Para Obama, Venezuela amenaza la seguridad de EE.UU.

Martes 10 de marzo de 2015 | Publicado en edición impresa

Tensión

Para Obama, Venezuela amenaza la seguridad de EE.UU.

Firmó un decreto que la califica de riesgo "extraordinario"; impuso
sanciones a siete funcionarios

Por Rafael Mathus Ruiz | Para LA NACION

NUEVA YORK.- Decidido a adoptar una línea más dura con el régimen de
Nicolás Maduro por la creciente represión política, especialmente
contra opositores, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
declaró ayer por decreto que Venezuela es una "amenaza" para la
seguridad nacional norteamericana y sancionó a siete funcionarios.

La medida agudizó las tensiones entre Washington y Caracas, que, en
pleno deshielo con Cuba, pareció convertirse ayer en el principal
enemigo de la Casa Blanca en la región.

Obama promulgó las sanciones por decreto, basado en una ley aprobada
por el Congreso el año pasado. Para hacerlo, debió calificar la
situación en Venezuela como "una amenaza inusual y extraordinaria a la
seguridad nacional y la política exterior", sentencia inusualmente
firme que fue vista como una tenaza política a Nicolás Maduro. "La
orden no está dirigida al pueblo de Venezuela", aclaró Obama en una
carta a John Boehner, líder republicano y presidente de la Cámara de
Representantes.

Venezuela prometió una pronta respuesta y llamó a consultas a Caracas
a su máximo representante en Estados Unidos.

La carta elude los matices diplomáticos: cita, al justificar las
sanciones, "la erosión de las garantías de los derechos humanos; la
persecución de los opositores políticos; la reducción de la libertad
de prensa; el uso de la violencia y violaciones de derechos humanos y
abuso en respuesta a protestas antigubernamentales, y el arresto y la
detención arbitraria de manifestantes antigubernamentales, así como la
presencia exacerbante de corrupción en ese país".

Las sanciones abrieron una nueva etapa en el tumultuoso vínculo entre
Washington y Caracas, cargado de discordias en los últimos años. Los
dos países no han intercambiado embajadores desde 2010. En el último
tiempo, a la par del declive económico y social en Venezuela, Maduro
acusó a Estados Unidos de impulsar un golpe de Estado, impuso de
manera abrupta visas a los estadounidenses y le puso plazo a la Casa
Blanca para sacar del país a la mayoría del personal de su embajada.
Ayer, el gobierno de Maduro llamó a consultas a su encargado de
negocios en Estados Unidos.

Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y uno de los
hombres fuertes del chavismo, fue más allá y dijo que este tipo de
medidas las toma la Casa Blanca "cada vez que va a atacar a un
pueblo".

"Se han esfumado las esperanzas con Caracas, entonces la Casa Blanca
se convenció de que Estados Unidos tiene que presionar", evaluó a la
nacion Juan Carlos Hidalgo, analista del Instituto Cato, un centro de
estudios de Washington. "Mucha gente está convencida de que no se van
a hacer las elecciones legislativas este año [en Venezuela]", agregó.

Esos comicios, los más prometedores para la oposición desde que el
chavismo tomó el poder, aún no tienen fecha. La Unasur dijo en un
comunicado que debían realizarse en septiembre, pero luego se echó
atrás. Para Hidalgo, la Casa Blanca entendió que la presión de América
latina "nunca va a llegar, y entonces le queda a Estados Unidos el
papel de garante".

Una fuente diplomática de la ONU no dudó ante la nacion en recurrir a
motivos "eminentemente políticos, para ejercer presión" a la hora de
explicar la decisión de Obama. "Si alguien tiene una duda, que vea que
hay muchos países donde el tema de los derechos humanos puede ser
criticable, y no les imponen sanciones", subrayó.

Hubo, ayer, otra lectura de las sanciones: Obama quiere aplacar
también el frente opositor interno en el Congreso, donde se criticó su
acuerdo con Cuba. Ayer, dos senadores de origen cubano, el demócrata
Bob Menéndez y el republicano Marco Rubio, férreos enemigos del
régimen de los Castro, elogiaron las sanciones a los funcionarios de
Maduro. Ambos impulsaron una ley, el año anterior, para imponer
sanciones a Venezuela. Esa ley aportó parte del andamiaje
institucional sobre el que se recostó Obama. De hecho, Rubio pidió que
se expandieran las sanciones a más funcionarios, y aprovechó para
cuestionar a Obama que "simultáneamente se mueva para levantar
sanciones a Cuba".

La explicación oficial fue la ofensiva de Maduro contra sus
opositores, que no es nueva. "Estamos profundamente preocupados por
los esfuerzos del gobierno venezolano para escalar la intimidación a
sus oponentes políticos", amplió luego el secretario de Prensa, Josh
Earnest, en un comunicado. "Los problemas de Venezuela no se resuelven
criminalizando el disenso", disparó.

Earnest insistió en reclamar la liberación de todos los "prisioneros
políticos" en Venezuela.

Desde Venezuela, la canciller de Maduro, Delcy Rodríguez, prometió una
pronta respuesta a las sanciones impuestas por Washington, sin dar
mayores precisiones. "Nosotros insistiremos en relaciones de respeto y
de igualdad soberana entre los países", dijo Rodríguez a la agencia de
noticias AP.

El decreto de Obama autorizó al Departamento del Tesoro y al
Departamento de Estado a congelar propiedades e intereses en Estados
Unidos a personas que "socaven las instituciones o la democracia" en
Venezuela; estén involucrados en "actos de violencia o violaciones de
derechos humanos", que limiten la libertad de expresión o en actos de
corrupción. Ningún empresario o compañía de Estados Unidos podrá hacer
negocios con ellos.

La Casa Blanca identificó a siete funcionarios, todos miembros del
aparato gubernamental que responde a Maduro, aunque todos funcionarios
de segundo nivel, o, en las palabras de Hidalgo, nadie de "la crema y
la nata del chavismo".

En la lista sobresalen el comandante de la Región para Defensa
Integral de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela,
Antonio; el director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional
(Sebin), Gustavo González López; el director de la Policía Nacional,
Manuel Pérez, y el presidente de la Corporación Venezolana de Guayana,
Justo Noguera Pietri. Ayer, se descontaba que habría más funcionarios
sancionados.

El gobierno de Obama también incluyó en la lista negra a la fiscal
federal Katherine Haringhton Padron, que ha acusado a varios miembros
de la oposición, incluido el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma Díaz,
la última figura opositora de peso enviada a arrestar por Maduro.

Una relación plagada de roces

Washington y Caracas llevan más de una década de conflictos
diplomáticos y acusaciones cruzadas

2006

"Huele a azufre"

Durante un discurso en la ONU, el fallecido presidente Hugo Chávez
lanzó su célebre "aquí huele a azufre" para referirse a George W.
Bush., que había intervenido el día anterior

2008

Crisis de embajadas

Chávez expulsó al embajador Patrick Duddy, después de que Washington
echara al embajador de Bolivia. "¡Váyanse al carajo, yanquis de
mierda!", exclamó Chávez. Caracas y Washington retiraron sus
respectivos embajadores hasta 2009

2010

Rechazo

Chávez rechazó al embajador designado por EE.UU., Larry Palmer, por
sus críticas a la intromisión de Cuba en Venezuela

2011

Sanciones

La Casa Blanca aplicó sanciones contra la petrolera estatal Pdvsa por
la relación del gobierno de Venezuela con Irán

2014

Expulsión

Maduro expulsó a tres funcionarios consulares de EE.UU. acusados de conspirar

barack obama

Presidente de EE.UU.

"Los funcionarios de Venezuela que hayan violado los derechos humanos
de ciudadanos de su país y se hayan visto involucrados en casos de
corrupción no serán bienvenidos acá [en EE.UU.]"

"Ahora tenemos herramientas para bloquear sus activos y el uso que
hacen del sistema financiero de EE.UU."

diosdado cabello

Presidente de de la Asamblea Nacional

"Lo que viene ya está planificado y debemos decirlo: son ataques sobre
nuestra tierra




http://www.lanacion.com.ar/1774868-para-obama-venezuela-amenaza-la-seguridad-de-eeuu

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