Una pena en suspenso que puede complicarlo

Miércoles 04 de septiembre de 2013 | Publicado en edición impresa

El escenario

Una pena en suspenso que puede complicarlo


A Ricardo Jaime ayer le fue mal, pero mañana le puede ir peor. Recibió una condena de seis meses de ejecución condicional, pero una segunda sentencia, aunque sea menor, podría acumularse con ésta y llevarlo a la cárcel.

Por la pena que recibió ayer no debe ir preso, a condición de que cumpla reglas que le impuso el tribunal. Es un castigo por un delito menor, como lo es el intento de sustraer pruebas. Sin embargo, el fallo abre las puertas para un escenario más desfavorable para Jaime.

Es que el ex secretario de Transporte está rodeado de expedientes de corrupción a punto de ir a juicio. El primero es una causa donde está acusado de otro delito menor: recibir dádivas, al aceptar que empresas a las que él debía controlar le pagaran el alquiler de los dos pisos de la zona de Retiro que ocupó entre 2003 y 2009, cuando fue funcionario. Los alquileres eran pagados por ejecutivos de la Terminal de Ómnibus de Retiro, a la que Jaime extendió su concesión. Se trata de una causa correccional, que tiene una pena máxima de 3 años. Está en manos del juez federal Julián Ercolini, que aspira a realizar el juicio antes de fin de año.

Como Jaime llega condenado a este juicio, en caso de que existiera una segunda condena, Ercolini podría unificar ésta con la anterior, lo que podría implicar que dos sentencias de ejecución condicional, si bien no se suman, se conviertan en una de cumplimiento efectivo. Esto siempre y cuando todo quede firme, es decir, cuando se pronuncie la Cámara de Casación y, tal vez, la Corte.

Ésta es la primera de las malas noticias para Jaime. La segunda es la que acelera el camino para ser juzgado por la tragedia ferroviaria de Once donde murieron 51 personas. Aquí la pena es mayor y el juicio estará a cargo del Tribunal Oral Federal N° 2, integrado por Jorge Gorini, Jorge Tassara y Rodrigo Giménez Uriburu. Familiares de las víctimas insisten para que la fecha del juicio se fije lo antes posible. Ayer se dio un paso en ese sentido, pues la Cámara de Casación rechazó recursos extraordinarios e impidió llegar de manera directa a la Corte a ex funcionarios acusados.

La investigación por los alquileres y las muertes de Once están cerca de proporcionar a Jaime los escenarios de sus próximos juicios. Son dos de las veinte causas que tiene abiertas.

Otro caso contra Jaime por recibir dádivas, un delito menor, se juega su suerte en la Corte. Esta vez Jaime está acusado de volar gratis en aviones privados pagados por empresas a las que debía controlar. Allí, el juez Ercolini citó a juicio, pero la defensa de Jaime pidió la nulidad de ese acto porque había recusado al juez. La Casación hizo lugar a su pedido y ahora el caso está en la Corte, que debe decidir si el juicio correccional puede prosperar o si el caso quedó prescripto por el paso del tiempo.

La próxima audiencia de Jaime será en el juzgado de Sebastián Casanello, que lo investiga por enriquecimiento ilícito. El fiscal Carlos Rívolo ya pidió media docena de veces su indagatoria y lo acusa de no justificar bienes por seis millones de pesos y un yate valuado en un millón de dólares..

Por Hernán Cappiello  | LA NACION

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