The Economist volvió a cargar contra la política económica de Cristina Kirchner

The Economist volvió a cargar contra la política económica de Cristina Kirchner

La revista económica británica pronosticó una fuerte devaluación en los próximos meses y cuestionó que "en lugar de atacar sus problemas más formidables, el gobierno argentino se enfoca en eliminar sus síntomas"


La revista británica The Economist no es fanática de la política económica argentina y ya lo demostró con varios artículos críticos a Cristina Kirchner y su gestión. Ayer volvió a dedicarle una nota, en la que vaticinó un oscuro panorama económico para el país y cuestionó cómo la Casa Rosada maneja "sus problemas más profundos".

"Pregúntele a un economista argentino que resuma la estrategia económica de su gobierno en una sola palabra y «emparchando» es probable que sea su respuesta. En lugar de atacar sus problemas más formidables, el gobierno argentino se enfoca en eliminar sus síntomas", comienza el artículo titulado "¿Fin de la pax cambiaria?".

El artículo señala que "lo que el gobierno intenta hacer en los próximos meses no está claro".

"Se podría devaluar un poco cada mes, a la orden de un 2%, remendando la pérdida de competitividad por la inflación con una caída de compensación del tipo de cambio. O podría intentar una vez más mantener el peso estable, como un ancla contra la inflación. De cualquier manera, se espera una sacudida a la baja más dramática eventualmente", augura.

La nota incluye un racconto de las principales noticias económicas argentinas desde el comienzo de este año, haciendo foco en la devaluación de enero último.

"En enero, después de que la alta inflación y las intervenciones en el mercado de divisas dejaron al peso insoportablemente sobrevaluado, el gobierno argentino se vio obligado a devaluar en un 20%. Para silenciar el repunte inflacionario relacionado con esa situación, el Banco Central de la Argentina (BCRA) subió los tipos de interés y chupó millones de dólares en pesos fuera de circulación. Y para cerrar más la brecha entre las tasas de cambio oficial y no oficial, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner también se relajó algunos de los controles de divisas que había introducido en 2011 para frenar la fuga de capitales", dice el texto.

Entonces, continúa, "en febrero, el peso se fortaleció ligeramente a 7,8 por dólar, antes de debilitarse a 8", donde se mantuvo desde fines de marzo, "lo que llevó a los economistas a denominar el período de intervención como «pax cambiaria»".

Perspectivas

"Pero los parches han comenzado a deshilacharse nuevo", lanza.

"En los últimos días Carlos Fábrega, el jefe del BCRA, ha permitido que el peso comience a debilitarse, en alrededor de 0.5%. Esto puede no parecer mucho, pero el peso era ocho veces más volátil la semana pasada que durante todo el mes de abril", explica.

"En un intento de revitalizar la anémica economía argentina, el señor Fábrega ha estado reduciendo las tasas de interés de nuevo, desde el 28,9% en marzo al 26,9%, una tasa muy por debajo de la inflación", describen y citan a un especialista que sostiene que "la inflación se ha comido casi toda la competitividad creada por la devaluación".

"Combinen las expectativas inflacionarias, las reservas estancadas y la última liberación del tipo de cambio, y los argentinos están comprensiblemente asustados por la reciente caída", continúa The Economist.

"El tipo de cambio paralelo, que sirve como indicador de confianza en el peso, se ha desplomado desde que la tasa oficial comenzó a depreciarse. Se ha caído de 10,7 por dólar el 12 de mayo a 11,7 el 20 de mayo. Si continúa esta tendencia en el mercado paralelo, pondrá aún más presión sobre las reservas mientras que los agricultores esperan vender sus cosechas anticipándose a una devaluación", pronostica.

La Nacion

No hay comentarios.:

Publicar un comentario