José María Campagnoli: "Ahora buscan aniquilar cualquier acción; es peor que en el menemismo"

José María Campagnoli: "Ahora buscan aniquilar cualquier acción; es peor que en el menemismo"

El fiscal que investigó el caso Lázaro Báez acusó a su jefa, Gils Carbó, de buscar un "escarmiento" al pedir su suspensión; dice que lo quieren apartar por los datos que reveló

Por   | LA NACION



osé María Campagnoli es poco optimista. Enfrentará un juicio político por decisión de su jefa, la procuradora Alejandra Gils Carbó, que pidió que lo suspendieran y removieran por su actuación en el caso contra Lázaro Báez. Él denuncia que se trata de un "escarmiento" por investigar y un "mensaje" para sus colegas. "Se respira un clima de mordaza a los fiscales", sostiene. Imagina un futuro negro, pero dice que va a "dar la pelea".

Tiene más de 30 años de carrera y fue parte de "Los Centauros", un grupo de fiscales que promovieron en los 90 numerosas causas por hechos de corrupción. Enfrentó 23 sumarios. Pero él asegura que ahora es peor. "En aquel momento buscaban asustarte o tentarte con ascensos. Ahora buscan aniquilar cualquier posibilidad de acción", dice.

-¿Por qué cree que le inician este jury?

-Por el caso Báez. Los avances habían sido importantes y evidentemente causaron bastante pánico entre los acusados. Nosotros detectamos que cada vez que llegábamos a algo importante en la investigación recrudecían las denuncias. En el juzgado que subrogaba pudimos investigar bastante tiempo, aproximadamente un mes, en secreto, reunir mucha prueba, probar la ruta del dinero. Cuando sale a la luz esta investigación, me recusan, plantean nulidades, incompetencias, toda la artillería procesal a la que estamos acostumbrados, y paralelamente, me denuncian. En momentos clave yo tenía que ir a defenderme.

-¿A qué se refiere con trabajar en secreto?

-En un caso así hay un tiempo en el que la fiscalía puede trabajar reservadamente porque es una investigación con autores no conocidos. Cuando planteás un caso, ahí empiezan las indagatorias, la participación de las defensas, todo eso.

-La procuradora dice que después de que lo declararon incompetente, usted aprovechó esta otra causa que estaba en la fiscalía que subrogaba y "convirtió del día a la noche a un imputado en víctima" (por Federico Elaskar), para seguir por izquierda con la investigación.

-El objeto procesal de una investigación lo fija el fiscal en su requerimiento, no los denunciantes. El fiscal tiene la obligación legal de ir detrás de la verdad. Vos me decís "mi marido se suicidó", y yo voy y veo que tiene dos tiros, investigo y veo que vos, que sos la denunciante, en realidad lo mataste. Eso es lo que hacemos los fiscales. Los abogados hicieron toda clase de planteos y la Cámara dijo que mi investigación es perfectamente válida. Lo dijo una sala que no me es afín. Pero declaró la incompetencia, que en definitiva es lo que ellos querían.

-¿Cómo tomó la resolución de Gils Carbó?

-Me sorprendió la velocidad y la torpeza. Es bastante infundada.

-¿Qué cree que busca?

-Apartarme del caso y escarmentar. Es un mensaje para todos los fiscales. Cuando un fiscal es proactivo investigando a un grupo de poder, ellos creen que el fiscal debe ser asustado, molestado. Se respira un clima de mordaza a los fiscales.

-¿Quiénes son "ellos"?

-Acá hay una investigación que roza al poder político, que tiene consecuencias directas con toda la historia del kirchnerismo. Hay muchas cosas que yo no pude terminar de probar, pero son cosas que todo el mundo sabe y que en esta investigación fue quedando al descubierto. Eso incomoda.

-La procuradora resolvió siguiendo a un Comité Evaluador formado por cinco fiscales generales. Los cinco dictaminaron en su contra. Uno pide abrir un sumario. Los otros cuatro, directamente su jury. ¿Cómo lo explica?

-El que pide abrir un sumario no dictamina contra mí. Dice que hay que abrir y permitir que me defienda. No lo hicieron. Se están guiando por lo que dicen los abogados.

-Pero los otros cuatro recomiendan directo un jury.

-Creo que no hay explicación lógica. Uno de los que dictamina es el mismo que está involucrado por el tema Báez y está denunciado.

-¿Diego Luciani? [acusado de haber sido uno de los que promovió quitar el nombre de Báez de un requerimiento presentado en la justicia federal]

-Sí. Dicen fiscales generales, pero él acaba de asumir y está ahí para evaluar mi conducta. Yo hace 20 años que soy fiscal y he tenido un montón de casos de importancia pública que llegaron a condenas.

-¿Cómo imagina su jury?

-Duro y difícil, pero voy a dar la pelea. No soy nada optimista.

-¿Cómo ve la actuación de los fiscales en las causas por corrupción?

-Puedo hablar por lo que hago yo. Investigar a fondo tiene consecuencias. La primera es que tenés que dedicarle más tiempo. Hoy en día no hay nadie que controle a un fiscal, ¿quién controla a qué hora se van, qué hacen, si apelaron? Frente a un montón de casos por corrupción que se cerraron se critica al juez, ¿y el fiscal que tenía que apelar? Además, investigar gente poderosa tiene consecuencias. Mirar para el costado o encontrar un artilugio legal para no hacerlo es de una vieja escuela de Tribunales. Primero, ver si podés declararte incompetente. Los fiscales tienen la obligación de investigar, ser incisivos y dar golpes duros, que no es lo mismo que golpes sucios. En el menemismo nosotros investigamos, con sumarios y con presiones. Yo tuve 23 sumarios.

-¿Cómo ve esa época comparada con esta?

Es peor ahora. En aquel momento buscaban asustarte o tentarte con ascensos. Ahora buscan aniquilar cualquier posibilidad de acción. Antes uno podía sentir "yo soy fiscal, tengo fueros", creyendo que estas cosas que ahora van a pasar, no pueden pasar tan sencillamente. Me parece que se mueven de una manera más cínica y rápida.

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