En medio de la urgencia, a la caza de los dólares del turismo

Lunes 26 de agosto de 2013 | Publicado en edición impresa

El pulso económico

En medio de la urgencia, a la caza de los dólares del turismo

Por Jorge Oviedo | LA NACION


l "dólar turista" demorará poco en aparecer. Eso descuentan banqueros, operadores del sector, economistas y hasta miembros de la oposición. Al déficit de la balanza del sector se agrega, piensan, la debilidad de Guillermo Moreno, quien habría logrado frenar las pretensiones de aplicar tipos de cambio múltiples de Axel Kicillof. Pero con el paupérrimo resultado de los mecanismos de recolección de dólares con Cedin y bonos para invertir en energía, Moreno estaría viendo cómo se eclipsa su estrella.

Quizá por eso acudió a medidas desesperadas, como redoblar las presiones sobre los bancos. "Llama para exigir que aprieten a los clientes para que saquen los dólares de las cajas de seguridad y compren Cedin", dicen en el sector. También para que los propios bancos utilicen los dólares de los depósitos de sus clientes para comprar los bonos para paliar el déficit energético.

Esos dólares que no pueden ser prestados a quienes no tienen ingresos en moneda extranjera son un pasivo para las entidades financieras. Pero las entidades no ven con agrado canjearlos por un papel del Gobierno. Curiosamente, muchos banqueros que no tienen el menor aprecio por Mercedes Marcó del Pont como titular del Banco Central se han sentido reconfortados por su defensa. "La Arrostito", como despectivamente la llama Moreno, se opone a que se capturen depósitos en dólares para transformarlos en bonos para financiar más gasto público.

"¡Esos dólares son míos", dicen que dijo Marcó del Pont a Moreno, defendiendo las reservas. Los dólares que no se pueden prestar figuran como parte de las cada vez más escasas reservas del Central. Los mismos banqueros que se alegraron por la actitud se espantaron por el argumento: "Gracias, Mercedes, pero esos dólares no son tuyos, son de los depositantes", dicen que le dijo uno de ellos, al borde de la lipotimia.

Colegios de escribanos y cámaras inmobiliarias salieron el fin de semana a promover el Cedin, lo que podría auxiliar a Moreno, pero también a ellos mismos, víctimas de la paralizada actividad inmobiliaria, primera gran víctima del cepo.

A Mercedes Marcó del Pont nunca le gustó el Cedin. Digirió la orden presidencial defendiendo un solo argumento: "La Presidenta nos pidió reactivar el mercado inmobiliario y la construcción". El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray se alineó, pero jamás quiso hacer proyecciones de cifras. Moreno juró en privado que la idea fue de Kicillof y que él, como es "un soldado", la defendió porque "la Jefa" lo ordenó. Fue "una idea del chico", aseguraba desde el principio. Si se cumple lo del dólar turista, tendrá que salir a defender otra más.

 
Mientras, el secretario de Comercio trabaja para sus más leales aliados. Ya consiguió que a La Salada le hagan una nueva estación de ferrocarril y un nuevo puente peatonal para evitar el riesgoso cruce a pie de uno ferroviario. Parece tener menos suerte buscando que empresas de ómnibus presten servicios llevando clientes a la feria. El sector de larga distancia no está de buen humor. "Fuimos los primeros a los que les quitaron los subsidios, nos joden con la competencia desleal de Aerolíneas. ¿Ahora tenemos que hacerles favores a estos tipos que trabajan en negro?", protestan. Pareciera que después de las primarias es más fácil negarse a los aprietes de Moreno.

Tal vez por eso también el Cedin parece al borde del irremediable fracaso. En Córdoba hubo un enorme apoyo de "Tati" Bugliotti, el dueño del grupo Dinosaurio. Otros desarrolladores no hicieron campaña pública, pero veían al "dólar hecho en Argentina" como una solución para el parate de la actividad. El primer baldazo de agua helada llegó cuando José Manuel de la Sota se unió a Mauricio Macri para advertir que un futuro gobierno de la actual oposición revisaría el blanqueo. Con el resultado de las primarias, nadie en Córdoba quiere oír hablar del Cedin.

En las filas de Sergio Massa descuentan que habrá "dólar turista" después de octubre y que estará atado a la cotización de algún bono argentino en dólares. Algunos economistas creen que llegará antes. "¿Qué voto perderían que ya no hayan perdido y que no podrán recuperar para octubre?", es el planteo.

Mientras, el venezolano Nicolás Maduro ofreció una puerta para que entren más dólares reabriendo la importación de automotores argentinos. La esperanza se disipó pronto. Quiere hacer otro fideicomiso como el que había para el intercambio de combustible venezolano por maquinaria agrícola local y que terminó en escándalo. Quería, además, quedarse con una comisión del 7,5%, impagable para las terminales locales. "Otro año perdido con Venezuela", dicen, cabizbajos, los fabricantes argentinos.



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