Gobierno de Kirchner: Corrupcion en la Secretaria de Medio Ambiente

Bonasso: "El kirchnerismo es la continuidad del menemismo"
El diputado acusó al Gobierno de "corrupción estructural" en la explotación minera
Por Marcelo Veneranda 
Lunes 03 de octubre de 2011


Fue parte activa de esa "juventud maravillosa" sobre la que el kirchnerismo construye su relato, pero ahora habla de "traición" cuando menciona a la Presidenta. Llama "cómplices" a los ministros Aníbal Fernández y Julio De Vido y al gobernador de San Juan, José Luis Gioja. Afirma que Néstor Kirchner fue "más lejos" que el ex presidente Carlos Menem a la hora de "mezclar política y negocios" y que su esposa, lisa y llanamente, es "la continuidad del menemismo". El que habla es Miguel Bonasso .


En diciembre dejará su banca en el Congreso, donde presidió la Comisión de Recursos Naturales e impulsó la ley de glaciares . Bonasso, periodista que trabajó junto con Rodolfo Walsh, fue militante de Montoneros. También es el autor de Recuerdo de la muerte, sobre la ESMA, y de Don Alfredo, sobre Alfredo Yabrán. Hoy vuelve a la literatura con estruendo: El Mal. El modelo K y la Barrick Gold, donde apunta hacia el lado más oscuro de la relación entre la minera canadiense y el Gobierno, del cual fue parte.


" El modelo K y la Barrick tienen una historia y un significado político muy concreto: lo perverso es que estén juntos y lo que implica es que este modelo K, por imperio del PJ, de Néstor y Cristina Kirchner, se ha convertido en la continuidad del menemismo por otros medios", dice Bonasso, en el living de su casa en Villa Crespo, donde recibió a LA NACION.


Sobre la mesa hay una copia del libro que, desde sus primeras páginas, vincula a la minera presidida por Peter Munk con los dólares del traficante de armas saudí Adnan Kashoggi y del ex presidente norteamericano George Bush (padre), a través de la CIA y los fondos del escándalo Irán-contras.


Sin perder el ritmo de novela, El Mal cuenta cómo la multinacional canadiense fue obteniendo amplios permisos para explotar en San Juan los yacimientos de oro de Veladero y Pascua-Lama (proyecto binacional con Chile) a través de los gobiernos de Menem, Fernando de la Rúa y los Kirchner. También, según Bonasso, cómo se violaron leyes impositivas, de defensa y medio ambiente. Y, sobre todo, cómo la Argentina y Chile cedieron aguas y soberanía para crear un "tercer Estado" en cada yacimiento, que no pueden controlar. "En Pascua-Lama, el oro se sacará un 75% del lado chileno, pero nosotros proveemos el 90% del agua y del lado argentino queda el valle de lixiviación, una olla de agua, roca molida y cianuro equivalente al dique San Roque [de Carlos Paz]", señala el diputado, que repasa cada dato con su joven mujer, la mexicana Olivia Vidal.


"Cada día, van a triturar 45.000 toneladas de roca con 4 toneladas de cianuro y 27 millones de litros de agua", agrega, para llamar "cómplices" del saqueo a la Presidenta y sus ministros. "Si fuera meramente un acto de corrupción, yo ya cumplí como ciudadano cuando los denuncié ante la Justicia. Pero esto es corrupción estructural. Estamos hablando del porvenir de la República", enfatiza.


Bonasso sostiene que la política sobre minería hizo estallar su relación con el kirchnerismo, del que fue promotor en sus inicios. Ex secretario de prensa del breve gobierno de Héctor J. Cámpora, el diputado critica duramente a los jóvenes que han tomado su nombre y que componen el grupo juvenil kirchnerista. "Hay muchos que están por ideales, pensando en hacer un cambio. Otros están dentro del funcionariado, cobrando sueldos muy elevados que tienen poco que ver con la militancia histórica que yo conocí, porque el Estado no pagaba la militancia." El diputado marca otra diferencia entre la juventud del 70 y la actual. "Tuvimos la suerte, porque no hubo un corte de 30.000 desaparecidos, de tener un vínculo con nuestros maestros. Yo lo conocí a Walsh y aprendí de él en una redacción. Esta generación necesita maestros", sostiene.


Bonasso acusa a la Presidenta de cometer "varias acciones ilegales" contra el país. Del fallecido ex presidente lamenta el momento en que resignó la "transversalidad", para recostarse en el PJ. "Claramente abandonó cualquier idea de renovar la política y pasó a convalidar un sistema feudal en el cual gobernadores e intendentes mezclan negocios con política. Mi ruptura comienza ahí, porque yo no estuve nunca con el PJ: nosotros despreciábamos profundamente al PJ ya en los 70. Ni hablar ahora. No por las bases, sino por una dirigencia corrupta", sostiene.


Y regresa al libro. "En el turbio encuentro entre negocios y política, Kirchner fue más lejos que Menem. No sólo Cristina. Fueron los dos", culmina.


La Nación



Cambios en el Gobierno / El análisis
Las permanentes contradicciones del Gobierno
Joaquin Morales Solá
Para LA NACION

Miércoles 3 de diciembre de 2008

Romina Picolotti se ha ido y el embajador norteamericano, Earl Anthony Wayne, habló mediante un documento. Ninguna de las dos cosas es habitual. Pero las dos expresan las permanentes contradicciones del Gobierno. Picolotti llegó al Gobierno como consecuencia de la crisis con Uruguay por la fábrica de pasta de celulosa en Fray Bentos. Se va sin haber hecho ningún aporte, ni bueno ni malo. ¿Prenuncia su despedida un período más constructivo para aquella dañada relación con Montevideo? Lo más probable es que no y que la cesantía de la funcionaria sólo se deba a pobres cuestiones internas de la administración.

Confusión. Esa es la única señal del Estado. Cuando Picolotti fue nombrada, el Gobierno la convirtió en una virtual santa del medio ambiente. Pero es la misma administración la que acaba de vetar una ley de protección de los glaciares del sur patagónico. ¿Acaso la santa se convirtió en demonio? Nadie responde, porque quizá nadie lo sabe, salvo el impenetrable círculo de Olivos.

En el caso de Wayne, una pregunta resulta ya inevitable. ¿La posibilidad de que la Argentina termine lavando dineros de cualquier calaña es un problema del embajador norteamericano o es, en cambio, un probable y sombrío panorama para el futuro de los propios argentinos? El blanqueo de capitales propuesto por el matrimonio Kirchner no carece de las contradicciones habituales de un gobierno que no siempre hace lo que dice.

Eso se trasluce en el propio proyecto enviado por el Gobierno al Congreso. En un artículo se subraya que todos los recursos blanqueados estarán sometidos a los controles que dispone la ley antilavado. En otro artículo señala que nadie estará obligado a informar sobre el origen de esos dineros ni a justificarlos. En síntesis, la mejor ley contra el lavado de dinero se convertirá en letra muerta porque el Estado no tendrá la información necesaria para separar la plata honesta de la que no lo es.

Existe preocupación en el gobierno de Washington, siempre sensible al dinero que puede lavar el narcotráfico o el terrorismo. De ahí la referencia de ayer del embajador Wayne a que su gobierno espera que la Argentina siga siendo un "buen socio" en esos menesteres. Los Kirchner han defraudado a Washington muchas veces menos en el secreteo reservado sobre narcotráfico, terrorismo y lavado de dinero. "Tenemos que proteger esa parte de la relación", dijo ayer un diplomático norteamericano luego de que se conoció el documento oficial de Wayne.

Sin embargo, el peor riesgo sigue siendo el de los argentinos. Hubo muchos muertos en los últimos meses que fueron atribuidos a carteles de la droga presuntamente mexicanos. Hubo ya, hace unos seis años, un intento del Cartel de Juárez de comprar con dólares fáciles muchas propiedades en la Argentina. El blanqueo actual, que carecerá de tamices más allá de las inútiles referencias a leyes que no se podrán aplicar, estaría en condiciones de convertirse en la mejor puerta de entrada para esos capitales. Estos siempre podrán contar con la complicidad de argentinos codiciosos.

Narcotráfico y corrupción local podrían lavar sus vergüenzas a través del generoso perdón de los Kirchner. "La corrupción es un problema de ustedes", señaló un diplomático norteamericano desde Washington. Tiene razón. Pero ¿el del narcotráfico es sólo un eventual problema de los norteamericanos? La experiencia indica que el narcotráfico nunca se fue de ningún país donde logró distribuir sus pletóricos narcodólares. Por lo general, ha sido el Estado, la primera y última defensa de cualquier nación, el que ha caído rendido a sus pies.

La doble faz es ya una mala costumbre. Jorge O´Reilly, asesor oficial del jefe de Gabinete, Sergio Massa, señaló que no pidió el relevo del cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, en una reunión de alto nivel realizada en la sede de la Nunciatura en Buenos Aires. ¿Cómo? ¿Acaso esa disparatada propuesta no fue tratada hasta por la Asamblea Permanente de los obispos argentinos? En diálogo con este periodista, O´Reilly dijo que asistió a aquella reunión en nombre de Massa y aceptó que propuso "sacar los problemas personales que complican la relación entre las instituciones", en una implícita alusión a las diferencias entre el ex presidente Kirchner y el cardenal Bergoglio.

Efectivamente, y siguiendo esa línea argumental, las versiones señalan que O´Reilly calificó de favorable el "desplazamiento del arzobispo de Buenos Aires", cargo que desempeña Bergoglio. "Bueno, pero el papel no está", respondió en referencia a que esa propuesta habría figurado como penúltimo punto de sus ideas para mejorar la relación del gobierno kirchnerista con el Vaticano.

En la reunión de O´Reilly en la Nunciatura estuvieron el nuncio, monseñor Adriano Bernardini, y el canciller del Vaticano, monseñor Dominique Mamberti, quien se encontraba en Buenos Aires. El nuncio Bernardini también asistió a la reunión de la Asamblea Permanente de los obispos que trató la escabrosa cuestión.

Varias e inmejorables fuentes de la Iglesia argentina confirmaron que existió la propuesta de O´Reilly sobre Bergoglio. Es menester, por lo tanto, ratificar la información consignada por este periodista el domingo último, aunque más no sea para bajar el nivel de saturación de mensajes dobles, superpuestos y contradictorios que surgen de los gobernantes argentinos.



Cambio en el Gobierno / Cae otra figura cercana a Alberto Fernández
Echan a Picolotti, acusada por mal manejo de fondos
La secretaria de Ambiente es investigada por la Justicia; la reemplazará Homero Bibiloni, un abogado

Miércoles 3 de diciembre de 2008

El "despilfarro, la mala gestión, las torpezas ambientales" e inminentes complicaciones judiciales desencadenaron ayer la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de pedirle la renuncia a su secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti, según confiaron a La Nacion altas fuentes de la Casa de Gobierno. Será reemplazada por Homero Máximo Bibiloni, un abogado especializado en el tema.

El jefe de Gabinete, Sergio Massa, fue el encargado de pedirle la dimisión a la cuestionada funcionaria. Lo hizo durante una reunión a solas en la Casa de Gobierno.

En el plano político, el alejamiento de Picolotti significa que cae otra figura cercana al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, hoy marginado del kirchnerismo. Hace tres semanas le había tocado el turno al supe-rintendente de Servicios de Salud, Héctor Capacciolli, también acusado de desmanejos en su gestión.

Los motivos del desplazamiento de Picolotti son varios. Según informaron ayer a La Nacion fuentes oficiales, la causa que impulsa el fiscal federal Guillermo Marijuán por irregularidades en la administración de recursos en la Secretaría de Ambiente había avanzado más de la cuenta. Hubo emisarios entre el fiscal y el jefe de Gabinete. "Massa actuó preventivamente y habló con la Presidenta", confiaron en Balcarce 50. De todos modos, Cristina Kirchner estaba de antemano desencantada con la gestión de Picolotti.

En lo que va del año, su secretaría había ejecutado sólo el 40% del presupuesto -lo que revela ineficiencia en la puesta en marcha de programas-, mientras que los directivos del área pasaron 70.000 dólares de viáticos por viajes a diversas partes del mundo, como Kenya y España, entre otros destinos, según confiaron a LA NACION en la Casa Rosada.

"No había delitos para denunciar, pero sí mala gestión mientras se cometía un despilfarro", señaló un alto funcionario.

Además, Picolotti había impulsado en el Congreso la ley de protección de glaciares, que sería vetada con mucho malestar por la Presidenta. E impulsó la ley de bosques nativos, que hasta ahora no fue reglamentada por el Poder Ejecutivo.

Tras el encuentro entre Massa y Picolotti los voceros oficiales anunciaron el alejamiento definitivo de la ex secretaria. Cuando ingresó en la Casa Rosada, Picolotti lo hizo a las apuradas y le dijo a un funcionario: "Ando medio ocupada, porque me voy de viaje". Otro asesor la interceptó cuando se retiraba por la explanada de Balcarce 50 y al saludarla, Picolotti lo dejó helado: "Estoy como el culo: me acaban de echar".
"Estas cosas pasan"

La renunciada funcionaria reunió luego a su equipo y les pidió a todos la renuncia, dijo estar agradecida a la Presidenta y puntualizó que "estas cosas pasan en la política".

La reemplazará el abogado Bibiloni, experto en derecho ambiental, de 55 años, y ex subsecretario de Recursos Naturales (2003 y 2006).

Picolotti había llegado al gobierno del ex presidente Kirchner -y fue ratificada por Cristina Kirchner- debido a su militancia en la fundación Cedha, a favor de los ambientalistas de Gualeguaychú, durante el conflicto con Uruguay por la instalación de la papelera Botnia. Pero nunca pudo domesticar la crisis ni destrabar los cortes de la ruta 136, que tras dos años mantienen interrumpido el tránsito hacia Fray Bentos, Uruguay.

Su prestigio declinó cuando su marido, Daniel Taillant, titular de Cedha, agravó el conflicto con Uruguay al revelar que una de las ideas que barajaba la asamblea ambiental era arrojar sobre Botnia a "la abuela bomba".

Sobre la futura política hacia los ambientalistas, cerca de Massa decían anoche que "la definirá el nuevo funcionario".

Ningún vocero quiso explicar ayer en público los motivos del despido. Fuentes oficiales confirmaron a LA NACION que Cristina Kirchner expresó en la intimidad que está "desilusionada" con la gestión de Picolotti. Algo así le habría transmitido Massa a la funcionaria, según los informantes.
Ley polémica

Picolotti había entrado en un serio declive cuando impulsó en el Congreso la ley de protección de glaciares, junto con el senador oficialista Daniel Filmus, que fue aprobada en octubre. Se prohibía en ella la explotación minera en zonas cercanas a los glaciares y en todas las provincias cordilleranas. La ley disgustó a Cristina Kirchner, que la vetó el 10 de noviembre.

El Gobierno tampoco quiso reglamentar la ley de bosques, que prohíbe la tala indiscriminada. Picolotti la había impulsado junto con la fundación Greenpeace y el diputado oficialista Miguel Bonasso.

Ante una protesta de aquella ONG por la falta de reglamentación, en el Gobierno dicen que Picolotti deslindó culpas en Massa y eso disgustó al jefe de Gabinete, que ya tenía una pésima relación con la funcionaria.
Altas y bajas entre los albertistas

* El alejamiento de Romina Picolotti de la Secretaría de Ambiente marcó una nueva baja entre las filas de los funcionarios que llegaron al Gobierno de la mano del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández. Otra baja reciente fue la de Héctor Capaccioli, quien se desempeñaba como superintendente de Servicios de Salud y fue desplazado. Entre los destacados albertistas que se mantienen en sus cargos figuran Mercedes Marcó del Pont, presidenta del Banco Nación; Alejandro Vanoli, vicepresidente de la Comisión Nacional de Valores; Carlos Fernández, ministro de Economía; Ocaña, ministra de Salud, y Miguel Angel Pesce, director del Banco Central, entre otros.


La que se va
La ecologista que quedó bajo fuego
Laura Rocha
LA NACION

Miércoles 3 de diciembre de 2008

Llegó como una abogada ambientalista que intercedería ante los duros asambleístas de Gualeguaychú e impediría los cortes de ruta que perduran hasta hoy. Y se va, de la peor manera, sospechada de corrupción y sin haber concretado una política ambiental que la diferenciara del resto.

El nombramiento en el Gobierno llegó después de que Picolotti recibió un premio que le entregó la Fundación Sophie, de Noruega, por su lucha en temas ambientales y de derechos humanos en julio de 2006. Durante su gestión usó una estrategia que le había sido útil en su carrera: rodearse de personas de su extrema confianza. Eligió como jefe de gabinete a su hermano, Juan Picolotti, que también la acompañaba en el Centro de Estudios de Derechos Humanos y Ambiente, la ONG que la catapultó a la fama. Pero los contratos para las personas de su entorno fueron la causa de su gran dolor de cabeza: una acusación ante la Justicia por malversación de fondos. "Todo está claro como el agua. No estoy robando", se defendió la secretaria nombrada por Néstor Kirchner.

Picolotti tuvo un alto perfil en sus dos años de gestión. Enfrentó a la Corte Suprema a defender la postura de los Estados nacional, bonaerense y porteño respecto del saneamiento del Riachuelo y hubiera tenido que pagar de su bolsillo el incumplimiento de los plazos de limpieza. Su figura creció de la mano de la presidenta Cristina Kirchner. En el conflicto con el campo Picolotti no sólo fustigó a los productores de soja por la degradación del suelo que provoca el monocultivo, sino que encabezó una "campaña" antiquema de pastizales en el delta del Paraná.

Pero el romance terminó. Algunos mencionaban la rebeldía de Picolotti ante el veto de la ley de protección de los glaciares. También la salida del Gobierno de su mentor, Alberto Fernández. Ella siempre quiso diferenciarse del fantasma que la perseguía: la ex secretaria de Recursos Naturales María Julia Alsogaray. El destino hizo que Picolotti, ya fuera de la función pública, deba enfrentar dos causas en la Justicia, algo muy similar a lo que vivió la ex funcionaria menemista.


La denuncia que precipitó su salida
Paz Rodríguez Niell
LA NACION

Miércoles 3 de diciembre de 2008

La causa penal que precipitó la salida del Gobierno de Romina Picolotti se inició con una denuncia que la acusó de haber contratado amigos y familiares con sueldos exorbitantes, haber utilizado jets privados innecesarios y haber comprado muebles que nadie iba a utilizar.

Pero el expediente avanzó y en los últimos meses se descubrieron otros supuestos desfalcos en la Secretaría de Ambiente. El fiscal federal Guillermo Marijuán acaba de pedir una serie de allanamientos para averiguar si un convenio firmado por Picolotti y el ex intendente de Córdoba Luis Juez permitió el desvío de 650.000 pesos que salieron de las arcas del Estado nacional.

De acuerdo con la denuncia de un grupo de concejales opositores a Juez, esos fondos, destinados a financiar programas ambientales, fueron utilizados para pagar dos consultorías encomendadas a allegados a Picolotti.

Los investigadores sospechan que los desvíos se realizaron por medio de ArgenInta, una fundación pública desde donde la secretaria de Ambiente podía mover dinero con muy pocos controles. Esta entidad fue allanada en septiembre pasado por orden de la jueza María Romilda Servini de Cubría.

Los documentos secuestrados en ArgenInta y los recogidos en las oficinas de Picolotti son elementos clave en este expediente, que se inició en agosto de 2007 por una investigación de Clarín que fue llevada a la Justicia por un grupo de legisladores de ARI.

Pero ésta no es la única causa contra Picolotti. También la acusan de no haber tomado medidas ante el incendio de pastizales del Delta que llenó de humo Buenos Aires hace ocho meses. Esa denuncia fue realizada por el abogado Fernando Soto en representación de Ariel Cook, un sobreviviente de Cromagnon que acreditó que el humo había afectado sus vías respiratorias, dañadas desde el incendio de la discoteca. Desestimada en primera instancia, esta causa fue reabierta por la Cámara Federal.


Los cambios en el Gobierno / Polémica por el veto presidencial
La ley de los glaciares influyó en la destitución de Picolotti
La ex secretaria de Ambiente había quedado enfrentada con los Kirchner y Gioja

Jueves 4 de diciembre de 2008

Gustavo Ybarra
LA NACION

Todos los indicios señalan a la empresa minera de origen canadiense Barrick Gold y al gobernador de San Juan, José Luis Gioja, como los responsables de haber convencido a Cristina Kirchner de vetar la totalidad de la ley de presupuestos mínimos para la protección de los glaciares, una norma por la que la ex secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable Romina Picolotti quedó enfrentada con la Presidenta.

Si bien la expulsión de Picolotti del Gobierno respondió a otros motivos que tienen que ver con manejos irregulares en su dependencia, lo cierto es que esta ley vital para dotar a la Argentina de herramientas para afrontar la disputa por el agua potable habría colmado los ánimos de la Casa Rosada.

Esa es la impresión que impera en el Congreso y en otros ámbitos del poder. Tanto es así que el titular del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Enrique Martínez, suscribió una carta en la que bautizó "el veto Barrick" la decisión presidencial. Consultados por LA NACION, en la empresa niegan haber tenido vinculación con la ley. "Esa denominación es infundada y no corresponde. Barrick no ha participado en el proceso de dicha legislación", afirmó Rodrigo Jiménez, vicepresidente de Asuntos Corporativos para América del Sur de la firma.

Gioja, en tanto, admitió su rechazo a la norma sancionada por el Congreso el 22 de octubre último, pero negó haber sido el responsable del veto. "Esto no es una cuestión de una sola persona, es una decisión compartida con el Poder Ejecutivo y los gobernadores Jaque (Celso, Mendoza) y de Neuquén (Jorge Sobisch)", aseguró.

En diálogo con LA NACION, Gioja aseguró que "el proyecto (por la ley) tiene algunos defectos: no está bien definido lo que es la zona periglacial y prohíbe la obra pública en esa zona, algo que es facultad de las provincias". Ningún proyecto minero está radicado en donde hay glaciares", agregó.

Cuando se habla del veto, las miradas también apuntan al secretario de Minería, José Mayoral, sanjuanino y hombre de Gioja. "Tengo información de que el ingeniero Mayoral tiene intereses en algunas empresas mineras, y si bien creo que se excusó de intervenir en casos en los que estaban involucradas estas empresas mineras, es un hombre del sector", aseguró Miguel Bonasso, titular de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara baja.

Pero el veto a la ley de glaciares deja, además, al descubierto la falta de consideración de los Kirchner hacia el Parlamento. Sólo así se entiende que el proyecto haya sido aprobado en ambas cámaras legislativas por unanimidad y sin que mediara palabra alguna del Poder Ejecutivo hasta el veto.

Tanto es así que en el Senado varios legisladores oficialistas confiesan que apoyaron la iniciativa confiados porque la impulsaba la ahora despedida Romina Picolotti.
Bibiloni asume hoy

* El gobierno de Cristina Kirchner pondrá en funciones hoy al nuevo secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Homero Máximo Bibiloni, que asumirá a las 14.30 en el Salón Sur de la Casa Rosada. "El primer objetivo de Bibiloni será recuperar los desmanejos que hizo Romina Picolotti, verá qué hay ahí adentro y luego verá", comentaron a La Nacion altas fuentes de la Casa Rosada. Durante su juramento, Bibiloni esbozará los lineamientos de su gestión. Se estima que uno de los primeros conflictos por resolver será el de la planta pastera Botnia en Fray Bentos. Es posible que Bibiloni intente un acercamiento con los asambleístas de Gualeguaychú que mantienen el corte desde hace dos años.


La Nacion

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