Reposo pidió a la CNV que intervenga Papel Prensa y desplace a su directorio

Viernes 17 de mayo de 2013 | Publicado en edición impresa

Libertad de expresión

Reposo pidió a la CNV que intervenga Papel Prensa y desplace a su directorio

Por Adrián Ventura | LA NACION



n documento oficial no deja lugar a dudas: el Gobierno, a través de la Comisión Nacional de Valores (CNV), estudia intervenir Papel Prensa , la empresa que produce y distribuye el principal insumo que utilizan muchos diarios de la Argentina.

Papel Prensa es propiedad del Grupo Clarín (49%), de LA NACION (22,49%) y del Estado nacional (28,08%), mientras que un pequeño porcentaje cotiza en bolsa.

Si bien el Gobierno ahora lo niega, en los últimos días la CNV analizó la posibilidad de intervenir el Grupo Clarín. Ahora se sabe, por documentos oficiales, que también se evaluó la intervención de la papelera.

El 9 de este mes, el titular de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), Daniel Reposo, en una nota al presidente de Papel Prensa, Guillermo González Rosas, dejó expresa constancia de que le había pedido a Alejandro Vanoli, titular de la CNV, que intervenga la empresa y desplace a su directorio, haciendo uso del artículo 20 de la ley de mercado de capitales.

En esa nota, de 37 páginas, Reposo confiesa que le pidió a Vanoli que "se designen veedores y se desplace a todos los integrantes de los órganos societarios de la administración" de Papel Prensa, en base a la citada norma, que permite que ese organismo, por sí mismo, tome el control de una empresa que cotiza en bolsa.

Ésa no fue la primera nota de Reposo -funcionario que el año último fue vetado por el Senado cuando la Presidenta lo quiso designar procurador general- pidiendo tal decisión. Hubo otra nota similar el 11 de marzo.

Pero hay dos datos que no pueden ser pasados por alto, porque desnudan la estrategia oficial sobre los medios críticos o independientes.

El primero. El 9 de mayo, fecha en la que Reposo comunica a Papel Prensa que pidió a la CNV la intervención de la compañía, es el mismo día en que diez diputados ultrakirchneristas, encabezados por Carlos Kunkel y Diana Conti, presentaron en la Cámara baja un proyecto de ley para que el Congreso disponga la expropiación de la firma. Algunos consideran que se trata de una estrategia de pinzas del Gobierno para abrir dos líneas de ataque sobre la papelera.

Sin embargo, hubo otro motivo: la línea profesional de la CNV habría entendido que no hay motivos técnicos suficientes para justificar una intervención y, entonces, el Gobierno cambió de táctica y decidió avanzar directamente con la expropiación, sabiendo que cuenta con el número de diputados y senadores suficientes para levantar la mano en las cámaras e imponer su decisión, a pesar de que la Constitución y los tratados internacionales expresamente consideran esos actos como censura indirecta.

El segundo dato también desmiente a los funcionarios del Gobierno: si bien el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro de Interior, Florencio Randazzo, y el senador Aníbal Fernández negaron que estuviera en los planes oficiales intervenir el Grupo Clarín, lo cierto es que ahora hay pruebas de que el Gobierno sí estaba evaluando disponer esa medida sobre Papel Prensa.

Por su parte, el holding del Grupo Clarín estuvo bajo la mira de la CNV y sólo fue una evaluación del escándalo internacional y político que provocaría la intervención lo que frenó, por ahora, el avance de la CNV. Su titular pareció enfriar ayer esta posibilidad al afirmar que no hay "ninguna actuación vinculada con la intervención del Grupo Clarín" y tampoco "un afán persecutorio", aunque aclaró que, cuando haya razones, se procederá contra "cualquier grupo económico" que incumpla la ley.

La avanzada del plan oficial

Reposo y Vanoli, figuras clave en la estrategia del Gobierno

  • Daniel Reposo - Titular de la Sigen
    Pidió por escrito a la CNV que "designe veedores y desplace a todos los integrantes de los órganos societarios de la administración de Papel Prensa"
  • Alejandro Vanoli - Presidente de la CNV
    La línea profesional de la CNV habría entendido que no hay motivos técnicos que justifiquen la intervención en Papel Prensa

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