La causa real de la furia de Cristina contra la Justicia

Clarin.com
Opinión
26/02/15

La causa real de la furia de Cristina contra la Justicia

Panorama empresarial

El juez Bonadio, que investiga una trama de corrupción,habría hallado
operaciones trianguladas entre Lázaro Báez, el zar del juego Cristóbal
López y la familia Kirchner

El zar del juego, el empresario Cristóbal López, está involucrado en
la investigación por lavado de dinero que lleva adelante la Justicia
en la causa de los hoteles de la familia presidencial. Claudio Bonadio
habría encontrado operaciones trianguladas, que utilizan cuentas de
compañías de López para liquidar supuestos ingresos ficticios en
Hotesur.

Se trataría de la primera conexión comprobada de operaciones que
involucran negocios de Lázaro Báez y Cristóbal López con la familia
Kirchner.

Báez y López tienen estrecha relación con la Presidenta y
multiplicaron sus negocios en la década kirchnerista. Pero este
hallazgo los uniría en una investigación por supuesta corrupción.

Es que la facturación –pendiente de otras pruebas– habría confirmado
dos cosas: que Báez pagó a los Kirchner por contratos fantasmas de
habitaciones que nunca usó y que, después, hubo transferencias de
fondos utilizando cuentas del holding del zar del juego.

La información se mantiene en absoluto secreto y en período de mayores
pruebas documentales. Bonadio se tomaría todo marzo para esa tarea
clave, y recién en abril adoptaría determinaciones procesales.

La noticia cayó como un balde de agua helada en la Casa Rosada y fue
el comentario central esta semana en varios encuentros de hombres de
negocios. Hubo interconsultas entre miembros del Grupo de los 6.

En el G-6 dicen que el avance de esta investigación y el hallazgo de
la triangulación es lo que preocupa realmente a Cristina y la enfurece
con la Justicia.

Clarín anticipó que el Gobierno ordenó al titular de la DGI, Angel
Rubén Toninelli, realizar operaciones para "emprolijar" y hacer
presentables la documentación de Hotesur. Recibió la directiva
política de Carlos Zannini y dispuso ubicar a su hijo Fernando para
operar en el entorno de Báez. Se trataría de hechos incompatibles con
la función de Toninelli en la AFIP. Pero con ese objetivo y el aval de
Ricardo Echegaray, el titular de la DGI provocó hace unas semanas la
salida del jefe de la Dirección Regional Metropolitana. Se trata de la
estratégica repartición fiscal donde está radicado parte del
expediente de Hotesur.

El Gobierno quiere tener un absoluto control de la Región
Metropolitana porque desde ahí puede "ordenar" cambiar y frenar
expedientes que va a requerir la Justicia.

El contador Exequiel Lebed era el titular de la Dirección
Metropolitana y fue presionado por Toninelli para acompañar con su
firma un informe sobre una investigación interna que por el uso de
facturas apócrifas involucra a Hotesur. El documento es para favorecer
la situación de la compañía presidencial. Lebed accedió a firmar el
expediente exigido por la Casa Rosada, a pesar de que su repartición
no participó en su elaboración. Después, Lebed solicitó vacaciones
adelantadas y licencia médica y al final concretó su renuncia.

El escándalo en la AFIP se trató ayer en una reunión secreta. Había
caciques de la UIA y de la Asociación Empresaria Argentina.

Fue luego de que se conocieran los cambios en el gabinete. Para los
empresarios la movida de Cristina se explica por lo siguiente:
– El Gobierno sintió el impacto político del 18F y los desaciertos que
cometió tras la muerte del fiscal Nisman.
– Cristina resolvió gobernar hasta final de mandato con el aparato de
inteligencia de César Milani y en soledad con La Cámpora.
– La Casa Rosada va a radicalizar su estrategia de confrontación política.

Héctor Méndez, de la UIA, sostiene que Cristina también quiere dejarle
al próximo presidente un campo minado en la economía.

El terma circuló el martes, en el encuentro de la comisión directiva
ampliada de la UIA, donde se desbarató un intento del Gobierno de
dividir la central fabril. Quedaron rechazadas las posiciones adictas
a la Casa Rosada de Juan Lascurain y la UIA ratificó por unanimidad un
documento muy crítico al acuerdo con China. Ignacio de Mendiguren
expuso esas advertencias en el debate de la Cámara de Diputados. Con
el apoyo del movimiento industrial dijo: "La Presidenta está
entregando el futuro del desarrollo argentino." Las concesiones de
Cristina a China obedecen a urgencias de Axel Kicillof. El ministro no
tiene todos los dólares para cerrar el año.

Otra vez le jugó una mala pasada la impericia internacional del equipo
económico: ayer se cayó la colocación de Bonar por 2.000 millones de
dólares.

El juez Thomas Griesa pidió información de la transacción al Deutsche
Bank y al JP Morgan, y la cúpula de esos bancos decidió bajarse de la
emisión.

El grave traspié obedece a serios errores del viceministro Emanuel
Alvarez Agis y del secretario de Finanzas, Pablo López. Influyó el
crónico y pésimo asesoramiento del estudio Clery & Gotlieb.

Carentes de profesionalismo, los funcionarios pasaron de un extremo a
otro. En diciembre, Kicillof quiso hacer una colocación sin hablar con
nadie en el mercado. Fue un fracaso. Ahora, por miedo a otra
frustración, hablaron con todos y anticiparon tanto la jugada que
alertaron al fondo buitre Elliot y obligaron a actuar al juez Griesa.
El error le permitió a Paul Singer bloquear la operación. Elliot
amenazó a fondos que tenían decidido participar de la emisión de
Argentina.

Pero también los funcionarios mostraron falta de timing. Intentaron
lanzar la emisión a días de una audiencia clave en los juzgados de New
York.

Será el próximo martes. Griesa espera a la Argentina y hay consenso
entre los banqueros: si esa audiencia sale mal, se va a complicar al
extremo el panorama financiero del país.


Copyright Clarín, 2015.

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