Miguel Etchecolatz: "Por mi cargo y jerarquía me tocó matar, pero no sé cuánta gente"

Miguel Etchecolatz: "Por mi cargo y jerarquía me tocó matar, pero no sé cuánta gente"

El ex militar, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, declaró ante la Justicia como acusado por el secuestro y tortura en el centro clandestino La Cacha


 PLATA (Télam).- El ex militar y condenado a prisión perpetúa por crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura, Miguel Etchecolatz, declaró hoy ante el Tribunal Oral Federal N1 de La Plata, en el marco de las audiencias en el juicio que se investiga la participación de 15 militares y un ex funcionario civil por el secuestro y tortura de detenidos alojados en el centro clandestino La Cacha, en las afueras de La Plata.

"Por mi cargo y jerarquía me tocó matar, pero no sé cuánta gente", dijo. Quien fuera la mano derecha del ex Jefe de la Policía bonaerense durante la dictadura militar, Ramón Camps, sostuvo hoy que "si salía a matar a alguien para quitarle la vida, era porque había llamados denuncias de vecinos que veían algo raro en el lugar, le mandaba patrullas y ahí estaba la vida de uno u otro".

En el marco de la causa, se juzga la detención ilegítima de unas 128 personas alojadas en La Cacha, que estaba ubicado en el predio lindero a la cárcel de Olmos. En un duro testimonio ante la presencia de familiares de víctimas de la dictadura, el represor sostuvo que "esos enfrentamientos son objeto y encuadre de una situación de guerra, dicha por los mismos terroristas. Acá no era por una cuestión de antipatía, estábamos exponiendo nuestras vidas".

Al exponer ante el Tribunal Oral Federal N1, Etchecolatz dijo que "la policía de la provincia tuvo que ofrecer más de 160 muertos", y preguntó a los fiscales presentes: "¿ No conocen esa situación tan cruenta? ¿Por qué se oculta?".

"Yo no sé los años que me quedan de vida para mí, pero creo que el talonario se me va acortando, no me importan cuánto hagan de mí persona porque estoy más allá, pero sí me importa que se respeten la Constitución y las leyes", dijo en su defensa, al estar imputado como coautor de dos homicidios ocurridos en el barrio platense de Tolosa el 9 de noviembre de 1976.

"Detrás mío hay una figura de un señor (Jorge Julio) López, desaparecido después de haber prestado declaración, el señor López mintió, como consta en varios lugares, cuando dice que vio que yo mande a fusilar, ese día estuve internado", agregó.

Por su parte, Jaime Lamont Smart, el único civil que está siendo juzgado por las torturas y desapariciones de la dictadura, se desvinculó de las acusaciones y sostuvo que "Bettini tomó una pastilla, y por ello murió".

Entre los casos que se investigan están los de Laura Carlotto, hija de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y la privación ilegítima de la libertad de Antonio Bautista Bettini, padre de Carlos Bettini, actual embajador argentino en España.

Además, se juzga la sustracción de Matías y Gonzalo Reggiardo Tolosa y de Natalia Suárez Nelson, nacidos mientras sus madres estaban cautivas en ese centro clandestino de detención, tras lo cual fueron apropiados y décadas más tarde recuperaron su identidad.

En el banquillo de los acusados están sentados Carlos Hidalgo Garzón; Jorge Di Pasquale; Gustavo Cacivio, Ricardo Fernández; Luis Perea; Roberto Balmaceda; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Romero Pavón y Anselmo Palavezzati, todos militares.

También, se juzgará a Juan Carlos Herzberg, Raúl Espinoza, Claudio Grande, Héctor Acuña, Rufino Batalla, Isaac Crespín Miranda, todos exmilitares o exintegrantes del Servicio Penitenciario bonaerense.


La Nacion


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