Marcada desconfianza en Boudou
El 64% cree que está "poco" o "nada" capacitado para ejercer la Presidencia
La mala imagen y la poca confianza que Amado Boudou cosechó en la ciudadanía a partir de su presunta participación en escándalos de corrupción como el de la imprenta Ciccone están intactas.
Así surge de la última encuesta de Poliarquía Consultores para LA NACION, dedicada al posible impacto de la operación de la presidenta Cristina Kirchner en las elecciones del 27 de este mes.
El estudio también se detiene en la figura de Boudou, que quedó a cargo del Poder Ejecutivo el lunes último, cuando se supo que la jefa del Estado debía ser operada para remover el hematoma subdural que se le había diagnosticado unas horas antes.
Las preguntas dedicadas a la figura del vicepresidente son dos. Y las respuestas, lapidarias.
"¿Cuán capacitado cree que está Boudou para ejercer el cargo de presidente?", indagó Poliarquía. El 38 por ciento dijo "nada capacitado" y el 26%, "poco capacitado". Poco menos de un tercio de los consultados opinó positivamente: el 15% eligió el "muy capacitado" y otro 15 % se inclinó por el "bastante capacitado".
En la misma línea, el 45% de las personas consultadas para la encuesta dijo no confiar en el "modo" de Boudou de ejercer la presidencia y el 21 por ciento afirmó que "confía poco".
En el otro extremo, casi el 30% le extendió un aval: el 15% dijo confiar "mucho" en el ex ministro de Economía, mientras que el 14% ubicó su nivel de confianza en bastante".
"Queda claro que la mala imagen que Boudou acarreaba previo a este episodio de salud de la Presidenta no se ha modificado", sintetizó Alejandro Catterberg, director de Poliarquía Consultores ante la consulta de LA NACION.
El analista hizo hincapié además en la composición del universo en el que impera la falta de confianza en el vicepresidente.
"La desconfianza no sólo aparece en sectores de oposición al Gobierno, sino también en una parte importante de los que ven bien al kirchnerismo y a la Presidenta. Además, una parte importante del kirchnerismo no lo quiere", detalló Catterberg.
En la última semana, la actitud de la "mesa chica" del cristinismo respecto de Boudou fue cambiante. Por momentos buscó mantenerlo apartado del centro de la escena, con la suspensión de actos oficiales que ya estaban anunciados, y por otros, le permitió encarnar el discurso oficial, como anteayer, cuando en Tecnópolis acusó a los medios de "mafiosos".La Nacion
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