Se legaliza el matrimonio de parejas del mismo sexo en Argentina

La carta de Bergoglio, un error estratégico
Mariano De Vedia
LA NACION

Viernes 16 de julio de 2010


La "envidia del demonio" y "la guerra de Dios" hicieron lo suyo e influyeron en la sanción de la ley del matrimonio gay, aunque no en el sentido que había pronosticado el cardenal Jorge Bergoglio.

Según pudo saber LA NACION, en la propia Iglesia admiten como un error estratégico la carta que el cardenal les envió a fines de junio a las monjas carmelitas para advertirles que el debate ponía en juego la supervivencia de la familia.

Con los resultados de la votación del Senado a la vista, la difusión de la carta le jugó en contra a la Iglesia y despertó las críticas del Gobierno, cuyos voceros identificaron al cardenal con "posturas oscurantistas" propias de la Inquisición. Así, el texto, difundido por la propia agencia informativa del Arzobispado, influyó, quizá, tanto como las presiones del Gobierno, ausencias notorias en el recinto y el voto funcional de la cúpula radical, que benefició a los Kirchner.

"Hubo un antes y un después de la carta de Bergoglio. Fue mal interpretada y le dio argumentos al enemigo", admitió una fuente episcopal, que, sin embargo, atribuyó el rumbo del debate a la "lógica confrontativa del Gobierno".

"La carta del cardenal es un escrito dirigido a monjas contemplativas, cuya vida transcurre en oración. Desde una visión de fe, sus términos son correctos y no pueden ofender a nadie. Para nosotros, legislar en los términos en que ha salido la ley, es quebrar el orden querido por Dios, el orden de la creación. No podemos ocultar nuestra visión de fe", explicó, en defensa del texto, monseñor Antonio Marino, obispo auxiliar de La Plata y responsable del seguimiento de los temas legislativos en el Episcopado.

Los obispos atribuyen la votación final del Senado a "presiones e intereses oficiales", por lo que no se esperan en lo inmediato posibles pases de factura en el universo episcopal, donde el liderazgo de Bergoglio conserva un fuerte predicamento.

Si bien la estrategia frente al debate sobre el matrimonio gay, que llevó a la Iglesia a tensar al máximo la relación con el Gobierno, había sido promovida por los sectores eclesiásticos más conservadores, fue acordada y asumida como propia por todos los obispos en abril último.

Marino recordó que las presiones fueron reconocidas por los propios legisladores y anticipó que la evaluación de la estrategia de la Iglesia será analizada por los obispos durante el intercambio pastoral de la próxima asamblea plenaria, en noviembre.

Ello no detendrá las estrategias de sectores católicos para intentar frenar la aplicación de la norma, como la posible presentación de acciones judiciales por planteos de inconstitucionalidad. El doctor Eduardo Sambrizzi, vicepresidente de la Corporación de Abogados Católicos, afirmó que la flamante ley vulnera tratados internacionales con jerarquía constitucional, que interpretan el matrimonio como la unión de un hombre con una mujer.

Consultado por LA NACION, el arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, recordó que los obispos acordaron en abril "expresar con serenidad y respeto la visión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo desde la fe, para iluminar la realidad y no para confrontarla". Advirtió que el contexto fue cambiando en las semanas sucesivas y "lo que al principio parecía algo lejano que se cocinaba en el Congreso dio paso a una preocupación por lo que se veía como un ataque a la familia".

Sorprendido por la "agresividad" de los senadores kirchneristas, Delgado dijo que la ley aprobada "carece de legitimidad social" y que "no es la primera vez que se favorece a pequeñas minorías en detrimento de derechos e intereses de la mayoría del país". Recordó, en ese sentido, que "muchas veces se beneficia a unos pocos con grandes negocios y se les niega a los jubilados el derecho a percibir una jubilación digna".

Surgido de las filas del Opus Dei, el arzobispo Delgado, de 68 años, vinculó el beneficio "a las minorías, a quienes de ningún modo queremos discriminar", con "el capitalismo de amigos" promovido por el Gobierno. Y llamó a no olvidar que "la Argentina está en la lista de los países más corruptos, corrupción que siempre favorece a los más afines al poder político".

En el nuevo contexto marcado por la sanción de una ley resistida por la Iglesia, hay conciencia de que el Gobierno ganó una batalla, pero el combate seguirá librándose, especialmente si el kirchnerismo insiste en identificar a Bergoglio como la cabeza de la oposición. Por lo pronto, dentro de tres semanas será la festividad de San Cayetano, y no se descarta un nuevo cruce a raíz de los niveles de pobreza en el país.

La Nación

 
Cristina, "satisfecha" con la sanción de la ley

Desde China, la Presidenta celebró el aval del Senado al casamiento entre personas del mismo sexo. "Ha sido un paso positivo", dijo
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se manifestó hoy "satisfecha" con la sanción de la ley que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo y afirmó que la aprobación del proyecto en el Congreso "ha sido un paso positivo que defiende el derecho de la minoría".

La jefa de Estado celebró desde China el aval que esta madrugada recibió la iniciativa en la Cámara alta, "sobre todo porque no estaba de acuerdo con el discurso que rodeaba el debate".

"El hecho de que se hablase de guerra de dios, por ejemplo, mostraba una radicalización que no resultaba positiva de ninguna manera", sostuvo Cristina al referirse al tema tras recorrer la Expo Shanghai, en el marco de su visita al país asiático.

En ese marco, reflexionó: "Si pensamos que hace 50 años las mujeres no podían votar y que no hace mucho en Estados Unidos no podía haber casamientos interraciales, y que aquí en Argentina la única forma de contraer matrimonio era a través de la Iglesia y nos encontramos como ha cambiado todo eso, podemos pensar que este ha sido un paso positivo que defiende el derecho de la minoría".

Debate maratónico. El Congreso Nacional sancionó esta madrugada la ley de matrimonio igualitario, que equipara los derechos civiles de las parejas homosexuales a los de las parejas heterosexuales.

Tras un debate maratónico de 15 horas, se impuso agónicamente la posición favorable a la norma que tuvo media sanción de la Cámara Baja el 5 de mayo. De esta manera, la Argentina pasó a ser el noveno país de todo el globo que autoriza el casamiento de los gays y de las lesbianas

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El derecho a la igualdad llegó al matrimonio

Tras más de quince horas de un debate intenso, los senadores decidieron cambiar el Código Civil. Lo hicieron por 33 votos a favor y 27 en contra. Hubo festejos y emoción. La Argentina es el primer país en América latina que establece esa ampliación en el derecho civil.

Jueves, 15 de julio de 2010
Por Soledad Vallejos


Después de 15 horas de sesión ininterrumpida, después de tres meses de discusión en comisión, después de tres años de campaña de la comunidad gay-lésbica, el Senado aprobó a las cuatro de la madrugada de hoy en general el proyecto de ley que establece la posibilidad de que las parejas del mismo sexo puedan casarse en igualdad de condiciones con las parejas heterosexuales. En la primera votación se rechazó el dictamen de mayoría de la comisión, lo que permitió votar la media sanción de Diputados. Esa votación registró 33 senadores a favor del matrimonio igualitario, 27 en contra y tres abstenciones. Argentina se convirtió así en el primer país sudamericano en legalizar los matrimonios homosexuales.

Era como estar sobre un barco mientras la corriente se embravecía: desde el arranque, que estuvo en duda hasta que finalmente sucedió a las 13.15, la sesión fue un vaivén permanente. A los enfrentamientos por tecnicismos, la extensísima alocución de Negre de Alonso acerca de sus viajes al interior y los chispazos por el video con el que pretendía dar cuenta de ellos, siguió el debate sobre el matrimonio igualitario, presión de senadoras y senadores favorables al proyecto mediante.

Fue la contraseña para que comenzara otro vaivén: el de contar una y otra vez votos comprometidos, hipotéticos y hasta imposibles.

Casi como si se hubiera tratado de un calco de lo sucedido en casi tres meses de reuniones de comisión, en el recinto sonaron básicamente tres tipos de argumentos: los que defendían la igualdad de derechos como sustento de la democracia; los que rechazaban abiertamente la ampliación del matrimonio civil y quienes insistían en que plantear la unión civil no implicaba discriminar.

La sesión arrancó poco después de la hora estimada, con predicción de resultado incierto pero aires optimistas. Así lo habían asegurado durante la mañana, en la entrada del Senado, la presidenta y el secretario de la Federación Argentina LGBT, María Rachid y Esteban Paulón. Para enfatizar aún más el optimismo, contaban con la presencia del militante del PSOE Pedro Zerolo, llegado especialmente para vivir en Argentina la ocasión que ya había atravesado en España. Ya estaban los vallados sobre la calle Yrigoyen, pero también unas cuantas personas resistían el frío en la plaza, en torno del escenario.

Puertas adentro, Liliana Teresa Negre de Alonso daba rienda suelta a un video de diez minutos cuya edición de inmediato fue duramente criticada por senadores como Norma Morandini, Luis Juez, por ser “propaganda y no información”. (Largamente pasada la medianoche, María Eugenia Estenssoro aportó también sus críticas sobre “ese tipo de herramienta publicitaria”.) “He cumplido con la manda”, insistía, a su vez, Negre, quien al concluir su argumentación dijo –retomando uno de los tópicos más esgrimidos por sectores integristas– estar preocupada por los contenidos que niños y niñas podían aprender en materia de educación sexual.

Liliana Fellner apeló, tras ese inicio desconcertante, a que “de lo que se habla es del derecho fundamental (que tienen) como personas a la igualdad”, que es “un derecho consagrado en nuestra Constitución”. En medio del recinto, Carlos Reutemann dialogaba con Adolfo Rodríguez Saá, cuando la jujeña aclaró que las familias diversas son “algo que existe hoy y va a seguir existiendo se vote o no la ley de matrimonio igualitario”. La resistencia a aceptar que proponer otros nombres es discriminar, que el matrimonio es civil y que “la ley no te obliga a la heterosexualidad ni la homosexualidad” es, dijo poco después Luis Juez, “un tema que incomoda, irrita y fastidia”.

El proyecto de unión civil dictaminado y luego impugnado concitó los apoyos de quienes lo habían firmado en la Comisión de Legislación General y las críticas demoledoras de casi todo el resto de la Cámara. “Es una estrella amarilla, es estigmatizante. Nos hace recordar demasiado a las listas nazis. Hace familias de clase A y familias de clase B. Esto ya lo vivimos cuando se legalizó el divorcio”, sintetizó Beatriz Rojkes de Alperovich.

A media tarde, luego de que María Jose Bongiorno anunciara, airada, su abstención, comenzaban a llegar a los pasillos del Congreso los sonidos festivos del escenario montado en la plaza. De a ratos, algunos bajos hacían vibrar la pantalla desde la que se seguían las alternativas de la sesión, una rutina interrumpida con frecuencia por la llegada de senadoras y senadores en tren de amenizar la sesión con declaraciones.

“Estamos discutiendo sobre el modelo de sociedad en el que queremos vivir”, insistía Daniel Filmus pasada la medianoche, y confesaba su convicción de que “todos queremos vivir en una sociedad más democrática, más igualitaria”. Las frases, con distintas modulaciones habían sido lanzadas en el recinto ya a lo largo de la tarde, mientras la banda de sonido de la calle daba cuenta del paso del tiempo. A medida que el festival del Inadi llegaba a su fin el recinto se vaciaba. En la sala de prensa, una senadora aseguraba que, tras el cabildeo incierto por el proyecto de “unión solidaria familiar”, la votación parecía haberse reencauzado. Una vez más, y por al menos décima oportunidad desde el inicio de la sesión, los números habían cambiado. Una vez más, sin embargo, la balanza seguía inclinándose en favor de una nueva regulación matrimonial para Argentina. “No es un atentado contra la familia heterosexual, no veo cuál es la amenaza”, replicaba Estenssoro, tras una seguidilla de argumentos integristas que, por tramos, reproducían la retórica de los jerarcas eclesiásticos.

“Los derechos humanos no se plebiscitan y las objeciones de conciencia tienen que ser muy limitadas, no para que los funcionarios se nieguen a cumplir con la ley”, replicó una vez más Estenssoro cuando Negre volvió a defender el proyecto de unión civil que preveía tal mecanismo. Luego, Rubén Giustiniani iniciaba su intervención recordando que su voto sería positivo. “Es un día histórico”, agregó emocionado.

Página / 12






Desde la comunidad gay aseguran que la ley los ayudará "a vivir con mayor libertad"
La titular de la Federación LGBT, María Rachid, festejó el avance y el reconocimiento de la igualdad conseguido en el recinto; "La reforma del Código Civil es un primer paso para lograr una sociedad más justa", aseguró; críticas a la Iglesia

Jueves 15 de julio de 2010


"Estamos festejando este avance y el reconocimiento de la igualdad de la ley para nuestra familias", expresó María Rachid, titular de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, horas después de la votación del Senado que habilitó el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Rachid reconoció que hasta último momento no sabía bien qué resultados iba a traer aparejado el debate y anticipó que sólo esta que la Presidenta lo promulgue para que desde la comunidad se pueda celebrar la existencia de una sociedad más justa e igualitaria.

"Ha ganado la no discriminación, la igualdad y la democracia. Es legítimo que haya un sector de la sociedad que no esté de acuerdo. Lo que no está bien es que intente imponerlo al conjunto de la sociedad", cuestionó.

La titular de la Federación no ahorró críticas al referirse precisamente a algunos sectores, especialmente la Iglesia, institución con la que surgieron fuertes cruces, sobre todo, durante las semanas previas a la definición en el recinto.

En este sentido, Rachid sostuvo que la Iglesia "se equivocó con sus agravios" y pidió abiertamente que deponga esta actitud que "genera mucho dolor y sufrimiento" a la comunidad homosexual.

Respecto del reconocimiento de los derechos que solicitaban varias parejas en la antesala del debate, recordó: "Nuestras familias ya existen y en los debates muchos actuaban como si fuéramos a existir a partir de la ley".

Confiada, aseguró que si bien resta mucho por hacer para alcanzar la igualdad social, la nueva legislación "va a ayudar a que estas familias puedan vivir con mayor libertad".

Cigliutti criticó a Negre de Alonso y a Bergoglio. En tanto, César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), dio su parecer sobre la sesión en la Cámara Alta y criticó duramente a la senadora Liliana Negre de Alonso y al arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio.

"Nos parece lamentable que en un Senado se confundan los conceptos y se cambien por fundamentalismos. Para nosotros ese discurso sostenido fue el de la senadora Liliana Negre de Alonso", sostuvo Cigliutti en diálogo con Radio Mitre.

"Nos parecieron dolorosas las declaraciones de Bergoglio. No puedo creer que un obispo esté hablando de guerra, del demonio con este tema. Creo que fue muy violento para nuestra comunidad y para sus propios feligreses", agregó.

La Nación





La discusión que hizo llorar a la senadora Negre de Alonso
La senadora del Peronismo Federal se quebró cuando Pichetto calificó de "nazi" su propuesta; los legisladores ya se habían trenzado al comienzo de la sesión

Jueves 15 de julio de 2010


Las antagónicas posiciones en torno al matrimonio gay que se profundizaronen las últimas semanas tuvieron su reflejo en el debate parlamentario de la iniciativa. El mayor momento de tensión derivó en el llanto de la senadora Negre de Alonso.

Los mayores cruces los protagonizaron el jefe de la banca oficialista, Miguel Angel Pichetto, y la senadora de Peronismo Federal Liliana Negre de Alonso, tanto al comienzo, pasado el mediodía de ayer, como al final de la sesión, 13 horas más tarde.

Cuando a Pichetto le tocó cerrar la lista de oradores, cerca de las 3.30, el senador afirmó que la "objeción de conciencia" impulsada por Negre de Alonso es una medida "próxima a la Alemania nazi".

La senadora peronista se alteró e pidió la palabra, pero Pampuro, a pedido de Pichetto, no le permitió la interrupción. Al no tener el micrófono habilitado, la legisladora, quien intervino varias veces para defender su postura, respondió a los gritos.

Apenas el legislador oficialista finalizó su discurso, la peronista exigió la rectificación del kirchnerista. A pesar de que lo consiguió, Negre de Alonso no pudo evitar el llanto.

La senadora también había protagonizado la primera discusión de la jornada, cuando se quejó por la anulación del dictamen propuesto la semana pasada por el arco no kirchnerista en la Comisión de Legislación General que impulsaba la unión civil.

"Quiero plantear una cuestión de privilegio en contra suyo presidente y en contra del secretario parlamentario Estrada", planteó Negre de Alonso al presidente provisional del Senado, José Pampuro (quien está a cargo del Senado porque Julio Cobos está al frente del Poder Ejecutivo, debido a la gira presidencial a China).

Tras cuestionar a Pampuro por impugnar el dictamen y calificarlo de "tramposo", advirtió: "Esto lo llevó a las últimas consecuencias porque usted ha violado la Constitución. Usted no debe realizar ese tipo de actos. Si usted no es abogado, debe pedir asesoramiento".

Pichetto fue el encargado de responderle a la senadora, que impulsó la firma del dictamen sobre unión civil. "Pido una cuestión de privilegio contra la senadora Liliana Negre por violentar el reglamento y la historia de este Senado y del Congreso. Este proyecto que ha venido en revisión, nunca podía ser dejado de lado", lanzó.

La Nación

Postales de una sesión que quedará en la historia
Los protagonistas del debate por el matrimonio gay; crónica de una madrugada cargada de tensión en el Senado

Jueves 15 de julio de 2010

Por Maia Jastreblansky
De la Redacción de lanacion.com
mjastreblansky@lanacion.com.ar
@maiajastre


Pasadas las 4 de la madrugada, se aprobó en el Senado la ley de matrimonio gay, sin modificaciones. Tras un debate de más de 14 horas, en los que las convicciones personales y morales estuvieron atravesadas por la cuestión política y la especulación, el proyecto fue votado con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones al dictamen de minoría (a favor de la media sanción de Diputados), tras rechazarse el de mayoría.

Durante la mayor parte de la jornada, los presentes en el recinto apenas superaron la veintena. Carlos Menem bajó a dar el quórum para nunca regresar y Emilio Rached hizo lo suyo para evitar dar su voto en contra.

La mayoría de los discursos de los 64 senadores que pidieron la palabra tuvo, junto con los fundamentos de su postura, una alusión a la politización que sufrió el debate en los últimos días por el enfrentamiento del Gobierno con la Iglesia y por las presiones recibidas por parte del oficialismo, algo que terminó de confirmarse cuando la senadora Teresita Quintela del FPV dijo que a pesar de que pensaba en contra, votaría con el bloque.

"Hubo dos senadoras que fueron engañadas. Ahora el calabozo es el avión presidencial", dijo, muy dura Adriana Bortolozzi, mientras que Chiche Duhalde se refirió a Néstor Kirchner como "imitador de Maquiavelo" y Norma Morandini declaró: "Me duele mucho que se haga política con los derechos humanos".

José Pampuro, que reemplazó a Cobos en la presidencia de la Cámara alta, ni se inmutó cada vez que se hizo referencia a "la actitud del Gobierno", o al "fundamentalismo del kirchnerismo".

Negre de Alonso, protagonista de la sesión. Tanto el inicio del debate, pasado el mediodía, como los momentos finales, tuvieron como protagonista a Liliana Negre de Alonso, que terminó la jornada con lágrimas en los ojos tras pasar la mayor parte de las 14 horas firme en su banca. Al comienzo del debate la senadora embistió contra Pampuro por haber impugnado el dictamen de su comisión a favor de la unión civil. "Estoy cansada de sus atropellos", sentenció.

Muchas alusiones tuvo el video de diez minutos que mostró con una edición musicalizada de las audiencias que realizó la Comisión de Legislación General en distintos puntos del país. "No sabía que se podían usar esos recursos", bromeó Luis Juez.

Minutos antes de la votación final, y luego de las duras palabras de Pichetto contra la Iglesia y contra la resolución de la Comisión de Legislación General a cargo de su comisión, muy alterada Negre de Alonso pidió que el jefe del bloque kirchnerista se disculpara por haberla llamado "nazi". "Ese es el pensamiento único. Acá están discriminándome", sentenció con la voz entrecortada.

La comunidad gay tuvo su búnker. En una sala del anexo del Senado la comunidad homosexual siguió la sesión a través de una pantalla gigante con total atención y con confianza de conseguir los votos necesarios. Cada legislador recibió, al momento de tomar la palabra, insultos, silbidos o ovaciones y aplausos según su discurso.

Entre los que se mantuvieron firmes frente a la pantalla gigante se pudo ver a Roberto Piazza, María Rachid y María José Lubertino. "Hay mucha ignorancia sobre este tema en la sociedad", dijo a lanacion.com el modisto, y agregó que le ofreció a Mirtha Legrand volver a su programa tras el episodio que vivió el pasado lunes.

En tanto, un grupo estadístico llevaba el conteo de los votos y realizaba pronósticos, siempre alentadores, a medida que pasaban las horas.

Incertidumbre por el resultado. Comenzada la tarde, los pronósticos indicaban que la aceptación al matrimonio gay ganaría por una diferencia de muy escasos votos. Las ausencias de varios senadores que iban a votar en contra y la no posibilidad de votar por la unión civil, permitían vaticinar ese resultado.

Lubertino indicó que en este último punto fue fundamental para lograr muchos votos positivos de senadores que no se animaron a dar un rechazo determinante "por no tener la opción B".

En tanto, una de las incógnitas entrada la noche fue si los radicales que habían adelantado en sus discursos que votarían a favor del matrimonio gay, pedirían modificaciones al proyecto de Diputados. Se los veía hablar en secreto, entrar y salir del recinto, circular papeles.

Sin embargo, Morales barrió con cualquier especulación cuando, antes de que terminaran de hablar los titulares de los bloques en el tramo final de la sesión, anunció que votarían a favor en general y en particular.

Fundamentos en contra. Como era de esperarse, la adopción fue uno de los puntos más mencionados por quienes se resistieron a votar a favor del matrimonio homosexual.

Negre de Alonso, por ejemplo, se mostró preocupada por las consecuencias que tendría el proyecto en educación sexual.

José Mayans, uno de los pocos kirchneristas que votó en contra, argumentó que considera al matrimonio entre un hombre y una mujer "fundamental para el sistema social" y agregó que "la institución del matrimonio no puede ser avasallada".

En tanto, muchos indicaron que "no está mal llamar distinto a lo que es diferente", al referirse al tema de la discriminación.

A favor. "No veo por qué hay que hacer tanto esfuerzo para permitir que otras personas tengan el mismo derecho. ¿Quién les da la calificación de diferentes?", comenzó su discurso Nito Artaza. Samuel Cabanchik, dijo, contra los que consideró "temerosos" que "esto no va a provocar filas de homosexuales que se van a casar y luego pedir adoptar".

En este sentido fueron muchos los que pidieron legislar para una situación que existe de hecho e hicieron énfasis en la igualdad ante la ley.

Ernesto Sanz, por su parte, sostuvo: "Cuando el Estado le niega un derecho a una parte de la sociedad, debe dar una respuesta para que eso no se convierta en discriminación. El matrimonio católico es un sacramento y es indisoluble, mientras que el matrimonio civil no tiene ninguna religión". Desde la Coalición Cívica, María Eugenia Estenssoro indicó : "Nada tremendo va a pasar si integramos la diversidad, las personas que están esperando esta votación quieren legitimar sus relaciones de pareja, sus familias, sus patrimonios y sus hijos".

Al hacer uso de las últimas palabras, tras embestir fuertemente contra la Iglesia y el cardenal Jorge Bergoglio, Pichetto concluyó el debate al decir que "hay una realidad en la calle" y que "esta ley barre con la desigualdad de los sectores minoritarios".

La Nación



Es ley el matrimonio entre personas del mismo sexo
Después de casi 14 horas de discusión, los senadores aprobaron el proyecto con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones;

Jueves 15 de julio de 2010


Después de una maratónica sesión y con encendidas discusiones en el recinto, el Senado aprobó el polémico proyecto que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo y convirtió a la Argentina en el primer país de América latina en legalizarlo.

La Cámara alta sancionó la norma esta madrugada, pasadas las 4, con 33 votos a favor y 27 en contra, además de 3 abstenciones, tras una maratónica sesión que se extendió durante casi 14 horas.

La aprobación contó con el respaldo de diferentes senadores de los bloques del Frente para la Victoria, la Unión Cívica Radical, el socialismo y la Coalición Cívica. En cambio, en contra lo hicieron la mayoría de los senadores pertenecientes al peronismo disidente, así como la gran mayoría del bloque radical.

La Nación





"Es un paso positivo, estoy muy satisfecha", dijo Cristina sobre el casamiento gay
La Presidenta celebró desde China la aprobación de la ley y volvió a arremeter contra la Iglesia ; Aníbal Fernández elogió la "transversalidad" de la votación

Jueves 15 de julio de 2010


El Gobierno no tardó en salir a celebrar la aprobación de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo.

"Estoy muy satisfecha. Ha sido un paso positivo", destacó la presidenta Cristina Kirchner desde Shangai, donde lleva adelante el último tramo de su visita oficial a China.

La jefa del Estado volvió a arremeter contra la Iglesia por la manera en que planteó su oposición al proyecto que se sancionó esta madrugada en el Senado. "No estaba de acuerdo con el discurso que rodeaba el debate. El hecho de que se hablase de guerra de Dios, por ejemplo, mostraba una radicalización que no resultaba positiva de ninguna manera", planteó.

"Si pensamos que hace 50 años las mujeres no podían votar y que no hace mucho en Estados Unidos no podía haber casamientos interraciales, y que en la Argentina la única forma de contraer matrimonio era a través de la Iglesia y nos encontramos como ha cambiado todo eso, podemos pensar que este ha sido un paso positivo que defiende el derecho de la minoría", conluyó.

"A la vanguardia". Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, destacó la "transversalidad" de los apoyos que cosechó la iniciativa. En el mismo sentido, consideró "secundario" analizar porqué hubo senadores que se ausentaron para no estar en el recinto al momento de votar.

"La Argentina se puso a la vanguardia de la discusión y reinvindicación de los derechos de toda América. Fuimos precursores en esa decisión con la altura política de gente de todos los partidos", celebró en declaraciones a radio Continental.

En la misma línea, añadió: "Me da la sensación de que debíamos un cambio a un segmento de la sociedad que había sido olvidado y que no veía satisfechos sus derechos individuales. El Congreso logró llevarlo a la práctica".

Audio: Ibarra: «Se estableció una protección legal única» (Radio 10)

También la diputada Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro), autora del proyecto que se convirtió en ley, se mostró satisfecha.

"Estoy contenta. Argentina es el primer país en Latinoamérica que consigue esta ley", celebró. Y completó: "Esta reforma del Código Civil no implica una institución nueva, sino el matrimonio, con los mismos derechos y requisitos".

La Nación





Los temas centrales que no se abordan
Adrián Ventura
LA NACION

Jueves 15 de julio de 2010


El matrimonio homosexual es un tema importante para las parejas del mismo sexo, una minoría que pretende que se les reconozca un mayor grado de libertad. Pero ni ese asunto ni su solución nos deben distraer de los temas centrales de la agenda que necesita abordar la Argentina.

El matrimonio gay entró primero en la agenda de la Justicia, hace dos años, cuando el Gobierno no quería siquiera arrimarse a la cuestión. La Corte Suprema se negó a dar una definición para no sufrir desgaste y, por eso, quedó en manos de la política.

Así, el Gobierno planteó un debate polarizado y sin matices, que arrastró a la Iglesia a un terreno donde la política, que maneja principios más fluidos y menos dogmáticos, tenía más para ganar que para perder. El matrimonio Kirchner entendió que nunca logrará atraer a los sectores más conservadores, mientras que no puede darse el lujo de alejar a los progresistas que le quedan a su lado. Pero, más allá de ese cálculo, poco le interesa al Gobierno la suerte de las parejas homosexuales ni, menos aún, solucionar los dilemas de la adopción de menores (si en la Argentina sigue habiendo adopciones ilegales, es porque existen cuestiones irresueltas).

La Argentina tiene problemas políticos, legales e institucionales más profundos:

    * La corrupción estructural, que atraviesa a todos los partidos y a todos los gobiernos.

    * La degradación de la libertad de prensa. ¿Acaso pueden ser tildados los Kirchner de liberales, cuando intentan acallar a todos los medios independientes?

    * El deterioro de la calidad de vida. El Gobierno mantiene la inflación en un nivel elevado; aumenta el gasto público y sube la presión impositiva. Y, como paliativo, falsifica los índices del Indec; anuncia una anodina reforma del Impuesto a las Ganancias que no atempera el impacto del tributo en los sueldos y no busca una solución digna para mejorar el ingreso de los jubilados, que están obligados a hacer interminables juicios. Estos son problemas económicos, que no pueden ser solucionados por la Justicia pero esto precisamente los hace más delicados; la política tampoco los soluciona.

    * Los problemas del comercio exterior, principalmente con Brasil y con China, que están en crisis por las barreras arancelarias, paraarancelarias y por normas no escritas y arbitrarias.

    * La falta de inversión, por la inseguridad jurídica de no contar con reglas estables.

El matrimonio es importante, pero no puede ser una cortina de humo.

La Nación











El igualitarismo sexual
Por Mariano Grondona
Especial para lanacion.com

Jueves 15 de julio de 2010


El debate sobre el matrimonio "gay" se ha venido intensificando hasta convertirse en una "polémica" (del griego "polemós", "guerra") por dos razones. Una de ellas, circunstancial, es que Kirchner ha intentado reducirlo a su propia confrontación con el cardenal Bergoglio. Pero la otra razón, visceral, es que el debate se ha vuelto polémico porque afecta nada menos que a nuestra concepción de la familia.

Hasta hace poco tiempo, los ciudadanos homosexuales habían sido discriminados. Según Aristóteles, la justicia consiste en "tratar a los hombres como iguales en lo que son iguales y como desiguales en lo que son desiguales". Los homosexuales y los heterosexuales, por lo pronto, son iguales en dignidad, y todo aquello que conduzca a "desigualar" a los homosexuales por debajo de los heterosexuales es discriminatorio y por lo tanto injusto.

Si la discriminación de una categoría de ciudadanos como los homosexuales vulnera su igual derecho a la dignidad, debe ser condenada. Desde hace unos veinte años, detrás de liderazgos ampliamente reconocidos como el de los hermanos Jáuregui, la sociedad argentina ha avanzado un buen trecho contra la discriminación sexual, manifestándose por ejemplo a favor de la igualación de los derechos sociales y económicos de las parejas homosexuales respecto de las parejas heterosexuales.

Pero este avance bienvenido de la igualdad, ¿no corre a su vez el riesgo de irse al otro extremo, convirtiéndose en "igualitarismo", si además se pretende igualar lo que no es igual? En su meritoria lucha contra la discriminación, ¿no han cruzado las organizaciones homosexuales esta sutil frontera al reclamar que también se llame "matrimonio" a la unión homosexual y al otorgar a una pareja homosexual de dos hombres o dos mujeres un idéntico derecho de adopción al de una pareja heterosexual que salva la distinción entre el padre y la madre, entre el hombre y la mujer?

Más allá de las pasiones y las ideologías en contraste, ¿no existe entonces una "diagonal" moralmente justificada en reconocerles a las parejas homosexuales todos los derechos económicos y sociales de las parejas heterosexuales mientras se reserva para éstas el uso exclusivo de la palabra "matrimonio" y un derecho de adopción abierto a la posibilidad de que cada hijo, adoptado o natural, tenga un padre y una madre en lugar de dos padres o dos madres? No parece injusto buscarles entonces a las parejas homosexuales otro nombre, por ejemplo "unión civil", que preserve su derecho a una igual dignidad sin confundir por eso lo desigual con lo igual. Según una feliz metáfora de Pablo VI, en un coro es igual la dignidad del tenor y la soprano sin que se pretenda por eso que sus voces sean intercambiables. Más allá de la discriminación y el igualitarismo lo que debiera brillar es, simplemente, una justa igualdad.

La Nación




Argentina legalizes same-sex marriage
By the CNN Wire Staff
July 15, 2010 6:52 a.m. EDT


(CNN) -- Argentina became the first Latin American country on Thursday to legalize same-sex marriage.

Lawmakers in the Senate passed the bill after 14 hours of debate that began Wednesday and carried well into early Thursday morning, the state-run Telam news agency reported.

The bill had already passed the lower chamber of Congress.

It gives same-sex couples equal marriage rights, including the ability to adopt children.

The law was backed by the center-left government of President Cristina Kirchner, who has said she will sign it.

The majority Roman Catholic country follows a few others around the world where same-sex marriage is legal. Among them are the Netherlands, Belgium and Spain.

Last month's congressional vote and Wednesday's Senate vote are the latest moves in a pro-gay marriage trend in Argentine politics.

Last year, a judge in Buenos Aires ruled that a ban on same-sex marriage was illegal, paving the way for such marriages in the capital of Argentina.

An injunction by another judge stopped what would have been the first same-sex marriage there.

Ultimately, Latin America's first same-sex marriage happened in Argentina in a southern state with a pro-gay marriage governor.

Opositores al casamiento gay denunciaron un pacto "a espaldas de la ciudadanía"
El representante del departamento de laicos del Episcopado aseguró que "hubo presiones y poca transparencia" en la votación; desde las iglesias evangélicas lamentaron la "politización" del debate


Jueves 15 de julio de 2010

Por Valeria Vera
De la Redacción de lanacion.com
vvera@lanacion.com.ar
@verava

El martes lograron reunir a cerca de 60.000 personas frente al Congreso en rechazo a la aprobación del matrimonio gay.

Hoy, dos días después de esa marcha masiva y a sólo horas de que el Senado convirtiera en ley la reforma del Código Civil, los organizadores de la marcha "por la familia con un papá y una mamá", denuncian que hubo fuertes presiones para que los legisladores acompañaran el casamiento homosexual y aseguraron que no se quedarán de brazos cruzados.

En diálogo con lanacion.com, Justo Carbajales, representante del departamento de laicos de la Conferencia Episcopal Argentina habló de la existencia de un pacto detrás de la ciudadanía al referirse al resultado que alcanzó el debate en el recinto.

"Siempre se abrió la posibilidad de buscar lo mejor para todos, pero no con chicanas políticas o con acuerdos no transparentes. Llama la atención e indigna que el jefe del bloque de la segunda minoría [Gerardo Morales] trabaje para que el oficialismo logre un proyecto que tiene el rechazo de la mayoría de su bloque. El presidente del partido [Ernesto Sanz] y el presidente del bloque tenían el rechazo mayoritario de su bancada y decidieron ir a jugar a favor de Pichetto [Miguel Angel, jefe del bloque del FPV]", acusó.

Al analizar el tono que adquirió la sesión y los argumentos vertidos en diferentes presentaciones, Carbajales expresó que apenas se conoció la decisión de la Cámara alta los ciudadanos de varias provincias se mostraron decepcionados. "Hay un gran enojo y una gran frustración, sobre todo, de los ciudadanos de las provincias por haber visto a muchos de sus senadores hacer lo contrario de lo que habían prometido públicamente o haberse ausentado a la hora de la votación", aseguró.

Esta situación derivó, según adelantó a este medio, en una campaña de concientización al electorado de cada provincia acerca de cuáles fueron los senadores que no cumplieron con su palabra. "Se va a denunciar públicamente a aquellos que fijaron una posición en contra y votaron a favor del proyecto, mintiéndole a su electorado. La gente no quiere que la defrauden más", subrayó.

"Lamentamos profundamente lo de Teresita Quintela [Partido por la Victoria- La Rioja], que dijo que estaba en contra, pero que votaba a favor de los intereses económicos de su provincia. Recibimos muchos llamados de Tucumán reclamando la falta de compromiso cívico de Sergio Mansilla (FPV), que se vuelve a ausentar por segunda vez. También criticamos el cambio de voto que hizo la senadora Ana Corradi (FPV - Santiago del Estero) , que públicamente y en forma sistemática había dicho que estaba en contra del proyecto", ejemplificó.

"Respetamos mucho el proceso democrático, pero aquí hubo senadores que se ausentaron por presiones o acuerdos que no están claros con el oficialismo. No queda clara la desaparición del senador Emilio Rached, a la madrugada. Tampoco la abstención de María José Bongiorno. La falta de presencia de Carlos Menem", añadió.

Los evangélicos, tajantes. "Con esta ley, no importa si uno nace hombre y mujer. A partir de ahora, como dice la senadora Negre de Alonso [Liliana], vamos a enseñar que uno puede elegir la orientación sexual que quiera. Ese es otro mundo".

Así, tajante, el presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera), Rubén Proietti, describe a lanacion.com cómo se imagina que será la Argentina tras la aprobación, esta madrugada, de la ley de matrimonio homosexual. La organización es una de las dos que convocaron el pasado 31 de mayo a un acto frente al Congreso para juntar firmas contra la iniciativa.

Proietti aseguró que la discusión que encabezó el recinto representó un cambio en el modelo social que las personas traen "de por vida" y que tiene el mundo, con excepción de los nueve países cuya legislación respalda la unión de parejas homosexuales.

En su opinión la sesión de ayer estuvo signada por un alto nivel de politización y de expresiones que escaparon al fondo de un debate que, sostuvo, tendría que haberse demorado un tiempo.

"Me preocupó mucho la hipocresía y la falta de honestidad. Los mismos senadores dicen que es hipocresía no reconocer el derecho de la minoría y nosotros nunca dejamos de hacerlo. Aquí se confundieron mucho las cosas. Anoche hubo mucha turbulencia", advirtió.

El organizador de la convocatoria, que bajo la consigna "Por un matrimonio con papá y mamá" reunió más de un millón de adhesiones, aclaró que no pretendía hablar desde el lado de la derrota al afirmar que este resultado no cambiará su prédica.

"Nosotros vamos a seguir predicando el Evangelio. Vamos a tener más trabajo y seguiremos ocupándonos de los problemas de la sociedad que no pasan sólo por esto. Nuestra tarea continúa siendo un campo donde hay que incentivar el amor de Dios y seguir viviendo conforme a su plan", argumentó.

Este sector del ámbito religioso había alertado a los fieles sobre las presiones que muchos senadores habrían recibido para votar a favor de la iniciativa. Hoy, Proietti ratificó esos dichos y se refirió a algunas maniobras del oficialismo que facilitaron la aprobación de la ley.

"Lo de las presiones es vox pópuli. Hubo presiones porque hablamos con senadores y gobernadores que nos lo confirmaron", señaló.

Y añadió: "La acción de llevarse a dos senadoras también es cuestionable. Ojo, también tenían todo el derecho del mundo de elegir quedarse y no lo hicieron".

El presbítero evangélico criticó la poca seriedad con la que se encaró el debate y se lamentó de que muchos funcionarios se "hayan tomado la vida para el juego político".

En este sentido, indicó que lo apenó ver el desarrollo de la sesión, sobre todo, por su comienzo y final que tuvieron como protagonistas al jefe de la banca oficialista, Miguel Angel Pichetto, y la senadora de Peronismo Federal Liliana Negre

"Me llamó mucho la atención de la senadora cuando increpó a Pampuro [tras haber impugnado el dictamen de su comisión a favor de la unión civil]. El debate empezó con un disgusto muy grande", afirmó.

"Si tiene razón Pampuro habría que amonestar a la senadora, y si ella tiene razón habría que intervenir. Esto fue como si le hubiesen pegado un tiro, la hubieran matado, la sacaron de cuadro, pero queda presente para votar y poder seguir en la reunión", describió.

También se manifestó acerca de los cruces que la senadora intercambió con el jefe de la bancada oficialista, que criticó la resolución de la Comisión de Legislación General y tildó a Negre de Alonso de "nazi".

Un debate incompleto. En tanto, el vicepresidente de la Corporación de Abogados Católicos, Eduardo Sambrizzi, también cuestionó la sanción de la ley: "Los senadores no entraron a analizar el fondo del asunto. Decían que había discriminación, pero no analizaron por qué habría discriminación según ellos". Asimismo, evaluó: "Me parece que es muy malo para el país, para la sociedad".

La Nación

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