"¡Exprópiese!", el frecuente grito de guerra de Chávez

Domingo 29 de abril de 2012 | Publicado en edición impresa
Venezuela / Una política para acelerar la revolución

"¡Exprópiese!", el frecuente grito de guerra de Chávez

Ya ordenó más de 1100 "intervenciones a la propiedad privada"
Por Daniel Lozano  | Para LA NACION


CARACAS.- "En aquella casita que está allá vivió Bolívar recién casado. Allí ahora hay unos negocios... ¡Exprópiese!"
Hugo Chávez, de la mano de su hija María Gabriela, giraba sobre sí mismo, acompañado por "custodios del Libertador". Era un domingo soleado de 2010, en pleno apogeo del mítico programa de televisión Aló, presidente y no había señales aún del cáncer que hoy lo tiene en constante convalecencia. Su dedo acusador apuntaba de esquina en esquina.
"¿Y ese edificio?", preguntó después, como si fuera un juez a punto de dictar sentencia. "Tiene comercios privados de joyerías", respondió el alcalde Jorge Rodríguez. "¡Exprópiese, exprópiese! Tenemos que convertir esto en un gran centro histórico", fue el veredicto.
Dos años después, Caracas rompe récords de violencia y abandono público. Sus calles están sucias; las vías, colapsadas, y el transporte público, bajo mínimos. Todavía se espera que llegue el gran centro prometido.
"En el edificio Francia, uno de los más emblemáticos de la Bolívar, fueron desalojados 91 comerciantes y 600 trabajadores. En la planta baja hay un café del Estado y los otros siete pisos están abandonados", se queja Roberto Orta, presidente de la Asociación de Propietarios de Inmuebles Urbanos. Ninguno de ellos ha sido indemnizado.
Estos negocios expropiados son una mínima parte "de las más de 1100 intervenciones a la propiedad privada , bajo la figura de adquisiciones forzosas, ocupaciones, expropiaciones contra empresas, comercios, terrenos, construcciones sin acabar, fincas e incluso estacionamientos", describe a LA NACION Carlos Larrazábal, presidente de Conindustria.
Parecen muchas, pero pueden ser más. "Nuestros cálculos superan las 2000", apunta José Guerra, referente de Economía en la sombra de Henrique Capriles, el candidato opositor. No todas las nacionalizaciones aparecen en las gacetas oficiales, otras las realizan gobiernos locales y muchas ni siquiera figuran en la prensa.
"Yo respeto al sector privado, pero debe subordinarse a los planes estratégicos de la revolución", adelantó Chávez hace ya años. Dicho y hecho. A la voz de mando de "¡Exprópiese!", el líder bolivariano ha convertido las intervenciones contra la propiedad privada en el principal ariete para expandir su política socialista y en una formidable amenaza contra agentes económicos que no comulgan con su revolución.
Intervenciones como las de CanTv (telecomunicaciones), Agroisleña (agrícola) y Sidor (una industria siderúrgica; el 60% de sus acciones eran propiedad de Techint) repercutieron en los venezolanos. La constante intimidación contra Polar, el mayor conglomerado del país, marca el nivel máximo de amenaza.
La enfermedad del líder bolivariano no ha ralentizado, sino todo lo contrario, un proceso que se acelera a golpe de expropiación. En las últimas horas fueron intervenidas militarmente en Maracaibo las instalaciones del Grupo San Simón, que produce carne, leche y aceite. En Miranda, el gobierno ordenó la "adquisición forzosa" de los Laboratorios Orpin Farma, porque creen "que puede ser una empresa productiva", aseguró Jorge Arreaza, ministro de Ciencia y yerno de Chávez.
Las cifras son así de contundentes: en 2011 el gobierno expropió 10 empresas por semana. Los cálculos del sector industrial apuntan a que, desde 2009, se han realizado el 80% de las ocupaciones. Una carrera a toda velocidad, en busca de la "revolución bonita" añorada por Chávez. "La burguesía expropió al pueblo durante 200 años de saqueos, de sangre, de lágrimas, de dolor", se justificó el mandatario en la Asamblea.
Esas justificaciones suelen olvidar las indemnizaciones y que no vienen acompañadas de eficacia administrativa. "No hay mucha información sobre los pagos realizados", añade Larrazábal, quien estima que las deudas pendientes llegan a 20.000 millones de dólares. Basta un ejemplo: el gobierno sólo pagó 12 edificios de los 241 expropiados en Caracas durante los últimos años.
La firma Ecoanalítica calcula que otros 33.000 millones de dólares están en juego en las distintas demandas planteadas en el exterior por empresas extranjeras, incluida la del grupo siderúrgico argentino Techint.
Armas jurídicas que empresarios y propietarios locales no pueden ejercer. "Cada vez que se expropia una empresa funciona como un elemento inhibidor, como una especie de inyección de miedo a millones de venezolanos que tenían la intención de invertir", se queja Jorge Botti, dirigente de Fedecámaras.
Más que miedo, las cifras del agro venezolano producen terror. Sobre todo tras la expropiación en 2010 de Agroisleña, una compañía de insumos agrícolas que abastecía y financiaba a 18.000 productores, rebautizada AgroPatria.
¿Resultados de la intervención? La producción nacional ha descendido un 50%, el índice de escasez alimentaria alcanzó el 15% y la importación se disparó: de 1500 millones de dólares en 1999 hasta los 6300 millones actuales. Un agujero económico que le costó el cargo a Juan Carlos Loyo, ministro de Agricultura.
"Las expropiaciones son el mayor fracaso de la política económica de Chávez", concluye Guerra.

CLAVES

1100

Expropiaciones
Es la cantidad de intervenciones a la propiedad privada de la era de Hugo Chávez. La oposición denuncia que son más de 2000.

10

Blancos por semana
Durante 2011 se expropiaron 10 empresas por semana. Desde 2009, incrementó esta práctica




Lunes 01 de noviembre de 2010 | Publicado en edición impresa
Polémica en Venezuela

Chávez avanza con más estatizaciones

Ayer anunció la expropiación de una siderúrgica y declaró al cacao "producto estratégico"

CARACAS.- En su primera medida tras llegar desde la Argentina, el presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó expropiar una siderúrgica local. Se trata de la empresa Sidetur, que forma parte del holding venezolana Sivensa.
La medida se inscribe en el marco del plan de nacionalización de la economía que impulsa Chávez y que hace dos años incluyó la estatización de Sidor, la mayor siderúrgica del país que estaba controlada por el grupo argentino Techint.
"Voy a decir la palabra que le gusta a los escuálidos [opositores]: exprópiese", dijo Chávez en su programa dominical de radio y televisión Aló, Presidente , en el que pidió la movilización de militares y trabajadores para asumir el control de las operaciones.
Este año, trabajadores de la Siderúrgica del Turbio (Sidetur) paralizaron durante varios meses la planta principal en Puerto Ordaz, al sur del país, para protestar por las condiciones de salud y seguridad; algunos de ellos llegaron a pedir su nacionalización.
"Sidetur produce el 40% de las cabillas [varillas para construcción] consumidas en el país, y vayan ustedes a ver en cuánto nos compran ellos el acero, que es del pueblo, y en cuánto ellos venden las cabillas: ¡bien caro!", dijo Chávez en el momento de anunciar la expropación.
Sidetur es una unidad de la siderúrgica local Sivensa y cuenta con varias plantas en el país, con una capacidad de 835.000 toneladas anuales de productos semiterminados, 545.000 toneladas anuales de laminados y 67.000 toneladas anuales en el proceso de electrosoldado, según su página web.

"POTENCIA CACAOTERA"

La expropiación de Sidetur no fue la única medida anunciada ayer por Chávez. El presidente de Venezuela, además, declaró el cacao un "producto estratégico nacional".
"Los invito a que volvamos a convertir a Venezuela hoy, 500 años después, en una potencia cacaotera mundial", afirmó. El primer objetivo que se impuso Chávez fue incrementar en un 50% la producción de cacao, que hoy alcanza a las 20.000 toneladas, mientras que para 2019 la meta es llegar a 60.000 toneladas, con el objetivo de comenzar a exportar el producto a Portugal, Ucrania y Rusia.
El mandatario dijo, además, que esperaba concretar una "alianza" con las empresas productoras y procesadoras de cacao, a las que invitó a reunirse con su gobierno.
En sus once años en el poder, Chávez ha nacionalizado empresas de telecomunicaciones, electricidad, petróleo, cementeras, bancos y ha expropiado millones de hectáreas para que el Estado socialista controle los sectores estratégicos de la economía. .
Agencias AFP, EFE y Reuters


La Nacion

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