La muerte del fiscal / Reacción de la diplomacia extranjera
Las embajadas expresan su preocupación ante la comunidad judía local
Por Martín Dinatale | LA NACION
ofunda preocupación, seguimiento constante de los hechos, colaboración directa u observación discreta y en silencio. Entre todas estas variables se mueve hoy la diplomacia internacional apostada en Buenos Aires que sigue de cerca el caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman y su denuncia de encubrimiento a Irán por el atentado a la AMIA que involucró directamente a la presidenta Cristina Kirchner.
La vía elegida por embajadores o diplomáticos extranjeros en la mayor parte de los casos es la misma: nadie habla con el Gobierno para evitar interferir en asuntos internos del país, aunque prefieren canalizar los mensajes por medio de las autoridades de la comunidad judía local representadas en la DAIA y la AMIA. En otros casos, hubo mensajes de condolencias a la familia de Nisman o señales de preocupación girados hacia algunos referentes de la oposición.
Según pudo saber LA NACION de círculos diplomáticos y de la Cancillería, el Gobierno no requirió hasta ahora ningún tipo de colaboración internacional para avanzar en la investigación de la muerte de Nisman, y mucho menos para ahondar en la denuncia que iba a presentar el fiscal ante el Congreso.
"No vamos a pedir colaboración internacional porque la Justicia está actuando y tampoco hay pedidos a las embajadas nuestras para expresar algo puntual", se limitó a expresar un destacado funcionario de la Cancillería.
Por el contrario, varios países han mostrado preocupación por la denuncia y la posterior muerte del fiscal Nisman. En algunos casos se mostraron dispuestos a prestar colaboración a la comunidad judía en forma reservada.
La DAIA se mostró visiblemente más activa que la AMIA en los contactos diplomáticos. De hecho, el titular de esa entidad, Julio Schlosser, recibió en los últimos días a diplomáticos de Estados Unidos, Irlanda, Canadá, Brasil, Francia, Israel y Alemania, entre otros.
Según se pudo saber, en todos los casos expresaron muestras de fuerte preocupación por los hechos desatados y extendieron colaboración. Por ejemplo, se supo que Canadá llegó a ofrecer a la entidad judía las instalaciones de un auditorio para realizar allí cualquier tipo de actos. Incluso hubo países que se mostraron dispuestos a poner abogados para la DAIA o la AMIA en el caso de que quieran presentarse como querellantes de la causa de la muerte de Nisman, idea que por ahora está totalmente descartada.
TODO EL ARCO POLÍTICO
"Se han comunicado con nosotros desde todo el arco diplomático internacional para manifestar la fuerte preocupación por los hechos de gravedad que están sucediendo en la Argentina", dijo a LA NACION Waldo Wolff, vicepresidente de la DAIA.
Esto se vio en el acto de conmemoración por el día del Holocausto que realizaron la DAIA y la AMIA el 27 de enero pasado, donde hubo embajadores europeos, de Asia, América latina, representantes de la embajada de Estados Unidos y la embajadora de Israel Dorit Shavit, entre otros.
El embajador de Estados Unidos, Noah Mamet, envió un nuevo mensaje en relación con el caso. "En el gobierno de los Estados Unidos creemos que su muerte [de Nisman] no debe detener la búsqueda de justicia para las víctimas de ese brutal atentado", dijo ante un grupo de empresarios y dueños de medios.
A su vez, el canciller de Israel, Avigdor Liberman, envió una carta a la familia de Nisman en la que expresó que el fiscal "hizo mucho por revelar nuevos aspectos relacionados con el caso" del atentado contra la AMIA y lamentó que no haya podido concluir la investigación.
Pocos días después de conocida la muerte de Nisman, el embajador francés, Jean-Michel Casa, afirmó a la Agencia Judía de Noticias que la "conmoción" en el país por la muerte del fiscal del caso AMIA "es comparable con un choque tan fuerte como lo que fue para la sociedad francesa el atentado contra la revista Charlie Hebdo".
Desde entonces, las muestras de preocupación sobre el caso son permanentes y las embajadas envían reportes diarios a sus capitales por lo que está ocurriendo. Públicamente los diplomáticos se cuidan de hablar para no interferir en la política local y con la investigación judicial por la muerte del fiscal.
Incluso aquellos embajadores en los que sus países han sido involucrados en la denuncia de Nisman, como por ejemplo Irán o Venezuela, evitaron hablar del tema. El encargado de Negocios de la embajada de Irán no respondió las consultas y el embajador de Venezuela en la Argentina, Carlos Martínez, sólo atinó a comentar a LA NACION: "No vamos a meternos en asuntos internos. Las menciones que hizo la prensa del ex embajador venezolano [Roger Capella] no las conocemos y no creemos por ahora que sean tema relevante", dijo. En la denuncia de Nisman el ex embajador de Venezuela en la Argentina está mencionado como un posible encubridor de los iraníes señalados por la Justicia como responsables del ataque a la mutual judía.
En tanto, hay otro bloque de diplomáticos que optó por la "línea papal", según dicen. Es decir: que el silencio vale más que cualquier palabra. Pero no por ello dejan de seguir de cerca y con preocupación el caso.
INQUIETUD DE LAS VOCES EXTRANJERAS
Noah Mamet
Embajador de EE.UU.
"En el gobierno de los Estados Unidos creemos que su muerte (por el fiscal Nisman) no debe detener la búsqueda de justicia para las víctimas de ese brutal atentado"
Jean-Michel Casa
Embajador de Francia
"La muerte del fiscal del caso AMIA es comparable con un choque tan fuerte como lo que fue para la sociedad francesa el atentado contra la revista Charlie Hebdo"
Avigdor Liberman
Canciller de Israel
"Nisman demostró un extraordinario coraje y determinación en la búsqueda de la verdad y en la persecución de la justicia. Hizo mucho por revelar nuevos aspectos relacionados con el caso"
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