el retiro del general Milani hubo razones, llamémosle así, estéticas: la Presidenta no quería cargar durante la campaña electoral con el estigma de un militar acusado de haber violado los derechos humanos. La incoherencia ya se había vuelto demasiado escandalosa.
Hubo otros motivos. Mientras Milani fue un soldado volcado a la política a favor del kirchnerismo -"Quiero un Ejército que sea parte del proyecto"- su desviación era aplaudida. Pero, cuando esa politización tomó otro rumbo, encontró la salida. Hubo un episodio decisivo: una reunión secreta con otro cordobés, José Manuel de la Sota, en abril, en un departamento de la calle Libertad. Para Zannini, que odia a De la Sota, fue un balde de agua fría.
Milani, que fue usado para defenestrar a Antonio Stiuso, se estaba convirtiendo en otro Stiuso. Por eso fue erradicado. Su reemplazante no es de Inteligencia. Es cierto que Stiuso y Milani crecieron por la adicción de los Kirchner al espionaje. Pero hay que reconocer que al removerlos la Presidenta benefició a la democracia. Su sucesor, quien quiera que sea, debería agradecérselo.
http://www.lanacion.com.ar/1805473-las-razones-del-despido-del-general-milani
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