Ni el alivio en Ganancias por el aguinaldo mejoró el humor de la gente

Martes 11 de diciembre de 2012 | Publicado en edición impresa

Pesimismo

Ni el alivio en Ganancias por el aguinaldo mejoró el humor de la gente

Por Jorge Oviedo | LA NACION


Las expectativas económicas de los argentinos se mantuvieron estancadas en noviembre pasado y no mejoraron, pese al anuncio presidencial de exceptuar la segunda cuota del aguinaldo del pago del impuesto a las ganancias.

Cristina Kirchner ganó las elecciones en octubre de 2011 con un récord de expectativas optimistas, pero, de inmediato, con el cepo cambiario, los anuncios de reducciones de subsidios a las tarifas y las restricciones a las importaciones , comenzó la baja y en sólo un año cayeron 18,7 por ciento. En noviembre pasado se mantuvieron casi en el mismo nivel. Con todo, el indicador se encuentra 31,6% por encima del punto de mayor pesimismo, registrado en abril de 2009, en medio de la recesión, la sequía y luego de la crisis con el campo.

Los datos surgen de la última medición del Índice General de Expectativas Económicas (IGEE), que relevan la Universidad Católica Argentina (UCA) y TNS Gallup.

 

En noviembre hubo mínimos cambios respecto de octubre: una leve mejora en la evaluación de la situación presente y un pequeño deterioro en lo que se espera para los próximos seis meses. También empeoró la evaluación del momento para comprar electrodomésticos. El IGEE promedio retrocedió mínimamente: 0,6 por ciento.

Ni siquiera la exención de Ganancias sobre el medio aguinaldo para los salarios de hasta $ 25.000 parece haber mejorado el humor ciudadano a la hora de evaluar la economía. La presidenta Cristina Kirchner hizo el anuncio el 14 de noviembre y el relevamiento de la encuesta comenzó al día siguiente, con alcance nacional, y finalizó el 26 del mismo mes.

 

Las expectativas han estado en baja casi todos los meses desde la reelección de Cristina Kirchner y la tendencia no se ha modificado ni siquiera en los meses en que el Gobierno adoptó medidas que contaban con amplias simpatías ciudadanas, como la reestatización del paquete accionario de control de YPF.

En octubre de 2011, el 38% de los consultados creía que la situación económica era buena o muy buena, pero en noviembre de este año el registro cayó a menos de la mitad: 17%. Los pesimistas eran entonces el 17% y el mes pasado llegaron al 43 por ciento.

Si la evaluación de la situación actual mejoró el 1,2% respecto de octubre fue porque algo aumentó el optimismo respecto del mercado laboral. Como las opiniones negativas son más altas en la Capital Federal, es probable que las tareas agrícolas de la siembra de maíz y soja tengan alguna incidencia, pero el trabajo no lo menciona.

De todas formas, el 41% de los encuestados continúa opinando que hay pocos o muy pocos puestos disponibles. En octubre de 2011 sólo el 26% pensaba así.

Y si se trata de comprar electrodomésticos, el 35% creía que era un buen momento cuando Cristina Kirchner fue reelecta. Pero 13 meses más tarde sólo el 24% contestó así. Los que en octubre de 2011 pensaban que era mal momento sumaban sólo el 21%, pero en noviembre pasado llegaron al 39 por ciento.

 

Cuando Cristina Kirchner logró la reelección, el 30% de los consultados esperaba que en los próximos seis meses aumentaría el ingreso familiar, pero ahora son sólo el 20 por ciento. Los que esperaban un recorte de ingresos eran apenas el 6%, pero en octubre último llegaron al triple: 18%, y en noviembre se mantuvieron allí.

Uno de cada tres argentinos (67%) continúa opinando que en los últimos doce meses los precios aumentaron mucho. Es un nivel muy alto, pero el mayor registro fue el de abril de 2008, con el 87 por ciento. Desde 2007 los encuestados que creen que los precios suben mucho no bajan del 64%. Y como ése es el año en que comenzaron las manipulaciones con las mediciones del Indec, pareciera que la destrucción de las estadísticas públicas no ha servido para engañar a la población.

La encuesta también encuentra que la mala evaluación respecto del presente es mayor en los sectores medios y bajos, contra la teoría gubernamental de que las protestas, como los cacerolazos, son producto del fastidio de las clases altas. También en los sectores bajos es mayor la proporción de quienes dicen que no es buen momento para comprar electrodomésticos.

El mayor pesimismo acerca de cómo evolucionarán las variables económicas en los próximos meses se encuentra entre los universitarios y en los residentes en la Capital Federal.

La evolución de las expectativas parece repetir en el segundo mandato de Cristina Kirchner lo que ocurrió en el primero. En diciembre de 2007, la asunción de la Presidenta generó un récord de optimismo y el IGEE llegó a un nivel de 115 puntos. Pero de inmediato se inició una caída, que acrecentó su velocidad al iniciarse el conflicto con el campo y que hizo que en abril de 2009 hubiera un récord de pesimismo, con una caída del 34% en el indicador

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