Gobierno de Kirchner: Le dieron el alta a Cristina Kirchner - La Presidenta no tiene cáncer

Papelón internacional lo del Hospital Austral, al no diagnosticar correctamente el cáncer de la presidenta!





Le dieron el alta a Cristina Kirchner
La Presidenta no tiene cáncer
Regresó ayer a la residencia de Olivos, después de tres días de internación ; El Gobierno informó que el estudio final no registró células cancerígenas ; Será sometida a controles mínimos y podría acortar su licencia médica ; Retomó el contacto directo con sus ministros
Por Jesica Bossi

Domingo 08 de enero de 2012

Después de tres días de internación por una cirugía de tiroides, Cristina Kirchner regresó ayer a la residencia de Olivos con una inesperada buena noticia: el estudio histopatológico de la glándula extraída indicó que no tenía cáncer, como aseguraba el parte inicial.

La Presidenta se enteró del cambio de diagnóstico ayer, por la mañana, en la habitación 217 del Hospital Austral, cuando el equipo médico le comunicó el informe definitivo, según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales. Ella escuchó conmovida su cambio de estatus. Su familia y entorno más íntimo celebraron, entre emocionados y shockeados, la novedad.

Con celosa custodia y más de un centenar de militantes fuera del sanatorio, ubicado en Pilar, el helicóptero que transportó a la mandataria despegó a las 11.08. Apenas veinte minutos antes, el secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro, había anticipado que la Presidenta se hallaba en "óptimo estado general" y que, a diferencia de la punción realizada hace dos semanas, los últimos análisis habían descartado la existencia de células cancerígenas.

Acompañada por sus hijos, Máximo y Florencia, Cristina Kirchner descansa en la quinta presidencial, donde permanecerá los próximos días. Mientras se recupera reinició breves contactos telefónicos con el gabinete. Dialogó varias veces con el vicepresidente Amado Boudou, a cargo del Poder Ejecutivo hasta el 24 de este mes. Aún sin confirmación, existe la posibilidad de que Cristina Kirchner acorte su licencia médica.

De hecho, los doctores Luis Buonomo y Ricardo Ballesteros, de la Unidad Médica Presidencial, analizarán mañana junto con el cirujano Pedro Saco -estuvo a cargo de la operación- cómo sigue el tratamiento y si es viable que retome su rutina antes de lo acordado. De acuerdo con el último parte oficial, la Presidenta no necesitará la administración de dosis de yodo radiactivo, una medida preventiva indispensable para aquellos casos en los que se detectan células malignas.

De aquí en adelante, la jefa del Estado requerirá controles mínimos. Según pudo saber LA NACION, se le deberá monitorear la evolución de la cicatriz y tendrá que ingerir levotiroxina a diario y de por vida. Se trata de una medicación para suplir las hormonas producidas por la tiroides, extirpada durante la cirugía.

El paisaje del moderno centro asistencial se transformó desde el miércoles pasado cuando comenzó el peregrinaje de militantes, la instalación de carpas y hasta el alquiler de un local que ofició de búnker para los referentes de La Cámpora, la agrupación juvenil creada por Máximo Kirchner.

La larga vigilia recién se levantó ayer, después del mediodía. La jefa del Estado agradeció, a través de su cuenta de Twitter, "a todas las personas, ciudadanos, militantes y personalidades por las muestras de afecto y preocupación". Todos los presentes y cartas que llegaron al hospital, por orden del personal de Presidencia, fueron despachados hacia Olivos, según pudo saber este diario.

Adentro, durante la internación, se reservó para uso exclusivo de la Presidenta el segundo piso, al que se accedía con clave, y habilitaron dos habitaciones contiguas para que descansaran sus hijos. Sólo la visitó el entorno familiar. Estuvieron su madre, Ofelia Wilhelm; su hermana, Giselle; su cuñada y ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y Rocío García, la novia de Máximo.

Ayer, además del vocero presidencial, también leyó un texto desde la improvisada tarima de prensa el director general del hospital, José Luis Puiggari, quien destacó la "confianza" depositada por la Presidenta. También agradeció las manifestaciones de apoyo de los que se acercaron al lugar y a los medios de comunicación que acompañaron la difusión del estado de salud.

RUTINA Y AGENDA

"Cristina es un monumento a la prudencia. Respeta todas las indicaciones", dijo un ministro a LA NACION, en referencia a cómo la mandataria cuida su salud. La Presidenta ya come en forma normal, camina y no registra ningún tipo de inconveniente en la voz.

Volverá pronto a tener una rutina normal debido al nuevo diagnóstico. El estudio, según Scoccimarro, sólo constató la presencia de nódulos en ambos lóbulos de la glándula denominados "adenomas foliculares".

La Presidenta pidió estar al tanto de la coyuntura del país y, según tres funcionarios consultados, está "operativa". No obstante, nadie le arrimó asuntos conflictivos por estas horas.

Entre otros, dialogó con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el de Economía, Hernán Lorenzino.

A la espera de la evolución de Cristina Kirchner, en el Gobierno primó un cuidado perfil bajo. Hubo actividades acotadas, ningún acto y la mayoría de los ministros esquivó micrófonos. Se bajaron aquellas jornadas que no estuvieran a tono con el momento. Por ejemplo, Florencio Randazzo postergó encabezar un operativo de gestión en la costa.

La cuota disonante, que generó un fuerte malestar en el kirchnerismo, fue el partido de fútbol que disputó en Mar del Plata el gobernador Daniel Scioli contra el jefe de gobierno Mauricio Macri. "Esto es una bisagra", repetía ayer un funcionario.

La bronca por el episodio cedió ante la impactante noticia sobre el cambio de diagnóstico que coincidió, de casualidad, con el alta médica. Cristina Kirchner iba a retirarse el día anterior, cuando le habían quitado la vía endovenosa y el drenaje de la herida. No ocurrió debido a que por la tarde se desataron fuertes vientos que hacían riesgosa la salida del helicóptero, estacionado en un predio lindante, a unos 300 metros.

Ayer por la mañana, cuando le realizaban la última ronda de rutina, se enteraron de que ya estaban listos los estudios. La Presidenta esperó y se fue con un pronóstico inmejorable.

LA SALUD DE CRISTINA SEGÚN PASAN LOS DÍAS

1) El primer diagnóstico
El 27 de diciembre, el vocero presidencial anunció que se le detectó a Cristina Kirchner un carcinoma papilar de tiroides, por el que iba a ser operada el 4 de enero.

2) El desafío
"Voy a pelear la presidencia honoraria a vos y a todos", le dijo Cristina a Hugo Chávez, el 28 de diciembre, al referirse a un hipotético congreso de vencedores del cáncer.

3) La cirugía exitosa
El 4 de enero el parte médico afirmó que, en una cirugía de tres horas y media, se le extirpó la glándula tiroidea a la Presidenta, sin ninguna complicación.

4) El último parte
Ayer, la Unidad Médica Presidencial informó que un estudio de la tiroides extirpada reveló que la Presidenta no tenía cáncer, sino nódulos benignos.

CÓMO SIGUE

Controles de rutina: el equipo médico de la Presidenta deberá monitorear la evolución de la cicatriz y ajustar la dosis diaria de levotiroxina, una medicación que tendrá que tomar de por vida para reemplazar la producción de hormonas de la glándula extirpada.
Sin yodo: al no registrarse células cancerígenas en el estudio final, no será sometida a un tratamiento de yodo radiactivo para remover eventuales tejidos irregulares que podrían haber quedado luego de la cirugía.
Recuperación: Cristina Kirchner se alimenta en forma normal, camina y no registra ningún inconveniente en la voz. Está en contacto telefónico con sus ministros.
Licencia médica: si bien tiene licencia médica hasta el 24 de este mes, si los especialistas lo avalan, podría volver antes a la actividad. Hasta esa fecha, está a cargo del Poder Ejecutivo el vicepresidente Amado Boudou.
EL HOSPITAL VOLVIÓ A LA NORMALIDAD
Una vez que el helicóptero oficial despegó del predio del Hospital Universitario Austral para llevar a Cristina Kirchner a la residencia de Olivos, el sanatorio volvió a funcionar de manera habitual. Se levantaron los controles de seguridad en el ingreso, tanto a automóviles como a peatones, que regían desde el martes pasado en el predio de Pilar. También respiraron aliviados algunos empleados del nosocomio, luego de tres días de fuertes restricciones a empleados y familiares de pacientes. "Por fin, se va", comentó por lo bajo un trabajador, que tuvo que soportar los controles diarios de funcionarios de la Presidencia de la Nación

La Nación

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