¿Cristina armó un nuevo clóset colonial?

iércoles 04 de marzo de 2015 | 01:13

¿Cristina armó un nuevo clóset colonial?

Por Martín Dinatale | LA NACION

el nuevo mapa de la geopolítica mundial que reservó el Gobierno para
la Argentina con la idea de "salir del clóset colonial", tal como
anunció la Presidenta en el Congreso , hay nuevos socios que ya
fijaron sus reglas de juego en aparente superioridad de condiciones.

Mal que le pese a Cristina Kirchner , la Argentina podría ingresar en
otro tipo de "closet colonial" si no se toman los recaudos necesarios.
La diplomacia que impuso la Presidenta ya no estará atada a
asociaciones con los Estados Unidos o los países de la Unión Europea .
En cambio, el Gobierno se abrazó a China y a Rusia sin tapujos.

En su discurso ante el Parlamento, Cristina Kirchner enumeró las
bondades de los acuerdos con Moscú y Pekín. Pero dejó varios
interrogantes o agujeros negros sin responder.

Por ejemplo, en ningún tramo de su mensaje habló de los objetivos
reales de la estación espacial que China instalará en Neuquén durante
50 años y que varios especialistas en materia de defensa aseguran que
podría usarse con fines militares. El Gobierno niega esto y asegura
que ese acuerdo es similar al que se firmó con la Unión Europea por
una estación en Mendoza. Pero eso resulta ser toda una falacia si se
sabe que la contraparte del acuerdo con Pekín será la Agencia Nacional
China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites
(CLTC) que depende directamente del Ministerio de Defensa chino. En
cambio, la contraparte europea en el caso de la estación espacial de
Mendoza es una agencia de actividad espacial similar a la NASA que
nada tiene que ver con un organismo militar.

En su discurso ante el Parlamento, Cristina Kirchner enumeró las
bondades de los acuerdos con Moscú y Pekín. Pero dejó varios
interrogantes o agujeros negros sin responder

La Presidenta instó a la oposición a no ser "estúpidos" y "abrir la
cabeza" para aceptar los acuerdos con China. "Cómo no vamos a tener
relaciones normales y civilizadas con aquellos que nos vienen a
ofrecer su ayuda", dijo una eufórica Cristina Kirchner ante los
legisladores. Pero no se detuvo en aclarar por qué el Gobierno selló
un acuerdo que le permitirá a Pekín avanzar en obras de
infraestructura con adjudicaciones directas. Tampoco despejó los
interrogantes de los gremios o de la UIArespecto al ingreso ilimitado
de mano de obra china.

En tal caso, si el Gobierno está dispuesto a sellar con fuerza la
alianza estratégica integral con Pekín no le vendría nada mal
incorporar la premisa central que rige desde 2013 en el PC Chino de Xi
Jinping en cuanto al duro combate contra la corrupción. En esta lucha
ya hubo 68.000 funcionarios chinos investigados y le costó la cabeza a
un ministro de Seguridad, al vicepresidente de la Comisión Militar
Central y al secretario general del partido comunista en un importante
canton, entre otros.

Desde el Congreso, Cristina Kirchner también lanzó elogios hacia Rusia
y anticipó que la sexta central nuclear se acordará con la
administración de Vladimir Putin . No es el único negocio que cerró
con Rusia. También esta en marcha la construcción de la represa
Chihuido en Neuquén, la compra de tres helicópteros militares y el
desarrollo de eventuales negocios petroleros en Vaca Muerta con YPF .

Resulta llamativo o contradictorio que un gobierno que se jacta de
bregar por los derechos humanos decida acordar con dos países que
están severamente cuestionados por organizaciones internacionales a
raíz de la falta de libertades y fuertes persecuciones políticas.

Nadie entiende aún por qué la Presidenta decidió anticipar el acuerdo
nuclear con Moscú sin previo llamado a licitación. A cambio de ello,
Rusia prometió ampliar la compra de alimentos argentinos para
contrarrestar el faltante de productos de Estados Unidos o Europa por
las sanciones aplicadas por estos tras el conflicto de Ucrania . Pero
nada de estas medidas se concretó hasta el momento al menos
oficialmente.

No son los únicos puntos oscuros que deja el kirchnerismo en el
vínculo con sus nuevos socios mundiales. También resulta llamativo o
contradictorio que un gobierno que se jacta de bregar por los derechos
humanos decida acordar con dos países que están severamente
cuestionados por organizaciones internacionales a raíz de la falta de
libertades y fuertes persecuciones políticas.

Uno de los mayores especialistas en política China como es el profesor
argentino Jorge Malena destaca en uno de sus últimos escritos que
"para que la política bilateral de China y la Argentina llegue a buen
puerto, la contraparte argentina debería contar tanto con un estudio
de diagnóstico y prospectivo sobre el lazo con China, como también con
un trabajo que evalúe el progreso del Plan de Acción". Y aclara que
"sólo de esa manera, podrá comprobarse si los enunciados sobre la
salvaguarda de los intereses de ambos países no son meras expresiones
de deseos sino objetivos asequibles". Nada de esto parece haberse
impuesto la Presidenta al regresar de su gira asiática.

En este nuevo escenario mundial donde Cristina Kirchner busca escapar
del "clóset colonial" y aliarse con nuevos socios se correrá el riesgo
de caer en históricas reiteraciones si no se cuida lo que los
politólogos norteamericanos Daron Acemoglu y James Robinson señalan en
su trabajo "Por qué fracasan los países", las instituciones políticas
y económicas inclusivas, en detrimento de las extractivas. En caso
contrario, la Argentina quedará atrapada a un nuevo "clóset colonial"
de diferente color político


http://www.lanacion.com.ar/1773130-cristina-armo-un-nuevo-closet-colonial

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