Blanqueó $ 7 millones el socio de Boudou

Blanqueó $ 7 millones el socio de Boudou


Por Hugo Alconada Mon | LA NACION

Domingo 15 de abril de 2012

El socio comercial del vicepresidente Amado Boudou e íntimo amigo desde su infancia, José María Núñez Carmona, blanqueó $ 7 millones, beneficiado por la ley de moratoria y regularización que el Gobierno lanzó en 2009, confirmaron a LA NACION fuentes oficiales.
El blanqueo de esos fondos que Núñez Carmona mantenía por debajo de los radares fiscales se concretó en un momento político decisivo para su socio. Ocurrió mientras Boudou pasaba de liderar la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) a asumir, en julio de 2009, como ministro de Economía.
Núñez Carmona -hoy un personaje clave en la trama del caso Ciccone - declaró la tenencia de esos US$ 2 millones al tipo de cambio de entonces a través de la dirección regional de Mar del Plata de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que acumuló información sobre el socio de Boudou que luego remitió a Buenos Aires, según reconstruyó LA NACION. El envío de esos datos a la sede matriz de la AFIP pudo deberse a dos motivos, explicaron fuentes al tanto de la operatoria tributaria y antilavado. Porque el monto blanqueado por Núñez Carmona no se correspondía con su actividad económica o a raíz de su relación con Boudou, que por entonces ya integraba la categoría de "Personas Políticamente Expuestas" (PEP) y quedaba, por tanto, sujeto a mayores controles, conocidos en la jerga como "debida diligencia reforzada".
Para cuando se acogió al régimen de blanqueo, Núñez Carmona ya figuraba vinculado de manera directa a tres sociedades anónimas, según cotejó LA NACION en los registros comerciales. La más relevante es Inversiones Inmobiliarias Aspen SA, una de las dos únicas firmas en las que el actual vicepresidente reconoció que posee la mitad de las acciones, según surge de la última declaración jurada que presentó ante la Oficina Anticorrupción (OA) correspondiente a su patrimonio durante 2010.
Las restantes dos sociedades en las que ya aparecía Núñez Carmona muestran su evolución económica. La primera, Danlon SA, la constituyó en 1998 junto a otro amigo de la infancia, Guillermo Gayone. Y para eso declaró como su domicilio el departamento de 50 metros cuadrados del primer piso de la casa de Roca 214, de Mar del Plata, donde vivía junto a su madre.
La otra sociedad, Embarcaciones Argentinas SA, se armó 11 años después, en marzo de 2009, mientras continuaba abierta la inscripción en el régimen de moratoria y blanqueo. La armó junto a otro marplatense, Juan Carlos López. Pero esta vez ya fijó como su domicilio un departamento de la Capital Federal. Y, más relevante, con esa firma adquirió un yate valuado en 400.000 dólares, según reveló la revista Noticias.
Un mes antes de que concluyera la moratoria y blanqueo, Núñez Carmona dio otro paso. El 29 de julio compró un departamento y una cochera, a su nombre, en uno de los edificios más exclusivos de Mar del Plata, frente al parque San Martín y al mar, sobre la calle Aristóbulo del Valle 3270, según consta en el Registro de la Propiedad Inmueble bonaerense.

Patrimonio en alza

La evolución patrimonial de Núñez Carmona también queda expuesta al cotejar sus viejas deudas. Entre otras, la que mantuvo durante años con el escribano al que acudió repetidas veces, Juan Carlos Humarán, su otrora entrenador de rugby. Acumuló un rojo por US$ 8800, según confirmó el notario a LA NACION. Hasta que hace unos pocos meses, López lo llamó para avisarle que le llevaría "unas monedas" de parte de Núñez Carmona.
Peor suerte, sin embargo, tuvo el abogado Franklin Llan de Rosos, quien años atrás lo patrocinó en un juicio por daños y perjuicios. Aunque ganaron el pleito por cerca de US$ 800.000, Núñez Carmona jamás le pagó sus honorarios, que rondaría la cuarta parte de ese monto. Adujo que no lograba cobrarle a la demandada o que ésta le pagaba con publicidades. De ser así, el dinero que luego blanqueó no correspondería al resarcimiento derivado del juicio. Pero, en cualquier caso, la amistad de años entre ambos se rompió cuando el socio, padrino de casamiento y testigo del divorcio de Boudou, comenzó a exhibir su mejoría económica.
La exhibición patrimonial de Núñez Carmona, "Nariga" para sus amigos y conocidos, también se extendió a Puerto Madero. Desembarcó en el complejo edilicio River View, el mismo donde el vicepresidente compró el departamento que allanó la Justicia, que sospecha y busca indicios de que allí vivió Alejandro Vandenbroele, la cara visible de la nueva Ciccone.
Vandenbroele reconoció ser asesor de Núñez Carmona en algunos negocios. Testigos del resurgimiento de la imprenta, la operación que puso en la mira judicial a Boudou, señalan a Núñez Carmona como un hombre decisivo en ese negocio.
En los registros de la AFIP, en tanto, consta que Núñez Carmona se acogió a los beneficios del tercer título de la ley 26.476, previsto para la "exteriorización de la tenencia de moneda nacional, extranjera, divisas y demás bienes en el país y en el exterior".
La sanción de la llamada "ley de blanqueo" cosechó fuertes críticas desde la oposición y entre los expertos antilavado locales, así como del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el principal foro intergubernamental de prevención y lucha contra el lavado del mundo, que exigió elevar los estándares dirigidos a "verificar el origen del dinero y otros bienes blanqueados".
Los recelos internacionales forzaron la reacción del Gobierno. El entonces ministro de Justicia, Aníbal Fernández, debió viajar en febrero de 2009 a París, para sostener ante el plenario del GAFI que la ley no alentaría el blanqueo de fondos derivado de la corrupción o el narcotráfico, entre otros delitos, y que tanto la AFIP, como el Banco Central y la unidad antilavado (UIF) reforzarían sus controles y exigencias.
Vigente hasta el 31 de agosto de ese año, la ley permitió el blanqueo de $ 18.113 millones -unos US$ 5000 millones de entonces-, lo que durante el transcurso de los diez meses siguientes provocó 586 reportes de operaciones sospechosas (ROS) de actividades ilícitas, según reveló LA NACION en septiembre pasado, que recalaron en la UIF.
Desde la unidad antilavado, cuyas acciones son secretas, no precisaron si Núñez Carmona protagoniza unos de esos reportes.

La Nación

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