Secretos del Departamento de Estado de USA que aluden a la Argentina (WikiLeaks)

Los cables de WikiLeaks que hablan sobre la Argentina, en español
Acceda a las versiones traducidas de parte de los documentos secretos que fueron filtrados
Jueves 2 de diciembre de 2010 | 14:19 (actualizado a las 18:59)

Entre los cables secretos del Departamento de Estado que aluden a la Argentina, se destacan los referidos a: las sospechas de Estados Unidos sobre los manejos financieros de los Kirchner, el análisis del llamado "estilo K", las polémicas declaraciones atribuidas a Sergio Massa y Alberto Fernández sobre el matrimonio presidencial, la controvertida descripción de la embajadora Vilma Martínez de Mauricio Macri y las derivaciones del escándalo de la valija.

Acceda a esos cables completos traducidos al español. Estarán a disposición de los lectores en el transcurso del día.


La Nación



Hillary Clinton llamó a Cristina para "darle explicaciones" por el escándalo de WikiLeaks
Así lo informó la agencia Télam; fuentes de la embajada de Estados Unidos confirmaron el contacto a la lanacion.com, aunque no precisaron detalles de la comunicación
Jueves 2 de diciembre de 2010 | 15:05 (actualizado a las 15:27)

Días después de que explotara el escándalo internacional tras la filtración de miles de cables de WikiLeaks que salpicaron a la Argentina, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se comunicó telefónicamente con la presidenta Cristina Kirchner, quien todavía no se pronunció públicamente sobre el tema.

Según fuentes de la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires consignadas por la agencia oficial Télam, Hillary la llamó para "dar explicaciones" por la difusión de la información diplomática secreta que se hizo pública.

El Gobierno esperaba una llamada de la funcionaria estadounidense para aclarar lo sucedido, tal como lo había hecho con diversos líderes mundiales que también fueron salpicado por el escándalo.

Ayer, el subsecretario de Asuntos Políticos, William Burns, llamó al canciller Héctor Timerman. Aunque no se suministraron los detalles de la conversación, el contacto se sitúa en la línea de la disculpa que ensaya el gobierno de Estados Unidos por las derivaciones de la filtración.

En tanto, Cristina Kirchner aún no se pronunció sobre los cables secretos. Se espera que esta tarde, en un acto por la promulgación de la ley de salud mental, la Presidenta se refiera al caso.




Lula: "Los norteamericanos hacen las mismas tonterías que todo el mundo"
El presidente brasileño cuestionó a EE.UU. por la filtración de WikiLeaks; "Las cosas que vi de Brasil son tan insignificantes que no merecen ser tomadas en serio", declaró; un cable revelado hoy señala la preocupación norteamericana por los Juegos Olímpicos de Río
Jueves 2 de diciembre de 2010 | 11:32 (actualizado a las 14:39)

BRASILIA (AFP).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó hoy a los Estados Unidos tras la filtración de documentos diplomáticos confidenciales por parte de la organización WikiLeaks.

"Están desnudando una sabiduría, se pensaba que los americanos eran mejores que los otros, y al final hacen las mismas tonterías que todo el mundo hace", ironizó el mandatario durante una entrevista a radios comunitarias.

El sitio WikiLeaks comenzó a difundir el domingo pasado más de 250.000 cables diplomáticos secretos de Estados Unidos, provocando críticas contra el gobierno estadounidense en el mundo entero.

El lunes, luego que los primeros documentos que hacían referencia a Brasil fueran divulgados, el presidente afirmó que esos textos eran insignificantes.

"De vez en cuando aparecen esas cosas. Creo que las cosas que vi de Brasil son tan insignificantes que no merecen ser tomadas en serio", declaró durante una visita en el estado de Maranhao (norte).

Nuevo cable. En este contexto, un cable diplomático divulgado hoy por la organización WikiLeaks señala que la embajada estadounidense en Brasilia expresó su fuerte preocupación con los problemas de seguridad y falta de infraestructura en Río de Janeiro tras su nombramiento como sede de los Juegos Olímpicos en 2016.

En un documento que habría sido transmitido el 24 de diciembre de 2009, la encargada de negocios en la embajada de Brasilia, Lisa Kubiske, destacó los "problemas significativos, que pueden impactar en los Juegos, especialmente en términos de seguridad".

En este sentido, la diplomática recordó el caso del helicóptero de la policía que cayó el año pasado en el Morro dos Macacos (zona norte) tras recibir disparos de narcotraficantes.

Kubiske recomienda así una mayor cooperación bilateral en áreas como seguridad e intercambio de información.

Por otra parte, también se destacaron los desafíos que enfrenta la ciudad en términos de infraestructura y su financiación.

"El riesgo es que el gobierno se descanse en los laureles y no comience el trabajo de planificación de los Juegos (...). A pesar de la afirmación de [Dilma] Rousseff de que han "aprendido con los Juegos Panamericanos, la coordinación para la Copa del Mundo 2014, especialmente en seguridad, está atrasada", señala el documento.

En el texto, Kubiske subraya que los Juegos son una buena oportunidad de cooperación entre ambos países: "Aprovechar los Juegos para trabajar en temas de seguridad debe ser una prioridad, así como la cooperación en cibercrimen y ampliar seguridad de información".

Brasil será el primer país sudamericano en recibir los Juegos Olímpicos, en Río de Janeiro, dos años después de organizar el Mundial de fútbol en 2014.

A pesar de los graves problemas de la ciudad en infraestructura, hotelería, transporte y seguridad, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva dio garantías financieras y políticas para la organización de ambos eventos deportivos.



Una ola sombría que crece sin parar
Carlos Pagni
LA NACION
Jueves 2 de diciembre de 2010

Suponer que los datos que WikiLeaks va filtrando a diario en relación con la Argentina obedecen a un orden preestablecido ha de ser, seguro, un prejuicio. O, más aún, el síntoma de una pasable paranoia. Lo más probable es que ese caudal esté brotando de manera caprichosa. Sin embargo, es imposible ignorar que la ola informativa va adquiriendo una creciente intensidad.

Las primeras infidencias eran casi habladurías. Para Sergio Massa, Néstor Kirchner tenía un manejo perverso del poder. Según Alberto Fernández, el Gobierno perdería las elecciones. Mario Blejer cree que Kirchner no sabía de economía. La burocracia de Washington quiso saber qué había de cierto en los rumores sobre la psicología de la Presidenta. La embajadora Vilma Martinez no ve en Mauricio Macri a un dechado de cortesía. Y a la diplomacia norteamericana la política exterior argentina le resulta disparatada. Estas afirmaciones no son novedosas. Lo llamativo es que, pensadas para ser dichas en privado, aparezcan en público.

Ayer, los contenidos cambiaron de condición. Se conocieron cables que reportaban a Washington un panorama muy sombrío, según el cual los Kirchner carecían de vocación para combatir el narcotráfico o el lavado de dinero. Esa deficiencia no se debería a la falta de instrumentos legales sino a la negligencia o a la complicidad con el delito. Se revelan sospechas sobre eventuales operaciones financieras realizadas por el matrimonio en paraísos fiscales. Se identifica al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, como uno de los responsables de la evolución de esos males. Se consigna la complicidad del kirchnerismo con la industria del juego.

Estas aseveraciones divulgan detalles hasta ahora desconocidos. Fuentes muy autorizadas, a las que se identifica con nombre y apellido, ofrecen datos y describen dinámicas que empeoran mucho el aspecto moral del Gobierno. Los mails de Manuel Vázquez, el asesor de Ricardo Jaime, son escandalosos, pero parecen fragmentos de una novela picaresca al lado de las fisuras estructurales en el combate a delitos complejos que se describen en estos nuevos informes diplomáticos. El mensaje principal de esos textos es que no debe confiarse en la administración argentina en cuestiones relevantes para la seguridad internacional.

Los autores de los reportes tienen derecho a alegar que lo que se dice en ellos no supone un dictamen definitivo de su gobierno. Como hizo Arturo Valenzuela con su denuncia sobre inseguridad jurídica, podrán decir "a mí me lo dijeron". Es un recurso aceptable pero inconsistente. Todos los testimonios relevados van en la misma dirección, que es la de alimentar un juicio negativo. Los diplomáticos saben, igual que los periodistas, que la selección de citas de terceros es una forma de opinar.

Cabe suponer, entonces, que las revelaciones de WikiLeaks alterarán las vinculaciones entre los Estados Unidos y la Argentina. Es uno de los efectos intrínsecos a la infidencia. Ella despoja a la diplomacia de un pecado que presta servicios invalorables a las relaciones internacionales: la hipocresía. Los hechos y conductas que se consignan en los cables no obligaban, mientras eran secretos, a ninguna conducta ulterior. En aras de la prudencia política, las autoridades norteamericanas podían disimular lo que sabían para repetir que "estamos frente a un aliado en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el lavado", como dijeron tantos embajadores. El hecho de que se sepa que saben, tal vez impone un cambio de política. Por lo pronto, aquellas declaraciones estarán heridas en su credibilidad.

Las nuevas informaciones desafían uno de los supuestos convencionales de la relación bilateral: que, más allá de algunos desvaríos bolivarianos, los Kirchner eran una garantía para las prioridades de los Estados Unidos en materia de seguridad global. Esa imagen se ha ido invirtiendo en estos días. Los Kirchner no eran tan incondicionales con la América morena -las afirmaciones atribuidas a la Presidenta sobre Evo Morales han sido una sorpresa-, y su alineamiento con los aspectos duros de la política exterior norteamericana está mucho menos que asegurado. Tal vez Cristina Kirchner acaba de descubrir las razones de la demora para recibirla en el Salón Oval.

¿Qué reacción tendrán los gobiernos afectados por esta crisis? Cada texto supone un receptor y eso condiciona su carácter. Un mensaje dirigido a un destinatario único cambia de sentido cuando alcanza a miles de lectores. Este es el efecto central de la operación WikiLeaks. De cuánto comprendan este problema depende el impacto internacional del escándalo. Hillary Clinton contó que uno de los colegas a los que llamó para excusarse no dejó que empezara a hablar: "No me expliques nada. Si supieras las cosas que nosotros escribimos sobre ustedes?", la alivió.

¿Tendrá Cristina Kirchner esa sabiduría? Una de sus innovaciones principales este año fue el intento de tender un puente amistoso con los Estados Unidos. El reemplazo de Jorge Taiana por Héctor Timerman tuvo, entre otras, esa pretensión. Ese empeño se inscribe en un esfuerzo por normalizar el frente externo: negociación con los holdouts, el anuncio de nuevas tratativas con el Club de París, tímido reacercamiento al Fondo Monetario Internacional. La Presidenta tal vez calibre su reacción ante lo que está ocurriendo en relación con este contexto.
Los delatados

Es más fácil prever su respuesta en el frente interno. Los delatados por los cables estarán bastante tiempo sin conseguir una audiencia presidencial. Blejer, Massa, Alberto Fernández, Jorge Brito, deben estar mortificados con esa novedad. Habrá que ver, en cambio, qué sucede con Aníbal Fernández, descripto como un personaje de crónica policial y, a la vez, como el mejor amigo. La relación de Fernández con la Presidenta lleva semanas de congelamiento. Pero sancionarlo ahora sería admitir demasiados pecados oficiales.

La indignación puede conducir a la Presidenta por otro camino. Que las apariencias divergen mucho de la realidad oculta es la hipótesis preferida de cualquier mentalidad conspirativa -o "paranoica", por seguir al Departamento de Estado-. Si Néstor Kirchner viviera, habría corroborado con los cables de la embajada su presunción más antigua: hay un complot en curso. Y hubiera reaccionado con una descomunal cacería para escarmentar a los delatores. En los próximos días se sabrá si su viuda compartía aquel prejuicio y, sobre todo, si está dispuesta a heredarlo también en la terapia.



WikiLeaks, la crisis de EE.UU. como hiperpotencia y la Argentina
Por Rosendo Fraga
Especial para lanacion.com
Jueves 2 de diciembre de 2010 | 01:25 (actualizado a las 01:00)

Las filtraciones de los mails del servicio diplomático de los Estados Unidos confirman que este país ha dejado de ser la hiperpotencia que fue durante las últimas dos décadas. Es posible que cuando se escriba la historia, las retiradas de Irak y Afganistán pongan en evidencia la limitación del poder militar de los EE.UU., la crisis del mercado hipotecario como el inicio de la declinación como actor económico determinante y las filtraciones de WikiLeaks demuestren la limitación de la supremacía científica y tecnológica como fuente de poder mundial. Las filtraciones lograron penetrar la red informática de seguridad SIPR -net-, establecida a comienzos de los noventa, para el segundo nivel de secreto en las comunicaciones del Departamento de Estado y el Pentágono, con la colaboración de funcionarios norteamericanos de bajo nivel. WikiLeaks ha anunciado para el año próximo revelaciones sobre grandes bancos, lo que puede poner en riesgo la precaria estabilidad financiera del mundo.

Cabe recordar que en noviembre, la participación de Barack Obama en las Cumbres del G-20 (Corea del Sur), la APEC (Japón), la OTAN (Lisboa) y EE.UU.-UE (también Lisboa), confirmaron la declinación del rol asumido por Washington durante las últimas dos décadas, desde que se disolvió la URSS. Es así como entre 2008 y 2010 el poder de la única hiperpotencia surgida en 1990 encontró sus límites en lo económico, militar y científico-tecnológico. Pero EE.UU. pasa de hiperpotencia a potencia y en consecuencia seguirá siendo un actor relevante en el concierto mundial. La cuestión pasa a ser con quién compartirá el poder.

La Unión Europea (UE) no parece en condiciones de ser el polo de poder que comparta las decisiones mundiales con los EE.UU. Es que no sólo ha entrado en crisis su economía, sino también su sistema político. Las demoras y dificultades para implementar los rescates de Grecia e Irlanda, así lo evidenciaron. La crisis está escalando y los riesgos se centran ahora en Portugal y España.

En Asia, China aparece como la potencia con mayores posibilidades de compartir el poder mundial con los EE.UU. en el mediano y largo plazo. Un informe de Goldman Sachs sostiene que dentro de cuarenta años, la economía china duplicará la estadounidense. La crisis de Corea es la más grave desde 1953, cuando se inicio la guerra que culminó en la división del país. El objetivo chino de largo plazo es hoy la reunificación de Corea bajo su tutela, como un paso tendiente a lograr la retirada militar de EE.UU. de Japón y Corea del Sur y la finalización de la garantía de seguridad a Taiwán.

El mencionado informe de Goldman Sachs da cuenta que para 2050 Brasil será la cuarta economía del mundo- Lula acaba de decir que será la quinta antes de 2020- y México la quinta. Brasil ya es la octava, y en consecuencia el pronóstico no sorprende demasiado, pero el de México sí, dado que hoy ronda el puesto numero 13. Ambos países enfrentan hoy el problema de los carteles de la droga. Antes de dejar el poder, Lula ha puesto en marcha una ofensiva policial y militar para terminar con su influencia en las favelas de Río de Janeiro, buscando evitar que el problema llegue al nivel que lo sufre México. Si al incremento de ambos países en la economía mundial se agrega el crecimiento del fenómeno hispano en los EE.UU., ya hay quienes piensan que a mediados del siglo XXI América Latina puede ser el eje de occidente en vez de Europa y EE.UU., que lo han sido sucesivamente hasta ahora. En cuanto al Africa, las perspectivas del continente también han mejorado, aunque en un cuadro muy diverso e incluso contradictorio.

Si bien las filtraciones de WikiLeaks muestran que EE.UU. no solo ha encontrado límites como hiperpotencia en lo económico y lo militar, sino también en lo científico-tecnológico, los mails respecto a América Latina que se han difundido, no parecen alterar sustancialmente la relación de Washington con la región, cuya visión de largo plazo está recibiendo más buenas que malas noticias.

Pero al mismo tiempo el presidente de Ecuador se ha apresurado a ofrecer asilo político al director de WikiLeaks que está procesado penalmente en Suecia por abuso de menores y otro tanto se dispone a hacer Chávez.

En el caso argentino, los mails de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires no son agradables. Es que estos 2200 mensajes se difunden al mismo tiempo que los 60.000 correos electrónicos del ex secretario de Transporte y su equipo, en el marco de la causa judicial que lo afecta y surgen algunas coincidencias. Políticamente, quizás sea este el problema más relevante.

Las criticas y las preguntas sobre el matrimonio Kirchner, son más o menos las mismas que en los últimos tiempos se ha hecho en voz baja gran parte de la dirigencia argentina. El tema de la salud mental, en realidad se refiere a la posibilidad de una depresión de la Presidente, tema que estuvo en primera plana de varias revistas ya hace tiempo.

Pero lo que ahora debe resolver el gobierno argentino es si adopta una actitud de quitar relevancia al tema, como lo han hecho Brasil y México, o si lo escala, como Venezuela y Bolivia.

Política y diplomáticamente, sería más prudente acompañar la actitud de los países más grandes de América Latina, dado que en caso contrario, puede complicarse el acercamiento a Washington que parece haber sido un objetivo más o menos permanente en la política exterior de la Presidenta y que además tiene un rol en el reciente acercamiento con el FMI para hacer viable la cancelación de la deuda con el Club de Paris.

El autor es Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría

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