Drogas





Advierten sobre el crecimiento de una "cultura del narcotráfico" en el país

Un especialista mexicano y un juez local alertaron sobre la penetración de bandas y la mayor violencia

Por Daniel Gallo

Viernes 16 de septiembre de 2011


México pagó con 50.000 muertes los cuatro últimos años de batalla contra el narcotráfico. Casi una guerra urbana de baja intensidad. En los años 80 y 90 fue Colombia el centro de atención mundial sobre los efectos sociales, políticos y económicos de las drogas. Hoy todos miran a México en un intento de entender lo que allí ocurre.

"El narcotráfico debería ser un crimen de lesa humanidad por los estragos que causa", dijo Miguel Ponce Edmondson, que fue director general de la filial mexicana de Interpol.

En una charla organizada por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), Ponce Edmondson alertó sobre las ramificaciones del problema en su país. Los empresarios argentinos escucharon el aviso referido a que el narcotráfico debe ser combatido "antes de que instale su cultura" y que para eso el rol empresarial debería ser "conocer muy bien con quién se trata en una negociación".

En opinión de Ponce Edmondson, la dificultad de los narcotraficantes no pasa por el transporte o comercialización de la droga, sino en qué hacer con el dinero. "Incluso, los afecta físicamente. En un caso -dijo-descubrimos 13 millones de dólares en billetes de bajo valor en un armario, protegido sólo por un candado de cinco dólares. Esa disponibilidad de dinero los convierte en fáciles inversores."

Detalló el salto de valor comercial de la droga en cada punto de paso, desde los 500 dólares que permiten comprar un kilo de cocaína en Colombia o Perú. "En Panamá, ese kilo de cocaína se cotiza a 2500 dólares y pasa a valer 4000 en Guatemala, y entre 8000 y 10.000 en el centro de México. En la frontera se eleva a 14.000 dólares y en Nueva York o en Chicago ya tiene un precio de 25.000 o 28.000 dólares. El narcotraficante hace allí al menos cinco cortes del producto inicial y, al estirar esa cantidad, gana al menos 125.000 dólares. En las calles, al menudeo, ese kilo que valía 500 dólares deja una ganancia de más de 1.250.000 dólares", detalló.

Ese flujo de dinero permitiría el fomento de una cultura narco casi como reemplazo de la inversión empresaria legal en las zonas de influencia de las bandas. "Cuando se llega a ese nivel, todos se sienten afectados cuando se combate al narcotráfico, desde el cura que recibe menos limosnas hasta el concesionario de automóviles que vende menos y debe despedir empleados", explicó Ponce Edmondson.

"El problema para los empresarios es tener que soportar la portación de nacionalidad de país sospechoso, eso hace que se reduzcan sus mercados y tengan pérdidas económicas por inspecciones en puerto. Las medidas de protección no arancelarias son efectos que pueden enfrentar los países y sus empresarios por ser sospechosos", indicó al referir a su vez que, para la Argentina, ése empieza a ser un problema visible.
Controles débiles

A su lado, el juez en lo penal económico Gustavo Losada graficó los riesgos que enfrenta la Argentina al reseñar una causa en la que una pareja de mexicanos fue descubierta en Ezeiza con 600.000 dólares en efectivo. Fueron procesados por contrabando de divisas, pero Losada dejó la pregunta al auditorio: "¿Qué destino tenía ese dinero en nuestro país?"

Según Losada, que votó en disidencia en el fallo que absolvió a los acusados del contrabando de armas a Croacia y Ecuador, creció la debilidad de los controles. Marcó como punto de partida la Operación Langostino, en 1988, cuando sorprendió el hallazgo de un gran volumen de cocaína del cartel de Medellín. Losada, que intervino en esa causa, apuntó que entonces se supo que la droga había ingresado en avionetas, que fue descargada en una pista clandestina en Santiago del Estero y trasladada por tierra a la región metropolitana. Más de dos décadas después, ese modo de operación no pudo ser bloqueado por el Estado.

"Hay, sí, cambios en el perfil de los narcotraficantes. En las causas aparecen extranjeros que se hacen fuertes en territorios marginales. Incluso, capos narcos eligieron al país para vivir con sus familias. Todo esto se da frente a una banalización del tema y un aumento de la violencia. La situación se agravó", aseguró Losada.

Ponce Edmondson, por su parte, indicó la necesidad de contar con políticas internacionales firmes para ayudar a países que, como el suyo, combaten de frente a las organizaciones criminales: "La cocaína parece tener la propiedad mágica de desaparecer como problema de seguridad cuando pasa la frontera de los Estados Unidos, ahí se vuelve un tema de salud pública y los narcotraficantes se vuelven invisibles", opinó

La Nación


Por falta de controles, el Gobierno cerró las operaciones en un aeropuerto privado
Luego del escándalo del narcojet, la AFIP suspendió la zona primaria aduanera del aeropuerto de San Fernando, por donde salen una gran parte de jets privados y taxis aéreos; "Es un lugar muy sensible", señalaron desde el Ejecutivo; Ezeiza y Aeroparque, bajo la lupa
Jueves 14 de abril de 201

Por Francisco Jueguen
De la Redacción de lanacion.com
fjueguen@lanacion.com.ar
@fjueguen

El Gobierno decidió hoy cerrar la operatoria de vuelos internacionales en el aeropuerto de San Fernando, por donde salen cerca de 6000 vuelos de jets privados y aéreos, debido al "incumplimiento y la ausencia de inversión en infraestructura" que asegure "el control aduanero".

La decisión oficial se conoce a unos meses de que la Guardia Civil española difundiera que un lujoso jet Bombardier Challenger 604 voló comandado por los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá, y por Matías Miret desde el aeropuerto militar en Morón, vía Cabo Verde, hasta Barcelona con 944 kg de cocaína valuados 56.000.000 de euros.

La medida fue consensuada entre las más altas esferas del Gobierno, según confiaron a lanacion.com fuentes del Ministerio de de Seguridad, que incluso afirmaron que se habían barajado "medidas más drásticas" en una reunión realizada la semana pasada en la secretarías de Transporte, que conduce Juan Pablo Schiavi. No obstante, la primicia fue comunicada desde las huestes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), lo que generó alguna crítica interna hacia Ricardo Echegaray por intentar capitalizar la decisión políticamente.

"Los aeropuertos administrados por el sector privado deberán incorporar tecnología para asegurar el control que deben tener las terminales", evaluó el director de la AFIP Ricardo Echegaray, según un comunicado oficial. Agregó además que Ezeiza y Aeroparque también "quedarán bajo la lupa, ya que es necesario e imprescindible que en lo inmediato se adecuen los espacios físicos para que el servicio aduanero pueda realizar su tarea de control operativo".

"Había que tomar medidas de carácter urgente para atender las cuestiones de seguridad, que hoy son deficientes", indicó a lanacion.com una fuente del Ministerio de Seguridad, que dirige Nilda Garré.

En rigor, la AFIP indicó que, tras varios "reclamos ante el Comité de Seguridad Aeroportuario", decidió suspender la Zona Primaria Aduanera (la porción del territorio habilitado donde rigen normas especiales para la circulación de personas, y el movimiento y la disposición de la mercadería) concedida a Aeropuertos Argentina 2000 en San Fernando.

Esta decisión cerró automáticamente la posibilidad de realizar vuelos internacionales en el aeródromo, lo que impacta "en más de 6000 vuelos de jet privados y taxis aéreos". En caso de que se realizara un vuelo de esta índole, la AFIP indicó que "se presentará la denuncia penal correspondiente".

"Es un lugar muy sensible", señaló una fuente oficial cuando se relacionó la decisión al escándalo del narcojet. "Son los lugares que menos controles tienen", completó. Según la AFIP, en lo que va del año, se produjo un movimiento internacional de más de 2500 vuelos en los que viajaron 5100 pasajeros. Entre ellos, aparecen grandes empresarios, altos ejecutivos y personalidades.

Deficiencia histórica. "San Fernando es un problema histórico", señalaron a este medio de el ministerio que dirige Garré. Según comentaron, el aeródromo concesionado a Aeropuertos Argentina 2000 había sido blanco de "las críticas" de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en varias oportunidades en los últimos meses por la "falta de infraestructura" y "la cultura del no control" que regía en el lugar.

Desde el aeródromo se realizan entre cinco y diez vuelos internacionales (cerca de 40 en temporada), y 150 de cabotaje por día. "El típico usuario es el del tipo de mucha plata, que estaciona su auto en un hangar y se sube al avión sin que nadie lo controle", estimó la fuente. "Nosotros dijimos varias veces que era imprescindible desinternacionalizar (sic) el aeropuerto de San Fernando", agregó.

La Nación




Alertan que ya se consume droga desde los ocho años
El 60% de los delitos violentos son cometidos por adictos
Domingo 14 de noviembre de 2010


Mariano De Vedia
LA NACION

Cada vez hay más consumo de drogas y de alcohol en la Argentina, y se comienza a edades más tempranas. En muchos casos, el inicio es a los 8 años.

Esta emergencia social, que afecta principalmente a jóvenes y adolescentes, fue analizada por la Iglesia, en la asamblea plenaria de obispos, que concluyó ayer, en la que se advirtió que "el país carece de una política pública global que provea de recursos para la creación de centros asistenciales en todo el país".

Un informe analizado internamente por los obispos, al que tuvo acceso La Nacion, revela que unos tres millones de personas, casi el 10% de la población de 15 a 64 años, consume alguna droga. "Hace diez años la Argentina era un país de tránsito y consumía el 1% de la población", explicó la licenciada Marcela Ovejero, secretaria de la Pastoral Nacional sobre Drogadependencia del Episcopado. El organismo es conducido por el obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, quien advirtió sobre la vinculación de esta problemática con "las mafias del narcotráfico que se quieren instalar y controlar espacios de poder".

Los miembros de la comisión, encabezados por el coordinador, Horacio Reyser, aportaron a los 80 obispos que participaron del plenario episcopal otro dato alarmante: en los últimos años del secundario, el 15% consume marihuana, proporción que se duplica y trepa al 30% en el conurbano bonaerense.

El alcohol también causa estragos y tiene un alcance masivo, ya que lo consumen el 90% de los adolescentes, dijo Ovejero.

El informe que los obispos analizaron en la reunión de Pilar revela que el 60% de los delitos violentos son cometidos por jóvenes bajo la influencia de la droga.

Las estadísticas se basan en el Informe Mundial sobre Drogas 2010, presentado en abril pasado por las Naciones Unidas. Allí se indica que el tráfico de drogas mueve en el mundo más de US$ 700.000 millones por año y que la Argentina es el principal país de consumo de cocaína en América del Sur.

La cocaína llegaba en 1999 al 1,9% de la población (de 15 a 64 años) y en 2007 el índice había ascendido al 2,6%, lo que significa unas 600.000 personas.

En cuanto a la marihuana, hace unos años la Argentina era el segundo país consumidor de la región y hoy es el primero. La consume el 7,2% de esa franja, según el Informe Mundial sobre Drogas.

El escenario se agrava con los efectos devastadores del paco, la sustancia surgida de los residuos de la cocaína y que se extiende más allá de los grandes conglomerados urbanos (ver aparte). "Es la droga más barata y más adictiva, y no sólo la consumen las clases bajas. Antes la encontrábamos en Rosario, el Gran Buenos Aires, barrios de la Capital y otras ciudades. Ahora, hay paco y lo que llamamos «sobrantes de sobrantes» en poblaciones más chicas del interior, como San Pedro [Jujuy], Orán, Tartagal, Pichanal [Salta] y Santiago del Estero", explicó Ovejero.

En junio pasado, el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencias advirtió en un documento que "el paco es el nuevo rostro de la exclusión, y el Estado, como organismo, hoy está ausente".
Hora de prevenir

"Los obispos preguntaban de todo, especialmente por las estrategias de prevención", confió Ovejero.

Apuntar a la prevención, fortalecer los planes en las escuelas y desechar propuestas simplistas, como la despenalización y la legalización son las sendas que propone transitar la Iglesia. "Sería un error colosal poner fin a la fiscalización de los estupefacientes", recomienda la Pastoral sobre Drogadependencia. El propio informe de la ONU sostiene que "las drogas no son dañinas porque se fiscalicen, se fiscalizan porque son dañinas".

Entre los obispos hay consenso en que "en estos últimos años parece haber un fuerte impulso ideológico que promueve el derecho a consumir".

En una encuesta realizada en 23 diócesis del país, el 53,3% de la gente mencionó el fenómeno de la droga entre los principales problemas del país, en segundo lugar detrás de la pobreza.

Entre otras estrategias, la Iglesia se fijó el desafío de promover una fuerte capacitación de agentes pastorales para asistir y acompañar a las personas afectadas por las adicciones. "Mucha gente no se mete porque piensa que el problema hay que derivarlo exclusivamente a los psicólogos y psiquiatras", dijo Ovejero, convencida de que todos los laicos pueden dar una mano.

La Iglesia promueve que se desarrolle un plan de prevención en las escuelas, con contenidos transversales y aportes de distintas disciplinas. "Hay que formar a los chicos en hábitos, actitudes, valores, diálogo, para que puedan tener un pensamiento crítico, tomar decisiones y hacer frente a las presiones del grupo. Muchas veces, sin necesidad de pronunciar la palabra paco o cocaína se puede prevenir", comentó Ovejero.

Para esa tarea, coinciden los obispos, hay que involucrar a toda la comunidad escolar. Alumnos, docentes, directivos, las familias y hasta el portero del colegio.
EL INFORME

"La primera causa que impulsa a los jóvenes a la droga es la falta de claras y convincentes motivaciones de vida."

"Poner fin a la fiscalización de los estupefacientes sería un error colosal. "

"La falta de centros de atención provoca situaciones angustiantes en las familias, que no encuentran respuestas a las necesidades que plantea la drogadependencia. "

"En los últimos años parece haber un fuerte impulso ideológico que promueve el derecho de consumir."

Episcopado
Informe de la pastoral sobre drogadependencia

La nación


La joven colombiana que soñó con ser jefa narco en la Argentina
Se llama Angie Sanselmente Valencia, de 30 años; desde diciembre pasado es buscada

Domingo 21 de febrero de 2010

Gabriel Di Nicola
LA NACION


Las personas que la conocen quedan atrapadas por su belleza. Son pocos los hombres que, hipnotizados por sus llamativas curvas, les dicen que no a sus propuestas, por más peligrosas que sean. Tiene piel morena, ojos color café, cabellos ondulados castaño claro y una sonrisa fatal.

Se llama Angie Sanselmente Valencia y nació en Colombia el 25 de mayo de 1979. Vivió en México y llegó a la Argentina en diciembre pasado. Detrás de su hermosa figura, se esconde una poderosa mujer que intentó pisar fuerte en el mercado del narcotráfico.

Sobre ella pesa un pedido de captura internacional en una causa por contrabando de estupefacientes. Si bien desapareció del hotel cuatro estrellas donde se alojaba, los investigadores sospechan que todavía está en el país.

Para la justicia argentina, Sanselmente Valencia pretendía montar en el país una organización para "explotar" una ruta para traficar cocaína hacia Europa vía Cancún, en México, pasando primero por la Argentina, de donde pensaba sacar la droga vía aérea.

Los planes de la joven colombiana, que sería la ex mujer del jefe de un cartel mexicano, alias "el Monstruo", y que en 2000 habría ganado un concurso como Reina del Café, marchaban a la perfección hasta que el 13 de diciembre pasado su organización comenzó a ser desbaratada.

Ese día fue detenida en el aeropuerto internacional de Ezeiza una muchacha de 21 años que intentó embarcar en un avión que volaba a Cancún una valija con 55 kilos de cocaína. Doce horas después, los investigadores detuvieron a otras tres personas.

La causa, que es investigada por el juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky y por detectives de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, tiene a dos personas detenidas con prisión preventiva y a otras cuatro procesadas, pero excarceladas.

Entre los procesados están los tres jóvenes que se arrojaron de un balcón del segundo piso del edificio situado en Virrey Loreto 2531, en Belgrano, durante la madrugada del 14 de diciembre pasado, para evitar ser detenidos.

Según informaron a LA NACION fuentes de la investigación, Sanselmente Valencia llegó a la Argentina el 7 de diciembre pasado. Arribó al país acompañada de un perro de raza pomerania, que terminó siendo clave para poder ser identificada. El animal quedó registrado en la bodega y así se pudo ubicar a la sospechosa.

La organización encabezada por la colombiana pretendía que cada 24 horas viajara una joven con una valija de cocaína a Cancún. Las mujeres debían tener una única característica: ser lindas, pero no llamativas. Por cada viaje les iban a pagar 5000 dólares.

La persona que debía encargarse de buscar a las candidatas era Ariel L., un joven argentino de 25 años que en algún momento de su vida trabajó como modelo publicitario. A él le pagarían 2000 dólares por cada muchacha que viajara.

La primera candidata que Ariel L. eligió fue a su novia, María N., de 21 años. Ella fue la joven detenida con los 55 kilos de cocaína. Pero los investigadores sospechan que antes hubo viajes que lograron hacerse sin inconvenientes.
Tranquilidad

"Ariel L. y María N. estaban tranquilos, porque sus contactos con la organización les habían asegurado que no tenían de qué preocuparse porque en el aeropuerto estaba todo arreglado para que no pasara nada y eso explica que la droga secuestrada estaba en la valija sin ningún método para su ocultamiento", sostuvo a LA NACION un investigador.

Por ese motivo, el juez Aguinsky hizo dos visitas sorpresivas al aeropuerto internacional de Ezeiza para tratar de descubrir cuáles eran los contactos que la organización tenía dentro de la terminal aérea. Los investigadores están confiados en avanzar en ese sentido.

La Nacion


Denuncian que cada vez es más fácil conseguir droga
Así lo informó la subsecretaria de Promoción Social del gobierno porteño, Soledad Acuña; testimonios de adictos que se recuperan en Casa Puerto

Lunes 18 de enero de 2010

Por Verónica Dema
De la Redacción de lanacion.com
vdema@lanacion.com.ar


Durante el último año, el gobierno porteño realiza un promedio de una denuncia por semana de los lugares en los que se venden sustancias ilegales; sólo una de esas denuncias fue investigada por la Justicia. Así lo afirma Soledad Acuña, subsecretaria de Promoción Social de la Ciudad, que, con un informe de varias páginas en su poder, enfatiza: "En Buenos Aires cada vez es más fácil conseguir droga". 
Los funcionarios del área, con cifras de Sedronar que hablan de una consolidación del abuso de alcohol en Buenos Aires, sumado al agravamiento del consumo de drogas ilegales, refuerzan las acciones de prevención y asistencia a adictos. Por un lado, este año se intentará duplicar los centros preventivos que hoy funcionan (actualmente hay 7 en diferentes barrios); por otro, prevén abrir tres nuevos centros de asistencia.


En un recorrido, lanacion.com conoció historias de adictos en recuperación. Recuerdan el momento en que tocaron fondo y dijeron basta. "Dejaba a mi bebe de meses tirado; no me importaba nada", cuenta Tamara, de 17 años, mamá de Tiago, de un año y medio. Ella es una de las adolescentes internadas en Casa Puerto , la comunidad terapéutica en la que ellos depositan toda su esperanza. 




D´Elía deberá pagar $ 6000 a Duhalde
Lo condenaron por haber dicho en agosto de 2005 que el ex presidente era "narcotraficante"

Martes 22 de diciembre de 2009


La Justicia condenó ayer al ex dirigente piquetero Luis D´Elía a pagar una multa de 6000 pesos, al hallarlo culpable del delito de calumnias por haber dicho que el ex presidente Eduardo Duhalde era un "narcotraficante".

Así lo dispuso la jueza federal María Servini de Cubría, que, sin embargo, rechazó un pedido de Duhalde para que el dirigente kirchnerista fuera inhabilitado para ejercer cargos públicos por 10 años.

A pesar de la condena, D´Elía insistió en vincular a Duhalde con la venta de drogas: "Eduardo Duhalde es un narcotraficante. Es quien introdujo la droga en la Argentina", dijo el titular de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), en diálogo con la prensa tras el veredicto.

"Que sepa Duhalde que acá hay un gladiador que no tiene miedo de encarar a la policía y a la Justicia", desafió D´Elía, según la agencia DyN. El dirigente anunció que apelaría el fallo y atacó a Servini, a quien calificó como "la jueza del narcogate", en referencia a un caso por presunto lavado de dinero durante el gobierno de Carlos Menem.

D´Elía debió enfrentar el juicio por haber dicho en agosto de 2005 que "el duhaldismo es un gran cartel de la droga hace tantísimo tiempo" y que "la droga y el duhaldismo son dos caras de la misma moneda".

Los abogados de Duhalde, Mariano Fragueiro Frías, Diego Alvarez Bognar y Alejandro Vecchi, pidieron la semana pasada que D´Elía fuera condenado a pagar una multa de 20.000 pesos y que fuera inhabilitado para ejercer cargos públicos por 10 años, por considerar que con sus dichos incurrió en los delitos de calumnias e injurias.

Servini de Cubría rechazó los planteos del abogado de D´Elía, Adrián Albor, que sostuvo que la causa estaba prescripta y que su cliente no podía ser condenado porque cuando hizo las afirmaciones tenía fueros, ya que era senador provincial.

Este es el segundo juicio por calumnias que Duhalde inicia en el año. En el primero, en noviembre pasado, Servini de Cubría sobreseyó a la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió por considerar que pidió perdón y se retractó de haberle dicho a Duhalde que "controlaba la droga en la provincia de Buenos Aires".

La Nación

Narcotráfico / Según datos oficiales
Aumentan los decomisos de drogas
En diez meses se incautaron 72 toneladas de marihuana y siete de cocaína, cifras similares a las obtenidas durante todo el año pasado

Miércoles 11 de noviembre de 2009

Daniel Gallo
LA NACION


El ingreso de droga en la Argentina se mantiene en niveles altos. Hasta octubre pasado se incautaron 72 toneladas de marihuana y otras siete toneladas de cocaína, cifras equiparables a todo el volumen de estupefacientes secuestrado durante 2008.

Después de no revelar desde 2006 los datos oficiales sobre incautaciones de droga, el Gobierno difundió ayer la cantidad de sustancias ilegales descubiertas por las fuerzas de seguridad federales. El ministro de Justicia y Seguridad, Julio Alak, indicó que "en lo que va del año, la Prefectura, la Policía Federal y la Gendarmería decomisaron 52.081 kilos de marihuana, 5924 kilos de cocaína, 6000 dosis de paco y 4300 kilos de precursores químicos".

El funcionario dio esa información tras la firma de un convenio con la provincia de Santiago del Estero para dar a la Prefectura la protección del embalse de Río Hondo. Alak destacó la labor de las fuerzas federales, pero a sus cifras habrá que agregarles las incautaciones de las policías provinciales y de la Aduana, que también operan contra el narcotráfico.

La policía bonaerense superó las 11 toneladas de marihuana secuestrada este año, según los datos que el propio gobernador Daniel Scioli expuso cuando se refirió a su compromiso en la lucha contra los traficantes de drogas. En territorio bonaerense también se secuestraron 808 kilogramos de cocaína. Por su parte, la Aduana tenía registrada hasta mediados de septiembre la captura de 5,6 toneladas de marihuana, mientras que la policía mendocina atrapó cargamentos por un volumen total de 2,8 toneladas de esa droga. La policía de Misiones, en tanto, sumó 1,3 toneladas.

En su último reporte sobre la situación mundial del comercio ilegal de drogas, la ONU expuso que en la Argentina habían sido incautadas durante 2008 unas 74 toneladas de marihuana y siete de cocaína. Esa información fue enviada a la ONU por las autoridades argentinas y es la única forma de poder medir el impacto actual del tráfico en nuestro país, ya que durante varios años no hubo datos oficiales provistos por el Gobierno.

La mayor cantidad de secuestros de marihuana, la droga más consumida en la Argentina, se dio en territorio de Misiones, con 29 toneladas descubiertas hasta septiembre último, según los reportes del observatorio sobre drogas de esa provincia. El mes de mayor hallazgos fue junio, con 8,8 toneladas de marihuana incautadas en esa provincia por parte de las fuerzas federales de seguridad.

La aparición de importantes cargamentos de marihuana en Mendoza tiene que ver, además del consumo en esa provincia, con la línea de tráfico terrestre hacia Chile, país que tiene importantes índices de uso de cannabis entre su población.

En Buenos Aires se dan altísimos niveles de incautación de droga por encontrarse en la región metropolitana el principal mercado de consumo interno del país.

Las fuerzas de seguridad estiman en cinco millones de pesos el valor de la tonelada de marihuana, por lo que la cantidad incautada este año superaría los 350 millones de pesos. Esa cifra de pérdida económica para los traficantes da una pauta de los recursos financieros a disposición de esas bandas. Ese dinero supera, por ejemplo, los presupuestos operativos de las fuerzas de seguridad federales.

Más allá de la eficacia de las fuerzas policiales en el combate contra el narcotráfico, los especialistas en esa materia que trabajan en el Estado afirman que, de acuerdo con parámetros mundiales, sólo se incauta una mínima porción de la droga que ingresa en un país. El mayor nivel de capturas sería, entonces, un indicador de mayor cantidad de estupefacientes en el mercado callejero.

Hace pocas semanas la Corte Suprema había advertido que en el norte del país "la droga cae del cielo", en referencia a los vuelos ilegales que permiten el ingreso de cocaína en pistas clandestinas de Salta, Chaco o el norte cordobés.

La marihuana tiene, en cambio, otras puertas de entrada en la Argentina desde Paraguay. Por aire, río o tierra se introducen los cargamentos de marihuana paraguaya. En los últimos años el trabajo genético habría permitido la preparación de tres cosechas anuales, por lo que la cantidad de la oferta estaría asegurada para el mercado argentino.

Con la colaboración de César Sánchez Bonifato
Claves

    * Estadísticas. Por primera vez desde 2006, el Ministerio de Justicia y Seguridad difundió cifras de incautaciones de drogas. El ministro Julio Alak afirmó que las fuerzas de seguridad federales secuestraron 52.081 kilogramos de marihuana y 5924 kilogramos de cocaína. Al sumarse esos datos a los obtenidos por policías provinciales y la Aduana se llega a una confiscación de 72 toneladas de marihuana y siete de cocaína.

    * Comparación. En 2008, el Gobierno informó a las Naciones Unidas el decomiso anual de 74 toneladas de marihuana y siete de cocaína.


La Nación





Renunció Pérsico tras la detención de su hijo por transportar drogas
La decisión fue confirmada a lanacion.com por el propio piquetero, que hasta hoy se desempeñaba como subsecretario de Comercialización de la Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social que conduce Alicia Kirchner


Martes 20 de octubre de 2009

El piquetero Emilio Pérsico renunció a su cargo en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, pocas horas después de que su hijo Pablo fuera  detenido  acusado de transportar marihuana con supuestos fines de comercialización.

La dimisión fue confirmada a lanacion.com por el propio Pérsico, que hasta hoy se desempeñaba como subsecretario de Comercialización de la Economía Social de la cartera que conduce Alicia Kirchner.

En diálogo telefónico con este medio, Pérsico evitó dar más precisiones. "No quiero interferir en la causa judicial", afirmó en alusión a la investigación abierta por la detención de su hijo.

Pérsico presentó la renuncia anoche y el Gobierno la aceptó esta mañana a través de la resolución 4512 del Ministerio de Desarrollo Social.

Por otra parte, desde la cartera que encabeza Aníbal Fernández informaron que Pérsico hijo no trabajaba en Desarrollo Social, pese a las versiones que indicaban lo contrario y que habían circulado desde ayer, cuando se produjo la detención.

Justamente esta mañana el juez de Garantías de La Plata que interviene en la investigación, Guillermo Atencio, había advertido que, si Pérsico hijo también cumplía funciones en Desarrollo Social su situación judicial podría complicarse.

Pablo Pérsico fue apresado ayer cargando plantas de marihuana en una camioneta de la flota de Desarrollo Social. El joven de 19 años está acusado por el transporte de plantas de cannabis con presuntos fines de comercialización, un delito que prevé penas que van de cuatro a diez años de prisión.

"Desconozco si tiene o no un cargo público. Pero de confirmarse [que trabajaba en el ministerio] habría que investigarlo además por el delito de malversación de caudales públicos, porque la camioneta claramente no estaba para ese uso", había planteado el juez en declaraciones a radio 10.

El artículo 260 del Código Penal establece que el funcionario público que use bienes del Estado con fines distintos a los que estuviesen destinados será reprimido con penas de inhabilitación de entre un mes y tres años.

La Nacion


Un juez que no merece serlo
Faggionatto Márquez perdió la protección del kirchnerismo y deberá afrontar un juicio político que puede destituirlo

Sábado 17 de octubre de 2009


Desde que existe el Consejo de la Magistratura, ningún juez ha acumulado tantas acusaciones en su contra como Federico Faggionatto Márquez, juez federal de Zárate-Campana. Suman 34 las denuncias por presunto mal desempeño de sus funciones, que abarca una amplia gama de graves irregularidades y posibles delitos, como haber solicitado presuntas coimas a detenidos en un caso de secuestro extorsivo.

La particularidad que encierra el caso de este juez, finalmente suspendido y que en los próximos meses será sometido a un juicio político que puede acarrearle la remoción, es que se trata de uno de los magistrados federales que más ha defendido el kirchnerismo, defensa que Faggionatto Márquez ha sabido corresponder en forma desembozada.

Es el juez que lleva la denominada causa de la mafia de la efedrina, pero su mayor nivel de exposición pública lo alcanzó cuando, en plena campaña electoral para las elecciones legislativas del 28 de junio pasado, citó a declarar como sospechoso en aquel sumario al diputado Francisco de Narváez, principal opositor -y finalmente triunfador- del ex presidente Néstor Kirchner en los comicios.

Sin embargo, su manifiesto propósito de perjudicar las posibilidades electorales del principal candidato opositor no forma parte de los casos analizados por los consejeros que no responden al Gobierno.

Uno de ellos, el senador radical Ernesto Sanz, unificó las 34 acusaciones en 8 -muchas se repetían-, entre las que figuran la supuesta apropiación de una cosecha de soja en campos que pertenecen al Consejo Nacional del Menor y la Familia, el no haberse inhibido en causas en las que él mismo estaba siendo investigado y la presunta connivencia con grupos de policías sospechados de actividades ilícitas.

"En todas aquellas causas en las que tiene un interés personal se evidencian continuas arbitrariedades, desconocimiento del derecho inexcusable y violación de las normas", sostuvo el senador Sanz en su dictamen de cerca de doscientas páginas.

Agregó que en aquellas causas en las que no tiene "un interés a favor o en contra de una de las partes, se evidencian inexplicables inactividades procesales".

Sin embargo, y aquí radica lo curioso del caso de Faggionatto Márquez en el Consejo de la Magistratura, ocho días atrás los consejeros kirchneristas impidieron, con el doble voto de Diana Conti, principal espada del Gobierno en ese órgano, que la Comisión de Acusación decidiera el juicio político del magistrado a partir del informe lapidario elaborado por Sanz.

Tras ese resultado, era inimaginable que anteayer, al tratarse el caso en el plenario del cuerpo, prosperara la suspensión y el juicio político, porque el Gobierno cuenta con cinco consejeros, número suficiente para trabar cualquier decisión.

Pero en ese plenario los consejeros oficialistas estuvieron ausentes. Las razones se prestan a diferentes interpretaciones. Una de las que prevalecen es que el kirchnerismo consideró que había cumplido con el juez al salvarlo en la Comisión de Acusación, pero que, dada la cantidad y calidad de las acusaciones, el costo político de preservar al magistrado podría ser excesivo.

De ser así, los jueces que obedecen los designios del Gobierno por temor a sufrir represalias en el Consejo deberán tener bien presente que la mayoría oficialista en ese cuerpo no es garantía absoluta y que, llegado el caso, el Gobierno, tras usarlos, los dejará librados a su suerte.

Asimismo, lo ocurrido con Faggionato Marquez -cuya destitución final luego de probarse los hechos resultará un necesario oxígeno para la Justicia- demuestra que, cuando un magistrado mancha la dignidad de su investidura, se supera un límite del cual nunca se vuelve.

Simultáneamente, el Consejo resolvió desestimar el pedido de juicio político que pesaba sobre el integrante de la Cámara de Casación, Gustavo Hornos, consolidando estándares internacionales en cuanto a que los jueces no pueden ser enjuiciados por sus sentencias.

Esa desestimación, a la cual es de desear que pronto se sumen las de las infundadas acusaciones contra los camaristas electorales Santiago Corcuera y Rodolfo Munné, demuestra que los principios universales de los derechos humanos, de los cuales la garantía de independencia judicial es uno de sus principales pilares, deben asirse con coherencia y el respeto debido, y no ser esgrimidos únicamente cuando resultan molestos a la postura ideológica que uno asuma.

La Nación


Diputado oficialista vincula a Duhalde con 'cartel de la droga'

Un diputado próximo al presidente argentino, Néstor Kirchner, ratificó hoy ante la Justicia sus denuncias contra el ex gobernante Eduardo Duhalde, a quien acusó de 'ser quien organiza y financia el denominado cartel de la droga'.

Luis D'Elía, legislador de la provincia de Buenos Aires, presentó un escrito ante el fiscal Paulo Starc, quien le había citado a declarar a partir de unas declaraciones suyas en las que vinculó a Duhalde con el narcotráfico.

'Ratifico absolutamente mis dichos', aseguró en el escrito D'Elía, que la semana pasada había dicho públicamente que 'el duhaldismo es un gran cartel de la droga' y que 'droga y duhaldismo son dos caras de la misma moneda'.

Las declaraciones del diputado se produjeron en plena campaña electoral para las legislativas de octubre, en las que los candidatos del sector del gobernante Partido Justicialista (PJ peronista) que responden a Kirchner serán rivales de los que lidera Duhalde en la provincia de Buenos Aires.

Duhalde, que preside el Comité de Representantes Permanentes del Mercosur, fue designado presidente provisional de Argentina por la Asamblea Legislativa en medio de la grave crisis que vivía el país a comienzos de 2002, y en mayo de 2003 entregó el poder a Kirchner, quien ganó las elecciones generales de ese año.

D'Elía, quien el pasado viernes se había amparado en sus fueros como legislador para negarse a declarar ante Starc, fundamentó sus denuncias en artículos y libros escritos por nueve periodistas y le solicitó al fiscal que les interrogue.

En el escrito, también pidió que sean citados a declarar ex funcionarios de la provincia de Buenos Aires, de la que el peronista Duhalde fue gobernador entre 1991 y 1999, así como familiares del ex presidente Carlos Menem (1989-1999), también del PJ.

Además, D'Elía recomendó al fiscal que libre exhortos al juez español Baltasar Garzón y a diferentes juzgados bonaerenses para conocer lo investigado en esos ámbitos sobre hechos de narcotráfico, aunque no dio mayores precisiones al respecto.

El legislador advirtió que Duhalde, quien fue el principal aliado de Kirchner en las elecciones presidenciales de 2003, 'cuenta con una inextricable red de corrupción política y policial en la que cada personaje desempeña un rol determinado'.

 22-08-2005
http://terranoticias.terra.es/articulo/html/av2456616.htm


El escenario
Un país demasiado fácil para el narcotráfico
Por Joaquín Morales Solá
Para LA NACION

Miércoles 20 de agosto de 2008

Cinco muertes probablemente vinculadas a carteles del narcotráfico en las últimas semanas. Una fábrica de éxtasis en la localidad bonaerense de Maschwitz. El trasiego de efedrina, una sustancia que se usa para medicamentos antigripales pero que es también esencial para la fabricación de drogas sintéticas. La certeza oficial de que también se elabora en el país "pasta base" de cocaína, cuyos residuos se convierten luego en el "paco", que está matando rápidamente el cerebro de miles de jóvenes argentinos.

La Argentina parece, así las cosas, haberse encontrado con el destino de muchas naciones latinoamericanas: convivir con el narcotráfico, con su inmoral dinero y con la catarata de muertes que produce el tamaño de esas fortunas. Ningún país alberga al narcotráfico sin comprometer, más pronto que tarde, a su propio Estado en esos intereses. Y ningún Estado se limpia fácilmente del narcotráfico una vez que éste lo perforó, porque sencillamente no hay dinero lícito capaz de alcanzar la grandiosa generosidad del dinero fácil e ilegal.

Aquí ni siquiera ha empezado el combate. La crónica periodística habló en los últimos días de carteles colombianos y mexicanos para informar de las feroces ejecuciones de General Rodríguez o de la masacre en Unicenter. Un primer dato parece haberse confirmado: había compra y venta de efedrina. La efedrina es una sustancia que se importa de Asia y que la usan los laboratorios medicinales.

Hace tres años se sancionó la ley 26.045, para obligar al simple registro de los importadores de efedrina. Todavía no ha sido reglamentada por el Poder Ejecutivo. El titular de la secretaría para combatir la proliferación de la droga, José Ramón Granero, un funcionario que no esconde la gravedad del problema, impulsó una nueva ley que lo habilita al control y al seguimiento de esa droga en el país. Pero el proyecto duerme en los pasillos parlamentarios y es probable que tenga algunos adversarios dentro del propio Gobierno.

Tan fáciles resultan las cosas en la Argentina que los carteles colombianos y mexicanos decidieron fabricar la droga llamada "éxtasis" directamente en la Argentina. Es decir, el país dejó de ser proveedor de una materia prima, la efedrina, para convertirse en fabricante de la droga. En eso consistía el laboratorio descubierto hace poco en la localidad bonaerense de Maschwitz, gracias a la insistencia de un vecino que llamó repetidamente a la policía para advertirle de la presencia nocturna de un olor intenso y extraño.

El kilo de efedrina cuesta 100 dólares en la Argentina, pero su valor asciende a 10.000 dólares en México, donde la importación ha sido directamente prohibida. Los antigripales se fabrican allí con otra sustancia para evitar la presencia legal de una materia prima esencial para elaborar drogas sintéticas.

Granero colisionó también con el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, por la despenalización de la droga para uso personal. La despenalización del consumo de drogas tiene tantos detractores como defensores en el universo político y en el mundo académico. Pero una cosa parece evidente: no se puede despenalizar alegremente el consumo de drogas y dejar al Estado impotente para controlar la proliferación del uso de sustancias ilícitas. "Al Estado desguarnecido sólo le cabría esperar que le lleguen los adictos definitivamente perdidos o ya muertos", dijo una fuente cercana a Granero.

En conclusión, el tema de la despenalización es demasiado grave, y tendría demasiadas consecuencias, como para tratarlo como un globo de ensayo o como una pirueta distractiva. "Esperemos que sobre este asunto no le mientan a la Presidenta", señaló otro funcionario que conoce la magnitud del drama.

* * *

La proliferación del "paco" ha eyectado el viejo debate sobre si la Argentina es un país de tránsito o de consumo. Hay tránsito importante y frecuente; de hecho, Aníbal Fernández aceptó hace poco que un peruano murió con su estómago abarrotado de pastillas de cocaína que le estallaron en el cuerpo. Hay consumo porque cada vez es más extendido el uso de drogas, desde la marihuana hasta la cocaína, pasando por las sintéticas. Pero hay también, y ésta es la novedad de los últimos años, fabricación nacional de cocaína o, al menos, de la "pasta base" que se requiere para su fabricación final. El "paco" es el sobrante inhumano de la "paste base".

Conocida como la "droga de los pobres", el "paco" no podría importarse porque su precio es muy bajo. Afecta a todas las clases sociales, pero estudios oficiales señalan que ha sentado sus reales, sobre todo, en las villas de emergencia de la Capital y del conurbano. La rapidez fulminante de esa droga nunca le permite al Estado llegar a tiempo; destruye el cerebro de sus consumidores antes de que los alcance cualquier autoridad.

A los carteles de la droga no les costaría mucho, por lo tanto, florecer en tierras tan fértiles. No es la primera vez, en efecto, que carteles de narcotraficantes aterrizan en la Argentina. En 1999 se descubrió que traficantes del cruel Cartel de Juárez habían hecho importantes inversiones en grandes estancias de Balcarce. Los descubrieron porque compraron 100 monturas de caballos y cincuenta pares de botas con dinero en efectivo que extraían de pletóricos bolsillos.

* * *

Podríamos estar sólo ante los primeros síntomas del desembarco de carteles de la droga en la Argentina, pero no por eso es menos grave. En las décadas del 80 y del 90, las guerras del tráfico de drogas se dieron, sobre todo, en Colombia. México era entonces sólo una sala de espera de la droga para ingresar en los Estados Unidos. Fue así hasta que criminales mexicanos comprendieron que ellos podían hacer todo: fabricar la droga, trasladarla a los Estados Unidos y luego venderla allí. El resultado no necesita de adjetivos: en lo que va de 2008, hubo en México, según cifras oficiales, unas 2700 muertes producidas por guerras entre carteles o por los enfrentamientos de éstos con las fuerzas de seguridad.

Hay una diferencia en las últimas noticias. Aquellos exuberantes inversionistas de Balcarce se han convertido en los actuales guerreros del narcotráfico en la Argentina, dueños de fábricas de drogas y mandantes de sicarios para asesinar. El momento político tampoco es bueno, porque el país viene de cinco años de castigo y sospecha sobre las fuerzas de seguridad. El ex presidente Néstor Kirchner prefirió, incluso, crear fuerzas de choque paraoficiales para evitar la intensa suspicacia que le produce la policía. Las infinitas fortunas del narcotráfico no se combaten con policías escasos de recursos y, encima, desmoralizados.

La Nación


 El ex presidente Eduardo Duhalde y las drogas

Hace más de dos años, el piquetero Luis D elía afirmó a radio FM La Isla que "droga y duhaldismo son dos caras de la misma moneda". Jamás imaginó que sus declaraciones tendrían semejante repercusión pública: a las pocas horas, una docena de hipócritas funcionarios políticos le respondió con dureza y el sospechado fiscal federal Paulo Starc lo citó para que declare como "testigo" de sus propios dichos (1)

En ese momento se iniciaron dos oportunas causas judiciales, una impulsada por D elía para investigar al caudillo bonaerense y otra por el propio Eduardo Duhalde, contra el piquetero, por calumnias e injurias.

Más allá de que las palabras sobre Duhalde salen de una persona cuestionada como D elía, es oportuno señalar que los vínculos de Eduardo Duhalde con las drogas son un secreto a voces, no sólo entre sus propios allegados, sino entre los habitantes de la zona sur de la provincia de Buenos Aires. Por caso, basta caminar la zona de Lomas de Zamora y hablar con los vecinos del caudillo bonaerense para enterarse de los hechos más elocuentes a este respecto.


El gran bonete

Detallamos hace años, desde este periódico, parte del dossier que el kirchnerismo tiene en su poder respecto a los vínculos del duhaldismo y los narcóticos. Teniendo en cuenta esos datos, sumado a la escalada de acusaciones que el Presidente de la Nación viene protagonizando contra Duhalde, cuesta creer que no haya habido participación de la Casa Rosada en las palabras acusatorias de D elía. Aún cuando no le dijeran nada, el piquetero tenía todo servido para lanzar sus acusaciones contra el enemigo de su "jefe", Kirchner.

Por otro lado, suena demasiado casual que la carpeta que guarda el kirchnerismo hable de lo mismo que aseguró D elía: las relaciones de Duhalde con el narcotráfico.

¿Qué dice el dossier? Cuenta mayormente los vínculos del caudillo bonaerense "con el mundo de las drogas, al que siempre le destinó recursos y planes para combatirla desde la vicepresidencia, durante la gestión de Carlos Menem, o desde la gobernación de Buenos Aires.

Si bien durante algunos años ?en la época de la dictadura militar? Duhalde se encontró lejos del poder, en 1983 la llegada de la democracia lo devolvió al cargo en medio de una crisis del Partido Justicialista que lo dejó en los primeros planos. Ya por entonces en la periferia de Lomas solían apodarlo papá porro, pero pocos conocían el origen y el porqué de ese mote. Con los años y las denuncias los vecinos irían atando cabos.

Cuando en 1999 intentó llegar a la Presidencia de la Nación puso como compañero de fórmula al ex cantante Ramón Palito Ortega, quien de un solo golpe consiguió un millón de dólares para los gastos de campaña. ¿Quién los depositaba? "Un grupo de mexicanos con ganas de hacer negocios en Argentina que fueron contactados por mi asesor Aldo Ducler", fue la respuesta de Palito. Esos mexicanos no serían otros que los lugartenientes de Amado Carrillo Fuentes ?el Señor de los cielos, capo del cartel de Juárez?, hombre que logró lavar más de 20 millones de dólares a través de la financiera Mercado Abierto, propiedad de Ducler, ex secretario de Hacienda de la dictadura y administrador de los fondos de la campaña de Palito Ortega".

Demasiada casualidad.


Yo no fui

Cada vez que lo acusaron de tener vínculos con el narcotráfico, Duhalde dijo que se trataba de una campaña de desprestigio. Así quedó especificado en el informe que la Comisión Anti lavado del Congreso estadounidense, presidido por el senador Carl Levin, y en las investigaciones que realizaron en Argentina el ex jefe de la Interpol México, José Miguel Ponce Edmonson. En diálogo con CAMBIO, Ponce recordó: "Esos fondos ingresaron por parte de Palito Ortega, a quien Duhalde, enseguida lo raleó de la campaña. Fui testigo del profundo enojo del ahora presidente quien se vio muy afectado por ese episodio".

Nuevamente Duahlde esgrimió su argumento de que se trataba "de una campaña de desprestigio" cuando las acusaciones contra las mafias enquistadas en la policía bonaerense ?a la que calificó como "la mejor del mundo"?, señalaban a su jefe, el comisario Pedro Klodczyk, como un hombre permisivo en la distribución de drogas cuando estuvo a cargo de la unidad regional de la ciudad de Quilmes.

Utilizó la misma defensa en 1992, cuando el juez español Baltasar Garzón tuvo su primera aproximación a Argentina y acusó a la ex cuñada de Menem, Amira Yoma, y al ex secretario de Recursos Hídricos, Mario Caserta ?amigo de Duhalde?, de integrar una organización de lavado de dinero vinculada al traficante de armas sirio, nacionalizado argentino, Monzer Al Kassar.

En septiembre del 1989, durante un viaje de Menem a Yugoslavia, Duhalde quedó a cargo de la Presidencia. En esos días estampó la firma, junto al ministro de Economía de la época, Néstor Rapanelli, en el decreto que designaba a Ibrahim Al Ibrahim como asesor especial de la aduana en el aeropuerto de Ezeiza.

Al Ibrahim era ya el ex esposo de Amira Yoma y en español sólo sabía decir "muchas gracias". Durante una entrevista con medios argentinos y españoles, Al Ibrahim ?quien vive refugiado en Damasco desde que se convirtió en prófugo de la justicia?, aseguró que "Duhalde era uno de los funcionarios de gobierno que más favores me pedía en la aduana".

Eran los días en que Duhalde le encargaba a su lugarteniente Alberto ?el negro? Bujía retirar maletas o bultos que pasaban sin abrir por los controles de la aduana en el aeropuerto.

Las irregularidades en la aduana fueron denunciadas por el semanario español Cambio 16 y las pruebas contundentes que aportaba el semanario llevaron a que Garzón tomara la causa que involucraba a Al Kassar, radicado en Marbella.

Con el escándalo en todos los medios, Duhalde se comunicó rápidamente con el juez "para saber cuál era su situación en el expediente", según cuenta el periodista Hernán López Echagüe en el libro El otro.

Ante la consulta desesperada la respuesta del magistrado español fue corta y tajante: "Duhalde, yo sé qué clase de político es usted...". Sobre el escritorio del Juez descansaba el dossier confeccionado por la DEA sobre los vínculos de Duhalde con las drogas.

Diez días antes de que la jueza María Romilda Servini de Cubría iniciara las indagatorias por esa causa, conocida como el narcogate, Alberto Bujía, uno de los hombres de confianza de Duhalde ?el emisario ante Al Ibrahim? moría en extrañas circunstancias.

El negro Bujía, era considerado un peso pesado. Desde sus comienzos de trabajo para Duhalde, era el enviado que llevaba extraños paquetes a las familias Romero y Saadi, en las provincias de Salta y Catamarca, respectivamente. Roberto Romero y Vicente Leonides Saadi fueron los fundadores de dos dinastías políticas que hicieron historia en sus provincias.

Bujía solía frecuentar la finca Don Alejo, propiedad de los Romeros en Salta donde en 1984 fue descubierta una pista de aterrizaje a la que llegaban aviones desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, que estuvo en la mira de la DEA.

Con Al Ibrahim en la aduana, Bujía no sólo visitaba al extraño asesor con el que se comunicaba por señas, sino que requería los servicios del funcionario en cada uno de sus viajes al extranjero con bultos que en los controles gozaban del mismo estatus que todos los encargos del entónces vicepresidente.

El día 16 de marzo de 1991, el destino quiso que muriera cuando su moto hizo colisión contra una camioneta, a metros de la intendencia de Lomas de Zamora. Según algunos amigos de ?el negro?, éste estaba desbordado por el alcohol y enfiló en contramano por la citada calle. Según testigos del hecho, fue la camioneta la que se abalanzó sobre él.

Al día siguiente de tan absurda muerte, el 17 de marzo de 1991, en el marco del Yomagate, se iba a quebrar uno de los máximos imputados. Mario Caserta prestó declaración ante Servini de Cubría y, sin saber aún que iba a quedar como único procesado en la causa, manifestó que Duhalde era un poderoso narcotraficante de la provincia de Buenos Aires. Pocos meses después, la conductora televisiva Mirtha Legrand se lo iba a preguntar en persona y con gran naturalidad: -?Dígame gobernador ¿Usted es narcotraficante??.


Blancas Bujías

Hace algunos años este periodista tuvo una extensa conversación con una importante fuente de información de Lomas de Zamora, que aportó muy buenos datos sobre los vínculos "Duhalde-Bujía-Drogas": "Hablás muy bien sobre la conjetura de Alberto Bujía y su muerte. Yo soy de Lanús, milité 10 años en la Ucedé y ahora en el partido Federal y uno conoce todos los intersticios. Es vox populi que ya lo tenían marcado a Bujía, porque cuando se pasaba de alcohol, pasaba a ser el típico bocón que hablaba de todo lo que sabía y hacía, y por ello, lo mandaron a hacer la Gran Willy con la moto, y cuando se iba acercando la mandaron la camioneta.

El tema de que era un bocón pasaba por el detalle que, mamadísimo el hombre, empezaba a decir: "el cabezón me mandó a buscar una valija allá", o "me mandó a entregar un cargamento a tal lado". Hay gente que lo conoce al cabezón, de que cuando apretó a los concejales que le precedían en la lista del 73 (él estaba cuarto) los hizo ir renunciando hasta que llegó a ser el primero para hacerse de la Intendencia (obvio que todos iban renunciando). De esos tiempos, cuando era concejal, se sabe de gente que andaba repartiendo porros él en persona por la zona de Llavallol".

En el mismo sentido, otro informante coincide en contarme que "la droga siempre la entró Alberto Bujía, que falleciera trágicamente atropellado en su moto en Lomas de Zamora, cuando Duhalde estaba lanzado en su candidatura a Gobernador de la provincia de Buenos Aires. Bujía estuvo detenido durante el Proceso, pero tenía sus contactos fluidificados con la cúpula policial de la Bonaerense de las época en que plantado en la Gobernación recaudaba para el Gobernador Victorio Calabró y varios socios más del conurbano.

Cuando salió en libertad definitiva, estaba tan seco que se fue a vivir a la casa de Eduardo Duhalde y desde tan misericordiosa relación volvió a tejer los hilos de su renovada relación con la ya poderosa Bonaerense, que recibía la droga desde Catamarca".

Actualmente, según un tercer confidente, "Duhalde maneja el tráfico de drogas en Mar del Plata a través de un suizo de apellido Szé que tiene una estancia a unos kilómetros de la laguna La Brava llamada El Benteveo, y que supuestamente es un empresario de la pesca. Este tema tiene que ver con Nicolás Di Tullio, broker inmobiliario del cártel de Juárez. La droga es traída por barcos a alta mar y otros barcos ,supuestamente pesqueros (de la llamada flota amarilla), lo llevan al puerto. La guardan en un supuesto frigorífico de papa en una estancia llamada El Cisne, que queda junto a los ex-campos de los hermanos Martínez de Hoz, por el camino viejo a Miramar".

Frente a los testimonios concretos, no quedan demasiadas dudas.


Concluyendo

Mientras este periodista finaliza su artículo, el piquetero D elía finaliza su declaración ante la Justicia. Es un excelente puntapié inicial para que se ponga sobre la mesa, de una buena vez, toda la información que se maneja sobre Eduardo Duhalde y su relación con el narcotráfico. Es oportuno que la ciudadanía a pleno conozca cómo son los manejos de algunos caudillos del conurbano bonaerense con los narcóticos y se pueda terminar con una de las peores mafias de nuestro país.

Sólo resta preguntar al piquetero si se animará a hablar de las relaciones de un conocido ministro de la Nación con el mundillo adjudicado a Duhalde. O de las sospechas en torno a la exportación de cocaína por parte de la kirchnerista empresa Conarpesa.

Es muy valioso denunciar que "el duhaldismo es un gran cartel de la droga hace tantísimo tiempo", pero no vale acusar si sólo se mira para un lado y nada se dice sobre el otro costado del mismo flagelo. Más aún cuando ese costado es el que "paga" al acusador de turno.

¿Pan y circo?


Christian Sanz

Referencias :

(1) Ver denuncia de Luis D elía: http://www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=1695 (copiar y pegar en su navegador)

Fuentes

- Libro Poli Armentano, un crimen imperfecto, de Christian Sanz
- Libro El Otro, de Hernán López Echagüe
- Libro Narcogate, de Román Lejtman
- Revista Cambio16
- Diario La Nación
- Documentos confidenciales de campaña
- Entrevistas varias
Por Christian Sanz, Tribuna de Periodistas

http://www.elojodigital.com/politica/2008/02/26/1357.html



El flagelo de la droga / Cambio de modalidad de un enemigo letal
El narcotráfico muestra un nuevo rostro
Para hacer frente a la ofensiva en su contra, los carteles se reinventaron, diversificaron sus negocios y establecieron nuevas rutas


Sábado 17 de octubre de 2009

César González-Calero
LA NACION

Camaleónicos, los carteles de la droga se han adaptado a los nuevos tiempos como pujantes multinacionales del delito en un mundo globalizado. Nuevas rutas para burlar los controles fronterizos; sofisticados medios de transporte; nuevos mercados; alianzas transnacionales; diversificación de los negocios ilegales; finanzas a buen seguro en paraísos fiscales? El narcotráfico, más violento, segmentado y audaz que nunca, pierde algunas batallas, pero sigue ganando la guerra.

El nuevo rostro de ese flagelo letal que es el narcotráfico luce lentes de marca y ropa informal. Vive alejado de los frentes de guerra de la droga y cerca de donde se huele el dinero. Evita la ostentación, huye del protagonismo y se desvela por la seguridad.

A Vicente Carrillo Leyva le dicen "Ingeniero", y es hijo de Amado Carrillo Fuentes, el legendario "Señor de los Cielos". Antes de que lo apresaran este año, mientras hacía jogging en la lujosa colonia de las Lomas de Chapultepec de Ciudad de México, Carrillo Leyva arrastraba una doble vida. Para la mayoría, era un empresario más del sector del automóvil. Para unos pocos, el "número dos" del cartel de Juárez, liderado por su tío, Vicente Carrillo.

La evolución del narcotráfico en los últimos tiempos se expresa en esa imagen de Carrillo Leyva, tan alejada de la de aquellos capos de leyenda, como su propio padre, supuestamente fallecido en una operación de cirugía plástica. O como los hermanos Arellano Félix, dueños y señores de la Tijuana más pendenciera. Mención aparte del líder del cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán ("Chapo"), el indiscutible jefe de jefes del siglo XXI, apenas quedan ya capos como los de antes.

Pero con narcocorridos o sin ellos, el narcotráfico nunca ha dejado de ser un negocio floreciente. El mercado mundial de la droga mueve más de 300.000 millones de dólares por año, según la ONU, cifra cercana al PBI de la Argentina. Sin embargo, los expertos de la ONU son optimistas respecto a la lucha contra el crimen organizado. "La producción de coca en 2008 fue la más baja en cinco años; la crisis por el crecimiento desmedido de la década del 90 está ahora bajo control", comenta a LA NACION Amado Philip de Andrés, responsable de programas para América latina de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés). Según el informe mundial sobre las drogas de 2009 de Naciones Unidas, la producción de coca se redujo un 15% en 2008, principalmente por la fuerte caída en el cultivo y la producción en Colombia, de donde sale la mitad de la coca que se consume en el mundo.

Pero expertos de varios países consultados por LA NACION coinciden en que la caída en la producción (tanto de coca como de opio) que apunta el informe no significa que se esté ganando la guerra contra el narcotráfico. Ricardo Soberón, del Centro de Investigación Drogas y Derechos Humanos de Lima, afirma: "El narcotráfico ha sufrido cambios inimaginables para adecuarse a las posibilidades que le ofrece un mundo asimétricamente globalizado. Hoy, el negocio se ha segmentado". Según Soberón, los nuevos capos de la droga suelen estar cerca del dinero y lejos de la droga.

Los carteles tradicionales, como los de Juárez, Sinaloa o Tijuana, aprendieron que en la diversificación estaba el éxito y ahora cuentan con un profuso muestrario de actividades delictivas: tráfico ilegal de migrantes, mujeres y órganos humanos, contrabando de armas, secuestros y extorsión, venta ilegal de combustibles, control de negocios relacionados con la violación del medio ambiente, como la tala ilegal de árboles o el vertido de desechos tóxicos, etcétera.

Los carteles también han renovado sus rutas. La cocaína que se produce en Colombia, Perú y Bolivia está encontrando caminos nuevos a través de Venezuela, Brasil y Surinam, y de ahí da el salto hasta Europa, con escala en el oeste de Africa, principalmente en las costas de Guinea Bissau. Hacia Estados Unidos, el sendero preferido es a través de Centroamérica, donde las pandillas callejeras armadas se ocupan de que los cargamentos fluyan hacia el Norte. La ruta del Pacífico continúa activa. La novedad en los últimos tiempos es la utilización de "narcosubmarinos" que salen de los puertos de Sudamérica hacia las costas de México y Estados Unidos.

Como los estupefacientes, el dinero también cruza fronteras. Los bucaneros de la droga encontraron en los paraísos fiscales las islas del tesoro perfectas para lavar sus turbias fortunas. El dinero que se guarda a buen recaudo en las islas Caimán o en Barbados se invierte más tarde en algún negocio "limpio" en Panamá.
"Cartelitos"

A pesar de los ingentes gastos en lucha contra el narcotráfico que destinan Estados Unidos y Europa (unos 100.000 millones de dólares anuales), los carteles no parecen haberse resentido demasiado. Simplemente, se han reinventado a sí mismas. La organización vertical de productor a consumidor (como la que creó el malogrado capo colombiano Pablo Escobar) ha ido desapareciendo hasta transformarse en lo que Ivan Briscoe, investigador del think tank español Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (Fride), denomina "cartelitos" o baby cartels , que compiten a brazo partido buscando nuevos mercados. "La impresión general -explica Briscoe- es que hay un florecimiento de células interconectadas que suministran droga de forma entrecruzada [anfetaminas y éxtasis desde Europa, cocaína desde América latina]."

Las relaciones entre mafias, según Briscoe, son extremadamente fluidas. Sicarios colombianos actúan estrechamente con bandas mafiosas en España, mientras los mexicanos han labrado fuertes vínculos con grupos como la ?Ndrangheta calabresa.

Tras el derrumbe de los carteles de Cali y Medellín, los narcos colombianos aprendieron de los errores de Escobar y los hermanos Rodríguez Orejuela, y crearon microcarteles que para la policía son muy difíciles de detectar. "Trabajan como células clandestinas; si cae una, es reemplazada por otra, y así la red siempre sigue adelante [?]. La seguridad se convirtió en el primer mandamiento", precisa la profesora Rossi.

Para José Luis Piñeyro, de la Universidad Autónoma de México, los narcos mexicanos, que se hicieron con el negocio de la distribución cuando cayeron los colombianos, han optado por métodos más violentos para hacerse con el negocio. Los 10.000 narcoejecutados desde 2006 avalan esta tesis. "Los carteles han reclutado a desertores de las fuerzas armadas y policiales, y han formado grupos paramilitares para responder a la presión policial", asegura.

Los expertos consultados, a excepción de Philips, de la ONU, coinciden en que 30 años de guerra contra el narco han sido "infructuosos". Para la ONU, los gobiernos deben aplicar los acuerdos internacionales que ya existen sobre la lucha contra la delincuencia, mientras que algunos expertos independientes apuntan a otro tipo de medidas, como la progresiva despenalización de las drogas blandas, la aplicación de políticas de reducción de daños para productores y consumidores, y una acción decidida de los gobiernos contra los paraísos fiscales. Soberón resume así una impresión generalizada: "Hoy en día la droga se encuentra más disponible, más barata y es más riesgosa para todos".

A juicio de los especialistas, el único que ha ganado en esta guerra es el empresario narco, ese que luce lentes de marca, ropa informal, vive lejos de la droga y muy cerca del dinero.

La Nación


En 10 años subió 62% el consumo de drogas entre adolescentes
La más usada es la marihuana; alcohol, en alza

Jueves 8 de octubre de 2009

Daniel Gallo
LA NACION


En los últimos diez años creció un 62 por ciento el consumo de drogas ilegales entre los estudiantes secundarios, según reveló una encuesta privada: del 8,98% de adolescentes que en 1999 reconocieron usar estupefacientes se pasó al 14,60% el año pasado.

El Instituto Superior de Ciencias de la Salud realiza desde hace una década sondeos anuales entre alumnos de los últimos años de la secundaria. El año pasado fueron 2752 jóvenes los que respondieron el cuestionario, que abarca preguntas sobre diversos hábitos sociales.

El consumo de alcohol también tuvo un crecimiento, que fue del 26%: pasó del 61% en 1999 al 77% en 2008.

La muestra fue tomada entre alumnos de la Capital y de Buenos Aires. Desde 1999, el instituto encuestó a más de 35.000 adolescentes. La comparación de resultados anuales cuantifica el problema que significa el consumo de drogas, con una demanda que crece en usuarios año tras año.

El trabajo de la entidad, que es dirigida por Claudio Santa María, también aporta un dato revelador sobre los beneficios de fuertes campañas de desaliento social al uso de ciertos hábitos. Porque la tendencia del uso de tabaco marca un claro retroceso, del 33 por ciento de los alumnos que indicaron haber fumado en 1999 al 26 por ciento que aceptó hacerlo en 2008.

A diferencia del consumo de drogas ilegales, circunstancia favorecida por cierta permisividad en la sociedad, las sucesivas trabas colocadas a los fumadores aparecen replicadas en esa disminución del tabaco entre los jóvenes.

Diferente es el caso de las drogas ilegales. En 2007 habían sido el 13,38 por ciento de los encuestados los que reconocieron consumir estupefacientes. Ese año marcó un quiebre, ya que hasta entonces el porcentaje de chicos vinculados con las drogas no pasaba el 10 por ciento. El salto puede deberse, para los investigadores, a dos hechos igualmente preocupantes. Por un lado, una mayor demanda, y por otra parte, la sensación adolescente de que ya no es un tema tabú reconocer el uso de drogas. Esto último llevaría a más jóvenes a relatar sin timidez sus experiencias.

Del 14,60 por ciento que revelaron su consumo de sustancias prohibidas, el 96 por ciento manifestó que usa marihuana. Esa droga tiene una alta tolerancia social y llevó recientemente a la Corte Suprema a despenalizar su tenencia para consumo personal. Un poco más de la mitad de los encuestados detalló que es la única droga que consume.

También creció la pertenencia a grupos en los cuales algún integrante usa drogas ilegales. Cuando en 1999 se consultó a los estudiantes sobre si conocían a algún amigo que consumiera drogas, respondió afirmativamente el 30,80 por ciento. Ese punto aumentó a 43,17 por ciento en 2008.
Consumo grupal

Ese dato es importante porque otros estudios, como los realizados por el Observatorio de Drogas de la Sedronar sobre las formas adoptadas para el consumo de drogas, establecen que entre los jóvenes se trata, mayoritariamente, de una acción grupal. En el sondeo del Instituto Superior de Ciencias de la Salud se determina que el 86,48 por ciento de aquellos chicos que se drogan tiene amigos que también lo hacen.

Otras informaciones relevantes pasan por la facilidad para llegar a las drogas que perciben los adolescentes: el 51,6 por ciento reconoció que es muy accesible la compra de estupefacientes, y el 25,6 por ciento informó haber sido tentado al menos una vez. La mayoría, el 66 por ciento, se inició en el consumo entre los 16 y los 18 años.

Las cifras de este informe colocan el consumo de marihuana entre los estudiantes secundarios en poco más del 14 por ciento. Un parámetro para comparar ese nivel de penetración de esa droga entre los jóvenes podrá concretarse al recordar la situación en Chile, el país con más alto nivel de uso de marihuana en América latina, según las cifras de la Organización de Estados Americanos (OEA). Detrás de la Cordillera, el consumo de marihuana entre estudiantes es del 15,7 por ciento, dato entregado por el informe oficial chileno en 2007.

Servirá la comparación porque en Chile también se cuantificaron dos tendencias que parecerían ser similares a las conseguidas por este trabajo privado argentino. El organismo antidrogas chileno midió una merma de la tolerancia social juvenil sobre el uso de tabaco, cuyo consumo era tomado como un serio riesgo para la salud por el 59 por ciento en 2005 y trepó al 69 por ciento en 2007. Al revés de lo ocurrido con el uso de la marihuana, que era visto como algo peligroso para el 52 por ciento en 2005 y bajó al 39 por ciento en 2007. En la Argentina, la percepción del riesgo parece ser similar.
14,6% Estudiantes, en riesgo

    * Ese es el porcentaje de jóvenes que reconocieron haber consumido drogas.

96%
Marihuana, la preferida

    * Casi la totalidad de los consumidores eligen fumar cannabis.

77%
Bebidas, otra preocupación

    * Son los que consumen alcohol.


El negocio del paco mueve por año $ 1300 millones
El tráfico de esa droga factura más que muchas grandes industrias
Lunes 15 de junio de 2009

Daniel Gallo
LA NACION

Las denuncias de madres alarmadas por el consumo de drogas de sus hijos y la alerta lanzada por los sacerdotes que trabajan en villas de emergencia dejaron al descubierto el negocio del paco, que quedó instalado con fuerza en la agenda pública en las últimas semanas. El tráfico de la pasta base de cocaína supera la facturación de muchas de las empresas más importantes del país: mueve por año más de 1300 millones de pesos, según estimaciones que surgen de los números oficiales sobre su consumo.

Supera por mucho la facturación de todas las salas de cine, estimada en 360 millones de pesos anuales, y la venta de los sellos discográficos, de $ 640 millones. Y casi se equipara con la comercialización de maquinaria agrícola, que en el primer trimestre de este año rozó los $ 300 millones.

Si fuera una empresa, el paco se intercalaría entre los puestos 70 y 80 del ranking de facturación de las compañías argentinas. Alcanza el nivel de ventas de un trimestre de los shoppings de la ciudad y supera los $ 900 millones anuales de una cadena de comida rápida y los $ 180 millones de la principal cadena de maxiquioscos de la Capital.

La Secretaría de Lucha contra la Drogadicción y el Narcotráfico (Sedronar) dio a conocer en sus últimas estadísticas que hay unos 85.000 consumidores de paco, mientras que un trabajo de la Subsecretaría de Adicciones de Buenos Aires permitió en 2007 establecer una media de 7,5 dosis diarias de paco que compra cada consumidor.

Si se entrecruzan esas estimaciones oficiales con el precio promedio de $ 6 por paco, que es reconocido por fuerzas de seguridad y por adictos en recuperación, la magnitud del negocio permite visualizar las razones de su explosiva instalación. Son más de $ 1300 millones anuales.

Expandido ahora hasta en las clases medias, con puntos de venta fuera de las villas y consumidores de mayor poder de compra, el comercio del paco supera en facturación a los más importantes negocios legales.

"Tomar conciencia del dinero que mueve el paco debería hacernos pensar en qué hacen las autoridades para investigar este gran negocio", dijo Claudio Izaguirre, presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina.

Izaguirre cree que la facturación del comercio de paco es aun mayor de lo que se calcula. "Las dosis diarias de cada adicto son entre 20 y 40; además, las ONG que trabajamos en este tema estimamos que hay 180.000 consumidores y el precio de cada dosis ha aumentado por el acceso a las clases media y alta", agregó.
Organizaciones precarias

Por el momento, este comercio de cifras impresionantes no se cartelizó, sino que es controlado por bandas desconectadas entre sí, explicó un ex funcionario de seguridad que conoce a fondo la mecánica de las operaciones de estos grupos de narcotráfico.

"No son organizaciones complejas, sino bandas que trabajan en un solo lugar, que se ocupan de todas las etapas del proceso: la obtención de la materia prima, el preparado y la venta", indicó aquel hombre, que por sus responsabilidades públicas aceptó la conversación en off the record .

Vale ese testimonio para conocer algunas de las razones que llevaron al auge del paco. Una de esas sería el enfoque dado por la justicia federal a la lucha contra el narcotráfico, al preferir la detección de grandes redes de narcotraficantes transnacionales, con la mira puesta en los canales de entrada y salida de la droga.

En medio de esa estrategia, se "coló" un negocio que empezó a crecer en 2002, cuando un solitario vendedor en la villa Itatí, en el sur del conurbano, comenzó a vender dosis de paco a un peso, en un proceso multiplicado ahora por miles en cantidad de bocas de expendio y de consumidores.
Desfederalización

Los investigadores bonaerenses entienden que pudieron actuar mejor contra el paco con el cambio en el procedimiento penal que les permitió atacar la distribución a pequeña escala con la justicia provincial.

Aquellos que impulsaron la ley de desfederalización de la lucha contra el tráfico de drogas afirman que eso supuso un paso adelante.

Al avanzar en la detención de vendedores de paco, la seguridad bonaerense descubrió que esos grupos no tenían relaciones entre sí y que comercializaban su producto por canales paralelos a los de otras drogas. Aunque se vieron algunos intentos de asociación a partir de que el paco ya es un nombre genérico, que designa más a una droga barata para ser fumada que a un compuesto estupefaciente específico.

La articulación de alguna precaria red se produjo en asentamientos del conurbano, con la distribución de paco derivado de cocaína de muy baja calidad mezclada con otros productos químicos. Por el momento, no se habría forjado un cartel del paco, pero el impresionante volumen de facturación anual podría volver apetecible hacer el intento por controlar el mercado.

Eso preocupa a las autoridades. El gobierno de Daniel Scioli, que hizo de la lucha contra el paco una de sus banderas, desplegó una estrategia complementaria a la judicial frente a este negocio: las casas en las que se descubre que hay venta son demolidas por topadoras si están en terrenos usurpados, como los de una villa. Con esa determinación, la administración provincial intenta enviar un mensaje de dureza para desalentar a familias que pudieran sentirse seducidas por los beneficios espurios del comercio de drogas.

El gobernador bonaerense hizo ayer declaraciones periodísticas sobre la lucha contra el narcotráfico. "Si hay un gobierno que está combatiendo el tráfico de drogas, es el mío", dijo. Y agregó: "Yo voy a fondo. Hay narcotraficantes presos y se secuestraron cantidades de paco, marihuana, cocaína. Asumí un compromiso personal e institucional en esta lucha".

De todas maneras, el récord de 70.000 dosis de paco secuestradas el año pasado por la policía bonaerense representa menos del consumo de un día de los adictos. El mes último, en un operativo en Wilde, se encontraron 8000 dosis de paco, en lo que resultó el mayor golpe individual a los proveedores de esta droga.
Líneas al exterior

Aquellos que han investigado con las agencias gubernamentales esta forma de narcotráfico aseguran que el paco nació en la pobreza como una forma ilegal de supervivencia para familias marginadas, que vivían así de la adicción de sus propios vecinos. Casi como un "rebusque", sin una estrategia detrás de ese negocio, como ocurre con otras líneas de drogas, como las sintéticas, en las que la capacidad de planeamiento y logística de las narcobandas internacionales opera incluso en la organización de sus propias fiestas electrónicas, las llamadas raves para facilitar e incentivar el consumo.

Para Izaguirre, en cambio, bandas con ramificaciones internacionales operan de forma tercerizada con organizaciones más "caseras" de vendedores de drogas.

"Hay grupos que se dividieron las zonas. Los colombianos trabajan por el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe; los mexicanos se quedaron con las zonas portuarias; los peruanos se instalaron en la villa 1-11-14; los paraguayos, en Villa Soldati, y los bolivianos, en Liniers. Cada grupo armó su red local y permitir la comercialización del paco es el pago que hacen por la protección de sus cocinas de producción de cocaína", afirmó Izaguirre.

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