Un fiscal había apuntado a la "familia Kirchner" en el caso de lavado contra Báez

Jueves 25 de abril de 2013 | Publicado en edición impresa

Primer pedido

Un fiscal había apuntado a la "familia Kirchner" en el caso de lavado contra Báez

Campagnoli solicitó hace una semana buscar las "bóvedas" que tuviera la Presidenta en sus propiedades

Por Paz Rodriguez Niell  | LA NACION



El fiscal José María Campagnoli pidió investigar al empresario Lázaro Báez y a la "familia Kirchner". Propuso allanamientos e "inspecciones" en Santa Cruz. Solicitó incluso que se abrieran las "bóvedas" que la Presidenta pudiera tener en propiedades o "estancias" suyas.

Campagnoli no es el fiscal de la causa, pero hoy se sabe que fue quien hizo el primer movimiento judicial en este caso por presunto lavado de dinero que quedó radicado en los tribunales de Comodoro Py.

Como el fiscal al que le corresponde la causa es otro, en la Justicia tomaron esa presentación de Campagnoli -que fue previa a la del fiscal del caso- como una denuncia más y no como un "requerimiento de instrucción", documento que determina cuáles son los hechos que se investigarán en el expediente.

La investigación de Campagnoli empezó el lunes 15, menos de 24 horas después del programa Periodismo para todos que dio a conocer el caso con los "arrepentidos" Leonardo Fariña y Federico Elaskar.

El martes, Campagnoli hizo su presentación en la Cámara del Crimen. Informó que promovía la acción "de oficio" (sin haber recibido una denuncia) y pidió gran cantidad de medidas de prueba. Entre ellas, que se identificara qué aviones tiene Báez y quiénes son sus pilotos (en sus aeronaves, según Elaskar, se movían millones de euros); también, que se allanara la financiera SGI y se dispusiera de inmediato un control sobre todos los autos que dejaran el edificio donde funcionaba, en Puerto Madero.

Además, solicitó establecer con precisión las "propiedades" y "estancias" de Báez y de la "familia Kirchner" para determinar la existencia de "bóvedas" a inspeccionar.

También pidió allanar los domicilios del contador Daniel Pérez Gadin y de Fabián Rossi, el marido de Ileana Calabró, señalado como el eslabón en Panamá de la cadena de lavado. En cambio, no incluyó al financista Elaskar como acusado; pidió citarlo como testigo. Fue antes de que Elaskar se arrepintiera de sus confesiones.

Por sorteo, la presentación de Campagnoli le tocó al Juzgado N° 40, a cargo de Rodolfo Cresseri, quien advirtió que el fuero competente no era ése sino el Federal Penal, adonde la remitió. El jueves llegó al juzgado de Sebastián Casanello, que tiene a su cargo la investigación. Ese mismo día, la fiscalía de la causa presentó su requerimiento de instrucción.

Ese documento es la contracara del escrito de Campagnoli: no nombra a Báez ni a los Kirchner. Sólo señala como acusados a Elaskar y Fariña. En cuanto al resto, se limita a hacer mención a los "nuevos imputados" que pudieran surgir "a partir de la recolección de pruebas".

Incluso después de su presentación, Campagnoli siguió adelante con este caso. El miércoles mandó a buscar una copia del programa de TV y horas más tarde le tomó declaración como testigo a Jorge Lanata. Además, ese día le informó a la justicia federal que los medios daban cuenta de que se estaban llevando cajas de la financiera SGI. El juzgado de Casanello incorporó las actuaciones de Campagnoli al expediente y remitió todo a la Fiscalía N° 9, la designada para esta causa.

Campagnoli, con más de 30 años en la Justicia, fue parte de un grupo de fiscales conocidos como "Los Centauros", que iniciaron y sostuvieron en los 90 numerosas causas por hechos de corrupción. En 2003, se convirtió en subsecretario de Seguridad Interior de la Nación, número dos de Norberto Quantin. Corrían los primeros tiempos de la gestión kirchnerista y Gustavo Beliz era entonces el ministro de Justicia. Cuando Beliz dejó el Gobierno, Campagnoli volvió a los tribunales.

Ayer, en Comodoro Py, sostenían que lo hecho por él en la causa Báez no tiene mayor peso porque era "incompetente" y la "acción penal" sólo podía ejercerla la Fiscalía N° 9, de Guillermo Marijuan. En las oficinas de Campagnoli, en cambio, dicen que no es así. Sostienen que su presentación tiene la entidad de lo hecho por el fiscal del caso porque el Ministerio Público funciona como una unidad. De todos modos, en la práctica, será a partir de ahora Marijuan quien impulse o no la investigación.

Volvió Marijuan y crece la expectativa

El caso en el que se investigan maniobras de lavado de dinero que involucran al empresario kirchnerista Lázaro Báez cambió de fiscal. Guillermo Marijuan llegó ayer de una licencia y asumió la causa, que estaba en manos de Ramiro González. Fue él quien, con la firma del nuevo fiscal antilavado Carlos Gonella -un hombre de la procuradora general, Alejandra Gils Carbó-, impulsó que se investigue sólo a Leonardo Fariña y a Federico Elaskar, los dos personajes ligados a Báez que confesaron por TV haber sacado plata a Suiza para el empresario. No a Báez. En la causa se incorporaron las denuncias de TV realizadas en el programa Periodismo para todos y documentación sobre empresas radicadas en Panamá y cuentas en Suiza. También se sumó documentación contable de los investigados. Marijuan analizó las constancias para decidir si hace una ampliación del requerimiento sobre otros sospechosos.Marijuan analiza, en tanto, si impulsa una denuncia que recayó en su fiscalía contra su jefa Gils Carbó. La hizo el senador radical Mario Cimadevilla, quien cuestionó que hubiera designado fiscales sin acuerdo del Senado, como Gonella y otros funcionarios como "fiscales ad hoc", sin serlo.

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