Miércoles 30 de mayo de 2012
El estudio Righi incomodó a Boudou
Sus integrantes revelaron que el vicepresidente los consultó por su amistad con Montenegro
Por Hernán Cappiello
| LA NACION
Amado Boudou es amigo del ministro de Seguridad
porteño, Guillermo Montenegro, de las épocas de juventud en Mar del
Plata, donde "jugaban juntos al rugby, recorrían boliches, gustaban de
la misma música y compartían su afición por el golf y las motos". Esa
afinidad social hizo que el vicepresidente convocara a tres reuniones a
la esposa de Montenegro, María José Labat, y a sus socios del estudio
Righi, para pedirles consejo.
Así lo declararon ayer la propia Labat y sus socios Ana
María García -esposa del ex procurador Esteban Righi- y Fabián Musso,
al hacer un descargo por escrito ante el juez Ariel Lijo. El magistrado
no sólo investiga a Boudou por el caso Ciccone y por enriquecimiento
ilícito, sino que también es quien investiga la denuncia que realizó el
vicepresidente contra el estudio del ex procurador, al que acusó de
venderle sus "servicios de lobby, influencias y contactos" para
"aceitar" las causas que pudieran afectarlo.
Esa denuncia, primero hecha pública por Boudou en una
conferencia en el Senado el Jueves Santo y luego formalizada en
tribunales, derivó en la renuncia de Righi como procurador general de la
Nación. Ayer declaró como testigo en esa causa Eduardo Durañona,
abogado de Boudou, y ratificó las reuniones mantenidas con las socios
del estudio Righi .
Sin embargo, los acusados rechazaron todos esas
imputaciones y en un sugestivo escrito al que accedió LA NACION tildaron
a los colaboradores de Boudou de desconocer el derecho y narraron
detalles de los encuentros que dejan mal parado al vicepresidente.
Argumentaron que de ninguna manera pudieron "venderle
humo" (como dijo Boudou) en reuniones mantenidas en 2009 y 2010 sobre un
caso como el de Ciccone, que estalló en 2012. Dijeron que los
encuentros con el vicepresidente no fueron dos, como denunció Boudou,
sino tres, y que todos fueron a pedido de él. Explicaron que el vínculo
se originó en esos encuentros sociales entre Boudou y la familia
Montenegro.
En particular, recordaron un cumpleaños de Montenegro,
ex juez federal, festejado el 30 de diciembre de 2007 en una casa
alquilada en Pinamar. Boudou estuvo invitado. Imposible olvidar ese
final de fiesta porque Montenegro y sus invitados tuvieron que ayudar a
desenterrar la moto Harley Davidson de Boudou, que había quedado
enterrada en la arena, dice el escrito.
Fue así como Boudou llamó a la esposa de Montenegro
cuando estaba en la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) a
una reunión "donde expuso sus temores por las consecuencias que su
función podía acarrearle, en vista del tamaño y complejidad del
organismo a su cargo". Luego las abogadas y Musso narraron otro
encuentro mantenido en 2010, gestado a través de Montenegro, donde
Boudou les pidió los servicios del estudio por la causa en que se
investiga por la adulteración de los documentos de un auto de su
propiedad. Dijeron los abogados que Boudou les sacó en su despacho una
fotocopia de la causa.
En ese encuentro, y mientras Boudou, ya como ministro
de Economía, les cebaba mate, especialmente le preguntó a la mujer de
Montenegro "cuál era el modo apropiado en que correspondía ir vestido a
la gala del 25 de Mayo por la reapertura del Teatro Colón, a la que
estaba invitado". Quería comentárselo a su novia. Luego se reunieron con
el abogado de Boudou, Durañona, a quien criticaron por su defensa en la
causa de los papeles truchos del auto, pues en un mismo escrito pidió
ser querellante y reclamó la prescripción del caso.
Así llegaron a la última reunión, donde Boudou defendió
a Durañona y dio por terminado el vínculo profesional con el estudio
Righi, dijeron los abogados
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