José M. de la Sota: "No hay teoría de dos demonios, hay dos crímenes"

Políticos en el diván / Primera sesión

José M. de la Sota: "No hay teoría de dos demonios, hay dos crímenes"

Por  |  Para LA NACION



a entrevista con el gobernador de Córdoba y precandidato a presidente tuvo lugar en sus oficinas, en el centro porteño.

-¿Cómo se siente con el paso de los años, sabiendo que la mayoría de los candidatos presidenciales son más jóvenes que usted?

-¡Pero a varios de los pibes que están queriendo competir les gano al tenis! Mirá, en estos 65 años yo pasé de ser la joven esperanza del peronismo cordobés a lo que soy hoy: un líder que se va yendo de su provincia.

-¿Bajo ninguna circunstancia volvería a intentar la gobernación?

-Definitivamente. Mi etapa en Córdoba está agotada. Mi función hoy es reconciliar a los argentinos. El año que viene hay que elegir un país, no un presidente. Si vos elegís un presidente, se va a pasar los dos primeros años hablando mal de los que estuvieron, y los otros dos haciendo demagogia para que lo vuelvan a votar. Si vos elegís un país, vas a encontrar a alguien que convoque a discutir los próximos 30 años.

-Hablando de convocatorias, mire esta foto (De la Sota junto a varios gobernadores peronistas) Cuente qué fue aquella reunión.

-Fue este año. Me invitaron a una reunión de gobernadores peronistas, que era bárbara, hasta que aparecieron Capitanich y Zannini, y empezaron a dar instrucciones de la Presidenta. Yo, que a esta altura de mi vida estoy grande para que me den instrucciones, saludé y me fui.

-¿Pero se sabía que iban Capitanich y Zannini?

-Yo no. A mí me había invitado José Luis Gioja. Él también estuvo incómodo.

-La foto tiene unos meses, pero se la mostré porque más que una anécdota, quizá sea la síntesis de cómo funciona el peronismo.

-Es que hoy el peronismo no funciona. No se debaten ideas. El peronismo no es hoy un partido. Es sólo un sello electoral. Una maquinaria para candidaturas.

-Mire esta foto (con Scioli y él).

-Tengo una relación amable, pero no coincidimos en nada.

-¿Es kirchnerista Scioli?

-Es un kirchnerista de buenos modales, pero es kirchnerista, sin dudas.

-En algún momento algunos gobernadores peronistas lo invitaban a dar el salto hacia afuera del Gobierno.

-Scioli nunca encabezó un movimiento político. Siempre ha llegado enancado en una propuesta de otro. De Menem, de Duhalde, de Kirchner. Pero él nunca fue líder. No sé por qué le íbamos a plantear que diera ese paso.

-Dice lo mismo que usted: que puede amigar a los argentinos.

-Pero él es parte de la enemistad de los argentinos por estar en donde está y no haber limitado el poder. Yo le reconozco su paciencia, pero hay que poner límites.

-¿Y Sergio Massa?

-Es un tipo simpático, canchero, muy agradable, que a veces se pone de un lado de la moneda y otras veces del otro. Lo complicado es cuando se entra en contradicciones.

-¿A qué se refiere?

-Creo que él tiene un muy buen marketing y siempre está opinando sobre el tema que ustedes, los medios, han destacado como el más importante.

-El zorro y las uvas. De la Sota le propone a Massa ir a una interna peronista no K. Como Massa se niega, ahora De la Sota dice que no le gusta Massa.

-¡Nunca se habló de una interna!

-¿Sabe lo que se ve de afuera? Que hace equilibrio cuando habla de Massa, se cuida mucho.

-Con todos. ¿Qué te puedo decir de Macri? Ha tenido una política clara que le ha fijado Durán Barba, que es "la culpa de todo la tiene el peronismo" y "ahora viene Macrilandia". Pero cuando después le dicen: "Ojo, Mauricio, mirá que acá la gente piensa que alguien que no es peronista no puede gobernar", entonces lo cita a Perón más que yo y dice que se lleva bárbaro con Moyano.

-En un eventual ballottage donde estuvieran Massa y Scioli o Macri, ¿por quién se inclinaría?

-Es que me va a ir bien.

-¿Y si los dioses así no lo quisieran?

-Me voy a jugar con mis nietos.

¿Qué haría usted con la política de derechos humanos?

-Hay que mantenerla y acrecentarla. Habría que avanzar para que los asesinos de José Ignacio Rucci rindan cuentas ante la Justicia, porque ellos cometieron crímenes de lesa humanidad.

-Usted contó que estuvo detenido y que por los nervios por los simulacros de fusilamiento incluso perdió parte del pelo.

-¡De los nervios no! ¡Del cagazo! Si a vos te ponen atado en un palo y te descargan un cargador de un arma al lado de la oreja, y no sabés si estás vivo o estás muerto... Yo nunca había contado estas cosas, porque haber sido víctima del terrorismo de Estado no me hace bueno, me hace víctima. El resentido no ve el mañana, vive envenenado con el pasado. Mi política de derechos humanos va a ser resguardar todo lo logrado y avanzar también con aquellos que fueron asesinos matándolo a Rucci.

-¿Cómo sería eso?

-Bueno, el juez Lijo tiene la causa de Rucci. Ojalá que cite a todos aquellos que en la revista El Descamisado festejaron cuando Firmenich decía "nos lo cargamos".

-Usted propone enjuiciar a los Montoneros...

-A los que asesinaron cuando habíamos recuperado la democracia. Porque una cosa es la pelea en la lucha contra una dictadura feroz y otra es después de recuperada la democracia, con las instituciones vigentes y un presidente con el 62% de los votos, seguir asesinando gente. ¿Eso es o no una violación de los derechos humanos?

-¿Y si le dicen que se enroló en la teoría de los dos demonios?

-No hay crímenes buenos y crímenes malos. No hay dos demonios. Hay dos crímenes.

-Dejamos acá.

Historia clínica

José Manuel de la Sota

Edad: 65

Ocupación: Gobernador de Córdoba. Precandidato presidencial

Observaciones: Alta autoestima y oficio político de muchos años para contestar

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