Las flagrantes mentiras de Guillermo Moreno

Sábado 09 de noviembre de 2013 | Publicado en edición impresa

Editorial I

Las flagrantes mentiras de Guillermo Moreno

Si el secretario de Comercio y su subsecretaria "Pimpi" Colombo no quieren admitir que hay inflación, al menos no deberían burlarse de la gente


El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ha vuelto al ruedo con declaraciones que ofenderían la inteligencia del hombre común si es que se tomaran en serio, lo que ya no ocurre. Ha dicho que no ve dónde está la inflación , ya que la carne no ha aumentado su precio en los últimos tres años.

Si bien esto no es cierto, como lo pueden comprobar los consumidores , Moreno no debe además desconocer lo ocurrido con la ganadería como consecuencia de su gestión. El control sobre los precios y las intervenciones oficiales produjeron una fuerte liquidación de ganado que culminó con una multiplicación abrupta de los precios en un mercado que así respondió al desplome de la faena. Los tres últimos años elegidos por Moreno para medir la evolución tienen aquellos precios de escasez como punto de partida. Son los tiempos de la fase teóricamente declinante de precios y de la recomposición de stocks de un ciclo ganadero. Aun así, en un marco de desvalorización general del peso, hubo aumentos nominales de los precios de la carne en las góndolas.

Sugestivamente, los precios de la carne al consumidor se fueron incrementando en los últimos años fuertemente, a un ritmo cercano al de la inflación medida por consultoras privadas, del orden del 25% anual; sin embargo, desde 2010, el kilo de la hacienda en pie se mantiene más o menos estable, por lo cual los productores han sido los grandes perdedores en este período. Han perdido competitividad, puesto que sus costos sí han subido al ritmo de la inflación.

Lo cierto es que no es correcto pretender medir la inflación, que es un aumento generalizado de los precios de la economía, a partir de un único bien, como busca hacerlo Moreno.

La inflación muy difícilmente se reduzca -más bien tenderá a aumentar... si no se producen correcciones de fondo en la política económica y, particularmente, en el manejo fiscal. Hay un círculo vicioso funcionando en nuestra economía cuya autoalimentación genera el riesgo de una espiralización del fenómeno inflacionario. El desborde del gasto público y los límites ya alcanzados para poder cubrirlo con una presión impositiva insostenible determinan un déficit fiscal creciente. El Gobierno no tiene acceso al crédito ni puede emitir deuda en condiciones razonables, por lo que debe financiarse con los fondos de los jubilados y preponderantemente con emisión.

Por otro lado, ha habido un permanente debilitamiento de la seguridad jurídica por parte de un gobierno de corte populista y autoritario, que ha afectado gravemente la confianza y la inversión. No se respetaron contratos, se congelaron arbitrariamente tarifas de servicios públicos, se potenció la corrupción, se intervienen los mercados y controlan precios, se falsean las estadísticas oficiales, se manipula políticamente la designación de jueces y el desarrollo de causas judiciales, no se cumplieron sentencias de arbitrajes internacionales, se traban exportaciones e importaciones, se instrumentó un cepo cambiario, se modificó la Carta Orgánica del Banco Central para utilizar a esta entidad como instrumento de gobierno y no como garante de la estabilidad monetaria, se compran o dominan medios de prensa, se instrumentó una política de errados alineamientos internacionales, se opera sobre empresarios privados mediante órdenes verbales o telefónicas amenazantes, se modifican normas tributarias alterando el marco de los negocios, se utiliza un discurso oficial agresivo y de permanente confrontación, se confiscaron los fondos de pensión privados y se expropiaron empresas sin pagarlas.

En estas condiciones no debe extrañar que la inversión haya caído y que la oferta de bienes encuentre dificultades que tampoco puedan resolverse con importaciones, ya que también están restringidas por falta de divisas. Por lo tanto, además de la emisión monetaria, la inflación se impulsa por rigideces en la oferta y por limitaciones a la competencia interna y externa.

El anuncio rimbombante de la inminente elaboración de un nuevo índice de precios nacional, con asesoramiento externo y supervisión del Fondo Monetario Internacional, ha sido utilizado por algunos funcionarios como respuesta escapista a preguntas comprometedoras sobre cuál es la inflación real. Debemos decir que el problema del Indec no ha sido la metodología del índice de precios al consumidor, sino el falseamiento de los datos introducidos. Siendo así nada asegura que un índice con nueva metodología permita superar la deplorable situación que estamos viviendo.

La negación de la inflación a través del falseamiento del índice de precios y las desafiantes y mendaces declaraciones del secretario de Comercio contribuyen eficientemente a una mayor demolición de la confianza. Y esto, como se ha visto, alimenta aún más la inflación. Si no están dispuestos a decir la verdad, Guillermo Moreno y su subsecretaria de Defensa del Consumidor, "Pimpi" Colombo, debieran como mínimo no burlarse de la gente.

La Nacion

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