Gobierno de Kirchner: Apoyo a ex militar golpista para ganar elecciones locales


DD.HH.: alarma por el apoyo K a Aldo Rico
Califican de "preocupante" y "peligroso" su espacio en el PJ

Domingo 7 de diciembre de 2008

Juan Pablo Morales
LA NACION

Estela de Carlotto, visiblemente molesta, dice: "Darle un lugar partidario a un golpista es improcedente y peligroso". Los calificativos que lanza la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo se asemejan a los que usan el ex fiscal Julio Strassera; la líder de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, e incluso Sergio Shocklender, mano derecha de Hebe de Bonafini. "Este regreso político nos alarma", coinciden.

La vuelta de Aldo Rico al PJ, de la mano del kirchnerismo y con el respaldo del diputado ultraoficialista Carlos Kunkel, sacude los organismos de Derechos Humanos. También a referentes de la izquierda kirchnerista.

El ex militar carapintada sostiene que, con apoyo oficial, volverá a ser intendente de San Miguel en 2011, y que "en la Argentina no se puede ser muy democrático". Asesor en el Senado bonaerense, cerca del vicegobernador Alberto Balestrini (elegido nuevo líder del PJ bonaerense por orden de Kirchner), supo aprovechar los padrinazgos y se quedó con una ajustadísima elección interna, dividida en tres listas, una de ellas liderada por el actual jefe comunal, Joaquín de la Torre. Todo sin moverse un ápice de las ideas que, hace 20 años, lo llevaron a sublevarse en un cuartel para exigir leyes del perdón para militares de la última dictadura. Ese hombre será mandamás territorial del PJ kirchnerista.

"Es lamentable. Una gravísima contradicción de Kirchner, que debió haber condenado a Rico públicamente", cuestionó con dureza Strassera, fiscal del Juicio a las Juntas Militares en 1985 y actual vocal de la Asamblea Permanente para los Derechos Humanos (APDH). Y añadió: "Es el ansia desmedida de poder la que provoca estas cosas: se acepta a cualquiera si garantiza votos. No importa ni que sea Satanás".
"No lo podemos creer"

Cortiñas también se enojó, del otro lado del teléfono, en el frío atardecer de Usuhaia: "Algunas Madres todavía no lo podemos creer".

La presidenta de Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, invitada a Tierra del Fuego por la Comisión provincial de Derechos Humanos, habló sin dudas ni titubeos: "Que le den un lugar nos cae muy mal. No sólo lo rechazamos: nos preocupa mucho".

La controversia alcanzó, incluso, a los organismos más cercanos al Gobierno, que lo respaldan desde principios de 2003, cuando Kirchner asumió la defensa de los derechos humanos como un pilar central de su imaginario político. "Que vuelva Rico es preocupante", destacó Carlotto a LA NACION. Shocklender lo resumió con menos diplomacia: "La vuelta de Rico nos parece una c...".

Ambos, sin embargo, no involucran a Kirchner ni al Gobierno en los cuestionamientos. "Las negociaciones políticas y los repartos electorales provocan estas cosas. Pero hay que separarlos de la gestión de los Kirchner, que ha sido muy valorable para la memoria y el avance del país", aclaró Carlotto. Shocklender agregó tintes políticos: "Las Madres apoyan el proyecto del Gobierno. Que en el camino se sumen personajes siniestros es parte del PJ. Y el kirchnerismo excede al PJ".

Pero no todo el kirchnerismo lo tomó así. Hace tres días, los piqueteros de Libres del Sur y de Barrios de Pie se fueron del Gobierno, pegando un portazo, con críticas al PJ y, sobre todo, a la integración política de Rico.

"El PJ desvirtuó la convocatoria transformadora a la que fuimos convocados. No podemos aceptar que Rico sea parte de este proyecto", criticó antayer uno de los líderes, Jorge Ceballos, sólo una horas después de su renuncia al Ministerio de Desarrollo Social.

La legisladora porteña Gabriela Cerrutti también se quejó por el viraje político y cuestionó la incorporación de Rico al kirchnerismo. Fue cuando supo que el ex presidente había vetado al ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra como aliado electoral: "No puede ser que Ibarra sea un límite. En todo caso, el límite debería ser Rico"

Hasta Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita, hoy integrado al justicialismo bonaerense, se animó a repartir críticas sobre el próximo hombre fuerte de San Miguel: "No estoy de acuerdo en apoyarlo. Rico debería dar un paso al costado".
Defensa en el PJ

La cúpula del peronismo provincial, sin embargo, decidió apuntalarlo políticamente. Y defenderlo en público.

El primero en hacerlo fue Alberto Balestrini. Cuando la semana pasada le preguntaron por televisión por qué había que apoyar a Rico, respondió desafiante: "¡Vayan a ver qué dicen de Rico en San Miguel!"

Ayer, Carlotto le respondió: "Hay que ver lo que hizo Rico en San Miguel, pero también hay que ver lo que hizo antes".

El respaldo que Rico consiguió de Kunkel, militante de la Juventud Peronista platense en los 70, también se mantiene incólume. LA NACION quiso hablar con el diputado para preguntarle acerca de su relación con el ex militar carapintada, pero se limitó a repetir una frase: "En las internas del peronismo yo voté en Florencio Varela".

En el gobierno nacional, en cambio, prefieren no hablar. El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, prefiere que le mencionen el tema. Cuando LA NACION llamó ayer a sus colaboradores para hablar sobre el tema, tuvieron una respuesta curiosa: "El secretario informó que se limita a responder preguntas relacionadas a su área".
Elogios al fin de las leyes del perdón

* Una de las máximas referentes de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida, aseguró ayer que el "punto más alto" de los últimos 25 años de democracia fue "la anulación de las leyes de impunidad". Justamente, las iniciativas aprobadas por las presiones de Aldo Rico y los carapintadas en los 80.

La Nacion

"Acá no se puede ser muy democrático"
Rico se declara amigo de Kunkel y defiende al Gobierno, pero critica los juicios a militares

Domingo 7 de diciembre de 2008

María José Lucesole
De la corresponsalía La Plata

LA PLATA. Aldo Rico está sublevado. Se alzó con el triunfo en el PJ de San Miguel, peleando con el intendente local, Joaquín de la Torre, y ahora va por más: "Voy a ser intendente en 2011" desafía. El ex carapintada ahora cree que "hay que atornillarse en el sillón". Y avisa: "En Argentina no se puede ser muy democrático".

El ex socio de Eduardo Duhalde y ahora amigo de Carlos Kunkel, uno de los más acérrimos defensores de Néstor Kirchner, revindica la política económica del ex presidente, pero difiere respecto de los derechos humanos. "No soy kirchnerista, todavía. Pero seguramente lo voy a ser", dice. Y reclama "una solución política a las secuelas de la guerra contra la subversión".

El ex Modin tiene en el presente otros blancos de combate. Su carácter irascible se altera a lo largo de este reportaje, que no dudará en calificar como "espantoso".

-El intendente De la Torre lo impugnó y demoró cuatro días en admitir su victoria?

-Es un cachivache sin honor.

-¿Está enojado?

-No. Recuperé la pasión.

-¿Cerca de Kirchner?

-La recuperé con mis militantes. En tres meses le ganamos al intendente. Les ganamos a todos, solos.

-¿Kunkel lo ayudó?

-Es un amigo. No estuvo en la campaña. Me apoya, nada más.

-¿Cree que Kirchner debería ser candidato?

-No es un tema definido. Disculpame, ¿vinimos a hablar de San Miguel o de qué?

-De política. Hablemos de San Miguel, ¿va a ser candidato?

-Primero a concejal, en 2009, y después a intendente en 2011.

-¿Có mo ve a Duhalde? Estuvo muy cerca de él.

-Entré al peronismo cuando él era gobernador, e hicimos la reforma de la Constitución. No tiene que medirme por otros hombres, sino por mis ideas. Yo me opuse a la venta del Estado y ahora estoy con la recuperación del Estado.

-¿Es asesor de Alberto Balestrini en el Senado provincial?

-Trabajo con Alberto, en la planta del senador Molina.

-¿Balestrini lo trajo de vuelta al PJ o fue Kunkel?

-Ni Kunkel ni Alberto, fue una decisión mía.

-Pero se fue cuando formó el Frepobo, su anterior partido.

-Disculpame: el peronismo hizo una interna abierta con tres candidatos. Yo elegí uno que fue Adolfo [Rodríguez Saá]. Cuando se desdobló la campaña yo tenía una estructura impresionante en la provincia. No les podía decir a los compañeros "váyanse".

-¿Entonces no lo convencía Kirchner y ahora sí?

-Cuando apoyé a Adolfo, Kirchner no era candidato todavía.

-En 2003 usted tenía un proyecto provincial, ¿desistió?

-Yo opté, estoy con todo en San Miguel. Tengo una gran frustración de haber dicho un día: "Hice dos mandatos, es hora de retirarme". Me equivoqué. No se puede ser muy democrático en la Argentina.

-¿Kirchner lo es?

-Sí. Pero no es muy bueno ser democrático en este país.

-¿Le incomoda diferir con el Gobierno respecto de los derechos humanos?

-No. Hay que encontrar una solución definitiva a las secuelas de la guerra contra la subversión. Espero que sean Néstor o Cristina los que la encuentren.

-Ya optaron por los juicios a los militares.

-Sí, pero los juicios son parciales. Habrá que enjuiciar a los otros.

Rico admite una sola foto. Posa y se queja: "Si no poso me sacan con el dedo en la nariz". En la oficina ingresa Marisa, concejal y compañera de Rico. La entrevista concluye. El ex soldado lanza una mirada fulminante a la mujer que propició la charla y reprocha: "Espantoso el reportaje".

La Nacion

El kirchnerismo justificó su respaldo a Rico
"Nosotros sólo apoyamos su candidatura por sobre una avalada por Felipe Solá y otra por Alberto Fernández", sostuvo el diputado Carlos Kunkel; también aseguró que tiene diferencias con el ex líder carapintada "en políticas de derechos humanos"

Domingo 7 de diciembre de 2008

El kirchnerismo salió a justificar hoy su respaldo al ex líder carapintada Aldo Rico, que fue elegido el domingo último como presidente del PJ en San Miguel, de la mano del oficialismo.

Tras los fuertes reclamos efectuados por dirigentes y organismos de derechos humanos, el diputado ultraoficialista Carlos Kunkel aseguró hoy "tener diferencias" con Rico "en políticas de Derechos Humanos y en la lectura sobre los años ´70" y aseveró que "nunca hizo "campaña por Rico" para las elecciones internas del Partido Justicialista bonaerense.

Rico fue elegido el domingo último como presidente del PJ en San Miguel "y nosotros sólo apoyamos su candidatura por sobre una avalada por (el diputado) Felipe Solá y otra por (el ex jefe de Gabinete) Alberto Fernández", dijo el diputado a la agencia estatal Télam.

El apoyo del kirchnerismo a su candidatura despertó fuertes críticas de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, Nora Cortiñas, Sergio Shocklender, mano derecha de Hebe Bonafini, entre otros.

El diputado buscó diferenciarse del ex líder carapintada al señalar que "hay juicios y valores históricos que no desaparecen" en relación a las políticas de derechos humanos y la visión de los años ´70 y remarcó que "también hay coincidencias o no en otros temas con otros peronistas".

Asimismo, Kunkel admitió que tiene "una muy buena relación con María del Carmen Rico", con quien trabajó en la Cámara, e indicó: "No hicimos campaña ni incidimos en los afiliados a elegir ni aconsejamos a los vecinos a quien votar".

Críticas a los medios. Kunkel no dejó pasar la oportunidad para embestir contra los medios de comunicación. "Hay intentos de distorsión en la información ciudadana que intentan ocultar, desinformar", aseguró y apuntó a "algunos grandes medios porteños".

"Cuando esos medios -continuó- tenían a sus amigos en el gobierno a los que pensábamos distintos nos tiraban vivos al mar", y aclaró que "nosotros dejamos que cada uno opine como quiera".

Por último, pidió que "en algún momento haya madurez para informar en forma objetiva y para luego emitir opinión al respecto".

La Nacion
7 de diciembre de 2008 13:26
Anónimo Anónimo dijo...
El viaje de la Presidenta de la Nación a Moscú
El regreso a lo más rancio del nacionalismo
Joaquín Morales Solá
Para LA NACION

Algún día alguien le preguntará a Cristina Kirchner por qué se olvidó de los derechos humanos mientras vivió en los imperiales aposentos del Kremlin. Seguramente responderá que ahí comenzó a arder ?como antes había terminado? el nuevo rescoldo del antinorteamericanismo planetario y que, por lo tanto, ella debía estar en ese lugar. Disidentes presos, periodistas asesinados, países vecinos invadidos por tropas rusas, nada de eso preocupó a la presidenta argentina a la hora de regatear los párrafos de un documento conjunto firmado con el neoautoritarismo ruso.

El documento, en cambio, planea sobre todas las posiciones de Moscú contra Washington. Desde la Georgia invadida por el ejército ruso hasta la teoría de que la crisis mundial surgió de los excesos financieros de Wall Street. Esto último es cierto. Tan cierto como que la propia Rusia condenó a la Argentina a la recesión cuando declaró su default en julio de 1998. O tan cierto como que el default argentino de 2001 hizo temblar a los mercados de muchos países, sobre todo a los de los más amigos del país. El mundo actual es así. Si se apartan o se olvidan los hechos objetivos, lo que queda entonces es la ideología pura y dura. Una porción de ideología es lo que serpentea en las últimas decisiones de los Kirchner. Néstor, el esposo presidencial, parece haber profundizado ahora sus ideas en cierto nacionalismo rancio, que es la receta contraria a los problemas del universo tal como es.

A diferencia del brasileño Lula, de los chilenos Lagos o Bachelet y del uruguayo Tabaré Vázquez, Néstor Kirchner despreció siempre la inversión extranjera. Aquellos presidentes latinoamericanos viajan, hablan y seducen a los capitales del exterior mientras el ex presidente argentino ha pasado más de cinco años acobardando a los inversores.

La Argentina, la tercera economía de América latina, después de Brasil y México, va descendiendo así en el ranking de países latinoamericanos receptores de inversión extranjera. En 2007 estuvo en el quinto lugar y es probable que este año se ubique en el sexto. Brasil, México, Chile, Colombia y Perú están haciendo mejor trabajo que el país de los Kirchner.

¿Casualidad? ¿Maldición de un mundo conspirativo y antikirchnerista? Kirchner ya ha echado del país con memorables desplantes a capitales franceses y españoles, y ahora lo está intentando con los norteamericanos. La eléctrica Edelap, de capitales estadounidenses, y la todavía española Aerolíneas Argentinas están en el sendero de la muerte, esperando la pena capital a la que han sido condenadas por la dinastía gobernante.

Acercamiento político a Rusia. Cercamiento a una empresa norteamericana. Ayer, por primera vez en mucho tiempo, el embajador de Washington, Earl Anthony Wayne, salió públicamente en defensa de una compañía de su país. El matrimonio presidencial cree que la decadencia del presidente George W. Bush le permite desplegar las viejas banderas del antinorteamericanismo. ¿Y Barack Obama? ¿Qué tienen que ver esos trazos políticos con aquella carta de Cristina al presidente electo norteamericano, en la que se ofrecía como "amiga" política de él?

Los Kirchner no saben lo que les espera con Obama, porque deberán vérselas con un presidente norteamericano bastante clásico, que tendrá liderazgo moral y que seguramente no repetirá los errores de su antecesor. Hace poco, el diario español El País se preguntaba si los que militan contra Washington no terminarán parafraseando una vieja ironía de Manuel Vázquez Montalbán: "Contra Bush vivíamos mejor".

* * *

Desde ya, no está en discusión la conveniencia de la visita a Moscú. Rusia es un país importante que tiene muchas posibilidades de comprar productos argentinos, siempre que la Argentina quiera vender sus productos. Rusia era un fundamental comprador de carne argentina, pero Guillermo Moreno cerró las exportaciones de carne para todo el mundo, incluida Rusia. Además, Rusia compraba un tipo de carne que, por lo general, los argentinos no consumen. Ni siquiera sirve, en este caso, el argumento de que se cerraron las exportaciones para privilegiar el consumo local.

La principal objeción a las cosas que hizo Cristina Kirchner en Moscú está precisamente en hablar de abrir mercados cuando su propio gobierno clausuró muchos. Y otro aspecto cuestionable es el silencio sobre cuestiones que los Kirchner suelen subrayar dentro del país. Cualquier presidente extranjero que visita Moscú siempre deja un párrafo de recordación de los olvidados derechos humanos en la vieja capital de Stalin, aunque no sea como un reproche, sino como una profesión de fe.

Pero a Néstor Kirchner lo seducen esos liderazgos fuertes, arbitrarios e interminables. Putin es así, aun cuando ahora la presidencia de Rusia la ostente un vicario suyo, Dmitri Medvedev. También lo atrae el histórico nacionalismo ruso. El problema de los Kirchner es que no tienen el petróleo y el gas de Rusia, que la hacen rica y estratégicamente inevitable en Europa.
Aquí, Kirchner ha tratado de crear una burguesía no nacional, sino propia, que no es lo mismo. Detrás de la embestida contra Edelap podría aparecer otra vez un exponente de esa estirpe de empresarios kirchneristas, que no pueden explicar de dónde ni cómo consiguieron tanto dinero. Detrás de Aerolíneas Argentinas, que terminará por enfriar la relación de los Kirchner con el rey y el gobierno de España, están las pasiones de Néstor. Las pasiones convertidas en cuestiones de Estado.

Cristina viajó a Moscú en un avión de Aerolíneas Argentinas conducido por Jorge Pérez Tamayo, el imponente secretario general del gremio de pilotos comerciales, el mismo que paralizó por huelgas permanentes la compañía durante la gestión de los españoles. Pérez Tamayo se revistió de la condición de piloto exclusivo, acompañado sólo por auxiliares. Ya pasó lo mismo cuando la Presidenta viajó a Washington y a Africa, hace menos de un mes. No hay noción a la vista del deber de la neutralidad.

La Nacion

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