Vientres subrogados, un posible comercio ilegal

Lunes 23 de febrero de 2015 | Publicado en edición impresa

Editorial I

Vientres subrogados, un posible comercio ilegal

Se trata de un tema delicado, cuya práctica fue excluida de la última
versióndel proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, próximo
a aplicarse

En lenguaje técnico, subrogarse quiere decir ponerse en el lugar de
otro, reemplazarlo. En el caso concreto de varias notas aparecidas en
los medios en estas últimas semanas, se trata de poner el embrión
concebido por una pareja en el vientre de otra mujer, para que lo
geste durante los meses correspondientes, dé a luz, y luego lo
devuelva a quienes serían sus padres biológicos. Esto es, quienes
aportaron el espermatozoide y el óvulo que formaron el embrión. La
situación se presenta ante la imposibilidad de la gestación por la
madre biológica.

El tema ha dado lugar a controversias, pues se considera inmoral ceder
en préstamo el propio cuerpo, o contratar sobre el de otro, en
especial cuando el "contrato" es oneroso, y además con un objeto
contrario a la moral y a las buenas costumbres. Otras objeciones
parten de que puede ser una forma de explotación de madres
necesitadas, y generar un negocio a todas luces chocante con la moral.

Es verdad que en ocasiones todo puede estar presidido por un
encomiable altruismo, pero no es probable. De hecho, la práctica fue
excluida de la última versión del proyecto de Código Civil y Comercial
de la Nación, próximo a aplicarse.

Otro aspecto de la cuestión, relevante para algunos, es el vínculo
especial que se crea entre el bebe y la madre gestadora. Éste es no
sólo físico, pues el bebe se alimenta con la sangre de la madre, sino
psicológico, a tal punto fuerte, que se han producido casos en los
Estados Unidos en los que la madre gestadora se niega a entregar el
bebe invocando su maternidad. En algún caso, si bien se respetó a los
padres biológicos, se le concedieron visitas a la madre gestadora, en
atención al especial lazo y apego creado con el niño que gestó y dio a
luz. Si, como se afirma, hay vida intrauterina comunicada con los
estímulos externos, no hay duda de que la gestación es parte del nuevo
ser.

Un caso que alcanzó gran difusión periodística es el de un bebe nacido
el 9 de enero pasado, en Mendoza, de una madre subrogada que habría
recibido el encargo de los padres biológicos, quienes concibieron el
embrión in vitro, con sus propios espermatozoides y óvulo, asumiendo
la gestadora la obligación de llevar a cabo el embarazo y parto, y
luego entregar el bebe a los padres biológicos. Aparentemente habría
un "contrato" firmado, entre las tres partes, por el cual se
instrumentaba este compromiso. En la búsqueda de la "madre gestadora",
habría intervenido una agencia que hizo el contacto. No está claro si
hubo dinero de por medio, pero sí un compromiso de atender los gastos.

Las cosas se complicaron. Los contratantes se presentaron a retirar el
bebe y el Hospital Español de Mendoza lo negó, entregándolo a la
gestante, quien le eligió el nombre y lo habría inscripto con su
apellido de soltera. Una enfermera denunció el hecho, imputándose
penalmente a la gestante el hacer incierto el estado civil de una
persona, y a su vez el hospital dio intervención al Juzgado de
Familia, que ha solicitado un ADN de los supuestos padres biológicos
del niño.

Mientras tanto, la criatura ha sido retirada, aparentemente del
domicilio de la gestante ya dada de alta, y según el abogado de la
agencia y de los presuntos padres biológicos, la madre biológica la
estaría amamantando merced a un tratamiento hormonal, al que se había
sometido para tener leche suficiente.

Hasta hoy, la existencia de las personas comienza con su concepción en
el seno materno, y la maternidad se establece con el certificado
médico que prueba el parto de la mujer a quien se atribuye la
maternidad del hijo. Con la salvedad de que la concepción en el caso
no ha sido en el seno materno, sino in vitro, la maternidad debería
otorgarse a la gestante. Los padres biológicos deberán apelar al ADN,
que ya ha solicitado el juez, para sostener su derecho, ya que parece
dudoso que puedan invocar el contrato.

Se trata de un tema delicado, que no es puramente afectivo ni técnico,
sino que se proyecta socialmente en áreas de interés público como son
la protección a madres indigentes, posibles víctimas de un comercio
ilegal

http://www.lanacion.com.ar/1770590-vientres-subrogadosun-posible-comercio-ilegal

No hay comentarios.:

Publicar un comentario