Crisis policial: cómo se gestó la operación "Juanes en Marcha"
Paso por paso, cómo se gestó la protesta de los policías que hoy están acuartelados.
Por Juan Federico
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"Hola a Córdoba. Somos Anonymous. Por este medio estamos declarando la operación 'Juanes en Marcha'. Esta busca crear un cambio para toda la Policía de Córdoba y ser su voz en esta batalla. Para lograr que se limpie la corrupción de una vez por todas y que se denuncien las irregularidades conocidas hoy en día por todos los habitantes de la provincia".
"Entendemos que sus jefes y directivos los han abandonado por miedo o porque forman parte de esta red de corruptos. Pedimos que nos dejen ser su voz y que nos brinden información anónima de todos los temas que salen a la luz porque no les permiten hablar. No somos una organización de ningún partido político ni tenemos afiliaciones de ningún tipo. Les pedimos que se hagan escuchar y reclamen su derechos".
"El de tener un sindicato que los defienda y que no permitan el atropello de cada uno de sus jefes que día a día hacen caer sobre ustedes. Y un salario digno de las actividades que realizan. Los necesitamos, este cambio es para sus familias y su vida cotidiana. A todos los miembros de esta red de corrupción queremos que sepan que Anonymous somos todos los habitantes cansados de esta red de poder insaciable que poseen y que no descansaremos hasta que las cosas cambien. Queremos que sepan que sus medios de espionaje no son comparables con los nuestros. Queremos convocar a todas las personas que deseen el cambio a reunirse frente a Jefatura el próximo lunes 18 a las 6 de la tarde. No somos ajenos a la provincia ni al país. Somos policías y gente cansada. Somos la voz del cambio. Somos legión. Somos Anonymous".
En la pantalla del teléfono celular, mientras se escuchaba este mensaje, aparecía el rostro que identifica a Anonymous, seudónimo utilizado en diferentes partes del mundo por distintos grupos que realizan en su nombre acciones o publicaciones individuales o concertadas.
Era el jueves 14 de noviembre y la aún prematura protesta de las familiares de policías y guardicárceles ya comenzaba a gatear. Durante estas semanas, todos los días, continuaron desparramándose los mensajes instando a marchar, protestar y hasta a acuartelarse para exigir tres pilares básicos: mejoras salariales, un bono de fin de año y que se limpie la imágen de la fuerza ("no somos todos corruptos", se repetía, para diferenciarse de los efectivos detenidos por el narcoescándalo).
Los mensajes por WhatsApp (servicio de mensajería por celular) continuaron corriendo. Esta fue la vía elegida para difuminar los pedidos para plegarse la protesta.
Reclamos que también se replicaron en las redes sociales.
El lunes 18 de noviembre, uno de los mensajes decía textualmente: "Nuestros jefes desayunan facturas de manteca, criollos de hojaldre y almuerzan lomo a la pimienta, las mejores pastas y lo que pidan. La plata para comprar esos productos sale del dinero que nos descuentan del adicional, tienen combustible gratis, choferes para ellos y su familia, un policía cuidando su casa las 24 horas. Hay compañeros que no tienen para comer, hijos que no tienen qué vestir, y nosotros sin huevo para pedir lo que realmente sale nuestro trabajo. Barrer la calle es más remunerativo que salvar vidas, detener a delincuentes, la seguridad no vale nada. Salvo para el gobierno corrupto de esta provincia la seguridad privada donde los directores son Paredes, Frías, Colino, Nieto y demás jefes ahora retirados que exigen que a sus empleados le paguen la hora $52,50 y cuando eran jefes al policía le pagaban $20, esto es así compañero, somos esclavos de la corrupción y de jefes sin escrúpulos ni huevo. Vamos compañeros, no dejemos de intentar llevar el pan a nuestra familia, somos honestos y trabajadores, que nos dejen de manosear!!!! Y que nos valoren!!!".
"Nuestros jefes desayunan facturas de manteca, criollos de hojaldre y almuerzan lomo a la pimienta, las mejores pastas y lo que pidan. La plata para comprar esos productos sale del dinero que nos descuentan del adicional", dice unos de los mensajes en las redes sociales.
Dos días después, en otro mensaje, todos anónimos, se leía: "Somos 20.000 policías pero te pido que lleves sólo un familiar (padres, hermanos, primos, alguien que quiera ayudarte) a las manifestaciones que se hacen, sumá para que sumemos todos".
Horas después, los informantes insistían. Agregaban que el subjefe, Carlos Galbucera había ido, dos días antes, a la base del Distrito 6 porque querían hacer paro.
Para la manifestación que se produjo el jueves último y que terminó con un grupo de mujeres tomando durante un par de horas el hall de Jefatura, otra vez la convocatoria llegó vía mensajes. "Queremos que sepan que esta lucha es muy larga pero estamos peleando por sus derechos ya que nadie sabe del sacrificio que hacen día a día. Nosotras como familiares de policías no bajamos los brazos, vamos a seguir con esta lucha", comunicaban y anunciaban la creación de una página en la red social Facebook, "Familiares De Policías De La ciudad De Córdoba".
Esa misma noche, los informantes desparramaron el rumor de que el Distrito 6 se había acuartelado. No era cierto, aún.
El domingo 1º, comenzó a circular un audio donde, supuestamente, el comisario mayor Oscar García, jefe de Distrito II, amenazaba a sus subalternos con sufrir días de arrestos si continuaban los reclamos. Y los trataba de "maricones de mierda". No obstante, tres fuentes distintas que hicieron circular este mensaje advirtieron que, en realidad, se trataba de un imitador y que el comisario mayor García no había sido grabado realmente.
El lunes, los mensajes volvieron a insistir con que los adicionales cobraban menos de la mitad de lo que le pagaban a las empresas privadas y resaltaban que una de estas firmas es propiedad de un subjefe retirado. A la tarde, se conoció el aumento de las adicionales dispuesto por el Ministerio de Seguridad.
Fue un día en el que los mensajes comenzaron a llegar uno tras otro. Durante la mañana, aseguraban, el jefe de Policía, César Almada, había estado reunido en Casa de Gobierno con la ministra Alejandra Monteoliva y, al no obtener respuesta por el reclamo de sus subordinados, había presentado la renuncia. En realidad, confirmaron distintas fuentes, Almada se reunicó con Monteoliva a raíz de la escalada en el conflicto (esa mañana, las mujeres habían protestado en la puerta de Infantería y ya había acuartelamientos "tácitos", ya que los efectivos mandaban a las mujeres a ciertos lugares para que se apostaran en la puerta y así ellos no podían salir a cumplir servicio), pero jamás presentó su renuncia.
A la madrugada de hoy, minutos antes de las 7, llegó el mensaje de que empezaba el acuartelamiento en el Distrito 5. Esta vez, era cierto.
http://www.lavoz.com.ar/politica/crisis-policial-como-se-gesto-la-operacion-juanes-en-marcha
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