Castigados como en la Edad Media, pero en la cárcel de Marcos Paz

Miércoles 25 de septiembre de 2013 | Publicado en edición impresa

Clausura

Castigados como en la Edad Media, pero en la cárcel de Marcos Paz

Descubren a presos en calabozos individuales sin luz, sin ventilación
y sin baños

Por Gabriel Di Nicola | LA NACION


Era una visita sorpresa. En su exhaustiva recorrida por los pabellones
y módulos del Complejo Penitenciario Federal II, en Marcos Paz, los
funcionarios no imaginaron lo que iban a descubrir: presos alojados en
calabozos individuales sin electricidad, sin baño y sin tener la
posibilidad de asearse durante, por lo menos, tres meses.

Doce reclusos, que estaban encarcelados en el pabellón 7 del módulo 1,
debían deshacerse de sus excrementos por "una pequeña ventana".
Después de la visita, el lugar fue clausurado y se ordenó que los
internos recibieran atención médica, psicológica y alimentos.

Así lo informaron a LA NACION fuentes del Sistema de Coordinación y
Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carcelarias, integrado por
jueces de la Cámara Federal de Casación Penal (CFCP), jueces de
ejecución penal, representantes de la Procuraduría contra la Violencia
Institucional (Procuvin), la Procuración Penitenciaria de la Nación,
la Defensoría General de la Nación y, como miembro consultivo, el
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

"Vimos, sentimos y olimos la situación en la que estaban alojados los
12 presos. Estaban detenidos sin dignidad humana", dijo a LA NACION el
juez Gustavo Hornos, presidente de la Cámara Federal de Casación Penal
y creador del Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control
Judicial de Unidades Carcelarias.

Si bien se conoció ayer, la visita ocurrió el viernes pasado.
Recorrieron el penal de Marcos Paz, además del juez Hornos, sus
colegas Mariano H. Borinsky, Sergio Paduczak y Martín Vázquez Acuña;
los integrantes de la Procuvin Abel Córdoba y Roberto Cipriano García,
y Germán Artola, en representación de la Defensoría General de la
Nación.

Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, cuando la comisión de
magistrados llegó al pabellón 7, eran las 15.30 y los presos, según
dijeron, aún no habían desayunado.

"Algunos de los detenidos estaban en esa situación desde junio pasado.
Vestían incluso la misma ropa con la que habían sido alojados", afirmó
a LA NACION uno de los jueces que hicieron la recorrida.

De los 12 presos que estaban alojados en el pabellón 7 del módulo 1,
siete estaban en condición de sancionados y cinco, en calidad de
detenido en "tránsito", es decir, reclusos a los que es difícil
encontrarles un lugar.

Según la documentación del Sistema de Coordinación y Seguimiento de
Control Judicial de Unidades Carcelarias, a la que tuvo acceso LA
NACION, "los 12 internos encerrados en celdas estancas miraban a
jueces y fiscales a través de estrechas mirillas. Las llaves de los
calabozos no aparecían, los detenidos gritaban que la visita no se
fuera. Esas personas habían estado encerradas por largo tiempo en
calabozos individuales, sin salida, sin baño, sin electricidad ni
vidrio en una pequeña ventana por la que tiraban el excremento afuera,
sin visitas ni aseo".

Anteayer, según fuentes judiciales, el director del Servicio
Penitenciario Federal (SPF), Alejandro Marambio, estuvo en la CFCP,
donde los jueces le pidieron que "establezca con certeza que hechos de
esta gravedad no existen en otras unidades y que no se repitan
situaciones como la expuesta".

En diálogo con LA NACION, Marambio negó que los reclusos estuvieran
sin luz y sin agua, pero sí reconoció que había reclusos "en tránsito"
alojados como si estuvieran sancionados y exculpó por esta situación
al actual director de la cárcel de Marcos Paz, de apellido Frezin,
porque se hizo cargo de la unidad penitenciaria hace cinco días y, por
las irregularidades, responsabilizó a la gestión anterior, encabezada
por Víctor Hortel, líder de la agrupación kirchnerista Vatayón
Militante, que organizaba murgas y salidas "culturales" de los
detenidos.

Marambio asumió como director del SPF el 20 del mes pasado, después de
la escandalosa fuga de 13 presos de la cárcel de máxima seguridad de
Ezeiza. Explicó a LA NACION que ordenó que se realice una
investigación para determinar si se registran anomalías similares en
otras unidades del SPF.

Según el sitio web del SPF, la cárcel de Marcos Paz está situada sobre
un predio de 120 hectáreas, su edificación ocupa 85.000 metros
cuadrados y el penal está conformado por cinco módulos de residencia
con capacidad para 300 internos divididos en seis pabellones de 50
celdas individuales cada uno.

Tres recorridas

La visita en la cárcel de Marcos Paz fue la tercera recorrida del
Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control Judicial de Unidades
Carcelarias.

El 3 del actual, Hornos; el presidente del Consejo de la Magistratura,
Mario Fera; la jueza de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Criminal y Correccional, Mirta López González, y los jueces
integrantes de la Subcomisión de Ejecución Penal de la Cámara de
Casación, Paduczak y María Cristina Deluca Giacobini, concurrieron al
Complejo Penitenciario Federal N° 1, en Ezeiza. En la visita, "se
ordenó el cese del alojamiento de dos internos en las celdas de
cumplimiento de sanciones".

Ocho días después, los jueces Hornos, Paduczak y Deluca Giacobini
visitaron el Complejo Penitenciario Federal N° 3, la cárcel de mujeres
más grande.

"En un primer momento, llamaron la atención la falta de higiene, la
deficiente alimentación, las quejas por la falta de atención médica y
la permanente presencia de cucarachas", según fuentes judiciales.

Y agregaron: "Luego aparecieron varias irregularidades graves, como
una mujer aislada y notoriamente golpeada en una celda para el
cumplimiento de sanciones, sin que esas circunstancias hubieran sido
documentadas. Todo ello motivó la intervención inmediata de los
magistrados, que tuvo como consecuencia el pase a disponibilidad del
director de la unidad y el procedimiento de solución de las
irregularidades halladas".

Ese mismo día, la comisión especial visitó la Unidad 31, en la que
algunas internas habían declararon una huelga "de brazos caídos" -no
concurrían a trabajar ni a estudiar- debida a dificultades en el
aprovisionamiento de alimentos y la atención pediátrica, ya que en
ella residen internas con hijos de hasta cuatro años, entre otros.

"Sin dignidad humana"

Así estaban alojados 12 reclusos, según un juez

"Sentimos, vimos y olimos la situación en la que estaban alojados los
12 presos", afirmó a LA NACION el presidente de la Cámara Federal de
Casación Penal, Gustavo Hornos

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