Argentina - Televisión digial norma japonesa (!??)

TV Digital: los intendentes temen quedar fuera del reparto
Juan Pablo Morales
LA NACION

Domingo 23 de mayo de 2010


Los intendentes del conurbano ya sueñan con los actos de lanzamiento. Verse en las fotos entregando decodificadores entre los beneficiarios de planes sociales de sus distritos. Miles de cajitas negras llenas de tecnología, en el norte y en el sur de la región política más populosa del país, en nombre de la nueva TV Digital del Gobierno.

Pero tanta ansiedad política podría zozobrar si el Gobierno avanza con un plan de distribución que planifica con perfil bajo y que los terminaría excluyendo: repartir los decodificadores a través del correo oficial y, de ser necesario, ayudado por servicios postales privados. Todo sin los intendentes en el medio.

"A mí me prometieron una buena cantidad", insistió ante LA NACION un influyente líder territorial, en la reserva de su despacho, sorprendido por la posibilidad de quedarse afuera. Dispuesto a negociar, prefirió no ser identificado. Lo mismo que otro de sus colegas, que gobierna en el Norte, y que ya está pensando en un opulento lanzamiento local. Lo llama "hacer política". Ni siquiera concibe la posibilidad de no participar de las entregas. Otros tres jefes históricos del Gran Buenos Aires adelantaron a LA NACION que van a dar batalla por el control. Mucho más cuando faltan sólo dos semanas para la esperada euforia futbolera.

Azotados por el apuro, en la Casa Rosada mantienen el misterio sobre la mecánica del reparto. En principio prevé gastar unos 25 millones de pesos sólo en entregas. Los beneficiarios serán elegidos a través de los padrones de la Anses. Los que tengan un plan social o la asignación por hijo accederán a la cajita con el decodificador digital.

"¿El correo tiene logística para semejante operativo? ¿Cómo van a entrar a los barrios?", preguntó irónico, con un leve tono de advertencia, uno de los intendentes consultados. En algunos asentamientos las agrupaciones que le responden se mueven como baquianos. "¿Cómo saben quiénes los necesitan y quiénes no?", se preguntó otro.

En muchos municipios esperan que alguien les acerque información. En varios otros dijeron haber negociado que recibirán ellos mismos la mitad del total de las máquinas. La mayoría fue a tentar suerte, directamente, en el Ministerio de Planificación Federal. Al menos dos intendentes ya buscaron agendar reuniones, para esta semana, con un personaje curioso: Hugo De Vido. Es el hermano de Julio, el ministro más poderoso del Gabinete. En el conurbano dicen que, en la TV digital, Hugo es el hombre con poder.

La Nación

Gobierno de Kirchner: Relación con China

China dejó de comprar aceite de soja
Es una represalia por las barreras comerciales argentinas a sus productos; la semana próxima parte una misión urgente a Pekín


Jueves 20 de mayo de 2010


José Crettaz
LA NACION

Tal como advirtió hace más de un mes, China dejó de comprar aceite de soja argentino. En represalia por las barreras que sus productos encuentran en el ingreso a la Argentina, el gigante asiático aplica desde abril una nueva regulación sanitaria que frenó todos los envíos de ese producto. El mercado asiático, destino del 45% del aceite de soja argentino, es el principal cliente del país en este rubro.

Para esta época del año, cuando la cosecha gruesa se acerca a su final y las fábricas del polo oleaginoso del Gran Rosario trabajan a pleno, es usual que China intensifique sus compras de aceite desgomado, un bien intermedio que antes de ser destinado al consumo humano o animal es reprocesado en destino. Sin embargo, según confirmaron fuentes de la Bolsa de Comercio de Rosario y de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China, no se están haciendo negocios con ese mercado en este rubro. De acuerdo con un reporte de la agencia Reuters, las estadísticas que difunde el Ministerio de Comercio chino tampoco registran encargos de este producto a exportadores argentinos.

Consultado por La Nacion, el director ejecutivo de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), Alberto Rodríguez, respondió escuetamente: "No hablamos de China, no hacemos comentarios sobre ese tema". Todas las fuentes coinciden en que se cumplió con todos los contratos firmados, pero que no hay nuevos acuerdos y tampoco nuevos envíos previstos para este mes, cuando ?por razones estacionales? deberían intensificarse esos embarques. "No se están haciendo nuevos negocios con China, pero sí con otros destinos, como la India, Egipto y Sudáfrica. No tenemos aún los datos de marzo, pero en las últimas semanas no registramos envíos a China", dijo Lorena D?Angelo, analista del mercado de granos de la bolsa rosarina.

Ante la gravedad de la situación, la semana próxima ?apenas terminen los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo? viajará a Pekín el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Alfredo Chiaradia. La delegación negociadora incluye al embajador plenipotenciario para asuntos agrícolas, Carlos Cheppi, y al secretario de Industria, Eduardo Bianchi.

No será la primera vez que ambos países dialogan sobre este diferendo. Apenas se ratificó la medida, a principios de abril, el canciller Jorge Taiana citó de urgencia al embajador chino en Buenos Aires, Gang Zeng, para transmitirle "el malestar y la preocupación del gobierno argentino". Pocos días después de esa reunión, viajó a China el vicepresidente del Senasa, Carlos Paz, con objeto de lograr de su contraparte el compromiso de revisar la decisión china que elevó hasta 100 partes por millón el nivel de solvente permitido en los embarques ?superior al que tiene el promedio de los embarques argentinos?. Finalmente, a mediados de abril, vino a Buenos Aires el viceministro de Comercio chino, Jian Yaoping, y se entrevistó con Taiana.
Sin proveedores alternativos

"Cuando se sienten a negociar y les hablen a los chinos sobre el aceite de soja, ellos van a poner sobre la mesa la larga lista de productos suyos que tienen problemas para entrar a la Argentina", explicó un empresario con intereses en China.

En el mundo, prácticamente no hay proveedores alternativos de aceite de soja a gran escala. Salvo la misma China, que tiene un creciente número de aceiteras y para abastecerlas incrementó las compras de poroto de soja argentino en los últimos meses. Según datos del Ministerio de Comercio chino, ese país aumentó las importaciones del grano sin procesar desde la Argentina: los negocios en ese rubro pasaron de 1,36 millones de toneladas en abril a 1,73 millones en mayo.

Según fuentes rosarinas, varias de las aceiteras argentinas están readecuando sus instalaciones para satisfacer el nuevo requerimiento sanitario. De mantenerse las restricciones, el impacto económico no sólo recaería sobre los privados. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, "el Gobierno registraría una reducción en sus ingresos impositivos, fundamentalmente en concepto de derechos de exportación; sólo por este último impuesto hay en juego US$ 480 millones".

La Nación

Empresas públicas en déficit solventadas por el tesoro nacional

Estado SA: las peripecias de las empresas públicas
La mayoría tiene déficit operativo que solventa el Tesoro nacional, los gremios pisan fuerte en ellas y hay varias que mejoraron su inversión




Domingo 16 de mayo de 2010


Diego Cabot
LA NACION

Cada una tiene su historia. Aguas y Saneamientos (AySA) ha encaminado su vida interna y no le acarrea conflictos a nadie. No tiene entre sus finalidades ganar dinero, como cualquier empresa privada. Y cumplidora ella con los preceptos que inspiraron su creación, no gana un solo peso. Todo lo contrario, pierde algunas cuantas monedas que son aportadas por el Tesoro nacional. Eso sí: no se le puede pedir más a una empresa que jamás aumentó las tarifas que porteños y bonaerenses pagan por el servicio de agua potable y cloacas. Hay otra cosa para destacar de AySA: volvieron las extensiones de redes y se reeditó un viejo proyecto de construir otras plantas potabilizadoras. Claro que con dinero nacional.

Otras empresas, en cambio, pierden, pierden y pierden más. Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, que necesitó 4,2 millones de pesos por cada uno de los días del primer trimestre. O la petrolera Enarsa, que tuvo en ese mismo período un cheque de 6,2 millones de pesos diarios para gastar, incluidos los sábados y los domingos.

Hay otras que son algo más nuevas, pero no se andan con chiquitas. Por ejemplo, Ferrocarril General Belgrano, una empresa que no era más que un papel en desuso cuya carpeta se desempolvó cuando el Estado le quitó la concesión de los trenes a Metropolitano, la firma de Sergio Taselli. A esa firma fueron a parar todos los empleados ferroviarios. El año pasado necesitaron 851 millones de pesos para solventar los gastos de la empresa; para 2010 están presupuestados 878,9 millones.

El Estado kirchnerista se ha vuelto empresario. Ha creado, estatizado y comprado compañías que se han vuelto públicas o mixtas. Cada una tiene su particularidad. Pero casi todas presentan algunas similitudes. La primera es una fuerte alianza con la conducción con los gremios que actúan en la empresa. "Acá hay un protagonismo muy marcado del sindicalismo", dijo un hombre del Correo Argentino, que prefirió no ser identificado. "Trabajo en el Correo, entiéndame", pidió.

Santiago Urbiztondo es economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). Además, es especialista en servicios públicos. Dice que no es optimista respecto de la gestión de las empresas estatales. "Si uno mira lo que hacen las compañías, lo que se evidencia es un desdén o una falta de seriedad y eficiencia en el manejo de los recursos públicos", dice Urbiztondo. Según su visión, el Estado debería ser mucho más responsable con el manejo del dinero del Tesoro. "No hay reglas claras a las que atenerse. Por ejemplo, no hay plan de negocios ni pauta alguna a la que atenerse", sostiene.

¿Qué significa esto? Que las empresas públicas se han olvidado de ganar dinero. Todo está respaldado por la, hasta ahora inagotable, billetera oficial. "No existen pautas de cumplimiento. Ni siquiera se les ponen algunas que limiten la cantidad de subsidios que se tienen que utilizar", dice Urbiztondo.

Gustavo Kippes, economista especialista en servicios públicos y profesor de la Universidad de La Plata, se queja de lo complicado que es seguir los pasos de las empresas públicas. "No hay datos como para poder medir la gestión. Es muy difícil. Incluso antes, en los 80, estaba la Sindicatura General de Empresas Públicas, que estaba muy politizada, pero tenía cierta cantidad de datos, como cantidad de empleados. Ahora ni eso", se lamenta.

Un empleado del Correo Argentino contó cuál es su sensación sobre la gestión. "No sé si gana dinero o no, pero las cartas salen y las cosas están más o menos ordenadas. Es verdad que muchos negocios salen porque somos del Estado, pero también es verdad que hay otros en los que se compite de igual a igual . Por ejemplo, les hacemos la logística a las ollas Essen y también estamos cotizando el Plan Nacional de Vacunación", dice la fuente.
Sin datos confiables

El Correo, que fue reestatizado en 2004 después de rescindirle la concesión al grupo Macri, es la compañía pública que más ingresos por operación tendrá en 2010, según datos del presupuesto nacional. Según la planilla anexa del mensaje de remisión que envía anualmente la Jefatura de Gabinete al Congreso, para este año el Correo Argentino reportará ingresos de operación por $ 1798 millones. En el casillero de transferencias corrientes, que es donde se contabiliza el dinero del Tesoro, luce un "cero". ¿Qué significa? Pues que no se prevé que el Correo necesite dinero estatal para funcionar. "No creo que eso se pueda cumplir. Lo más probable es que haya que tramitar aportes para pagar gastos operativos", dice un funcionario de la compañía.

Del lado de las inversiones, según pudo averiguar LA NACION con tres empleados del Correo que también pidieron la reserva de su nombre, éste es uno de los rubros más flojos de la gestión oficial. "Se opera en la planta de Monte Grande, que se construyó en la gestión Macri. Ahora no es fácil conseguir financiamiento para inversiones en planta. Parece que no suman votos...", dice uno de ellos. En el último tiempo, el Correo Argentino terceriza varios servicios y alquila plantas cuando necesita algún tipo de expansión.

AySA es un caso distinto. El informe de ejecución presupuestaria de 2009, que elabora la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), reporta una transferencia del Tesoro de $ 1400 millones. Claro que no todo esto es para gastos operativos. Según datos de la empresa, a cuatro años de su creación, AySA "lleva invertidos 3000 millones en el mantenimiento y la expansión de los servicios, que dieron como resultado 1,5 millones de habitantes beneficiados". Para este año se prevé un aporte del Estado de 600 millones y un ingreso por la operación de 671 millones. AySA construye actualmente varias obras de gran envergadura. Tal es la cantidad de proyectos que maneja la empresa que un ministro de Obras Públicas de una importante provincia se sinceró hace pocos días ante LA NACION: "El Fútbol para Todos es una patada al hígado para nosotros". Se refería a las propagandas de las obras de AySA que se anuncian muy seguido en las trasmisiones de fútbol. "Acá tenemos que llevar camiones con 20 litros de agua para cada familia, mientras allá anuncian obras millonarias", se quejó el ministro provincial.

Kippes dice que hay una cosa más: las tarifas. "Las empresas están tratando de sortear las dificultades que tienen y dar los servicios con las escasas herramientas que tienen porque las tarifas están atrasadas", sostiene.

Pero, claro, hay empresas muy distintas que ni por asomo piensan en ganar un centavo. Por ejemplo, Ferrocarril Belgrano, receptora de los empleados de la fallida Metropolitano. A esa empresa pública el Estado destinó 851 millones de pesos el año pasado y presupuestó para este año 878 millones para pagar los sueldos de los ferroviarios. Pero el Estado ni siquiera les impuso la obligación de correr los trenes. Es decir, es una sociedad que no tiene prácticamente ingresos. La responsabilidad de correr los coches es de la Ugofe, una unión de Metrovías, Ferrovías y Trenes de Buenos Aires, que cobra un honorario por operar la línea. ¡El mejor de los mundos! Las obligaciones laborales son del Estado y la operación, que se hace con empleados públicos, de los privados. El Tesoro paga todos los sueldos, los empleados no tienen ninguna obligación de resultados y los privados se llevan un porcentaje de los boletos vendidos. La cuenta cierra para todos, menos para el curtido Tesoro nacional.

Aerolíneas es un caso aparte. Compite con empresas privadas, que por ahora no se quejan de los $ 175.000 por hora que la aerolínea estatizada de hecho consume en subsidios. La competencia es desigual. Y hay más casos. Enarsa, que consumió 8500 millones en 2009, o la histórica Yacyretá, que recibió 898 millones. O el frustrado rescate de la Papelera Massuh, que terminó con el contrasentido de un ajuste de personal impulsado nada más y nada menos que por el secretario de Comercio Interior: el estatista Guillermo Moreno

La Nación

Gobierno de Kirchner: Manejos con la fuerza

Bajo el imperio de los violentos
Joaquín Morales Solá




Domingo 16 de mayo de 2010


Milagro Sala desembarcó en La Matanza dura y excesiva. El auge del piqueterismo se sintió en las rutas cercanas y en la calles de una Capital declarada, de hecho, zona liberada. Los Moyano despliegan su poderío sindical para cortar autopistas o para reclamar aumentos salariales que pondrían en riesgo la estabilidad de la economía. Guillermo Moreno apretó a empresarios en una concurrida reunión y colocó a la Argentina en un inexplicable enfrentamiento con Brasil, Europa y China, los principales socios comerciales del país. Las exportaciones a esas naciones salvaron rápidamente a los argentinos de la peor crisis de su historia, a principios de este siglo.

Milagro Sala es más violenta que Luis D´Elía, que, por lo general, tiene un mayor caudal de palabras que de hechos violentos en su prontuario. D´Elia ocupó una comisaría y se agarró a trompadas una vez, pero su discurso de odio tiene dosis semanales. Sala no habla tanto, pero hace más. Pocos días atrás, ella y sus militantes entraron a golpe de garrotes en el Instituto de la Vivienda de Jujuy y golpearon físicamente a los miembros del directorio de ese organismo. Los senadores nacionales jujeños Gerardo Morales y Guillermo Jenefes fueron víctimas personales de violentos escraches por la organización que lidera Milagro Sala. Las calles de la capital de Jujuy están en poder de ella y no del Estado.

Milagro Sala en La Matanza es un riesgo muy grave. D´Elía, viejo caudillo matancero, se ha puesto en guardia. Hugo Moyano, que tampoco adscribió nunca a los principios del pacifismo, tiene su propia estructura política y sindical en La Matanza. Los nervios están inquietos ahí. La Matanza ha perdido, además, a su jefe histórico, Alberto Balestrini, aquejado de parálisis cerebral. Los caudillos políticos locales son también hombres de cargar armas. La solución que encontró el kirchnerismo ante el vacío político fue, contra toda sensatez, enviar a Milagro Sala.

Milagro Sala recibe entre 12 y 13 millones de pesos mensuales en concepto de subsidios del gobierno nacional. Son planes para viviendas, para comedores populares y para otras cosas menos específicas. El senador Morales la denunció ante la justicia federal y ante la AFIP por presunto enriquecimiento ilícito. El legislador descubrió que la dirigente social tiene propiedades por más de tres millones de pesos que no podría justificar. Su organización, la Túpac Amaru, también fue denunciada; tiene bienes incomprensibles por más de 30 millones de pesos.

Esa mezcla de piqueteros ricos y pobres desató en la semana última una protesta de órdago en la Capital en muchos años. Kirchneristas ricos y antikirchneristas pobres. Las imágenes de la ciudad se parecieron mucho a las de la crisis de 2001. Pero la Argentina no está en 2001 ni su situación actual es la misma de entonces. No fue un conflicto social, sino político, alentado por el Gobierno y su manejo oportunista del conflicto social que existe y nunca resolvió.

Hugo Moyano dijo siempre que sus hijos sólo cumplen órdenes suyas. Uno de sus hijos, Facundo, es ya la caricatura de su padre cuando se trata de actuar con manifiesta prepotencia. Cortó autopistas y liberó peajes sólo por un problema de afiliaciones sindicales. Los Moyano no descansarán hasta llevarse la CGT a la casa familiar. El liderazgo sindical está, sin embargo, bajo fuego. Una suerte de anarquía se apoderó de los reclamos salariales, en los que todos (hasta Armando Cavalieri) corren por izquierda.

Gran parte de la industria de la alimentación está parada. Las empresas empezaron ofreciendo un aumento salarial del 23 por ciento, pero el Ministerio de Trabajo hizo un dibujo que llevó el incremento al 32,5 por ciento. No fue suficiente. Los sindicatos reclaman que el aumento se eleve hasta más del 40 por ciento en los sueldos básicos. Empresarios y funcionarios carecen de interlocutores, porque el sindicalismo está fragmentado y cada dirigente quiere conseguir un poco más.

¿Cómo será la inflación del segundo semestre del año, si los aumentos salariales superaran el 30 por ciento? Los sindicalistas, que les rinden pleitesía a los Kirchner, no le creen al Indec. Están tomando precauciones ante el respingo de la inflación; los empresarios harán lo mismo. La victima será la sociedad en general, ante un gobierno impotente. Es extraño, porque Néstor Kirchner solía observar con mucho cuidado los excesos salariales de Moyano en sus épocas de esplendor. Ahora no lo puede disciplinar y ése es otro síntoma de la debilidad que se maquilla.

Guillermo Moreno es el mejor maquillador de la debilidad de sus jefes. En una reunión con empresarios de la cadena triguera, el miércoles último, entrevió al representante de Arcor, que estaba a unos quince metros de él entre unos 40 ejecutivos, y le preguntó, insidioso y desafiante: ¿Arcor sigue todavía en AEA? . Arcor es una empresa argentina y la principal exportadora mundial de golosinas. Su presidente, Luis Pagani, fue fundador y titular de AEA hasta hace muy poco. El gobierno quiere desplumar a esa entidad empresaria, la más importante de la Argentina. Un poco más distendido, Moreno, con cara seria, invitó luego a los ejecutivos a tomar té: Aprovechen. Son los últimos saquitos de té importado que verán en mucho tiempo , bromeó con cara seria.

Durante 2009, la Argentina exportó alimentos procesados por valor de 22.000 millones de dólares. Importó sólo por valor de 950 millones. En el primer trimestre de este año, exportó 4500 millones en alimentos procesados e importó por poco más de 300 millones. La Argentina no tiene una balanza deficitaria, en el rubro alimentos, con ningún país del mundo. Sin embargo, Moreno ordenó a los organismos sanitarios y a la Aduana que frenaran el ingreso de alimentos importados. No existe ninguna orden escrita, como tampoco hubo nada escrito cuando se frenaron las exportaciones de carne. No hay ningún problema sanitario, pero tenemos la orden de demorar las autorizaciones , dejaron trascender los organismos de control.

El conflicto sorprende a Brasil en medio del proceso electoral para elegir al sucesor de Lula. La paciencia estratégica del líder brasileño se está agotando. La dolida España puso todas sus expectativas para reflotar el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur en una reunión cumbre que se hará por estos días en Madrid, que tiene la presidencia pro témpore de los europeos. ¿Qué le dirá Cristina Kirchner a Rodríguez Zapatero sobre los graves cuestionamientos europeos a la Argentina, además de darle clases de heterodoxia económica? Un tercio de las exportaciones de aceite de soja argentino iba a China, que le cerró sus puertas. China está cerrando muchas puertas para las exportaciones argentinas. México está preocupado por las importaciones argentinas de una popular cerveza mexicana. México compra automóviles argentinos.

Moreno decidió maltratar a los clientes en nombre de Kirchner. Eso no es neutro ni gratuito en el mundo de hoy. El país lo pagará. ¿Es lo único que pasa? Alberto Fernández, el hombre que más confianza política tuvo del matrimonio presidencial, fue advertido de que la Justicia tiene órdenes oficiales de involucrarlo en el caso de los medicamentos "truchos". Macri cayó abatido judicialmente por el juez kirchnerista Oyarbide.

Hay más. El cardenal Bergoglio hará el 25 de mayo el primer tedeum de la historia organizado por la Iglesia (todos los otros estuvieron a cargo del gobierno nacional). El gobierno de los Kirchner hará el suyo en Luján. Una cadena de e-mails está llamando a los antikirchneristas a concentrarse en la Catedral de Buenos Aires en un acto más político que religioso. La jerarquía católica está muy preocupada por esa transferencia de la crispación al terreno de la religión.

La religión, la política y la democracia se apagan ante los líderes y los mecanismos de la violencia.

La Nación

Bicentenario argentino


Bergman: "De los 200 años que vamos a cumplir, tenemos 100 perdidos"
El rabino reflexionó acerca del próximo festejo de nuestro país en una charla con lanacion.com, en la que se mostró crítico respecto a la poca participación ciudadana en la política y la escasez de valores en la sociedad

Lunes 17 de mayo de 2010


 Por Víctor Ingrassia
De la Redacción de lanacion.com
vingrassia@lanacion.com.ar
@vingrassia


Concreto, punzante, con frases claras y terminantes, el rabino Sergio Bergman afirma: "La idea de ser protagonistas de los 200 años de la Revolución de Mayo, bajo el concepto del Bicentenario, nos pone a los argentinos frente a una oportunidad de reflexión. Con un balance homogéneo: en los 200 años que vamos a cumplir, tenemos 100 años perdidos".


"Cada vez que rompimos el orden institucional, perdimos años. Cuando tuvimos la tensión fundacional, entre una revolución en el puerto de 1810, con una estación intermedia de abolición de la esclavitud en 1813 y una declaración de independencia en 1816, hasta tener en 1853 una Constitución Nacional. Eso te va dando la pauta que otras naciones en sus actos fundantes van resolviendo más consistentemente su visión", agrega Bergman en una charla con lanacion.com en su casa, la sinagoga de la calle Libertad, mientras reflexiona acerca del Bicentenario. 
El atraso y la pérdida de esos años, Bergman los fundamenta en "la sangre derramada, entre un país que sigue siendo unitario y feudal. La idea de que la patria es diversa en su riqueza geográfica, en su potencia, en sus oportunidades, y sin embargo hay gente hacinada y concentrada en bolsones de sometimiento y esclavitud de territorial electoral, donde no se puede cerrar la ecuación de que un país rico como la Argentina está lleno de pobres".


Con una ideología formada desde lo religioso, pero que trasciende y se vuelca al ámbito social y político del país, Bergman comenzó a cobrar notoriedad cuando las cámaras lo apuntaron al pronunciar un enfático discurso en la última marcha convocada por Juan Carlos Blumberg por la inseguridad. Los políticos empezaron a escuchar sus declaraciones que hablaban de ellos con un fuerte mensaje de alto impacto social.


Rabino liberal, seguidor de la tradición comprometida con los derechos humanos de Marshall Meyer, el religioso que integró la Conadep, actualmente es presidente de la Fundación Argentina Ciudadana, es líder de Fundación Judaica y dirige la Red de Acciones e Iniciativas Comunitarias por la Empresa Social.


- ¿Cómo ve a la Argentina hoy?


- La Argentina está en una emergencia por quebranto por evasión cívica. Tenemos muchos habitantes y pocos ciudadanos. Nuestros representantes toman el poder, no como delegado, sino como apropiado. ¿Quién va a lo público hoy? El que no tiene nada que perder y llega para quedarse con lo de los demás. No hay dignidad. Nuestros representantes eran dignatarios. Alguien digno que, al ser nombrado, entregaba a la República su dignidad al bien común. Hoy funciona en la cabeza de nosotros que la política sólo funciona para los políticos, que es donde prosperan. La gente vacía a la política y a la sana construcción de poder y la quita de su diccionario cívico. Propongo que de los doscientos años cumplidos, pongamos el foco en los cien años buenos, porque no es cierto que está todo mal, que está todo podrido y no servimos.


- ¿Entonces no hay que festejar el Bicentenario?


- Antes de festejarlo, hay que repensarlo. Debemos asumir el Bicentenario con la idea de que el futuro no es lo que viene, sino lo que construimos para que suceda. Si no somos culpables, somos responsables de la que la historia del país sea esta. Tenemos una sensación de oportunidades malogradas, de no haber madurado, porque creo que todavía somos un país adolescente.


- ¿Está enojado?


- El primer enojo es hacer trivial algo profundo. Saber que el Bicentenario va a pasar como algo superficial, de un merchandising cuasielectoral, de un feliz cumpleaños de los dueños de la torta que nos invitan a soplar las velitas como actores de reparto, de algo que no tenemos una posición seria, madura y comprometida de pensarnos. Primero debemos asumir nuestra historia. Somos hijos de la desmemoria. Ahora con la memoria se hace demagogia y abuso. Y enojo también por perder oportunidades.


- ¿Y qué debemos hacer frente a esto?


- Debemos pensar en los próximos 100 años, dónde vamos a estar parados. Creo sobre este punto que tenemos una oportunidad. Va madurando una nueva cultura cívica argentina que va a llevar un cambio generacional. Porque los mayores debemos empezar a hacer cosas que luego van a estar en manos de los jóvenes, porque esa es la idea de la trascendencia de la Nación. Debemos hablar de nosotros entre nosotros. Hablar que la crisis es de valores, que estamos quebrados espiritualmente como sociedad, que el problema es cultural y después tiene expresión en lo político, en lo social. Debemos hacer una reflexión, una introspección, de que no se cambia la Argentina si no cambian los argentinos. Comprometerse con algo heroico para salvar la patria. Hace 200 años eran los próceres de la patria. Hoy el héroe es el ciudadano, que además de lo privado quiere ocuparse del bien común. Para además del propio interés y bienestar, que es legítimo, se preocupe por el país".


- ¿Cómo se hace para recuperar esa conciencia civil?


- En el imaginario colectivo, se cree que cada uno debe salvarse, y allí es cuando nos hundimos todos. Idear una conciencia que cambie el concepto del ?no te metás porque es peligroso?, por el ?no hay nada más peligroso que no meterse?. Hoy deberíamos cerrar un círculo virtuoso. Nadie puede modificar lo que no asume. Y nosotros no asumimos que somos una Argentina inmoral. No es cierto que ningún funcionario o legislador sirva. Hay que cambiar la masa crítica de transformación y sincerarnos que de la Argentina inmoral a la ética de la Nación se requiere capital social moral, o sea gente. La sociedad es la que debe reponer el stock de esos representantes. El mal no se lo supera por confrontación, porque cuando lo confrontás, lo afirmás. La única manera de superarlo es multiplicar el bien. Eso se hace con educación, con valores y con ejemplos. Entonces debemos ir a despertar al ciudadano, darle una instrucción cívica práctica y no sólo teórica y generar que la gente ejerza una ciudadanía activa, plena y responsable, con un control del contrato efectuado con sus representantes, mediante el voto.


- ¿Y aprendimos algo en estos 200 años?


- Aprendimos que vamos madurando y tratando de salir de la adolescencia. Un ejemplo es la democracia, como algo que los argentinos ya capitalizamos con duras experiencias de que dentro de la democracia no solamente queremos vivir, sino sostener todas nuestras discusiones.


- Por eso no es imaginable un golpe de Estado


- Hay un consenso mayoritario de una defensa proactiva de las instituciones. Pero han variado algunos mecanismos. El último golpe de estado que tuvimos no fue militar, sino fue corporativo, cívico y político en 2001. Todos nosotros estuvimos. Eramos actores de reparto, pero actores al fin. Suponiendo que con una cacerola y bajo el hastío catártico, espasmódico, hormonal, pasional e irresponsable de pedir que se vayan todos y al final se quedaron los mismos para siempre. Pero además, salimos a la calle por lo único sagrado que podemos defender: el bolsillo. Acá nadie se moviliza si no es algo que le tocó a él. Siempre vemos al otro como una víctima circunstancial, de algo que le pasó porque es un drama de él y no mío. Porque no me doy cuenta que le pasa lo que le pasa porque no hay ley, no hay instituciones o garantías. Porque no hay pleno estado de derecho en términos, no formales, porque los tenemos, sino reales, y que es esa maduración de una democracia que hoy es electoral y delegativa, pero que tiene que ser participativa y representativa para tener en plena vigencia una república representativa y federal.


- ¿Cómo puede madurar la democracia?


- Primero, haciéndonos cargo de lo que votamos. Ver que esto que tenemos no es una tragedia. Es una elección. La primera minoría electoral eligió este gobierno. Nosotros tenemos que acompañarlo a que termine el mandato como corresponde. El 28 de junio hubo una modificación proporcional del Poder Legislativo. Pero no cambió el Ejecutivo y tampoco una serie de cosas que debían cambiar. Muchos de los que se quejan son nuestros hermanos del campo, que así como nos dieron una lección cívica ejemplar, donde tenían todo para perder, sin embargo resistieron, salieron de la tranquera y se acordaron que no sólo se puede cosechar la propia tierra sino que se puede sembrar una república con instituciones para que defiendan los intereses de todos y no solamente los de las retenciones. Y asumir que el campo la votó a la presidenta.


Somos pasionales y viscerales. No racionales. Todos sabemos que somos ingobernables. Es como si necesitáramos a alguien comprando la paz social con abonos prebendarios y discrecionales, de los que antes eran referentes sociales y ahora son operadores a sueldo para mantener por reparto la paz social que no tenemos. Porque cuando hay hambre, exclusión e injusticia social, no hay paz. También abonando la mafia sindical, que no tiene nada que ver con el sindicalismo. Además, tenés un país arrodillado a una caja, porque todos los gobernadores de las provincias que generan la riqueza tienen que peregrinar a Buenos Aires y pedir que le devuelvan algo de lo que ha generado su gente, su trabajo y su riqueza contra la sumisión obsecuente a un poder unipersonal feudal y no federal.


- ¿Se hizo todo mal?


- No. Y no soy opositor. Yo tengo pensamiento crítico independiente. Yo creo en la alternativa, no en la oposición. Respeto el juego de las instituciones. No me sumo a una oposición en términos partidarios, porque creo que una nueva oposición busca generar alternativas. Los referentes de hoy son una transición entre lo que ya teníamos y lo nuevo que va a venir. El cambio ya está sucediendo.


- ¿Cómo llegamos al gobierno actual?


- En 2003 Kirchner asume la presidencia a partir de un accidente electoral, con un 22%. Lo que demuestra que en la Argentina no hay ideas sino peleas. Que acá nadie llega a nada si no es que otro pierde. Por la pelea entre Menem y Duhalde, nadie se quedó con todo. Kirchner asume con el 22% de apoyo la presidencia de la Nación. Ahí no hubo mística, ni política ni proyecto. Y qué pasaba en la Argentina de 2003? Ninguna novedad, lo que no quisimos ver. En un país unitario y feudal, ¿a quién le importaba Santa Cruz? A nadie. Dieciséis años ininterrumpidos de ejercicio autocrático y hegemónico de una sola persona que gobernó toda una provincia. Tomó un avión, agarró a los amigos y dijo: "Muchachos, ahora todo el país es Santa Cruz".


La Argentina necesita estadistas, no administradores de turno coyunturales. Hace 200 años discutíamos si íbamos a ser españoles o ingleses, monárquicos o republicanos. Hace cien, si íbamos a ser europeos o norteamericanos. Ahora tenemos que discutir si vamos a hacer como Venezuela o como Uruguay. Ya no pretendo ni Brasil.


- ¿Ve una esperanza de cambio en la Argentina?


- En este sentido yo creo que los jóvenes son nuestro reservorio, porque no es cierto en que no están interesados en política o que no quieren participar. Lo que es cierto es que no tienen modelos o caminos claros. Tenemos que volver a la política y a la participación, porque con los gestos, reclamos y manifestaciones un país no cambia. Y que hay que diferenciar el poder para abusar, que es el que ya vemos, del otro que es para transformar y servir. Lo que significa una ética diferente.


¿Quién es el rabino que incómoda al Gobierno? Bergman es fundador y miembro de Memoria Activa, que recibió numerosos premios otorgados por organismos nacionales e internacionales en reconocimiento de su desempeño académico y de su continua labor social como el Konex 2008 al Dirigente Comunitario y el Laurel de Plata 2007, otorgado por el Rotary Club de Buenos Aires, tiene 48 años, cuatro hijos, y antes de ser un líder religioso se recibió de farmacéutico en la UBA e hizo un máster en Educación en el Melton Institute de Jerusalén.




La Nación





La apropiación kirchnerista del Bicentenario
Mariano Grondona




Domingo 16 de mayo de 2010


Si consideramos las principales noticias que nos asaltan en estos días, es difícil encontrarle a cada una de ellas, en forma aislada, una explicación coherente. ¿Cómo justificar, por ejemplo, la insólita ofensiva de Guillermo Moreno contra la importación de alimentos, que ya ha suscitado la protesta de Brasil y la Unión Europea, nuestros principales socios comerciales? ¿Cómo evaluar otra ofensiva esta vez judicial, la de Norberto Oyarbide, a través del reciente procesamiento de Mauricio Macri? ¿A qué atribuir el "desendeudamiento" de las provincias ante el gobierno nacional, sin que se distinguiera entre aquellos gobernadores que hicieron "buena letra", como Hermes Binner y Alberto Rodríguez Saá, y aquellos otros que se endeudaron alegremente, sin poner en orden las finanzas provinciales? ¿De dónde provino la decisión presidencial de anunciar un subsidio universal a la niñez sin reconocer que esta iniciativa había sido previamente auspiciada por la oposición? ¿De dónde surgió la "invasión piquetera" en la avenida 9 de Julio? ¿Hay alguna conexión entre estos episodios y el apoderamiento del Fútbol para Todos por parte del Gobierno, en vísperas del Mundial? ¿Hay alguna explicación para la proliferación de los mensajes de los dos miembros de la pareja presidencial, que llenan cada día las pantallas de televisión sin obtener por eso un mínimo "rating"? Finalmente, ¿será la celebración del Bicentenario un acontecimiento "nacional" al que sean convocados todos, oficialistas, opositores e independientes por igual, o se concentrará en la exaltación de Néstor y Cristina Kirchner?

Estos ejemplos que nos regala hoy la actualidad, ¿hay que analizarlos uno por uno, como si fueran novedades inconexas, o es posible encontrarles un hilo conductor capaz de unificarlos como las "partes" de un "todo" en el cual cada uno de ellos encuentre su sentido?
El hilo conductor

Una primera pista de que estos diversos acontecimientos responderían a una única causa es que todos ellos habrían nacido de Néstor Kirchner. La segunda pista, quizá decisiva, es que todos ellos encajan dentro de una estrategia que los unifica: la voluntad de poder del único favorito de la Presidenta, que ha decidido librar una batalla a todo o nada para ser consagrado presidente de los argentinos en octubre de 2011.

No bien aceptamos esta premisa, cada uno de los episodios mencionados más arriba encuentra su lugar. La ofensiva de Moreno contra la importación de alimentos ha sido objetada, con razón, por el daño comercial que traería consigo, pero este argumento, que subraya el interés general que se halla en juego, no toma en consideración que, si cerrar la economía nos perjudicaría como país, lo que le importa a Kirchner no es el país, sino su propio control del país. A Kirchner no lo preocupa la grandeza económica y social de un país que en tal caso él tendría que compartir con otros, sino compartir el poder aunque el país, a consecuencia de ello, resultara más pequeño. Lo mismo ha ocurrido detrás de la voluntad del favorito por ahuyentar las inversiones extranjeras, porque ellas, de expandirse, no le responderían. Adjudicar la decisión de cerrar la economía a Moreno sería ignorar que el secretario de Comercio es, apenas, un soldado de Kirchner; los empresarios afectados podrían llamarlo incluso "un verdugo de Kirchner", pero los verdugos, ya se sabe, son meramente instrumentales.

El juez Oyarbide, ¿no es por su parte otro de los verdugos de Kirchner, esta vez en el campo judicial? Es difícil interpretar su apresurado procesamiento de Macri a menos que se incluya en esta interpretación el hecho de que, no teniendo todavía ni el radicalismo ni el peronismo federal sus candidatos presidenciales, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires es por ahora el único rival de Kirchner. La campaña que ha desarrollado Oyarbide contra él, ¿responde entonces sólo a una causa judicial o es, a la inversa, fundamentalmente política? ¿Cómo desligar esta pregunta, por otra parte, del desorden que los piqueteros kirchneristas han creado en la avenida 9 de Julio, sin que el jefe de Gabinete los haya denunciado como lo hizo contra los piqueteros antikirchneristas? ¿Cómo aislarla del hecho de que Macri y Kirchner están compitiendo para ver quién se luce más en la inminente celebración del Bicentenario? ¿Cómo desconectarla de la expectativa que ha creado la inauguración del nuevo Teatro Colón?

Otras iniciativas oficiales, como el desendeudamiento de las provincias y el subsidio a la niñez de un lado y el Fútbol para Todos del otro, encajan como anillo al dedo en la estrategia kirchnerista. Mientras el desendeudamiento y el subsidio a la niñez fueron iniciativas opositoras, empero, ellas apuntaban a liberar a sus beneficiarios de la hegemonía kirchnerista de la "caja" aunque ahora, gracias a la rapidez de reflejos del oficialismo, igual vendrán los recursos pero canalizados, eso sí, no ya desde el Congreso sino desde la quinta de Olivos. Por eso al subrayar la velocidad de estos reflejos, el diputado Pinedo pudo decir "nos madrugaron". La transmisión del fútbol, en fin, le fue arrebatada a Clarín . Pero ¿no considera Kirchner, acaso, que los "medios" son su principal enemigo?
La campaña "preelectoral"

Cuando los argentinos celebraron su primer Centenario, la magna ocasión sirvió para ratificar la visión común sobre un pasado que se había vuelto esplendoroso, de la cual da testimonio el análisis que ofreció por entonces Joaquín V. González en su lúcido ensayo El Juicio del Siglo . La celebración que ahora nos espera, ¿dará lugar a una nueva meditación convergente o los Kirchner buscarán, al contrario, monopolizarla? ¿Se unirá de nuevo el país en la memoria de un éxito incomparable, como lo hizo hace cien años, o la vocación hegemónica del matrimonio presidencial ahondará aún más la zanja que hoy separa a los argentinos?

Una interpretación a la vista de los tiempos que estamos viviendo consiste en advertir que ahora nos hallamos en medio de una campaña preelectoral. No en medio de una "campaña electoral", porque faltan diecisiete meses para los comicios presidenciales. Pero sí en medio de una "campaña preelectoral" porque la intención de Kirchner es llegar a la decisiva campaña electoral del próximo año con todos los resortes del poder en sus manos.

Si entendemos por razonable la actitud de aquel que, si bien persigue sus propios objetivos, lo hace respetando las normas y a sus adversarios, la ofensiva preelectoral de Kirchner no es razonable. Si entendemos, en cambio, que la actitud del que persigue obsesivamente sus objetivos sin que le importen ni la santidad de las normas ni la dignidad de sus adversarios es racional porque busca los medios que llevan al fin, ¿quién le negará a Kirchner esta cualidad, que es moralmente objetable, pero puede ser políticamente efectiva?

Pero la feroz embestida que ha emprendido Kirchner contra Macri a través de ese juez sospechosamente kirchnerista que es Oyarbide, ¿es de veras, en última instancia, "racional"? Habida cuenta de la rotunda imagen negativa que hoy padece el ex presidente, ¿no podría volverse contra él? ¿Cuánto ganaría Macri si su flamante procesamiento lo convirtiera, a la luz de la opinión pública, en la víctima propiciatoria de una flagrante injusticia? El 28 de junio de 2009, el pueblo le bajó el pulgar a los Kirchner. Esta sentencia, ¿será rectificada o ratificada a medida que avance la campaña preelectoral en la que nos hallamos? Más allá de los Oyarbide y los Moreno, el pueblo tendrá la última palabra.

La Nación

Pago de coimas para hacer negocios en Venezuela


Chávez también presionó
Por Joaquín Morales Solá

Domingo 11 de julio de 2010

Podría ser una telenovela de cuarta, como la definió Néstor Kirchner, pero nadie podrá negarle a la trama del escándalo en las relaciones con Hugo Chávez ingenio, verosimilitud y asombros. Los capítulos se suceden con vibrantes novedades y aparecen, permanentemente, nuevos personajes. Una noticia reciente indica, por ejemplo, que el relevo del embajador Eduardo Sadous de su destino en Caracas no fue sólo una decisión de Kirchner, sino también consecuencia de una presión del propio Chávez. La impugnación del líder venezolano no era política ni ideológica, sino práctica: el embajador argentino estaba obstaculizando los "negocios" entre venezolanos y argentinos. Aquella intuición de Chávez no carecía de información precisa, sobre todo si se la analiza con el conocimiento que se tiene ahora de los cables reservados que el entonces embajador en Venezuela enviaba a Buenos Aires. La objeción a Sadous y el consecuente relevo del embajador sucedieron en 2005, un año en el que se registró también un vuelco clave en la relación entre Kirchner y Chávez.

La revelación del fastidio de Chávez con Sadous comenzó en Nigeria. En los primeros años de esta década, el embajador argentino en ese importante país africano, Jorge Vehils, trabó una relación de compinches con el embajador de Venezuela, Jesús Pérez, y con el de Brasil. Los tres llegaron a formar una pequeña orquesta para desafinar la música latinoamericana en medio de la insoportable desolación de Africa.

Vehils regresó luego a Buenos Aires y aceptó otro destino africano: la embajada en Guinea Ecuatorial. El dictador guineano Teodoro Obiang le dio el plácet, pero el gobierno argentino nunca le entregó los recursos para volver a Africa. El embajador venezolano Jesús Pérez, amigo entrañable de Chávez, tuvo un destino mejor: lo designaron ministro de Relaciones Exteriores de su país. Pérez es un botánico simpático, que conoce de plantas y de árboles tanto como desconoce la política exterior. Importa poco: su amistad con el caudillo de Caracas es indestructible.

A principios de 2005, Vehils, un africanista hecho y derecho, se aburría en Buenos Aires cuando se enteró de que el ya canciller Pérez estaba en la Argentina para preparar una próxima visita de Chávez al país. Lo buscó en el hotel Sheraton, lo encontró y Pérez lo recibió con los ampulosos gestos de afecto propios del Caribe. Los dos amigos decidieron salir a caminar por la Recoleta. Recordaron entre carcajadas los tiempos africanos. Pérez es un hombre divertido para un curioso: suele describir con propiedad los árboles, sus orígenes y sus familias. En el paseo, durante un diálogo sobre plantas, música y la impotencia de Africa, el canciller venezolano lo sorprendió a Vehils con una pregunta inesperada:

-¿Lo conoces al embajador Sadous? -le zampó a quemarropa.

-No soy amigo de Sadous. Pero tengo muy buenas referencias profesionales de él y sé que cuenta con el respeto de los colegas -le respondió Vehils.

-A ése lo tenemos que limpiar de la embajada argentina -le respondió Pérez con un tono que Vehils no había escuchado en su amigo.

-¿Por qué? -averiguó Vehils.

-Está impidiendo todos los negocios nuestros. Se mete en todo -le replicó el canciller de Chávez.

Vehils quedó con un regusto amargo. Nunca supo bien a qué se refirió Pérez con esa alusión a los "negocios". Pérez dejó luego la cancillería venezolana, pero Chávez le dio la embajada en París, donde todavía está. Aquel velo cayó para Vehils cuando supo de los cables reservados de Sadous, en los que informaba que empresarios argentinos le habían denunciado que debían pagar sobornos para poder acceder al comercio con Venezuela y que, encima, habían desaparecido 90 millones de dólares de la cuenta de un fideicomiso binacional.

Sadous abandonó Caracas pocos meses después de aquel diálogo. Se fue con todos los honores, despedidas y condecoraciones de un embajador respetado, pero se fue de Caracas. Sadous era para los chavistas un antichavista, pero para los antichavistas era un chavista , recuerda un analista venezolano. Entonces fui un buen embajador, sin compromisos con nadie , respondió Sadous a una consulta sobre aquella definición.

Es cierto que Sadous nunca trasladó a Buenos Aires cierta información venezolana puramente política. En un viaje de Kirchner a Caracas, el entonces presidente argentino no quiso recibir a Teodoro Petkoff, un antiguo guerrillero venezolano que se convirtió en la cabeza más lúcida de la oposición a Chávez. Petkoff fue recibido por el entonces gobernador de Buenos Aires Felipe Solá, por el ya influyente secretario legal y técnico de la presidencia, Carlos Zannini, y por el propio Sadous. Petkoff lanzó en esa reunión una definición devastadora: El principal problema de Venezuela es la corrupción de Chávez y de los jefes militares , encajó. El recuerdo de ese diálogo corresponde a Felipe Solá. Sadous nunca habló de ese encuentro, quizá porque lo inscribió en la lucha política interna de Venezuela.

Vehils está dispuesto ahora a contar sus recuerdos ante jueces o comisiones parlamentarias. Entendió, por fin, a qué se refería su amigo Pérez cuando le habló de "negocios", pero además considera muy grave que un canciller extranjero le haya anticipado la suerte de un embajador argentino a otro embajador argentino.

¿Era peligroso Sadous para esas relaciones tan especiales entre chavistas y kirchneristas? Nadie le puede negar experiencia para saber qué es correcto y qué no lo es en las relaciones internacionales. Trabajó en la secretaría privada de seis cancilleres argentinos (Alberto Vignes, Angel Robledo, Manuel Aráoz Castex, Dante Caputo, Susana Ruiz Cerutti y Domingo Cavallo). Ya los militares lo encontraron peligroso. La última dictadura lo sacó abruptamente de un bello destino en Roma y lo confinó cuatro años en la India.

El año 2005 marcó la mutación de Kirchner, que se había adjudicado hasta entonces un papel de "contención" de Chávez ante varios países importantes. El entonces presidente argentino cambió desde la cumbre americana de Mar del Plata, en ese mismo año, cuando acompañó a Chávez en el destrato a George W. Bush, y organizó la cumbre y la contracumbre en la misma ciudad balnearia. Desde entonces, también, lo que realmente vale para la relación entre Buenos Aires y Caracas son las embajadas paralelas encabezadas por Claudio Uberti, primero, y por José María Olazagasti, ahora, bajo la jefatura de Julio De Vido.

La nueva estrategia de la oposición en el Congreso podría conseguir las interpelaciones parlamentarias de De Vido y del canciller Héctor Timerman por el "caso Venezuela". Ninguno de esos ministros tiene experiencia política como para desafiar el salto mortal de tener que enfrentarse a un duro debate parlamentario. Alguno de los dos podría ser fulminado en el recinto , dramatizó un legislador kirchnerista.

¿Es inexplicable, o casual, que en ese contexto el Gobierno haya tirado cualquier noción de prestigio en la defensa cerrada del cuestionado juez Norberto Oyarbide? No. El oficialismo necesitaba dar una muestra inconfundible de que todavía está en condiciones de defender o de echar jueces en el Consejo de la Magistratura. Oyarbide fue juzgado por la prontitud con que desestimó la denuncia contra el matrimonio Kirchner por su inexplicable patrimonio.

Algunos jueces se sumaron al oficialismo con el pretexto de que no se puede acusar a un juez por el contenido de sus sentencias, tesis que fue apoyada por el kirchnerismo. Contradicción pura: muchos de los ex jueces de la Corte Suprema de Justicia en tiempos de Menem fueron juzgados y expulsados de sus cargos por el contenido de sus sentencias.

Envalentonado, Oyarbide pidió en el acto la recusación del senador Ernesto Sanz, fiscal implacable de varios jueces kirchneristas, en el próximo caso al que será sometido: su papel en la investigación de las escuchas telefónicas que involucran a Mauricio Macri. Oyarbide argumentó una "enemistad manifiesta" de Sanz hacia él, lo que significa una recusación de por vida. La comisión que debe resolver tiene mayoría oficialista. Pero Sanz ya le anticipó al senador kirchnerista Nicolás Fernández que está dispuesto a descerrajar un escándalo de órdago.

Un escándalo le abre las puertas a otro escándalo. Podría ser una telenovela, en efecto, pero con un final triste y perdidoso.


La Nación






Diplomacia paralela / Entrevista de LA NACION con el ex embajador en Venezuela
Sadous: Kirchner tenía que saber todo lo que pasaba
Afirma que lo desplazaron de Caracas porque estaba ante "un acto de corrupción" e hizo las denuncias

Domingo 11 de julio de 2010

Hugo Alconada Mon
LA NACION

Convertido en el diplomático de carrera más molesto de los últimos años para la Casa Rosada, el ex embajador ante Venezuela Eduardo Sadous se siente incómodo. Se ve en la picota y acusado de "estupideces" que, afirma, lo ensucian a él y angustian a su familia. Todo, señala, por contar lo que sabe sobre la relación bilateral y lo que vio sobre gestiones "paralelas" -palabra que incomoda, y mucho, al oficialismo-, "irregularidades" y, por lo menos, "un acto de corrupción".

Cree Sadous que el entonces presidente Néstor Kirchner "estaba al tanto" de lo que ocurría por aquellos días. Es decir, de su alerta confidencial sobre la desaparición de millones de dólares del fideicomiso y de la reacción del equipo del ministro Julio De Vido. En especial, de Claudio Uberti, el funcionario eyectado por el escándalo de la valija con Guido Antonini Wilson, que lo intimó a través de un colaborador de la embajada: "Decile a Sadous que se deje de joder. Que eso lo manejamos nosotros", rememora.

Asentado en Buenos Aires desde 2005, sin que le hayan dado otro destino en el exterior desde entonces, Sadous evitó dialogar con la prensa sobre la "diplomacia paralela" y las quejas de los empresarios afectados. Ni siquiera después de declarar ante la Justicia y la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. Pero aceptó dialogar con LA NACION, "porque se han dicho tantas mentiras" y, afirma, quiere "decir las cosas como son".

-Ante la Justicia, usted habló de "gestiones comerciales paralelas". ¿Qué significa eso?

-[Se pone tenso] Prefiero no entrar en esos temas y «embarrar» la cancha con temas sobre los que ya hablé ante la Justicia y el Congreso.

-¿Desde que volvió a la Argentina, se reunió alguna vez con el canciller Jorge Taiana?

-Jamás me reuní con Taiana. Y recuerde que, por entonces, el canciller era Rafael Bielsa y tampoco me reuní con él. Pero antes, cuando Kirchner viajó por primera vez a Venezuela, Bielsa me felicitó delante de él porque la organización del viaje había sido «impecable», y en noviembre de 2004, cuando viajé a Buenos Aires, entonces, sí, me reuní con Jorge Taiana, por entonces vicecanciller y me dijo que organizara tranquilo mi vida. «Vos te quedás en Venezuela.» Ya en enero de 2005, me entero de que Chávez [Hugo, presidente de Venezuela] viaja a la Argentina y me llaman para coordinar la visita y ahí es donde mando el último cable, el famoso cable, con el título «Grave situación».

-Ese cable lo redactó el encargado de negocios de la embajada, Alberto Alvarez Tufillo, pero usted como jefe lo firmó y envió tras endurecer el texto e incorporar la palabra clave « corrupción». ¿Por qué lo hizo?

-Porque evidentemente hay allí un acto de corrupción. No me cabe ninguna duda. Si usted saca plata de una cuenta de donde no se podía sacar, la trae a otro país, la cambia en el mercado negro, la recompra en el mercado oficial y se queda con la diferencia, hay un hecho de corrupción.

-Pero de la lectura del cable queda claro que usted alude a la « corrupción» del lado venezolano?

-[Interrumpe] Absolutamente.

-Pero, sin embargo, usted también ha declarado que hubo una reacción de la parte argentina, cuando Uberti llamó a Alvarez Tufillo. ¿Qué le dijo?

-«Decile a Sadous que se deje de joder. Que eso lo manejamos nosotros.»

-Pero el gobierno argentino dice que el fideicomiso sólo lo manejan los venezolanos y que no es bilateral, algo que Uberti, según usted, dejó claro que no es así.

-Sí, sí.

-¿Usted considera que ése fue el principio del fin para su gestión como embajador en Venezuela?

-No es que lo «considere». Fue así. Ese cable lo mandé a fines de enero de 2005, el día en que viajaba a Buenos Aires para acompañar la visita del presidente Chávez. Y en el cable lo que expuse era que aprovecháramos esa visita para poner presión y corregir las irregularidades que estaban pasando en el fideicomiso. Venezuela es una sociedad muy compleja, muy burocrática, muy centralizada, y había quejas; nos pasábamos el tiempo haciendo gestiones, por ejemplo, en la agencia de control de cambios para que destrabaran pagos. Entonces, había que aprovechar la visita de Chávez para explicarle lo que había pasado y asegurar que no se repitiera.

-¿Qué ocurrió cuando llegó?

-Al rato me llama Alvarez Tufillo y el entonces subsecretario de Política Latinoamericana, Darío Alessandro, me dijo: «Ni aparezcas por la Casa de Gobierno con la visita de Chávez porque te van a sacar a patadas». Le dije: «¿Qué querés que haga?». Y me dijo: «Mirá, quedate los tres días que te llamamos, después volvés a Caracas y vemos cómo sigue». Además después me entero, tres semanas después y por Página 12 , que Garré [Nilda] venía a Venezuela. Entonces, los llamo a Bielsa y a Taiana. Bielsa nunca me responde la llamada, y Taiana me dijo: «Mirá, el canciller se enteró igual que vos por los diarios. Fue una decisión del más alto nivel». Entonces, si no hay una relación causal?

-Alessandro negó haber dicho lo que usted sostiene.

-El afirma que me encontró en un pasillo de la Cancillería, lo cual es mentira porque yo no llegué a pasar por la Cancillería en ese viaje, y que me dijo: «Si no te invitaron, no aparezcas»; es ridículo, porque si me llamaron al país como parte de la delegación, no hace falta una invitación.

-Si el malestar contra usted se originaba en la « Casa de Gobierno», ¿Kirchner estaba al tanto de todo?

-Mire, con lo que me dijeron D´Alessandro y Taiana, supongo que Kirchner estaba al tanto. Si la decisión fue al más alto nivel, ¿qué más alto nivel que el canciller?

-Hay un apellido que hasta ahora usted no mencionó: De Vido.

-[Sonríe, se mantiene callado].

-¿Qué relación tenía con él?

-Una relación correcta, de embajador a ministro.

-¿Tuvieron alguna vez algún cortocircuito?

-No, en absoluto.

-¿Usted colaboraba con el trabajo de De Vido cuando viajaba a Venezuela?

-Cuando pedían colaboración, se prestaba colaboración.

-¿Hubo veces que no la pidieron?

-Que yo sepa? sé que hubo algunas misiones en las que nosotros no estuvimos involucrados, pero nada más.

-¿Se arrepiente de algo?

-No, en absoluto. Quizás, haber aceptado la embajada en Venezuela [risas].

-Ante la Justicia, usted declaró que hubo planteos informales de empresas argentinas afectadas en Venezuela?

-[Interrumpe] Había quejas permanentes, fundamentalmente de pagos, demoras en los pagos, en los cumplimientos. Hay infinidad de cables que lo consignan.

-Pero esos eran problemas de empresas argentinas con firmas o funcionarios venezolanos. ¿Y problemas de firmas argentinas con funcionarios argentinos?

-Nada que haya quedado registrado.

-¿Cuál era la reacción de la Cancillería ante esos reclamos?

-Por lo general se hacían las gestiones correspondientes. Por lo que sé, por ejemplo, cuando ocurrió aquello del fideicomiso, se llamó al embajador de Venezuela, que dijo que se trataba de un error, que no tenían experiencias en fideicomisos y que el dinero [faltante] había sido devuelto.
EDUARDO SADOUS
Ex embajador en Venezuela

    * Profesión: diplomático

    * Edad: 64

Estuvo destinado en la India, Italia, Holanda y fue embajador en Malasia durante el menemismo. En 2002, Eduardo Duhalde lo designó embajador en la Venezuela de Hugo Chávez, dos meses después del fallido golpe de Estado contra el líder bolivariano. Tuvo una gestión de bajo perfil, hasta que fue reemplazado por Nilda Garré en 2005. Pero tiempo después de su salida se conoció un cable en el que había alertado sobre irregularidades en el fideicomiso que regulaba el comercio bilateral. Y este año declaró en la Justicia que existía una "diplomacia paralela" y destapó un escándalo al deslizar sospechas de pagos de coimas para vender a Venezuela.
EL HOMBRE QUE IRRITA AL GOBIERNO

"Evidentemente, con el tema del fideicomiso había un acto de corrupción. Mi denuncia fue el principio del fin de mi gestión allí "

" Con lo que me dijeron Alessandro y Taiana, tengo que suponer que Kirchner estaba al tanto. La decisión fue al más alto nivel "

"Por parte de los empresarios había quejas permanentes, por incumplimientos y demoras en los pagos "

La Nación

Los negocios con Venezuela
Denuncian en Cancillería a un hombre de De Vido
Un cable de hace 10 días alertó que persisten las gestiones "paralelas"

Domingo 4 de julio de 2010

Hugo Alconada Mon
LA NACION


El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y su círculo más cercano de colaboradores mantienen operativa su "embajada paralela" en Venezuela. Así surge de una alerta de altísimo nivel que se emitió hace menos de 10 días desde la propia Cancillería en un cable diplomático confidencial, cuya copia obtuvo LA NACION.


Lejos de haber concluido con la caída de Claudio Uberti en 2007, esas gestiones "paralelas" fueron denunciadas al flamante canciller, Héctor Timerman, según pudo saber LA NACION. El ministro fue notificado de los problemas que sufren empresas argentinas por la actuación irregular de otro colaborador de De Vido, su ex secretario privado, José María "el Vasco" Olazagasti.


La alerta diplomática se emitió el viernes 25 de junio. Informó que Olazagasti, ahora jefe de Ceremonial del Ministerio de Planificación, excluyó a por lo menos dos empresas argentinas, mientras que privilegió a otras firmas locales con las que su ministerio mantiene una mejor sintonía; entre ellas, la firma cordobesa Electroingeniería, de excelentes contactos en la Casa Rosada. El signatario de ese cable es el subsecretario de Integración Económica Americana y Mercosur, Eduardo Sigal. Consustanciado con las ideas políticas del kirchnerismo y uno de los funcionarios más importantes de la Cancillería desde hace años, Sigal reportó a sus superiores sobre la peculiar actuación del asistente de De Vido en Caracas. Lo hizo tras una denuncia de las firmas afectadas.


"La referida exclusión de las empresas argentinas se habría originado en una reunión paralela, organizada por el Sr. José María Olazagasti [?], de la que habrían participado únicamente las empresas que aparecen como signatarias del mencionado programa [?.], pero a la que no fueron convocadas otras empresas participantes", resaltó.


Sigal envió el cable a su superior directo, el secretario de Relaciones Económicas, Alfredo Chiaradia, y, por encima de él, al canciller Timerman -según reconstruyó LA NACION-, que se encontraba en Canadá con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.


Un día después de que Sigal emitiera su alerta, Timerman redobló sus críticas contra la prensa por abordar las gestiones "paralelas" del equipo de De Vido. Acusó a los periodistas que "quieren seguir inventando".


El nuevo cortocircuito, sin embargo, llevaba ya dos meses y medio de gestación. Comenzó durante las reuniones de la Comisión Binacional de Alto Nivel (Coban) el 12 y el 13 de abril, en Caracas, en las que participaron funcionarios, diplomáticos y técnicos de ambos países.


Esa cita conllevó tres situaciones peculiares, según pudo reconstruir LA NACION. La primera, que se celebró con más tiempo de antelación de lo habitual con respecto al encuentro que le suele seguir entre los presidentes de la Argentina y Venezuela. La segunda, que el Ministerio de Planificación "movió luego sus piezas", según definió una de las fuentes consultadas. Y, tercero, porque Olazagasti decidió esa "exclusión" de algunas empresas argentinas y la promoción de otras.


Olazagasti cumpliría así con las mismas tareas que antes desarrolló el titular del Organo de Control de las Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti. El funcionario al que empresarios argentinos y venezolanos señalaron como el "embajador en las sombras" en Venezuela hasta agosto de 2007, cuando salió del Gobierno por el escándalo de la valija junto con Guido Alejandro Antonini Wilson.


Las empresas perjudicadas ahora por la operatoria "paralela" de Olazagasti, según surge del cable que Sigal envió a sus superiores, fueron dos. Hidro-Grubert, dedicada a la producción de grúas y elevadoras hidráulicas, y EMA SA, que se presenta como "la más importante empresa en la Argentina dedicada a la producción de equipos electromecánicos de maniobra".


Consultadas por LA NACION, ambas empresas se negaron a hacer declaraciones, al igual que Sigal, pero una alta fuente oficial lo admitió. LA NACION intentó consultar anoche a Timerman sobre el tema, pero no respondió los llamados y correos electrónicos (se encuentra actualmente en Venezuela, en una cumbre regional).


Las dos empresas, Hidro-Grubert y EMA, fueron perjudicadas por una razón contundente, según reconstruyó LA NACION. Poco antes, ambas se habían negado a entrar en la "operatoria" montada desde el Ministerio de Planificación y, tras obtener la homologación requerida para sus productos, optaron por contactar en marzo de este año y por su cuenta a la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela (Corpoelec).


Ese abordaje pareció funcionar. Pero sólo al principio. Según el cable de la Cancillería, porque "las empresas argentinas mencionadas no fueron convocadas a la firma del programa de trabajo referido" entre Corpoelec y el llamado Grupo de Suministro de Empresas Argentinas de Materiales y Equipamientos Eléctricos (GESA), "a pesar de encontrarse formando parte de la delegación de empresarios argentinos presentes en las reuniones" de la Coban. Es decir, porque Olazagasti montó una "reunión paralela".
Encrucijada


La exclusión de Hidro-Grubert y EMA llevó así a una encrucijada peculiar: la Cancillería debió reclamarle al gobierno venezolano para que desarmara la jugada de Olazagasti, según consta en el cable.


"A criterio de esta Subie [por la Subsecretaría de Integración Económica Americana que dirige Sigal], las convocatorias a empresas nacionales con capacidad exportadora y de radicación industrial en ese país deben resultar lo más amplias y representativas posibles de cada sector industrial argentino -afirmó-. Así se lo ha hecho saber el suscripto al ministro del Poder Popular para la Energía de la República Bolivariana de Venezuela." Es decir, al también titular de Pdvsa, Rafael Ramírez, otro de los protagonistas del "caso Antonini".
FECHAS RELEVANTES MARZO DE 2010
Primeros contactos


    * Representantes de las empresas argentinas Hidro-Grubert y EMA se reúnen con funcionarios del ministerio venezolano para la Energía Eléctrica, en busca de posibles negocios.


El cable


    * Esta alerta diplomática confidencial fue emitido el 25 de junio. En él se habla de gestiones paralelas de funcionarios de Planificación para beneficiar a algunas empresas y perjudicar a otras.


12 y 13 DE ABRIL DE 2010
Reunión extraoficial


    * Olazagasti organiza una reunión paralela con todas las firmas proveedoras de suministros eléctricos para Venezuela, pero excluye a Hidro-Grubert y EMA.




La Nación








El Gobierno negó que hubieran existido negocios paralelos con Venezuela
Aníbal Fernández expresó que "nunca manejó dinero" para la compra de fueloil: insistió en que la declaración de Sadous "es una desproporción

Sábado 26 de junio de 2010


El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó hoy que el gobierno nacional "nunca manejó dinero" vinculado al fideicomiso de Venezuela, y volvió a cuestionar al ex embajador en Caracas, Eduardo Sadous.

"El fideicomiso le pertenece a Venezuela, el fuel le pertenece a Venezuela, nosotros los dineros se lo pagábamos a ellos por el fuel y el convenio dice que nosotros a cambio de lo que pagamos por el fuel vendíamos productos por transferencia tecnológica, nunca manejamos dinero", resaltó.

"Nunca la Argentina tomó dinero [vinculado al fideicomiso], ni los empresarios argentinos pueden hacer cosas por fuera de lo que se declaró ante Aduana, la AFIP y Banco Central", aclaró a radio Rivadavia. "¿Por qué vamos a estar preocupados si es una cosa más clara imposible?", se preguntó Aníbal Fernández.

"Este fideicomiso no es mixto entre Argentina y Venezuela, es de Venezuela, si eventualmente faltara dinero se lo tiene que reclamar la justicia venezolana al fideicomiso, que es venezolano", remarcó el ministro.

Además, sostuvo que "lo que dice Sadous es algo que él mismo no puede explicar porque que diga que no puede saber el gobierno... El gobierno sabe bien claro que nunca manejo dinero porque no podía". El jefe de Gabinete cuestionó al ex embajador al señalar que "es una desproporción lo que está diciendo" sobre el aparente desconocimiento del gobierno nacional en manejos del fideicomiso, y sostuvo que hay "algo que él mismo no puede explicar".

Considerarán el pedido del Gobierno sobre la declaración de Sadous. El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, Alfredo Atanasof, admitió hoy que los legisladores van "a considerar" el pedido del gobierno para que se revele la declaración del ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous pese a que ello puede contrariar una decisión que tomó el Congreso nacional.

El diputado del peronismo federal señaló que se trataba de "una solicitud al Parlamento que de alguna manera puede llegar a modificar la decisión del propio Parlamento cuando se decidió que la sesión fuera secreta".

En ese sentido, explicó a radio Mitre que la comisión recibió en forma secreta la declaración de Sadous "por la misma preocupación del justicialismo" para que esa información "no comprometiera la política externa de Argentina".

El pedido, dijo, "lo vamos a considerar no hay inconveniente en considerarlo".

La Nación






La nueva era de lealtad kirchnerista
Fernando Laborda
LA NACION

Domingo 20 de junio de 2010


La salida de Jorge Taiana de la Cancillería y su reemplazo por el multiservicial embajador en Wash-ington, Héctor Timerman, constituyó una señal del kirchnerismo hacia todos los funcionarios del Gobierno: no hay espacio para la disidencia ni para la ambigüedad.


No es el único mensaje para la tropa. En las últimas semanas, Néstor Kirchner les viene advirtiendo a sus hombres de confianza que no descarten la posibilidad de que, finalmente, su esposa sea candidata a la reelección presidencial el año próximo.


La interpretación que realizan dirigentes kirchneristas es que la decisión final sobre si será pingüino o pingüina el que se postule para el período presidencial 2011-2015 se adoptará en la intimidad de Olivos con las encuestas de intención de voto en la mano y favorecerá al que cuente con mayores chances de garantizar el mejor resultado.


El ex presidente de la Nación sugiere que Cristina Fernández de Kirchner tiene sobre él la ventaja de estar al frente de la gestión, que es una suerte de vidriera. Los sondeos de opinión pública que evaluaron los efectos de los festejos del Bicentenario dan cuenta de que, efectivamente, fue la jefa del Estado la figura política que más se benefició por los actos.


Sin embargo, no faltan dentro del propio oficialismo quienes conjeturan que la idea de Néstor Kirchner es sembrar el misterio sobre su candidatura hasta el final y evitar, mientras tanto, que su mujer se convierta prematuramente en un pato rengo , denominación con la que se conoce a aquellos presidentes que atraviesan la última etapa de su mandato sin posibilidad de ser reelegidos.


Esta última lectura, junto con la intención de eliminar de cuajo cualquier foco de mínima discrepancia y de formar en torno de la Casa Rosada un cerco de leales, son pequeños síntomas del comienzo del fin de un régimen, siempre signado por la inseguridad y la desconfianza de los propios gobernantes.


La paranoia oficial encuentra algunas motivaciones con fundamentos reales. Uno de los peligros que los Kirchner advierten para 2011 es que no pocos gobernadores decidan desdoblar las elecciones provinciales y las presidenciales, dejando de garantizarle a la candidatura pingüina el apoyo de los aparatos partidarios locales. Algunos mandatarios provinciales ven en esta posible determinación una cuestión de supervivencia; los Kirchner sólo la interpretarían como un signo de deslealtad.


La capacidad técnica y la experiencia en la gestión pasan a ser, en esta etapa, cuestiones secundarias a la hora de seleccionar a los colaboradores gubernamentales. El único valor que importa es la lealtad. Y si la lealtad se asemeja a la obsecuencia, tanto mejor para los Kirchner.


La renuncia de Taiana al Ministerio de Relaciones Exteriores y la inminente llegada de Timerman al Palacio San Martín es uno de los mejores ejemplos.


Taiana no recuerda haberse sentido tan maltratado por la Presidenta como en la mañana de anteayer, cuando recibió la llamada telefónica presidencial que desencadenó su alejamiento de la Cancillería. Fue tan duro el nivel de los cuestionamientos de la primera mandataria que, según trascendió, Taiana debió decirle: "Cristina, puteá más bajo".


En el enojo presidencial con el entonces canciller se habrían mezclado diferencias en torno de las negociaciones con Uruguay por la propuesta del gobierno de José Mujica de incluir a Brasil en el monitoreo del río Uruguay con la sospecha de la Presidenta de que Taiana le había filtrado información interesada al diario Clarín . Queda claro cuál es, en estos tiempos que corren, el verdadero alcance de la palabra "lealtad" para Cristina Kirchner.


Claro que no habría sido ése el único punto de discrepancias entre la primera mandataria y el ex canciller. Los escándalos derivados de la denuncia de pedidos de "coimas" a empresarios argentinos para exportar a Venezuela, formulada por el ex embajador en ese país Eduardo Sadous, aumentaron las diferencias entre Taiana y otros hombres del oficialismo que entienden que el ex ministro no hizo lo suficiente como para frenar al diplomático díscolo.


El tiempo dirá si la designación de Timerman al frente de la Cancillería deberá interpretarse como el intento de una señal de acercamiento a los Estados Unidos, dadas las posiciones públicas del actual embajador en Washington contrarias a los regímenes de Cuba e Irán, o bien como la simple llegada al Gobierno de un hombre que ha dado muestras de gran fidelidad a la Presidenta, pese a que en su momento fue un confeso admirador de Elisa Carrió y militante de su fuerza política.


Resultan interesantes algunos conceptos pronunciados por el propio Timerman sobre el régimen castrista: "Yo denuncio la falta de libertad de prensa en Cuba. La denuncio porque creo que Cuba es una dictadura, una dictadura de izquierda. Una dictadura que, por ejemplo, se vanagloria de que no existen analfabetos en su sociedad. Lo que no puede decir Cuba es que todos esos cubanos que saben leer tienen prohibido leer. Es imposible encontrar montones de libros importantes en Cuba porque están prohibidos; o sea, saben leer pero no tienen nada para leer".


Tal sentencia, que contrasta con la posición condescendiente que siempre tuvieron los Kirchner con el régimen fundado por Fidel Castro, fue expresada durante una entrevista realizada por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal) para la producción de un audiovisual sobre Cuba en diciembre de 2003.


La satisfacción que reinaba en el oficialismo al concluir la celebración del Bicentenario, que pareció apuntalar la mejora que venía evidenciando el matrimonio gobernante en las encuestas, tornó hacia la inquietud en los últimos diez días de la mano de dos hechos. El primero fue el triunfo electoral de Ricardo Alfonsín en la UCR bonaerense y la creciente probabilidad de que se recree una alianza de centroizquierda en torno al radicalismo, el socialismo y la Coalición Cívica. El segundo fue la decisión de los principales referentes del peronismo no kirchnerista de llevar un único candidato presidencial.


La ilusión oficialista de que la oposición concurriera dividida en muchos pedazos a las elecciones presidenciales de 2011 se desvaneció abruptamente. La idea de vencer en primera vuelta con el 40 por ciento de los votos y más de diez de diferencia sobre la mejor fórmula de una oposición atomizada empezó a diluirse.


De todo, fue la posibilidad de la regeneración del Acuerdo Cívico y Social lo que más habría preocupado a Kirchner. El ex presidente parece sentirse más cómodo frente a todo aquello que huela a derecha y detesta que lo corran desde la izquierda.


No se descarta por eso, según fuentes del oficialismo, que en las próximas semanas el kirchnerismo busque afianzar un perfil asociado con lo que a sus líderes les gusta denominar "progresismo". Se descuenta que se subirá el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, lo cual beneficiará a los asalariados. También se proyecta elevar la llamada asignación universal por hijo, actualmente en 180 pesos, en una proporción no menor al incremento que experimenten las asignaciones familiares para los trabajadores del sector formal.


Por si eso fuera poco, hombres del Gobierno no descartan que el propio Kirchner impulse legislativamente la despenalización del aborto, con el fin de sumar apoyos de los sectores menos conservadores de la sociedad. Uno de los proyectos parlamentarios sobre esta materia pertenece a la diputada del Frente para la Victoria Juliana Di Tullio, quien propicia ampliar los casos de aborto no punible, incluido el de la gestación que sea consecuencia de "una relación sexual no consentida". La presidenta Cristina Kirchner no es partidaria de semejante reforma, pero su esposo no vería con malos ojos su tratamiento en el Congreso.


La intranquilidad del oficialismo encuentra un paliativo en los errores de los referentes del peronismo no kirchnerista, que perdieron la semana con una discusión bizantina sobre quién es más o menos peronista, como si el hilo conductor para una alternativa al oficialismo pasara por esa cuestión. Olvidaron que 1.400.000 jóvenes votarán el año próximo por primera vez y que ocho millones de ciudadanos con menos de treinta años apenas tienen una vaga idea sobre Perón. Como señala un viejo dirigente justicialista, Julio Barbaro, "ser peronista es definir la provincia donde uno nació, pero no el lugar donde habita". 


La Nación


Los negocios con Chávez aún ocultan sus mejores tesoros
Carlos Pagni
LA NACION


Lunes 3 de mayo de 2010


Claudio Uberti, Victoria Bereziuk y José Ernesto Rodríguez viajaron en el mismo vuelo de Copa Air de Panamá a Buenos Aires el 13 de enero de 2006. Volvieron a hacerlo, rumbo a Australia, el 1° de junio de 2007, por Aerolíneas Argentinas.

Estos viajes revelan, por primera vez, el contacto entre funcionarios argentinos y uno de los empresarios que cobraron comisiones a las firmas que comerciaban con Venezuela. Uberti es la figura central de la oscura diplomacia de negocios que montaron los Kirchner y Hugo Chávez. Bereziuk, su secretaria. El gran público los conoció por otro viaje: el que trajo a Buenos Aires, el 8 de agosto de 2007, al venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson y su valija con 800.000 dólares.

José Ernesto Rodríguez es el presidente de Madero Trading, la empresa que cobraba 3% de comisión a las fábricas de maquinaria agrícola que querían vender sus productos a Venezuela, y que la Justicia investiga como posible fuente de sobornos. Madero Trading se constituyó el 14 de septiembre de 2007, es decir, tres meses y medio después del viaje a Australia, un desplazamiento muy enigmático que el juez Julián Ercolini deberá desentrañar.

El otro 12% por comisiones había que pagárselo a Palmat, la empresa de Roberto Wellisch, un argentino conocido en Venezuela como el rey del aluminio, con propiedades en Nueva York, Miami, Caracas y Buenos Aires. Palmat estableció sus oficinas en Miami en 2007. Wellisch integra el directorio del Banco de Guayana, que preside otro argentino arraigado en Venezuela, Oscar Eusebio Giménez. El Guayana, que en marzo de 2007 estableció una alianza con el Banco Nación, tiene como representante en la Argentina al viajero Rodríguez. Si se repasan las fechas, habría que declarar 2007 el año de la amistad bolivariana.

El vuelo que Rodríguez, Uberti y Bereziuk abordaron en Panamá ?es posible que procedentes de Caracas? ofrece otra curiosidad: en el pasaje también iba Néstor Ulloa. En cambio, Ulloa se perdió el misterioso viaje a Sydney. Es natural. En mayo de 2007 dejó su cargo en Nación Fideicomisos por pagar sobreprecios en la construcción de gasoductos. En esa operación, conocida como caso Skanska, se utilizaron empresas fantasma para organizar, hay que suponer, el pago de sobornos. Igual que ahora. Cuando estalló aquel escándalo, el Gobierno dijo que era "un asunto entre privados" y Kirchner hizo publicar una solicitada acusando a LA NACION y a Clarín de mentir para dañarlo. Igual que ahora.

A Rodríguez no le deben de haber faltado temas de conversación con Uberti, Bereziuk y Ulloa. Cuando viajó con ellos hacía ya por lo menos dos años que gerenciaba negocios a la sombra de la complicidad bolivariana, como gerente de Desarrollo de Impsa. La historia suele ser, en estos casos, reveladora. El 22 de noviembre de 2005, en Puerto Ordaz, a orillas del Caribe, Kirchner y Chávez sellaron de manera definitiva su codiciosa amistad. Quince días después de vapulear a George Bush en Mar del Plata, anunciaron la incorporación de Venezuela al Mercosur y la venta de bonos de la Argentina a Venezuela. También marcaron sobre un mapa la traza de un gasoducto que ni García Márquez se atrevería a diseñar. Recorrería toda América del Sur y el encargado de realizarlo sería Ulloa, experto en gasoductos sobrefacturados. Kirchner y Chávez anticiparon que Venezuela compraría maquinaria agrícola a cambio del fueloil que comercializarían traders como Glencore, comandada por Wellisch y representada en Buenos Aires por Juan Carlos Colombetti, ex vicepresidente de YPF, quien falleció un mes más tarde en un accidente automovilístico. En aquel inventario de compromisos, figuraba que la empresa Impsa, de Enrique Pescarmona, repararía la represa hidroeléctrica de Macagua, financiada por el fideicomiso de los combustibles.

Tres días más tarde de esas celebraciones, en el Coloquio de IDEA, Pescarmona se puso del lado de Néstor Kirchner, quien había reprendido a Alfredo Coto por hablar de inflación. "Me va bien porque el Gobierno me ha ayudado en Venezuela", declaró, sincero. Según el periodista Nelson Bocaranda, de El Universal, de Caracas, el contrato de Macagua se firmó por US$ 223 millones, pero la obra ya consumió US$ 353 millones y todavía faltan tres años para que se complete. En su reciente viaje a Venezuela, Cristina Kirchner y Chávez firmaron otro convenio para que Pescarmona realice más obras eléctricas en ese país.

Las revelaciones sobre la matriz corrupta de la alianza con Chávez llegan en un mal momento para el matrimonio gobernante. Los países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) consagrarán mañana a Néstor Krichner como secretario general de esa organización. Sin embargo, las desagradables novedades que van saliendo del juzgado de Ercolini no modificarán esa decisión; ni siquiera en el caso de presidentes enemistados con Chávez, como el colombiano Alvaro Uribe o el peruano Alan García.

El escándalo atraviesa varias dimensiones del kirchnerismo. En principio, coloca a la corrupción en el centro de la discusión política, aun cuando Elisa Carrió siga siendo una denunciante bastante solitaria. Las andanzas de Uberti, Bereziuk y Ulloa se agregan a las millonarias intervenciones de los Kirchner en el mercado de cambios; a la evolución patrimonial del matrimonio y de sus secretarios privados; al enriquecimiento de Ricardo Jaime, de quien se desconocen los servicios que prestaba a cambio de las dádivas que, al parecer, recibía (por si acaso, tres importantes empresarios del transporte han convocado a reconocidos penalistas); a los sobreprecios pagados por Aerolíneas en la compra de aviones, o a los sospechosos contratos de Defensa con navieras alemanas.

También queda al desnudo la moral intrínseca del intervencionismo populista. Los pedidos de comisiones prosperan cuando los negocios están determinados por el capricho de los funcionarios. La figura del fideicomiso, talismán del derecho administrativo kirchnerista, viene en auxilio de esas malas costumbres. Aparece en las ventas a Venezuela, en el caso Skanska o en experimentos más exóticos, como los acuerdos de cooperación que se firmaron con Túnez. A esta altura, es difícil discernir si esta mecánica obedece al desprecio por el mercado o al aprecio por el lucro.

Las revelaciones del embajador Eduardo Sadous ilustraron con cifras y detalles un panorama conocido. En 2004, el entonces canciller Rafael Bielsa envió una carta a Kirchner solicitándole que excluyera a la Cancillería de la relación bilateral con Venezuela. Uberti ya era el verdadero embajador ante Chávez, aunque no conseguía llevar esa función a los papeles. La primera vez que lo intentó, la embajada fue para Nilda Garré; la segunda, para Alicia Castro. "Claudio no hubiera pasado el Senado", explica alguien de la intimidad de Olivos.

El negocio de máquinas agrícolas fue marginal. Un diplomático que conoce bien el comercio bolivariano explica: "El negocio de Wellisch y de Rodríguez no son las comisiones por la venta de tractores, sino actividades mucho más rentables. Wellisch es el mayor productor de aluminio. Sin embargo, para afianzarse en esos otros sectores, ellos pueden haber tenido algunas atenciones, como montar una empresa para que los funcionarios puedan cobrar los sobornos. Es posible que Antonini Wilson cumpliera el mismo papel".

Muchos empresarios kirchneristas encontraron en Venezuela una cancha auxiliar para sus negocios con el Estado. Lázaro Báez, por ejemplo, armó una empresa -Epsur- con ese fin, y Electroingeniería, de Gerardo Ferreyra, comenzó a capturar licitaciones venezolanas desde el año pasado. Sin embargo, las dos minas de oro bolivarianas han sido la comercialización de fueloil y la manipulación de bonos argentinos en el mercado cambiario. La adquisición de esos papeles apuntó, en un comienzo, a neutralizar el exceso de liquidez de la economía chavista. Pero la diferencia de cotización entre el dólar oficial (por ejemplo, 2,5 bolívares) y el paralelo (5 bolívares), permitió ganancias siderales. Bastaba con comprar bonos al precio oficial y venderlos luego en el mercado secundario de Miami con el valor del dólar libre. Se hicieron diferencias del 100%. En esa maniobra participaron unos banqueros bolivarianos. Uno de ellos, Ricardo Fernández Barruecos, cayó preso el año pasado.

Chávez adquirió títulos argentinos por alrededor de US$ 5000 millones. Cristina Kirchner llegó a pagar una tasa del 15% por ese financiamiento. Sacar de Venezuela el dinero que resultó de estas operaciones debe de haber sido engorroso. Tal vez así se explique la predilección de Uberti y Bereziuk por aterrizar con aviones privados en el sector militar de Aeroparque.

La Nación