La prensa libre, amenazada en la Argentina y Venezuela

Editorial I

La prensa libre, amenazada en la Argentina y Venezuela

La Sociedad Interamericana de Prensa subrayó la importancia de contar con un periodismo independiente y plural como formador de la opinión pública


e Prensa ( SIP ) dejó asentado que "un periodismo honesto, libre e independiente es la mejor contribución para la paz, en un mundo de naciones libres, pobladas por hombres libres". Lo decía en la plenitud de la Guerra Fría, cuando el totalitarismo soviético, uno de los más siniestros que haya conocido la humanidad, amenazaba extenderse, desde amplias regiones de Europa y de Asia, hacia otras partes del mundo. De hecho, consiguió apoderarse de Cuba, que después de más de medio siglo de atraso e imposición del pensamiento único, convoca ahora a las inversiones extranjeras.

Resulta significativo que aquel enunciado de la SIP resuene, a casi 65 años de formulado y por obra, en muchos casos, del populismo autoritario, con la fuerza prevista para otros tiempos y escenarios. Venezuela, Ecuador, Nicaragua... Hoy, tanto o más que nunca, cabe recordar que la presencia de una prensa independiente es el mejor antídoto contra las dictaduras de nuevo cuño y garantía de paz.

Con su representación de los más de 1300 periódicos asociados en el continente, reflejo de las más diversas corrientes de pensamiento, la SIP acaba de realizar en Barbados su reunión habitual de mediados de año. Allí, evaluó la situación de la prensa frente a las agresiones, los atentados y las violaciones de derechos acaecidos en los últimos seis meses.

La situación de la Argentina quedó delineada en un informe que puso de relieve el peso extraordinario de lo que se gasta en publicidad oficial para contar, con recursos ciudadanos, con una prensa facciosa y propagandística y también para castigar a la prensa independiente. En medio de un cuadro en el que las principales preocupaciones ciudadanas son la inseguridad, la inflación, la corrupción y el crecimiento alarmante del narcotráfico, el documento se ocupó de la extravagante gravedad del fenómeno Fútbol para Todos, por las cuantiosas erogaciones que ocasiona, y de los daños que la instauración del llamado "cepo publicitario" ha perpetrado contra los medios ajenos a dictados oficiales. También se ocupó de la aplicación selectiva de la ley de servicios de comunicación audiovisual y de la falta de independencia de la Afsca, ente rector en la materia, y de la reiterada falta de respeto, por parte del Poder Ejecutivo, de las sentencias de la Corte Suprema de Justicia.

En una primera resolución, la SIP instó al gobierno argentino a cesar en las prácticas discriminatorias contra los medios y alentó a que el sector privado se resista a participar en medidas reñidas con la libertad.

La situación de Venezuela fue analizada a la luz de las víctimas que ha habido desde que la sociedad venezolana comenzó a rebelarse contra las arbitrariedades del presidente Nicolás Maduro. Las cifras son elocuentes: en poco tiempo, 39 muertos, 460 heridos, 59 víctimas de torturas y 105 periodistas detenidos. Son datos que cuantifican la violencia imperante en Venezuela, mientras la inflación trepa allí hasta alrededor del 60%, se acentúa el desabastecimiento de alimentos y medicamentos, y el gobierno procura dominar la Justicia como forma de sometimiento total al poder político.

El repaso de un cuadro general de situación en el continente determinó a la asamblea de la SIP a afirmar que la libertad de prensa se encuentra en franco retroceso y gravemente amenazada.

En momentos en que la institución celebra el vigésimo aniversario de la Declaración de Chapultepec, documento base para el ejercicio de la libertad de prensa en las Américas y de cuya redacción participaron representantes de este diario, un motivo de profunda preocupación ha sido que nueve periodistas hayan sido asesinados en los últimos seis meses: cuatro en Brasil, dos en Honduras, dos en México y uno en Colombia.

Esas muertes reflejan cómo la violencia se ha desatado para cercenar y silenciar la disidencia frente a poderes de todo tipo, entre ellos, el del narcotráfico, que actúan con inaudita impunidad.

Una vez más, la SIP ha alzado la voz para alentar a que América se afirme como un continente en el que la opinión pública se configure con el aporte de una prensa independiente y representativa de todas las corrientes de pensamiento. El papa Francisco acaba de decir "no al pensamiento único". Lo ha dicho en circunstancias en que el caso de La Nueva Provincia, de Bahía Blanca, insinúa el riesgo de que se pretenda instaurar en el país el delito de opinión como cierre disparatado del ciclo institucional que concluirá el año próximo.

La mentalidad política que hace cuarenta años intentó adueñarse del país por las armas y sin piedad alguna hasta ser derrotada por un terrorismo de Estado que no se rezagó en cruel ilegalidad podría estar comenzando a demostrar la profunda incompatibilidad de su ideología con los innegociables principios republicanos de la Argentina. Si ese momento llega, la conciencia ciudadana deberá prepararse para interponer un muro ante cualquier tentativa fascista, sea de izquierda o de derecha


La Nacion

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