Los cielos de América latina, los más inseguros

Lunes 22 de octubre de 2012 | Publicado en edición impresa

Los cielos de América latina, los más inseguros

Los errores de los pilotos y los problemas mecánicos fueron grandes razones por las que la región tuvo 15 accidentes de aviones el año pasado y una tasa general de accidentes que se elevó a casi el doble del promedio mundial

Por Andy Pasztor  | The Wall Street Journal Americas

SANTIAGO, Chile-La tarjeta oficial de puntuación de seguridad aérea de América Latina, que se espera sea aprobada en una reunión esta semana en esta ciudad, muestra más accidentes de aviones comerciales en 2011 que en cualquier otra parte del mundo en desarrollo, aunque el récord de la región ha mejorado este año.

Una versión preliminar del estudio en inglés indica que los errores de los pilotos y los problemas mecánicos fueron grandes razones por las que la región tuvo 15 accidentes de aviones el año pasado y una tasa general de accidentes que se elevó a casi el doble del promedio mundial, o cerca de cuatro veces el nivel en Norteamérica. Sólo los notoriamente peligrosos aeropuertos y rutas aéreas de África y la antigua Unión Soviética registraron tasas claramente superiores de accidentes de aeronaves comerciales.

Los reguladores y ejecutivos de líneas aéreas de la región dicen que están haciendo progresos porque los accidentes fatales del año pasado no involucraron grandes aviones y las estadísticas generales de seguridad de 2012 hasta la fecha muestran una notable mejoría.

La semana pasada, un avión Airbus A321 de la aerolínea TACA, con más de 150 personas a bordo, reventó algunos de sus neumáticos cuando aterrizaba en una pista mojada en San José, Costa Rica, y luego se deslizó para terminar con su trompa perpendicular a la línea central. No hubo heridos.

Los expertos de la región, sin embargo, hacen hincapié en que ven tendencias positivas en las cifras. "Sí, seguimos teniendo accidentes, pero ciertamente estamos viendo una mejora" desde que las iniciativas regionales de seguridad entraron en vigor en 2008, señaló Loretta Martin, directora regional de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), en una entrevista el viernes.

Preparado bajo el auspicio de la OACI, un brazo de las Naciones Unidas, el informe de 2011 describe un preocupante panorama de una alta tasa de accidentes que cubre una amplia gama de los vuelos comerciales, incluyendo aeronaves con turbohélices y de construcción no occidental. En él se enumeran tres accidentes más que en 2010 y cinco más que en 2009 en la región.

Según el informe, uno de cada unos 250.000 vuelos de aerolíneas comerciales en América del Sur, Central y el Caribe el año pasado estuvo involucrado en un accidente de gravedad, una tasa cerca de 20% más alta que el año anterior.

En los primeros nueve meses de este año, las compañías aéreas latinoamericanas han acumulado estadísticas sustancialmente mejores, a la par de las de muchas regiones desarrolladas. Pero el mediocre desempeño de 2011 -pese a amplias iniciativas por parte de los fabricantes, las aerolíneas y los reguladores para mejorar la seguridad- ha provocado fuertes críticas. A los expertos ahora les preocupa que las mismas deficiencias y peligros que tradicionalmente hicieron riesgoso volar en la región puedan reaparecer conforme el tráfico crece rápidamente.

Entre los factores citados por los expertos, se cuentan: el deslizamiento fuera de pistas mojadas, la confusión acerca de la automatización que provoca la pérdida de control en el aire por parte de los pilotos y el riesgo de que los aviones se estrellen en terrenos montañosos de la región.

Es especialmente preocupante que el número total de accidentes registrados el año pasado fue superior a los de los dos años previos y apenas peor que el promedio de la región entre 2008 y 2011, según algunos expertos. Los análisis de seguridad tienden a centrarse en grandes porciones de una década, en lugar de un solo año, para llegar a conclusiones definitivas.

Los críticos dicen que las estadísticas de 2011 siguen poniendo de relieve las deficiencias regulatorias gubernamentales en materia de seguridad, capacitación de pilotos e inversiones para mejorar aeropuertos en gran parte de la región. "El nivel de supervisión sigue siendo muy variado de país a país, con algunos que no hacen realmente un trabajo adecuado", dice Jim Hall, ex presidente de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de EE.UU., que investiga accidentes.

Michael Barr, profesor de gestión de seguridad aérea en la Universidad del Sur de California, sostiene que las aerolíneas de la región no están invirtiendo lo suficiente para mejorar su desempeño. "Muchas aerolíneas latinoamericanas no ven la seguridad como una inversión", asevera. "Todavía lo ven como un costo adicional".

La Nacion



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