Un enigmático y brutal asesinato tiene en vilo a toda Córdoba

Sábado 27 de julio de 2013 | Publicado en edición impresa

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Un enigmático y brutal asesinato tiene en vilo a toda Córdoba

Investigan si el empresario Marcelo Arias estaba amenazado; no hay pistas firmes

Por Orlando Andrada  | LA NACION


CÓRDOBA.- El asesinato del empresario mendocino Marcelo Arias, cuyo cuerpo con múltiples golpes y fracturas apareció flotando en aguas del río Suquía, detrás de la gobernación provincial, continúa envuelto en un enigma que los detectives policiales y judiciales no logran resolver. Todavía no se sabe si el móvil del crimen fue un asalto o un ajuste de cuentas.

El empresario, de 39 años y de profesión ingeniero,era miembro de la consultora Newen SA, con sede en Mendoza, que interviene en la construcción de cuatro gasoductos en Córdoba.

Para avanzar en el caso que tiene conmovida a la provincia, el fiscal José Mana ordenó que una comisión policial investigue en Mendoza para descubrir si Arias tenía enemistades o si había sido víctima de amenazas.

En principio, se había pensado que Arias había muerto ahogado accidentalmente o que se había suicidado, pero la autopsia reveló que había sido sometido a una feroz golpiza antes de ser arrojado al agua.

A pesar de que el asesinato ocurrió a plena luz del día y en un horario de intenso movimiento de peatones y vehículos, hasta ahora no surgió ninguna persona que pueda haber observado el ataque al empresario y el lanzamiento de su cuerpo al río.

El representante del Ministerio Público, además, dispuso que se examinen los imágenes grabadas por las cámaras de seguridad instaladas en las calles, en el tramo que el río recorre desde el puente Sarmiento hasta la zona del Centro Cívico, donde el personal de la Patrulla Ambiental encontró, el viernes de la semana pasada, el cuerpo.

Arias habría estado inconsciente, pero aún con vida cuando lo tiraron al río, ya que el informe forense especificó que la muerte fue por asfixia por inmersión, según lo informado en la necropsia.

La autopsia reveló que el cadáver del ingeniero asesinado presentaba varias fracturas y una perforación en la frente provocada, posiblemente, por algún elemento metálico.

Según el informe, se evidencian signos de haber recibido trompadas en el rostro y tenía los labios destrozados y la nariz hinchada. Además, presentaba varios golpes en el tórax y los dos codos quebrados. Se sospecha que pudo haber sido abordado desde atrás y sus atacantes le doblaron ambos brazos hasta fracturarlos.

El fiscal Mana espera recibir el testimonio del cuñado de Arias, de profesión médico, que fue quien identificó el cadáver en la morgue judicial. El profesional de la salud se encuentra en Mendoza, por lo que el fiscal aguarda su regreso para citarlo a declarar.

EN LO DE LA HERMANA

Antes de morir Arias se habría dirigido hasta la casa de su hermana, quien aparentemente no se encontraba en Córdoba. No hay certeza de si en esas circunstancias tomó contacto con su cuñado, informaron fuentes oficiales.

En la fiscalía presumen que el ingeniero fue atacado después de abandonar la casa de su hermana y arrojado al río Suquía, cerca del puente Sarmiento detrás del Centro Cívico donde tiene su sede la gobernación provincial, agregaron los voceros consultados.

Los investigadores informaron que no encontraron un portafolio y una computadora personal que Arias llevaba al momento de su muerte. En cambio, en sus bolsillos tenía dos teléfonos celulares y la billetera.

Según la reconstrucción que pudieron hacer los investigadores judiciales, el ingeniero había llegado a Córdoba el viernes de la semana pasada por la mañana.

Arias habría estado unos instantes en el departamento A del primer piso de la calle Paraná 81, en el centro cordobés, donde acostumbraba a parar cuando viajaba a esta ciudad, informaron fuentes de la investigación.

"Venía la mayoría de las veces solo, compraba algo y se iba. Unas pocas veces recuerdo que vino con algún compañero de la empresa. Pero nada más que eso, nunca hablamos", dijo el encargado de un comercio situado a metros del edificio, según consignó el diario La Voz del Interior.

RECONSTRUCCIÓN

Siempre según la reconstrucción del hecho, pocos minutos después, Arias abordó un taxi entre las calles Entre Ríos y Rosario de Santa Fe para trasladarse hasta el Centro de Participación Comunal (CPC) del barrio Centro América, en la zona norte de esta capital. El ticket del auto de alquiler marcó el fin del viaje hasta ese lugar a las 10.41.

En ese organismo municipal, informaron fuentes con acceso a la investigación, existen evidencias de su presencia. Desde allí tenía previsto trasladarse hasta una oficina de la empresa Ecogas (la distribuidora de gas del centro del país), situada en las inmediaciones, en el mismo barrio, donde tenía programada una reunión vinculada con los proyectos de los gasoductos.

Sin embargo, a ese encuentro no concurrió, según el mismo Arias le habría dicho a un familiar suyo durante una comunicación telefónica.

Tras ello se habría dirigido a la casa de su hermana, situada en Sarmiento y Esquiú, a escasas dos cuadras del puente Sarmiento. Desde esa vivienda habría caminado en dirección a la zona céntrica, trayecto en el cual se habría producido el ataque.

Una de las especulaciones es que haya sido víctima de un asalto y que, al resistirse, los delincuentes lo hayan golpeado ferozmente para despojarlo de su maletín y, creyéndolo muerto, arrojaron su cuerpo al curso de agua. Sin embargo, esta teoría choca contra el argumento de la profusión de peatones que circulan por allí a esa hora.

Más allá de las hipótesis, los detectives no poseen datos concretos de ese fatal desenlace.

Sobre el mediodía del viernes 19, una pasajera de un colectivo urbano alcanzó a ver desde el puente Sarmiento que en el río iba flotando un cadáver. A los gritos alertó al chofer para que avisara a la policía. El colectivo avisó a un patrullero y de allí en más se movilizó la policía en procura del rescate que, finalmente, se concretó a las 12.40, detrás del complejo gubernamental y a pocos metros del puente del Bicentenario.

CON EL SELLO DE LA MAFIA

No hay testigos del brutal homicidio

Marcelo Arias / Asesinado en córdoba
Profesión: ingeniero
Edad: 39 años

  • Brutal golpiza
    Según la autopsia, el cuerpo presentaba golpes en el rostro, los labios destrozados y la nariz hinchada. Ambos brazos estaban quebrados a la altura del codo y tenía una perforación en la frente

  • A plena luz del día
    El cuerpo fue arrojado a plena luz del día al río Suquía, detrás de la Casa de Gobierno provincial

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