Domingo 08 de julio de 2012 | Publicado en edición impresa

La Casa Rosada despliega un cerco doble para aislar a Scioli

Alineó a los intendentes con promesas de fondos; los gobernadores mantienen el diálogo

Por Marcelo Veneranda  | LA NACION

Con el dominio de la única caja capaz de aliviar urgencias económicas como mejor argumento para convencer a gobernadores e intendentes, la Casa Rosada extiende un doble cerco político sobre Daniel Scioli: la creación de mesas chicas para intervenir la toma de decisiones tanto en el PJ nacional como el provincial que, en lo formal, quedaron en manos del gobernador bonaerense.

Aunque temerosos de padecer en una crisis similar a la bonaerense por caer en desgracia ante la Casa Rosada, los mandatarios del PJ mantienen un circuito subterráneo de diálogo que incluye a Scioli entre sus protagonistas, según pudo recoger LA NACION en una ronda de consultas a gobernadores y sus entornos.
Con los intendentes más poderosos del conurbano, en cambio, el alineamiento hacia la Casa Rosada es casi absoluto y se terminó de cerrar con las promesas de obras públicas que el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, llevó esta semana a un grupo de alcaldes de la primera y tercera sección electoral.
En esa reunión, De Vido les pidió "lealtad" a los intendentes y les indicó el camino: fortalecer el partido provincial -formalmente en manos de una ministra de Scioli- a través de una Comisión de Acción Política (CAP) como la que se creó en el PJ nacional luego de que el gobernador blanqueó sus aspiraciones presidenciales.
Conformada por dirigentes ultrakirchneristas, la CAP fue pensada para tomar las decisiones del partido y definir, sobre todo, el armado de listas en 2013. El presidente del PJ nacional, Scioli, no la integra.
"Se habló de obras y ni se lo mencionó a Scioli: quedó claro que la idea es aislarlo", evaluó un intendente que participó en la reunión con De Vido, a quien definió como uno de los pocos "interlocutores válidos" de la Casa Rosada. "Sabemos que lo que promete tiene el aval de la Presidenta", explicó. Fue un mensaje al vicegobernador, Gabriel Mariotto.
Los intendentes no demoraron en cumplir el pedido de De Vido. Ayer, 23 de ellos se reunieron en La Matanza para conformar el grupo Encuentro de reflexión política. "Toda la tercera sección está con la Presidenta", resumió un participante del encuentro. Coincidió con otro en afirmar que los apoyos de Scioli se limitan a los intendentes del interior provincial y de la primera sección que padecen las incursiones de La Cámpora.
En el plano nacional, aunque la Comisión de Acción Política del PJ ya fue creada, el cerco sobre Scioli es más permeable. "Los gobernadores están todos conectados y hay preocupaciones comunes, porque compartimos los mismos aprietes y zozobras, aunque en público todos minimicen sus dificultades", explicó la mano derecha de un mandatario de estrecho vínculo tanto con Scioli como con el ultrakirchnerista Sergio Urribarri, de Entre Ríos.
Esas dificultades, que estallaron en Buenos Aires, se evidencian también con el pago desdoblado de sueldos o aguinaldos en Santa Cruz y Entre Ríos o la emisión de bonos en Mendoza. Pero también en otras partidas menos visibles, como el pago a contratistas. De hecho, una consulta de LA NACION a la Unión Argentina de Proveedores del Estado arrojó que sólo cuatro provincias (Santiago del Estero, San Juan, Catamarca y San Luis) están al día con el pago a proveedores.
"Si los que tenemos responsabilidades no nos sumamos a la pelea contra Scioli es por una razón: si Buenos Aires explota, la crisis no tardará en llegar", explicó en estricta reserva otro mandatario, parafraseando lo que, hace dos semanas, expresó el sanjuanino José Luis Gioja.
Cerca de Scioli se animan incluso a mostrarse optimistas. "Cada semana se suma el apoyo de intendentes, legisladores y gobernadores", indicó un funcionario que, en silencio, recoge hoy para Scioli las adhesiones que supo construir por años en el Congreso. Menciona contactos en Rosario, Santiago del Estero, Mendoza, Santa Cruz y Chubut.
Hacia 2015, coincide con el vocero de otro gobernador del PJ clásico: "Llegado el momento, los peronistas estaremos juntos y se verá quién tiene más presencia política".
SANTA CRUZ SIGUE EN VILO POR LA PROTESTA POLICIAL
RIO GALLEGOS.- El gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, sigue sin tener respiro desde que empezó su segundo mandato en la provincia, en diciembre. A los problemas que registró para pagar sueldos y a la oposición del kirchnerismo duro a las medidas de ajuste que planteó meses atrás, se sumó en la última semana el paro sin precedente de la policía provincial.
El conflicto entró ayer en un compás de espera, mientras se suceden las negociaciones entre los uniformados y el gobierno. Fuentes cercanas a Peralta se ilusionaban con que hoy podría destrabar la huelga.
Los policías siguen acuartelados a la espera de que se mejore la propuesta salarial que les hizo el gobierno santacruceño. Sólo mantienen guardias mínimas e imprescindibles, pero la ausencia de efectivos se siente, y mucho, en las principales ciudades de la provincia.
Peralta está en un difícil proceso de reacomodamiento de su poder después del desafío que le plantearon a fines del año pasado los dirigentes de la agrupación kirchnerista La Cámpora, que lo dejaron al borde de la renuncia.
Informe de los corresponsales en el interior del país