Domingo 03 de junio de 2012 |
Crisis del dólar
Preocupa a Cristina la vuelta de los cacerolazos
Ordenó dar señales para descomprimir
Para descomprimir la tensión y amortiguar la movida que
se preparaba para el viernes, la Presidenta adelantó para ese día una
conferencia de prensa sobre YPF que originalmente estaba prevista para
mañana, con el objetivo de anunciar el nuevo directorio de la petrolera.
Y le agregó un tema: desmentir las versiones periodísticas de
pesificación e indexación de la economía. Se buscó así descomprimir la bronca social por el dólar y reintroducir en la agenda el tema YPF.
El "ala dura" del Gobierno instaló en la semana la idea
de "pensar en pesos", y alentó filtraciones a la prensa sobre un plan
de pesificación. Pero, tras el primer cacerolazo, Cristina ordenó que
esa medida fuera desmentida por el "ala moderada", que ahora lideran
Julio De Vido y Axel Kicillof, para evitar el cacerolazo del viernes.
Ello responde a una guerra interna que cruza al
kirchnerismo. Para tomar distancia, Cristina Kirchner decidió viajar
anteayer a Santa Cruz. "Lo que más irrita a la Presidenta es la gente en
la calle", decían sus allegados.
En esa feroz batalla interna, el "ala dura" está
liderada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien
impulsa la pesificación total, incluso de las operaciones inmobiliarias
y turísticas. Sería el paso siguiente a la resolución 3333, que obliga a
los viajeros a detallar sus viajes a la AFIP para comprar dólares.
Moreno también presionó a las casas de cambio para
bajar el dólar paralelo a menos de 5 pesos. Pero los operadores del
mercado señalaban ayer que será difícil de aplicar. Moreno proclamó en
una reunión de militantes: "Estamos cerquita de la revolución".
La Presidenta percibió que las andanzas de Moreno
desataron los cacerolazos. Pero está atada a sus caprichos. "Tiene una
compulsión por bancar las soluciones duras", dijo a LA NACION un
ministro preocupado.
Carlos Zannini, secretario legal y Técnico, y Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, completan la línea fundamentalista.
Con la desmentida del viceministro de Economía,
Kicillof, en la Casa Rosada se esperanzan con que Cristina haga el
viraje hacia una mayor flexibilización de la compra de dólares que le
reclama -no en persona, sino por los diarios- el "ala moderada" de
Kicillof y De Vido; los ministros de Economía, Hernán Lorenzino, y de
Industria, Débora Giorgi; la presidenta del Banco Central, Mercedes
Marcó del Pont, y el vicepresidente Amado Boudou.
"El problema del Gobierno es que Economía tiene cuatro
ministros, Moreno, Echegaray, Kicillof y Lorenzino, pero el más
influyente es Moreno", dijo a LA NACION otro ministro.
El nuevo fantasma del Gobierno es el freno de la
economía: tanto la industria como la construcción dieron síntomas de
parálisis. Y ahora se suma el crispado clima social acicateado por
"errores no forzados": las versiones de sobornos en la Legislatura
bonaerense y las declaraciones de Aníbal Fernández sobre el dólar.
¿Dólar blue a $ 5,10?
El senador Aníbal Fernández confirmó ayer que el
Gobierno contactó a cambistas para tratar de contener el dólar paralelo.
Hubo "una discusión con las casas de cambio, las principales, y se
habla de que el lunes [por mañana] el dólar estaría abriendo a no más de
5,10" pesos, ratificó el ex jefe de Gabinete.
Fuentes del Banco Central se preocuparon ayer por
aclarar que Fernández, en sus confusas declaraciones radiales, se
refería al dólar blue, no al oficial.
Por su parte, la ex jefa de la Unidad de
Investigaciones Financieras (UIF) Alicia López dijo que el aparente
acuerdo viola la ley penal cambiaria. "Si es cierto [el Gobierno], es
cómplice de un delito, vender o comprar dólar marginal, paralelo, negro o
blue".
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