Muere el ex presidente Néstor Kirchner

 




Jamás dejó el poder
Joaquín Morales Solá
LA NACION
Jueves 28 de octubre de 2010


Podrán decirse muchas cosas de Néstor Kirchner, pero no que le faltó genio para construir un imperio político desde las ruinas. Nunca, como candidato, pudo ganar una elección nacional. Sin embargo, nunca dejó el poder desde que se encaramó en él. En 2003 le ganó Carlos Menem y en 2009 lo superó Francisco de Narváez. El kirchnerismo ganó las elecciones de 2005 y de 2007, pero él no fue candidato en ninguno de esos comicios.
El desierto del que venía lo obligó, tal vez, a una vida excepcional. Todo giraba en torno de él, bajo su presidencia o cuando la jefatura del Estado la ejercía su esposa. Su estilo de gobierno convertía a los ministros en meros conserjes sin decisión propia. Desde que se aferró al poder, fue, al mismo tiempo, gobernador de cualquier provincia, intendente de cualquier municipio del conurbano, ministro de Economía, jefe de los servicios de inteligencia, ministro de Obras y de Defensa, canciller y productor de los programas televisivos que lo adulaban. "Así, enloquecerá la administración o terminará con su vida", colegía uno de los ministros que a los que echó pocos años después de llegar al gobierno.
Fue, también, más que eso. Hasta marzo de este año, cuando cambió la relación de fuerzas parlamentaria, ejerció de hecho la titularidad del Poder Ejecutivo y del Legislativo, fue el jefe fáctico de los bloques oficialistas y titular de las dos cámaras del Congreso. De alguna manera, se hizo al mismo tiempo de la dirección de una porción no menor del Poder Judicial, con la excepción de la Corte Suprema. Siempre cargaba bajo el brazo una carpeta con la información última sobre la marcha del Estado; esos datos no eran a veces certeros y, muchas veces, sobresalían más por el error que por el acierto. Su objetivo no era la verdad, sino colocarla a ésta en la dirección en que estaba su sillón.
"Quiero dejar la presidencia, caminar por la calle y que la gente me salude con un «buen día, doctor»", solía decir cuando conversaba con frecuencia con periodistas que lo criticaban. Entonces era presidente. Cerraba ese diálogo y abría otro con sus habituales lugartenientes. "Mátenlo", les ordenaba de inmediato; les pedía, así, que incendiaran en público a algún adversario o a algún kirchnerista desleal para sus duros conceptos de la fidelidad. Nunca podrá saberse si aquel era un combate entre el deseo y el carácter, en el que siempre perdía el anhelo, o si el deseo era sólo una expresión fingida ante los oídos de un interlocutor diferente.
"Mátenlo", era una palabra que usaba frecuentemente para ordenar los castigos públicos. La política es cruel y las prácticas políticas son crueles. Kirchner era un exponente cabal de esa estirpe. Los amigos se convertían en enemigos con la rapidez fulminante de un rayo. Nada les debía a sus ex colaboradores, que habían dejado en el camino partes importantes de su vida para servirlo. Sus afectos estaban reducidos al pequeño núcleo de su familia, a la que realmente quiso con devoción, más allá de las muchas discusiones y discordias con su esposa. "La familia es lo único que la política no destruye", repetía.
Sabía aprovechar con maestría la debilidad del otro para caerle con la fuerza de un martillo. El caso más emblemático es el de George W. Bush. Conoció a Bush cuando era un líder muy popular en su país, insistió con que quería acercarse a él, lo visitó en la Casa Blanca y lo tranquilizó diciéndole que era no izquierdista, sino peronista. Ese romance duró hasta la cumbre de Mar del Plata en 2005, cuando Kirchner vapuleó imprevistamente a un Bush pasmado por la sorpresa. ¿Qué había pasado? La fatídica guerra de Irak había convertido en jirones la popularidad del líder norteamericano.
"No es popular estar cerca de él en estos momentos", explicó luego con el pragmatismo desenfadado del que hacía gala. La popularidad del otro era el índice de su simpatía. Por eso, nunca rompió con el colombiano Alvaro Uribe, de quien, además, solía hablar bien. Uribe se fue del gobierno con el 75% de aceptación. Todo eso ocurrió en un tiempo en el que Kirchner pintó el país del color de la Patagonia: el mundo fue siempre lejano e impenetrable para él.
Ambivalente, como un príncipe del oportunismo, Kirchner nunca terminó de comprender al conjunto de la sociedad argentina. Nunca recibía a nadie cuando andaba en sus tiempos de broncas desmedidas. Sin embargo, era un anfitrión cordial y conversador, un político clásico, cuando ingresaba en los períodos de conciliación. Eso sí: la información que le trasladaba a un periodista, por ejemplo, no siempre era confiable. Edificaba un océano con una gota de agua que pudiera afectar a un adversario. Y contaba con una buena despensa de información confidencial.
Una vez habló por teléfono con la periodista Magdalena Ruíz Guiñazú para pedirle disculpas porque había borrado la legendaria Conadep de un discurso suyo. Magdalena, sincera y frontal, le reprochó que se dejara llevar por la versión del pasado que le daba Hebe de Bonafini. "Es muy sectaria, pero yo la tengo cerca sólo para contenerla", le respondió el entonces presidente. Flotaba entre una orilla y otra durante su mandato. Luego se quedó definitivamente con Bonafini, con D?Elía, Moyano y Kunkel. Esas alianzas demostraron, más que cualquier cosa, no sólo su talante, sino su desconocimiento de la sensibilidad de la sociedad argentina. Esas figuras integran la lista de las personas más rechazas por una inmensa mayoría social.
El pasado
Compartía con ellos cierto gusto por la arbitrariedad. Al inventarse un pasado personal, debió también acomodar un presente que tampoco era suyo. Convirtió la revisión del pasado en un tema omnipresente, en una divisoria de aguas, en una herramienta para la construcción de su política cotidiana. Ese era un tema que reunía las condiciones épicas que más le agradaban. No le importaba si tenía que mezclar historias artificiales con personajes imaginarios. Hace algunos años, cuando él era presidente, luego de una de las muchísimas veces que vapuleó a este periodista en la fogata de sus atriles, nos reunimos para tomar un café en la Casa de Gobierno. Se produjo este diálogo que lo pinta de cuerpo entero.
-Usted sabe que lo que me imputó es absolutamente falso ?le dije.
-Sí. Pero usted quiere que otro presidente ocupe este despacho ?me respondió.
-¿No cree que estamos hablando de dos cosas distintas? ?le pregunté.
-No ?me contestó, y pasó de inmediato a hablar de otro tema.
Otro Kirchner, más implacable y menos amigable, apareció después de la crisis con el campo y del fracaso electoral de 2009. El Kirchner del primer período era más componedor y moderado. Pero no aceptó ninguna de las dos derrotas. Era un político que no había conocido la derrota y decidió, con envidiable voluntarismo, que no la conocería. Los culpables no eran sus políticas erradas o los argentinos que votaron por opositores, sino los medios independientes que se habían volcado hacia sus adversarios sociales y políticos. Emprendió una batalla para él decisiva contra esos medios y contra los periodistas independientes. No se tomó un día de descanso en esa guerra, como él mismo la llamaba, ni concedió tregua alguna. En esos menesteres bélicos lo encontró el estupor de la muerte.
Fue un presidente y un líder político que conocía los manuales básicos de la economía. Era una condición excepcional desde Arturo Frondizi. Sabía, en algún lugar secreto de su inconsciente, que la inflación y el crecimiento pueden coexistir durante un tiempo, pero no todo el tiempo. Sabía algo peor: ninguna receta antiinflacionaria carece de algunas medidas impopulares. No quería tomarlas. Su popularidad y la de su esposa no pasaban por un buen momento como para correr esos riesgos. Esa lucha entre el conocimiento y la conveniencia lo maltrató durante sus meses cercanos.
Tenía últimamente, dicen los que lo oían, una desilusionada percepción de las cosas, que jamás la llevaba a las palabras. Empezó a zigzaguear con un objetivo claro: él y su esposa nunca serían derrotados por el voto. Debía, por lo tanto, comenzar la escritura del día después, la de una epopeya culminada abruptamente por la maquinación de la "corporación mediática", por el sector rural, por el empresariado y por todo lo que expresara un pensamiento distinto del suyo. Todo eso ya era, no obstante, una fascinante reliquia de un mundo abolido.
Cinco días antes de su muerte, en la noche avanzada del viernes, su encuestador histórico y más eficiente, llamó desesperado a un importante dirigente filokirchnerista. Acababa de concluir una encuesta nacional (el trabajo de campo se hizo antes del crimen de Mariano Ferreyra) y él había hecho un ejercicio: duplicó la intención de votos de los Kirchner en el interior de Buenos Aires, en la Capital, en Santa Fe y en Córdoba. Aun con tanta fantasía, el resultado no superaba el tercio de los votos nacionales que el kirchnerismo sacó en las elecciones de 2009. "Esto está terminado", concluyó el encuestador. ¿Hay alguna posibilidad de cambiar el curso de las cosas?, averiguó el interlocutor. "Ninguna, hermano. Esto está terminado", repitió el conocido analista.
Una vida sin poder no era vida para Néstor Kirchner. Por eso, quizás, su vida y su poder se apagaron dramáticamente enlazados. El final del poder era, para Kirchner, el final de la vida. O de una forma de vivir tal como él la concibió.

Former Argentina President Kirchner dies
By the CNN Wire Staff
October 27, 2010 11:30 a.m. EDT

Buenos Aires, Argentina (CNN) -- Former Argentinian President Nestor Kirchner died Wednesday of a heart attack, state media reported.

Kirchner, 60, was president from 2003-2007 and was the husband of current President Cristina Fernandez. He died shortly before 10 a.m. at a hospital near his summer residence in El Calafate, a small town in southern Argentina, according to the official Telam news agency.

"A patriot has died," congressman Juan Carlos Dante Gullo said on the state-run Vision 7 TV network. "Argentina has lost one of its best men."

Cristina Fernandez was with Kirchner when he died at a hospital, state media reported.

Condolences from world leaders started to flow within minutes of the announcement.

"Oh, my dear Cristina," Venezuelan President Hugo Chavez said on his Twitter account. "How much pain! What a great loss for Argentina and our America to suffer! Long live Kirchner forever!!"

Colombian President Juan Manuel Santos declared a minute of silence.

"This is a great loss for Argentina and a great loss for our continent," he said in a statement.

The Organization of American States also observed a minute of silence during a Wednesday morning meeting in Washington.

Kirchner's health had been delicate this year.

He underwent angioplasty surgery in mid-September after doctors found a blockage near his heart.

The surgery was the second this year for the politician, who was widely expected to run for president again in 2011 when his wife's term ended.

Kirchner had surgery on his right carotid artery in February. The two carotid arteries -- one on either side of the neck -- carry oxygenated blood to the brain. At the time, doctors said Kirchner's artery was blocked, which could have led to a stroke.

Patients who undergo such a procedure have a 30 percent greater chance of having heart problems within five years, physician Elmer Huerta told CNN en Español.

Kirchner also had been hospitalized in January 2006 for gastric problems.

Some analysts said Kirchner had remained the most influential political figure in the nation and the person who, at least until this year and his health issues, made important policy decisions for his wife's government.

In foreign policy, the Kirchners have been among the most vocal critics of Washington in Latin America.

Their rule in Argentina has often been controversial. Over the past few years, they have dealt with billions in outstanding debt, ongoing conflicts with farmers and the press, and lingering questions over government statistics.

After taking office in 2003, Kirchner focused on consolidating his political strength and alleviating social problems, according to a recent U.S. State Department report on Argentina. He pushed for changes in the Supreme Court and military and undertook popular measures, such as raising government salaries, pensions and the minimum wage.

He announced in July 2007 that he would not seek re-election and backed his wife to succeed him.

Kirchner, as leader of the Union of South American Nations, played a key role in August to re-establish dialogue between Colombia and Venezuela.

The two nations had cut off diplomatic relations over accusations that Venezuela was harboring Marxist guerrillas. Kirchner helped broker a meeting at which the sparring countries announced they were re-establishing ties.

Kirchner and Cristina Fernandez were married in 1975 and had two children, Maximo and Florencia.

La Nación



Consternación por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner
Tras sufrir una descompensación, fue hospitalizado en El Calafate cerca de las 7 y falleció a las 9.15; el gabinete nacional viaja a Santa Cruz


Miércoles 27 de octubre de 2010

RIO GALLEGOS.- El ex presidente Néstor Kirchner murió esta mañana poco después de las 9 en la ciudad santacruceña de El Calafate, donde había sido internado en el hospital local, tras sufrir una descompensación.

En un adelanto exclusivo, las autoridades provinciales habían informado a lanacion.com que Kirchner había ingresado al centro médico en una camilla acompañado de la presidenta Cristina Kirchner.

Aún no trascendieron detalles de cómo ocurrió el deceso. Tampoco hay precisiones sobre cuándo se trasladará el cuerpo de Kirchner a la Capital, ni cuándo se velarán sus restos. Se descuenta que esa ceremonia se realizará en el Congreso, como corresponde a todos los ex presidentes de la Nación.

Los integrantes del gabinete nacional ya están en viaje a El Calafate. Partieron desde la base militar de Aeroparque el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; la hermana del ex mandatario y ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; su par de Trabajo, Carlos Tomada, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.

La primera información sobre la internación de Kirchner había aparecido esta mañana en el portal ahoracalafate.com.ar.

Kirchner había sido internado el 11 de septiembre último en el Sanatorio de los Arcos donde fue sometido a una angioplastía por la obstrucción de la arteria coronaria.

Con la colaboración de Mariela Arias
Corresponsal en Santa Cruz

La Nación












Sus últimas palabras, en un acto en Chivilcoy
Miércoles 27 de octubre de 2010

Las últimas apariciones públicas de Néstor Kirchner antes de su deceso estuvieron estrechamente vinculadas a la muerte de Mariano Ferreyra.

Sus últimas palabras pudieron escucharse el viernes en Chivilcoy, cuando anticipó que ese mismo día habría novedades importantes en el crimen del militante del Partido Obrero.

"No tengan ninguna duda que la Presidenta ha impulsado la investigación sobre los autores intelectuales del hecho", dijo Kirchner.

El jueves, un día antes, había encabezado un acto en Chaco donde también se refirió al tema. En tanto, el martes se había mostrado con Daniel Scioli en General Lamadrid.

La Nación




Cristina lo acompañó hasta el final
La Presidenta estuvo con Néstor Kirchner en el hospital; su hijo Máximo se encontraba en Río Gallegos y viajó de urgencia a El Calafate
Miércoles 27 de octubre de 2010

Su esposa, la presidenta Cristina Kirchner, no se apartó de su lado en la mañana y lo acompañó hasta el hospital de El Calafate, donde el ex mandatario Néstor Kirchner fue internado de urgencia.

Poco después se produciría allí la muerte, que sacudió el tablero político del país, en el mismo día en que se estaba desarrollando el censo del Bicentenario.

Poco después del deceso, fueron avisados los hijos del matrimonio presidencial, que no se encontraban en esa villa patagónica.

A las 10.15 el cuerpo del ex mandatario fue trasladado en una ambulancia desde el hospital hasta la casa que los Kirchner tienen en El Calafate.

El hijo mayor, Máximo, que se encontraba en la ciudad de Río Gallegos, se trasladó de urgencia a El Calafate. El viaje lo está haciendo por tierra.

En tanto, su hermana Florencia, la otra hija del matrimonio, vive en los Estados Unidos, donde estudia cine en la ciudad de Nueva York.

La Nación




Sin Kirchner, Cristina puede asumir el poder
Por Rosendo Fraga
Especial para lanacion.com
Miércoles 27 de octubre de 2010


La desaparición del líder del oficialismo genera múltiples interrogantes. Es la primera vez en la historia argentina que la ausencia de alguien que no es el Presidente genera una situación semejante.

Esto ante todo muestra que la Argentina estaba viviendo una situación anómala. Lo institucional estaba subordinado a lo político. La falta de Kirchner deja la sensación política de que falta el Presidente y es como si se planteara el interrogante de cómo va a actuar el vicepresidente.

Hasta el último momento él se encargó de hacer evidente que era quien ejercía realmente el poder y no su esposa, la presidenta Cristina Kirchner. Ella nunca lo rechazó, nunca buscó generar un espacio propio de poder ni en lo símbólico.

Ella ocupa ahora el centro de la escena y tiene la oportunidad de ejercer el poder por sí misma, un año antes de las elecciones y trece meses de que termine su mandato.

Tiene la oportunidad de modificar, rectificar, corregir, cambiar una serie de aspectos, estilos, orientaciones y políticas impuestas por su marido, que llevaron a una situación inédita, que un gobierno con la economía creciendo al 9% tenga la aprobación de sólo uno cada tres.

Ella ahora puede adoptar algunas decisiones que se reclaman, como tomar distancia de Hugo Moyano y terminar con su influencia. Quizás será lo primero que el mundo político mirará para saber si esta dispuesta a cambiar.

En principio, el peronismo que nunca vio con simpatía al Kirchnerismo y su alianza con la izquierda, que primero se dividió frente al conflicto con el campo, que después lo derrotó en las elecciones del año pasado y que en los últimos días mostró sus diferencias a través de Daniel Scioli, recupera protagonismo.

Podría conjeturarse que las figuras del poder más vinculadas a Néstor Kirchner, ahora pueden tener menos poder o bien podrían ser apartadas. Por ejemplo, Cristina tiene la oportunidad de reemplazar a funcionarios cuestionados, como Guillermo Moreno.

Si ella insiste en la línea fijada por su marido, no le será fácil gobernar. Ella no es la misma persona y además ese estilo, estaba claramente en crisis.

Con Kirchner desaparece la figura política más importante de la década, como lo fue Alfonsin en los ochenta y Menem en los noventa. Una figura singular.

Deja a su esposa, con un gobierno sólido en lo económico, pero enfrentado con el sector productivo mas importante del país que es el campo; en conflicto también con el sector industrial; en mala relación con la Corte Suprema como lo evidencian los fallos recientes; enfrentado con el Congreso, como lo muestra el último veto; en conflicto con la Iglesia Católica; enredado en una surte de "guerra" contra los principales medios privados del país y en trance de romper relaciones con el gobernador de la principal provincia.

El peronismo se estaba alejando. Ya al acto de River, presidido por el matrimonio Kirchner y Moyano, habían concurrido solo 5 intendentes justicialistas del conurbano y nada más que 5 gobernadores justicialistas habían rechazado la candidatura presidencial de Scioli.

La continuidad institucional no está en riesgo en la Argentina, pero puede estarlo la gobernabilidad en el final en el tramo final del mandato de Cristina, si ella no aprovecha lo que posiblemente sea su oportunidad histórica: dejar de ser la presidenta de una facción, para pasar a serlo de todos los argentinos.

El autor es director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría

La Nación







Murió el ex presidente Néstor Kirchner


27/10/10 - 10:00

Sufrió un parocardiorrespiratorio con muerte súbita, según confirmaron a Clarín desde el equipo médico presidencial. Había ingrsado esta mañana en hospital José Formenti de la ciudad de El Calafate acompañado por su esposa, la presidenta Cristina Fernández, pero no pudieron reanimarlo.



El ex presidente Néstor Kirchner falleció esta mañana en la ciudad de El Calafate a raíz de un paro cardiorrespiratorio.



El ex mandatario sufrió una descompensación durante la madrugada, mientras participaba de una reunión en su casa de la villa santacruceña.



Oficialmente fue una “paro cardiorrespiratorio con muerte súbita”. Según confirmaron a Clarín fuentes del equipo médico presidencial, en el hospital José Formenti de la ciudad santacruceña no pudo ser reanimado.



El ex presidente, que tenía 60 años, había llegado a la clínica acompañado por su esposa, la presidenta Cristina Fernández.



El ex presidente había sufrido al menos dos episodios en el último año que lo habían obligado a internaciones de urgencia. La primera fue en febrero, cuando fue operado de la carótida. Y el 11 de septiembre último tuvo que ser sometido a una angioplastia y le colocaron un stent. Los médicos le habían recomendado cambiar su estilo de vida debido al estrés.



Antes de ser elegido presidente en 2003, Kirchner fue alcalde de Río Gallegos, capital de Santa Cruz (1987-1991) y gobernador de esa provincia (1991-2003). En 2009 fue elegido diputado nacional, cargo por el que tenía mandato hasta el 2013. Y el 4 de mayo pasado había sido nombrado secretario general de la Unasur.


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1 comentario:

  1. Hola, Te invito a leer un blog de humor K Un adelanto: DIALOGO DIOS Y KIRCHNER: "Quiero darte unos consejos para que se los transmitas a Cristina para que sepa como actuar con los traidores. ¿Te acordás cuando en "la última cena" Judas vendió a mi hijo por una monedas? Bueno ... al desgraciado ...le hice sentir tanta culpa que solito se ahorcó en un árbol.Ya pasaron dos milenios, ¿y qué recuerdo quedó de Judas? A nadie le importa: no existe ni una estampita suya, ni un souvenir. Todo el merchandaising quedó para mis discípulos leales. Y, lo que es peor, el nombre Judas quedó asociado a la maldad y la traición. No quiero exagerar pero creo que hasta Hitler, Musolini o Franco tuvieron más suerte que él.¿Cómo pensás que va a terminar Cobos?"PD: Dios le dice a Néstor:"Ponete contento. Hoy en Argentina ha nacido el tercer movimiento histórico, después del radicalismo y del peronismo, el kirchnerismo. Y no sólo lo digo yo, lo dice tu gente en las calles. Vení, mirá hacia abajo desde esta nube. Esa multitud te está vitoreando"VOX POPULI, VOX DEI. La voz del pueblo es la voz de DiosLEEER MAS EN http://www.kikitodulce.blogspot.com/ /Y si te agrada hacete miembro del blog·
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