devaluación sobre la petrolera, Aranguren dijo que "en los últimos tiempos el tipo de cambio se convirtió en el elemento de costo más importante del sector de refinación"."Como el precio del petróleo se expresa en dólares, la devaluación de la moneda termina afectando la rentabilidad de las empresas porque incrementa los costos", señaló.

Y añadió: "Entonces, qué sentido tendría para nosotros incentivar la desvalorización del tipo de cambio si eso va a redundar en una pérdida de rentabilidad".

La Nacion

Las contradicciones de Axel Kicillof sobre las nuevas medidas para el cepo cambiario

Las contradicciones de Axel Kicillof sobre las nuevas medidas para el cepo cambiario

La retención del impuesto a las Ganancias se redujo al 20% "para turismo y para compras en el extranjero", había dicho el ministro el viernes pasado; hoy dio marcha atrás


La incertidumbre que sobrevuela en todas las charlas sobre la economía del país, principalmente sobre la devaluación de la semana que pasó y el cepo cambiario, incluye también al propio ministro de Economía, Axel Kicillof.

El viernes pasado, después de acompañar al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en el anuncio sobre la reducción de las restricciones para acceder a los dólares, Kicillof dio algunos detalles de las nuevas medidas en un diálogo con Víctor Hugo Morales en Radio Continental.

Allí, el ministro dijo que la retención de impuesto a las Ganancias bajará del 35% al 20% cuando las personas físicas quieran comprar dólares para ahorrar y que esa misma reducción se aplicaría en el uso de la tarjeta de crédito en el exterior. Hoy, apenas dos días después, el diario oficialista Página/12 publicó una entrevista en la que Kicillof da marcha atrás y asegura que sólo bajará esa tasa para la compra de dólares para atesoramiento.

Axel Kicillof: 24/1 en Radio Continental

AK: El anuncio que se hizo tiene que ver con la cuestión de la compra de dólares para tenencia de personas físicas. Lo que se ha decidido fue autorizarla en concordancia con el flujo de ingresos declarados y al mismo tiempo disminuir el anticipo del impuesto a las Ganancias del 35 al 20 por ciento.

VHM: ¿Cómo funciona en las tarjetas de crédito para quienes están de viaje en este momento?

AK: Esto es lo mismo. Esto es un tope del 20% para el anticipo de Ganancias.

VHM: Esto funciona para el que vaya a viajar ahora. El que está de viaje en estos momentos, ¿las compras que hace son con el 20 o con el 35?

AK: Lo mismo, con el 20. Se redujo para turismo y se redujo para compras en el extranjero.

VHM: La reducción es a partir del lunes. Es decir, lo que se compra este fin de semana todavía es con el 35.

AK: Y, hay que instrumentarla también. Hay que instrumentarla a través de un sistema que va a ser más amplio.

Axel Kicillof: 26/1 en Página/12

"La compra de dólares para tenencia pagará un anticipo del Impuesto a las Ganancias equivalente al 20 por ciento de la operación. En el caso de venta de divisas por turismo y para gastos con tarjeta en el exterior, el paso de 35 a 20 por ciento no será implementado este lunes. El turismo interno este año mejoró mucho y la gente que quiso viajar al exterior viajó. Es gente de alto poder adquisitivo, que pudo gastar dólares sin límites en el exterior a través de su tarjeta de crédito", afirmó Kicillof, durante una entrevista con el diario Página 12.

La Nacion

Vuelta atrás del Gobierno: no bajará del 35% al 20% la retención para compras en el exterior

Vuelta atrás del Gobierno: no bajará del 35% al 20% la retención para compras en el exterior

El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró que la reducción "no será implementada este lunes" para consumos con tarjeta de crédito en el exterior y turismo; el 20% sólo regirá para aquellos que compren divisas para "atesoramiento"


El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró que mañana -cuando se implemente la flexibilización del cepo cambiario- no se aplicará la reducción del 35 al 20% al recargo que tienen los consumos en dólares con tarjeta de crédito y las compras de divisas para el turismo. Es decir, la retención del 20% será aplicada sólo en aquellas personas que compren divisas para atesoramiento.

"La compra de dólares para tenencia pagará un anticipo del Impuesto a las Ganancias equivalente al 20 por ciento de la operación. En el caso de venta de divisas por turismo y para gastos con tarjeta en el exterior, el paso de 35 a 20 por ciento no será implementado este lunes. El turismo interno este año mejoró mucho y la gente que quiso viajar al exterior viajó. Es gente de alto poder adquisitivo, que pudo gastar dólares sin límites en el exterior a través de su tarjeta de crédito", afirmó Kicillof, durante una entrevista con el diario Página 12.

Anteayer, cuando se anunció la flexibilización del cepo cambiario, el Ministerio de Economía había confirmado que la reducción del 35% al 20% también sería aplicada a los consumos en dólares con tarjeta de crédito y las compras de divisas para el turismo. Sin embargo, el titular del Palacio de Hacienda dio marcha atrás y advirtió que el Gobierno continuará analizando esa medida.

Video: Capitanich: "Autorizamos la compra de dólares" (C5N)

Luego de que el Banco Central (BCRA) convalidara una devaluación de 12%, la más alta desde que el país abandonó la convertibilidad, el Gobierno anunció el viernes pasado un levantamiento parcial del polémico cepo cambiario. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y Kicillof fueron los encargados de comunicar la medida. "El Gobierno considera que el precio de la divisa ha alcanzado un nivel de convergencia aceptable para los objetivos de la política económica", justificó Capitanich.

A partir de mañana, aquellas personas físicas que quieran comprar dólares deberán pedir la autorización de la AFIP. Si logran el visto bueno, deberán pagar el tipo de cambio oficial (el viernes cerró a $ 8,02) más el 20% en concepto de retención por el impuesto a las ganancias.

Según se informó de manera oficial, la AFIP deberá autorizar todas las compras para atesoramiento "en función de la capacidad contributiva" del individuo. El organismo recaudador, que preside Ricardo Echegaray, ya anticipó que no transparentará los criterios que usará para habilitar o no a un contribuyente a comprar dólares.

Durante la entevista con Página 12, Kicillof aseguró que "la capacidad de compra [de dólares] va a estar asociada al nivel de ingreso" del individuo y advirtió que "el mecanismo será más transparente". "El criterio pretende beneficiar a los de abajo", señaló.

El funcionario agregó que Capitanich dará a conocer mañana "el esquema formal" de la medida

La Nacion

La destrucción de nuestra moneda

Editorial I

La destrucción de nuestra moneda

Hoy basta con comprobar el pobre valor adquisitivo del billete de $ 100 para comprender el deterioro provocado por el descontrol fiscal y monetario en el país


No hace falta ser economista para comprender que el Gobierno ha destruido nuestra moneda nacional. Los profesionales de la economía, con toda razón, pueden hacer énfasis en la inutilidad del peso para preservar el ahorro de las familias. Pueden contarnos que el exceso de emisión ha elevado la tasa de inflación por encima ya del 30 por ciento. Y pueden explicar al público general que, en esas condiciones, es muy difícil que la economía pueda crecer, generar empleo y proveer de bienestar a la población. Sin embargo, no hace falta ser un profesional para comprender el problema. Alcanza con observar nuestro billete de máxima denominación, el de cien pesos, para comprender hasta dónde ha llegado el deterioro provocado por el descontrol fiscal y monetario de nuestro país.

En América latina, l a Argentina sólo es superada por Venezuela en cuanto a pobreza de la capacidad de compra de su billete de máxima denominación. En Venezuela, tal billete es el de 100 Bolívares Fuertes que, al tipo de cambio paralelo de ese país, cotiza a apenas un dólar con cuarenta centavos. Debemos sentirnos afortunados: en la Argentina, nuestro billete de máximo valor, el de 100 pesos, alcanza para obtener unos US$ 8. Y, a partir de allí, en Paraguay el valor equivale a US$ 22; en Colombia, a US$ 25; en Bolivia, a US$ 29; en Chile, a US$ 36, y en Perú, México y Uruguay, los valores van desde los US$ 70 hasta los US$ 90. Para que el valor de nuestra moneda se asemejase a los US$ 25 de equivalencia a otras monedas de la región deberíamos retrotraernos hasta 2011, ya que, luego de implantado el cepo cambiario, se aceleró el derrumbe del valor de nuestro signo monetario.

Tener un billete de máxima denominación con un poder adquisitivo tan bajo envuelve varios problemas. Cada operación en efectivo implica el transporte de una cantidad extravagante de billetes, lo cual torna engorrosas y peligrosas por la inseguridad creciente las operaciones cotidianas. Especialmente, para los ciudadanos comunes que suelen contar los billetes en vez de pesarlos, práctica habitual entre algunos amigos del poder de la que hemos tomado conocimiento recientemente. También, el abastecimiento de efectivo por parte de los cajeros automáticos se vuelve dificultoso. Debido a que tienen una capacidad limitada de almacenar billetes, su baja denominación provoca una escasa capacidad de abastecimiento para la población en términos del dinero que ésta necesita extraer. Si los precios suben a un ritmo de 30% anual y los billetes de máxima denominación se mantienen sin cambios, la capacidad de cada cajero en términos de la cantidad de bienes y servicios que se negocian en la economía disminuye también a un ritmo de 30 por ciento.

Al bajar la capacidad de compra de los billetes de máxima denominación, el uso eficiente de los cajeros, de los tesoros de los bancos y de las propias billeteras provoca el desplazamiento hacia el uso único del billete de mayor poder de compra. Así, se verifica la extraña paradoja de que, aun cuando nuestro billete de 100 pesos equivale a sólo 8 dólares, es difícil conseguir cambio para éstos cuando se efectúan operaciones tan sencillas como comprar en un quiosco o tomar un taxi.

Como con la falsificación de los índices de precios, nuestras autoridades piensan que, ocultando el problema, éste desaparece. Consideran probablemente que evitando poner en circulación billetes de 200, 500 o 1000 pesos es más fácil sostener la política de negación de la inflación. Como hemos visto recientemente con los violentos movimientos del dólar contra el peso en el mercado local, negar los problemas no conduce a nada. Y, así como el ocultamiento de la inflación terminó por derrumbar el valor de nuestra moneda, la no actualización del valor de nuestros billetes sólo contribuye a volver más tortuosa la vida cotidiana de nuestros sufridos ciudadanos.

Todas estas marchas y contramarchas como los vagos anuncios de ayer sólo acrecientan la incertidumbre y reflejan con lamentable contundencia el grado de mala praxis en materia económica ejercido por nuestras autoridades.

La Nacion

Cristóbal López compró el Casino de Tigre por $108 millones


Cristóbal López compró el Casino de Tigre por $108 millones

La operación, que fue cerrada el jueves, es por la mitad del Trilenium; el empresario cercano al kirchnerismo pone un pie en el distrito manejado por Sergio Massa


ristóbal López tendrá una nueva sala de juegos. El empresario cercano al kirchnerismo compró el jueves la mitad del Casino Trilenium con el Hipódromo de Palermo como socio. La operación fue concretada por la sociedad Casino Club, que pagó más de $108 millones por las salas ubicadas en Tigre.

Cristóbal López, dueño de petroleras, medios de comunicación y empresas agropecuarias, también tiene experiencia en la industria del juego. Es dueño de bingos y distintas salas, motivo por el cual fue apodado "el zar del juego".

Durante esta semana, su nombre estuvo vinculado al proyecto AFA TV y a la creación de un supuesto sistema de apuestas deportivas para financiar al fútbol, que sus empresas habrían ofrecido tanto en la Casa Rosada como en las oficinas de la Asociación del Fútbol Argentino.

El Casino Trilenium fue históricamente propiedad de Santiago Soldati. El resto de la propiedad del casino continúa en manos de la empresa Boldt, informó el diario Clarín en su edición de hoy.

Con esta nueva compra, López desembarca en la provincia de Buenos Aires donde ya tiene dos bingos y pone su primer pie en la tierra de Sergio Massa, líder del Frente Renovador


La Nacion

La confesión de Michel Platini: "No fue fácil jugar el Mundial de Argentina 1978 por lo político"

La confesión de Michel Platini: "No fue fácil jugar el Mundial de Argentina 1978 por lo político"

El francés contó que para él fue la Copa del Mundo más difícil; luego, disputó España 1982 y México 1986


NYON, Suiza (Reuters).- El ex futbolista francés Michel Platini dijo que disputar un Mundial en medio de los problemas políticos de la Argentina fue mucho más difícil que el agobiante calor de España o la altitud de México.

El francés jugó en tres torneos consecutivos entre 1978 y 1986 y dijo que su primer Mundial se destacaba como el más complicado.

"El más difícil fue el de 1978 porque, políticamente, no fue fácil ir y jugar en Argentina", dijo el presidente de la UEFA a periodistas. "Había mucha presión de la inteligencia francesa y mucha gente no quería que fuéramos a jugar", agregó.

El Francia vs. Hungría, con la camiseta de Kimberley

Al igual que en muchos países, existía en Francia una presión para boicotear el Mundial en protesta contra el Gobierno militar. "Fue el Mundial más complicado, tenía apenas 20 años en ese momento y no sabía qué responderle a los periodistas", dijo Platini.

En el Mundial 1978, Francia estaba en el Grupo de la Argentina y quedó eliminado en primera rueda; ante la selección perdió 2 a 1 en la cancha de River

También recordó que Francia y Hungría llegaron para su último partido del grupo en Mar del Plata vistiendo camisetas blancas y que el encuentro debió retrasarse por una hora mientras buscaban alternativas. Al final Francia pidió prestadas camisetas a Kimberley.

Platini lideró luego a Francia en el Mundial de 1982 en España y en México 1986, torneos en los que los galos perdieron contra Alemania Occidental en las semifinales.

"En México, jugamos al mediodía, con 30 grados y a una altura de 2.800 metros, pero estábamos tan felices de estar en el Mundial que le restamos importancia", comentó.

Platini dijo que no piensa que las altas temperaturas sean un problema para los equipos del Mundial de este año en Brasil, donde varios partidos se jugarán al mediodía en sedes con temperaturas tropicales.

http://canchallena.lanacion.com.ar

A Leonardo Fariña le subastarán un auto de alta gama por evasión fiscal agravada

A Leonardo Fariña le subastarán un auto de alta gama por evasión fiscal agravada

La AFIP realizó una denuncia contra el empresario por una deuda millonaria y le embargaron el vehículo; el Audi será tomado como pago a cuenta


No fue una buena semana para él. Leonardo Fariña, uno de los investigados por presunto lavado de activos que involucra al empresario Lázaro Báez, se quedará sin su automóvil Audi TT Coupe 1.8T FSI, valuado en 400 mil pesos. Por una deuda millonaria con la AFIP, será rematado en una subasta pública ese vehículo, que se tomará como pago a cuenta de ese incumplimiento con el fisco. Se trata de "evasión fiscal agravada" porque la Justicia consideró que hubo intencionalidad para no cumplir con los impuestos.

El domingo pasado había sido demorado por la Policía en Pinamar durante un operativo de control vehicular; los efectivos detectaron que se movilizaba en un automóvil Audi TT gris plata (patente IOP-040), del cual no pudieron corroborar su procedencia legal.

El auto de alta gama será trasladado de Pinamar a La Plata para ser subastado. El dinero será destinado para saldar parte de esa deuda. El juez que actuó es Adolfo Gabino Ziulo, a cargo del Juzgado Federal N°2 de La Plata, de la Secretaría de Ejecuciones Fiscales. La pena que prevé la evasión fiscal agravada es de entre tres años y seis meses a nueve años de prisión.

Además de la denuncia de la AFIP, por el Audi TT debe 16 mil pesos de Impuesto Automotor, mientras que en los registros también aparece una camioneta BMW X6 por la que está en juicio con la Provincia de Buenos Aires y por la que registra una deuda de 60 mil pesos.

Fariña también fue protagonista de un operativo que realizó la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) en la zona de Pinamar Norte donde encontraron más de 100 casas de lujo declaradas como baldío. En una de ellas, el empresario pasaba sus días de vacaciones con su novia, la modelo Macarena Pérez.

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La AFIP oficializará el lunes la nueva reglamentación para comprar dólares

La AFIP oficializará el lunes la nueva reglamentación para comprar dólares

Se calculará la "capacidad contributiva" de cada persona para determinar cuántas divisas puede comprar; la metodología de cálculo para cada caso particular no sería pública

Por   | LA NACION



La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) recién el lunes dará a conocer formalmente todas las reglamentaciones para que sujetos físicos vuelvan a poder comprar divisas para viajes y atesoramiento. Este viernes por la tarde, los técnicos diseñaban los cambios en la normativa, según informó una fuente del organismo recaudador.

El acceso a la compra formal de dólares estará limitado por la "capacidad contributiva" de cada demandante, aunque -de acuerdo a las primeras previsiones- el metodología de cálculo del algoritmo no será pública. Esto le otorgará al Gobierno la capacidad de determinar discrecionalmente cuántas divisas puede comprar cada persona.

El mismo mecanismo de permisos con base sobre la capacidad contributiva regía hasta antes del 22 de julio de 2012, cuando el Banco Central prohibió la compra de dólares para atesoramiento. Ahora, la autoridad monetaria también trabaja en la normativa de adecuación.

Por otra parte, las compras con tarjeta de débito y crédito en el exterior, pasajes y paquetes aéreos a otros países y compras en sitios web internacionales bajará del 35% al 20% . Pero este cambio entrará recién entrará en vigencia una vez que la AFIP publique la resolución general correspondiente con la reglamentación.

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Ex presidente del Banco Central: "No abrieron el cepo, el Gobierno quiere un shock de mercado"

Ex presidente del Banco Central: "No abrieron el cepo, el Gobierno quiere un shock de mercado"

Aldo Pignanelli aseguró que, "como está el mercado, es imposible que liberen el cepo porque la demanda de dólares supera ampliamente a la oferta"


El economista y ex titular del Banco Central Aldo Pignanelli advirtió hoy que "no se abrió el cepo" cambiario y aseguró que el gobierno intenta producir un "shock en el mercado" con la autorización a personas físicas para comprar dólares para atesoramiento.

"De acuerdo a como está el mercado, es imposible que el gobierno o el Banco Central libere el cepo cambiario porque hoy la demanda de dólares supera ampliamente la oferta y las reservas están caídas", manifestó.

En declaraciones al canal Todo Noticias (TN), el economista afirmó que por "la desazón de las últimas 48 horas" el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, "han querido producir un shock en el mercado para generar un poco más de confianza".

El Gobierno anunció que a partir del lunes se volverá a autorizar a las personas físicas la compra de dólares para la tenencia y que se reducirá del 35 al 20 por ciento el recargo para la compra de divisas.

"No es que se abrió el cepo, se autoriza a las personas físicas con número de CUIT a comprar dólares para ahorrar", remarcó Pignanelli y agregó que "no se levantó el cepo para las empresas".

En tanto, aclaró que "si me preguntan cuál es hoy un precio de referencia del dólar es 9 (pesos)" y alertó que "una cosa es el anuncio y otra cosa es la realidad".

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La Tablada: una operación de inteligencia que no hizo honor a su nombre

Jueves 23 de enero, 2014

La Tablada: una operación de inteligencia que no hizo honor a su nombre



El asalto al Regimiento 3 de Infantería de La Tablada, perpetrado el 23 de enero de 1989, hace exactamente veinticinco años, en plena campaña proselitista para las elecciones presidenciales convocadas para el 14 de mayo, fue un intento desesperado para impedir lo que las encuestas ya pronosticaban como un inexorable triunfo del peronismo y de la candidatura de Carlos Menem. El operativo fue frustrado por la acción de los efectivos de la policía bonaerense, bajo las órdenes del gobernador Antonio Cafiero, que cercaron la unidad e impidieron la salida de los guerrilleros hasta que llegaron las tropas del Ejército que liberaron el cuartel.

Un dato relevante del cruento episodio fue que los militantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP) entraron al cuartel disfrazados de oficiales “carapintadas” que vivaban al coronel Mohamed Alí Seineldín, quien un mes antes había encabezado una sublevación en Villa Martelli, y arrojaron volantes que los identificaran con esa facción del Ejército.

El jefe de la operación, Enrique Gorriarán Merlo, explicó en sus Memorias que el objetivo de esa simulación era propiciar una amplia movilización popular contra el supuesto golpe militar, que confluiría masivamente sobre Plaza de Mayo, como había ocurrido en abril de 1987 durante la rebelión de Semana Santa, pero que esta vez le impondría al gobierno de Raúl Alfonsín la adopción de medidas drásticas para la “depuración” de las filas del Ejército. Omitió agregar que el éxito de la operación hubiera significado la desaparición de las posibilidades electorales de Menem.

La credibilidad del copamiento del cuartel por los “carapintadas” y sus conexiones con Menem y otros dirigentes peronistas requirió una previa tarea de acción psicológica. En esa época, Gorriarán era un cuadro destacado del aparato de inteligencia del régimen “sandinista”, que lo condecoró por haber encabezado el comando que en septiembre de 1980 asesinó en su refugio de Asunción al ex dictador Anastasio Somoza, atentado que costó la vida de Hugo Irurzún, quien fue jefe de los efectivos del ERP en las selva tucumana.

La semana anterior al ataque, el abogado Jorge Baños, dirigente del MTP y miembro del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que presidía Horacio Verbinsky, apareció en Canal 7 y en los demás canales estatales de televisión para denunciar un complot entre Menem, Seineldín y el líder metalúrgico Lorenzo Miguel, que buscaba el reemplazo de Alfonsín por el vicepresidente Víctor Martínez. Baños murió en la tentativa de copamiento.

Esa denuncia de Baños, de una factura similar a la acusación del “pacto sindical-militar” con que Raúl Alfonsín vapuleó al peronismo en la contienda electoral de 1983, fue promocionada por Página 12, un matutino que en aquella época todavía estaba fuertemente influido por Gorriarán, quien en sus Memorias detalló los mecanismos que utilizó para aportar el dinero necesario para su lanzamiento en 1987.

Un mes antes de la denuncia de Baños, el 17 de diciembre, Página 12 ya había publicado una solicitada del MTP, con un llamado a la “resistencia civil”. Dicha convocatoria incluyó la puesta en marcha de la denominada “Iniciativa Democrática para la Resistencia Civil”, con la participación de dirigentes políticos y de organizaciones de derechos humanos, que en su mayoría ignoraban las implicancias de su adhesión.

Ese mismo 17 de diciembre, una nota de Verbinsky sostenía que “la sociedad parece cada día más dispuesta a tomar su destino en sus manos y ejercer la democracia sin aceptar más tutelas, ni de los carapintadas ni del gobierno”. El 31 de diciembre, un nuevo artículo de Verbinsky puntualizaba que “indicios de diversas fuentes señalan que el coronel Mohamed Alí Seineldín está dispuesto a intentar el golpe de estado en enero”.

El 17 de enero, a sólo siete días del operativo, al informar sobre la denuncia de Baños, un artículo titulado “Un secreto a voces”, con la firma de Carlos “Quito” Burgos, miembro de la conducción del MTP, afirmaba que “el Movimiento Todos por la Patria anunció un nuevo intento golpista encabezado por el coronel Mohamed Alí Seineldín con el apoyo del candidato justicialista Carlos Saúl Menem y de Lorenzo Mariano Miguel, secretario de las 62 Organizaciones” y consignaba que “se habla nuevamente de una fecha: la del 24 de enero”. Se trató de una precisión premonitoria: el día anunciado, Burgos fue otro de los combatientes abatidos en La Tablada.

En sus Memorias, Gorriarán reveló la decisión de borrar las huellas de esa operación: “ante un eventual fracaso, nos ocupamos de que nada comprometedor para nadie quedara evidenciado. Página 12 tuvo su campaña, pero pudo seguir y ningún otro que tuviera relaciones políticas con nosotros sufrió consecuencias”.

Lo cierto es que el MTP, fundado por Gorriarán en 1986 precisamente desde Nicaragua, con el protagonismo de un grupo de cuadros del ERP, siempre había preconizado, a través de su órgano oficial, la revista Entre Todos, dirigida por Burgos, la organización de la “resistencia civil” contra los recurrentes intentos golpistas de los militares “carapintadas”.

Más aún: Gorriarán había previsto cinco años antes ese desarrollo de los acontecimientos. En un folleto titulado “Democracia y Liberación”, editado en enero de 1984, el ex jefe militar del ERP apreciaba que “por primera vez en la historia los militares no son opción política”, pero advertía que “la derecha busca otra variante, de la que hay muchos indicios”.

Al describir esa nueva variante, Gorriarán expresaba que “la base de este proyecto son una parte importante de la burocracia, otros sectores fascistas del peronismo, organizaciones no peronistas de ideología ultraderechista y un sector grande de la oficialidad de las FFAA, a los que, como tradicionalmente ocurre, se suman el frondizismo, la casi totalidad de la jerarquía eclesiástica, la oligarquía terrateniente y financiera (UIA, Sociedad Rural, ADEBA), etcétera”.

Puntualizaba también que “las dificultades de este proyecto reaccionario serán, en primer lugar, la de encontrar figuras no desacreditadas que puedan ganar prestigio o cierto prestigio al menos (tipo Ubaldini en el terreno sindical), para que encabecen la propuesta”. Advertía, sin embargo, que “logrado este objetivo, la propuesta puede buscar imponerse a través de un golpe cívico- militar, eventualmente de carácter palaciego, a través de elecciones o como sea”.

En enero de 1989, con una visión ideológicamente deformada por su fobia antiperonista, ese oscuro fantasma divisado por Gorriarán en 1984 tenía nombre y apellido: Menem. Para frenar su ascenso, se ejecutó lo que el imaginario colectivo registró como la última acción guerrillera de la historia argentina, que fue más bien una monumental operación de inteligencia, tan sangrienta como inútil.

Por una ironía del destino, fue Menem quien aplastó el último levantamiento de Seineldín, en diciembre de 1990, Gorriarán fue capturado en México en 1995 y ambos, luego de haber sido condenados judicialmente, resultaron liberados conjuntamente en 2003 por un indulto decretado por Eduardo Duhalde, tres días antes de la asunción de Néstor Kirchner.