Derechos humanos / Los actos para recordar el Día de la Memoria

Dos marchas multitudinarias para condenar el golpe de 1976

El oficialismo denunció "la complicidad civil"; la izquierda incluyó críticas al Gobierno

Por Jesica Bossi  | LA NACION

Domingo 25 de marzo de 2012

Se repitió la postal de los últimos años. La simbólica pirámide enclavada en Plaza de Mayo ofició de línea divisoria de una multitud convocada por una misma fecha pero con dos mensajes diferentes. De un lado, se montó un escenario para recordar a los 30.000 desaparecidos y apuntar al Gobierno con duras críticas a la ley antiterrorista y el denominado Proyecto X. Del otro, más cerca de la Casa Rosada y en sintonía con su discurso, una cuidada plataforma fue embanderada con la leyenda "Los grupos económicos también fueron la dictadura".

A 36 años del golpe militar hubo marchas y homenajes por el Día de la Memoria en todo el país. En la Capital se realizaron dos movilizaciones y una vigilia encabezada por la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Los recordatorios comenzaron temprano, con una distinción en el Congreso a los jueces que condenaron a las juntas militares y sesiones especiales en las Legislaturas provinciales.

Con el lema "Memoria, verdad y justicia", la marcha organizada por agrupaciones políticas de izquierda y organizaciones sociales opositoras arrancó cerca de las 16. La novedad más curiosa, en esa larga fila que partió desde el Congreso, fue el grupo -unas 1500 personas- que aportó la Unión Cívica Radical, con participación orgánica en este 24 de marzo. Se sumaron, entre militantes, los legisladores Ricardo Gil Lavedra, Ricardo Alfonsín, Manuel Garrido y Eugenio "Nito" Artaza. Se la vio, en otro tramo, a la diputada del Frente Amplio Progresista Victoria Donda, hija de desaparecido, y al premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

La calma cedió, unos minutos, cuando un grupo del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) se amotinó para impedir el ingreso de los radicales a la Plaza de Mayo. Hubo roces, pero lograron entrar. "Fue un pequeño forcejeo. Lo importante es que volvimos a estar presentes. Ese era el objetivo", explicó a LA NACION Carlos Mas Vélez, jefe de la UCR Capital.

Desde la tarima instalada para el primer acto sólo se lanzaron reclamos. Basta de ajuste y de espionaje, derogación de la ley antiterrorista y repudio a la tragedia ferroviaria de Once fueron las consignas principales que aplaudieron, con mayor énfasis, fuerzas de izquierda, como el Partido Obrero.

Ya entrada la tarde, aún aguardaban en la avenida 9 de Julio los adherentes del segundo homenaje, convocado por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora e Hijos. Convivieron en esa numerosa columna fuerzas afines al Gobierno, con rol protagónico de la agrupación juvenil La Cámpora.

Todos mostraron despliegue: Kolina, fundada por Alicia Kirchner, el Movimiento Evita, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Nuevo Encuentro y la Tupac Amaru, de la jujeña Milagros Sala, entre decenas de organizaciones. También asistió la Juventud Sindical, liderada por Facundo Moyano. En las semanas previas, esa fuerza evaluó hacer una actividad por separado. Su vínculo con La Cámpora se resintió después del cimbronazo entre el Gobierno y el jefe de la CGT, Hugo Moyano.

Cerca de las 22, con la Plaza de Mayo colmada, se leyó un documento que apuntó al papel de las empresas en la dictadura. Mencionaron, entre otras, a Loma Negra, Mercedes-Benz, Fiat, el Grupo Macri, la Sociedad Rural, Clarín y LA NACION. Un rato antes, Estela de Carlotto había pedido "juzgar a los civiles cómplices".

Antes del final, uno de los dirigentes de la agrupación Hijos leyó el único tramo crítico al Gobierno: cuestionó la ley antiterrorista y pidió su "inmediata derogación", en un palco en el que había un diputado clave del bloque kirchnerista: Eduardo De Pedro, de La Cámpora