La libertad de prensa, ante un oscuro escenario

Miércoles 24 de octubre de 2012 | Publicado en edición impresa

Editorial I

La libertad de prensa, ante un oscuro escenario

La Sociedad Interamericana de Prensa criticó con severidad a los gobiernos que, como el argentino, buscan silenciar al periodismo independiente


Los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) , institución que agrupa publicaciones del hemisferio occidental, se reunieron en San Pablo, Brasil, con motivo de su encuentro anual. Con más de treinta países representados y cerca de 500 delegados y observadores, esta organización sin fines de lucro que defiende la libertad de prensa y protege sus intereses, fortaleciendo la dignidad profesional de los periodistas y estimulando conductas éticas, realiza un valioso aporte al desarrollo de un mejor entendimiento entre los pueblos de América en el marco de una sociedad cuya mayoritaria vocación por la libertad es indiscutible.

Tal como viene ocurriendo desde 2009, la situación de la prensa argentina ocupó un lugar central en razón de las circunstancias que vive el país en estos aciagos días. También se observaron las situaciones planteadas en Ecuador y Venezuela, con comunes denominadores, en el marco de democracias populistas en las que prima un modelo de sistemático hostigamiento, acompañado por maniobras judiciales, abuso de la cadena oficial, acciones de amedrentamiento a periodistas o propietarios de medios, amenazas generalizadas que incluyen ataques físicos y que configuran "un escenario oscuro para el libre ejercicio del periodismo", que coarta el derecho de todos los ciudadanos a expresarse y a ser informados en libertad.

En nuestro país, los informes del Foro de Periodismo Argentino (Fopea) o de la Fundación Libertad de Expresión + Democracia (LED), por sólo citar algunos, dan también cuenta de la multiplicidad de ataques de distinta magnitud contra periodistas y propietarios de medios locales.

El documento final de la asamblea general de la SIP describió la "feroz ofensiva" de los gobiernos de distintos países de la región en su afán por difamar y desprestigiar a periodistas independientes. Cuestionó también la intolerancia de los gobiernos autoritarios, abogó por proteger la integridad física de los profesionales y vigilar activamente las acciones gubernamentales que atacan a medios libres e independientes. Vale recordar que en los últimos seis meses, 13 periodistas fueron asesinados en México, Honduras, Brasil y Ecuador.

A partir de un duro informe presentado por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) sobre la situación de la prensa local y ante el expreso pedido de envío de una misión, el director ejecutivo de la SIP, Julio Muñoz, confirmó que una delegación de esta organización viajará los primeros días de diciembre y solicitará una audiencia con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El informe final destaca que el gobierno argentino pretende avanzar sobre los medios del Grupo Clarín ignorando fallos judiciales y amenazando a uno de los pocos medios que hoy reflejan la actualidad con independencia del relato oficial, tal como quedó demostrado el pasado 13 de septiembre en ocasión del cacerolazo, que sólo reflejaron los medios independientes.

Prueba de las ominosas modalidades imperantes en parte de la región es que el nuevo presidente electo de la SIP, el ecuatoriano Jaime Mantilla, debió asumir su cargo por videoconferencia en razón de gravísimas amenazas a su familia, que le impidieron alejarse de su país y que se sumaron a la complicada situación que vive su periódico, el diario Hoy, como consecuencia de los sistemáticos y permanentes embates del presidente Rafael Correa.

Como expresión de solidaridad, la SIP fustigó la acción de los gobiernos autoritarios que buscan silenciar al periodismo independiente mediante leyes regulatorias, asignando abultados presupuestos de publicidad oficial a inmensos aparatos estatales y privados al servicio de acallar las voces críticas, amedrentar, difamar y desprestigiar a los periodistas.

La SIP expresó su preocupación también, por la acción sostenida por la Argentina, Ecuador y Venezuela, actualmente bajo consideración de la Organización de los Estados Americanos (OEA), respecto de reformas para modificar el sistema interamericano de derechos humanos, mediante la debilitación del trabajo que realiza la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en defensa de la libertad de expresión.

El panorama de la prensa en la región se encuentra preocupantemente enrarecido y amenazado. La libertad de expresión ha sido siempre un baluarte de la democracia. Aspiramos a que las autoridades nacionales recojan las recomendaciones de esta señera institución y abandonen los reiterados intentos por conculcar las libertades que nuestra Constitución proclama

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