Llegó al país el anticonceptivo subcutáneo


Viernes 27 de julio de 2012 | Publicado en edición impresa
Mujer / Despúes de una década de existencia en el exterior

Llegó al país el anticonceptivo subcutáneo

Tiene el tamaño de un fósforo y se coloca bajo la piel de un brazo; sale $ 1000 y durante tres años una hormona inhibe la ovulación
Por Soledad Vallejos  | LA NACION


De la época del Flower Power ya pasaron más de 50 años, pero uno de los legados de ese movimiento contracultural nacido en los Estados Unidos fue la liberación sexual, donde la reivindicación del placer femenino y el derecho sexual y reproductivo tuvo un caballito de batalla revolucionario: la píldora anticonceptiva.
Lo cierto es que, desde 1960 hasta la actualidad, hubo grandes avances en tecnología anticonceptiva y el desarrollo de nuevos productos. Hoy, las opciones para evitar un embarazo y lograr la planificación familiar son múltiples: DIU (dispositivo intrauterino), SIU (sistema intrauterino con liberación de hormonas), preservativo, diafragma, anillo vaginal, inyecciones de progestágenos, parches y los implantes subcutáneos, que, en la Argentina, acaban de estrenarse.
Con el tamaño de un fósforo, el implante consiste en una varilla suave y flexible que se coloca debajo de la piel, en la parte interna del brazo, desde donde se libera en forma continua la hormona etonogestrel durante tres años, que inhibe la ovulación.

 

"La ventaja con respecto a otros métodos anticonceptivos es que, además de ser el método de mayor eficacia reportada [en Europa se utiliza desde hace más de diez años], su eficacia no depende de la autoadministración por parte de la mujer, como sí ocurre, por ejemplo, con la píldora -dijo ayer el doctor Fabio Sobral, ginecólogo y director médico de Pregna Medicina Reproductiva-.Con el implante no puede haber error en su uso ni olvido, ya que una vez colocado la mujer se olvida del asunto", declaró el especialista.
Algo similar ocurre con otros métodos anticonceptivos, como el DIU o el SIU. Sin embargo -y a favor del implante subdérmico-, la doctora Fabiana Sayegh, especialista en ginecología endocrinológica y docente del Hospital Universitario de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, señaló: "Aunque la incidencia es muy baja, existe mayor riesgo de infecciones pelvianas con DIU o SIU. También hay un potencial riesgo de perforación uterina en la colocación de estos dos dispositivos, algo que con la varilla es imposible que suceda. La colocación es mucho más sencilla".

Píldoras, al tope del ranking

En la Argentina, el método anticonceptivo más utilizado es la píldora, con casi un 40% de uso entre la población femenina de todo el país. Sin embargo, según aportan los expertos, las causas detrás de la pérdida de efectividad de la píldora anticonceptiva quedaron expuestas recientemente en una investigación realizada en 2010 en distintos países, donde entre el 39% y el 65% de las mujeres se salteaban alguna toma de la píldora, mientras que entre el 12% y el 67% de las encuestadas incorporaban la píldora en el momento no indicado. "Es así como una proporción sustancial de los embarazos no deseados se atribuye a fallas del método anticonceptivo empleado. De hecho, en América latina, la falta de acceso a métodos anticonceptivos adecuados es la causa de que seis de cada diez embarazos no hayan sido buscados, lo que puede tener un impacto negativo sobre la salud tanto de la mujer como de su familia", grafica Sobral.
Según las estadísticas del Consorcio Nacional de Derechos Reproductivos y Sexuales (Conders), la segunda opción más utilizada para evitar un embarazo (y un método fundamental para evitar las enfermedades venéreas) es el preservativo, con un 31% de adhesión. En tercer lugar está el DIU, con casi un 15% de utilización, aunque en otros países, como en Estados Unidos, su uso sólo llega al 1 por ciento.
"La anticoncepción en las mujeres ha ido variando acorde con sus necesidades a lo largo de la historia. Y no existe un método ideal para todas las mujeres -sostiene Sayegh-. En la elección influyen factores sociales como religión, etnia o valores; fases de la vida como la adolescencia, el posparto o la perimenopausia; relaciones afectivas como puede ser el cambio de pareja frecuente, ninguna relación estable o de larga data; afecciones de la salud como el sangrado irregular, dismenorrea o dolor menstrual, hipermenorrea [menstruación muy abundante] y otras complicaciones. Por eso, el asesoramiento y el consejo de un profesional es fundamental en la elección."
En cuanto a las contraindicaciones de este nuevo método, el doctor Sobral menciona "la enfermedad tromboembólica venosa activa, tener conocimiento o sospecha de neoplasias relacionadas con hormonas sexuales, presencia o historia de enfermedad hepática severa -siempre y cuando los valores de la función hepática no hayan vuelto a la normalidad-, sangrado vaginal no diagnosticado e hipersensibilidad a las sustancias activas de este tipo de implantes".
¿Se puede retirar en cualquier momento? A la pregunta, Sobral responde: "La experiencia indica que el 90% de las mujeres recupera la ovulación dentro de las primeras 3 semanas posteriores al retiro del implante".
El anticonceptivo Implanon [por su denominación comercial] ya está disponible. No se compra en farmacias y sólo puede aplicarlo un médico entrenado. Cuesta 1000 pesos, más el honorario del médico

La Nación

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