El Gobierno prohibió por un año la exportación de chatarra metálica


Lunes 10 de septiembre de 2012 | 19:44

El Gobierno prohibió por un año la exportación de chatarra metálica

Son desechos reciclables de acero, hierro, aluminio y bronce; la medida se tomó ante el inicio de un déficit de abastecimiento; China y Brasil eran los mayores compradores
Por Juan Pablo De Santis  | LA NACION


El Gobierno nacional decidió prohibir por un año la exportación de chatarra industrial para asegurar el abastecimiento del mercado interno, dado que se había comenzado a registrar un principio de déficit inicial en piezas fundidas de aluminio.
A través del decreto 1513/12 , se suspendió por 360 días la venta al exterior de desechos industriales metálicos destinados a las empresas fundidoras. Hasta que se conoció esta normativa, la exportación de estos bienes pagaba una retención del 40%.
Los principales compradores internacionales del país hasta el debut de esta medida eran Brasil, China y Europa. Como caso testigo, en el mercado internacional 1 tonelada de chatarra de acero se puede pagar hasta 400 dólares.
La Cámara de Industriales Fundidores de la República Argentina (Cifra) festejó la medida ya que venían señalando que los comercializadores de chatarra establecían precios de comercialización bajos para favorecer a la exportación y se había comenzado a registrar faltantes en el ámbito local.

El consumo argentino de chatarra crece entre 5 y 6%, según la cámara de industriales fundidores
De acuerdo a datos sectoriales, en la Argentina hay un consumo anual de entre 3 y 4 toneladas de chatarra que se funde para fabricar piezas; en principal demandante es la industria automotriz. Los desechos que componen este mercado son principalmente los de acero (común e inoxidable), hierro, aluminio y cobre.
"Las piezas de aluminio crecieron mucho en su demanda y había carencias en la cantidad de chatarra que necesitaba el mercado para abastecer la demanda. Por eso esta norma salió para frenar el déficit antes de que se generalizada", explicó a este medio Guillermo Susini, gerente de Cifra.
Los volúmenes de consumo interno de chatarra van siendo determinados por los niveles de producción de las diferentes industrias que se abastecen. Estos crecen anualmente entre 5 y 6 por ciento, según estimó la Cámara de Fundidores, que nuclea a 500 empresas del rubro y unos 20.000 empleos directos.

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