Kicillof, entre la inexperiencia y la autosugestión

El pulso económico

Kicillof, entre la inexperiencia y la autosugestión

Por  | LA NACION



La economía está en serios problemas y la preocupación empresaria, expresada sólo en conversaciones reservadas, es que "todo lo que hace el Gobierno profundiza los males".

Miran con preocupación la expansión del gasto y del déficit fiscal. "La economía claramente tiene menos dólares que los que necesita para funcionar por culpa del déficit energético, mientras se ha inyectado una enorme cantidad de pesos; el riesgo es que se acelere la velocidad de circulación del dinero y se espiralice la inflación", analiza un directivo de empresa.

El aumento de la velocidad de circulación del dinero se daría cuando todos los tenedores de pesos comiencen a tratar de desprenderse de ellos lo antes posible, porque saben que pierden valor frente a otras monedas o frente a bienes y servicios, a gran velocidad.

Y casi no hay refugio. Las tasas de interés por depósitos también son una forma de perder frente a la inflación, porque el Gobierno fuerza a mantenerlas muy bajas, con la idea de que así activa la economía, que de todos modos sigue cayendo.

Los tenedores de pesos quieren comprar por anticipado y pagar los servicios en el país o fuera de él antes de consumirlos, si es que tienen excedentes. Ya casi nadie quiere cobrar así. ¿Cuál es el costo de reposición de los bienes o de los dólares del turismo para el vendedor?

Los temores refieren a las herramientas autoritarias de las que ahora dispone el Gobierno. "El 6 de enero próximo, cuando venza el acuerdo de Precios Cuidados, ¿se renovará con una negociación o nos impondrán lo que ellos quieran, es decir, un virtual congelamiento, con la amenaza de aplicar la ley de abastecimiento?", se pregunta un responsable de la industria de la alimentación.

Además, la reforma del Código Civil que impulsa el Ejecutivo incluye un artículo que permite la pesificación forzosa de los contratos. Las obligaciones de dar moneda extranjera serían, tras la aprobación, "obligaciones de dar cosas", que pueden saldarse tranquilamente en pesos, al tipo de cambio oficial, claro.

Eso alcanzaría a los títulos públicos en dólares bajo legislación local. Algunos abogados dicen que ese cambio no regiría hasta 2016. Pero están los que no se confían. "Éstos son capaces de cualquier cosa", dicen.

Pero mientras hay quienes creen que el inexperto Axel Kicillof y su también inexperto equipo no saben qué hacer y creen firmemente en lo que dicen cuando denuncian conspiraciones, están quienes creen que simplemente han acomodado su diagnóstico para adecuarlo a las ideas de Cristina Kirchner. Es decir, como señaló Carlos Reymundo Roberts en su columna semanal, han creado un relato para Cristina.

¿Quiénes eran los que en 2006 criticaban a los que creían que "toda devaluación es producto de una conspiración abierta o encubierta, destinada a desestabilizar al gobierno de turno? De ahí las tranquilizadoras hipótesis del «golpe de mercado», o las más actuales denuncias que atribuyen el desplome de la moneda al canibalismo de los fondos buitre. De este último tipo de interpretaciones se burlaba Keynes en 1923".

Lo firmaron nada menos que Axel Kicillof y dos de sus protegidos: Cecilia Nahón, a quien logró colocar como embajadora en Washington, y Augusto Costa, secretario de Comercio.

El texto, desempolvado en el perfil de Twitter atribuido a Eduardo Ariel Corso, profesor de grado y posgrado en la UBA, fue publicado en el número 203 de la revista Realidad Económica, del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE), y está disponible en la Web (http://www.iade.org.ar/modules/noticias/article.php/storyid=795).

Los firmantes dicen que el trabajo, titulado "Las consecuencias económicas del Sr. Lavagna. Dilemas de un país devaluado", se originó en "discusiones" con Nicolás Arceo, actual director de Finanzas de YPF, que defiende públicamente la gestión de Kicillof; Mariana González; Matías Mosse, y Javier Rodríguez, actual secretario de Coordinación Político Institucional y Emergencia Agropecuaria. Cuando, en 2013, fue designado por el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, hubo intensos rumores de que, en realidad, era el candidato de Kicillof para desplazar a su jefe.

La incógnita es si los técnicos de Economía cambiaron de opinión o si se creyeron su propio relato

No hay comentarios.:

Publicar un comentario