Carta a LA NACION de la embajadora Alicia Castro

Martes 22 de mayo de 2012 | Publicado en edición impresa


Carta a LA NACION de la embajadora Alicia Castro


La diplomática negó haber hablado de cambiar la Constitución en una conferencia en Londres


La embajadora argentina ante el gobierno del Reino Unido, Alicia Castro, envió una carta a LA NACION en la que rechazó haber mencionado en una conferencia brindada en Londres la posibilidad de una reforma constitucional para incorporar el resultado de una eventual negociación por la soberanía de las islas Malvinas.
El encuentro se realizó el viernes pasado y contó con la participación del ex embajador británico en Buenos Aires John Hughes.
El siguiente es el texto completo de la nota firmada por la embajadora Castro:
"El día 17 del corriente brindamos una conferencia en la prestigiosa London School of Economics junto al ex embajador británico en la Argentina John Hughes, sobre las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido con vistas al futuro.
"El día 19 la cronista de LA NACION Graciela Iglesias, en una artículo titulado «Malvinas: ofrecen cambiar la Constitución», afirma incorrectamente que yo habría allí sostenido que nuestro país está «dispuesto a emprender una reforma constitucional» para incorporar el resultado de una eventual negociación con el Reino Unido.
"Durante su exposición, el embajador Hughes expresó que como el resultado de una negociación con la Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas ya está predeterminado en la disposición transitoria de nuestra Constitución de 1994, el Reino Unido no puede negociar con la Argentina. Frente a ese argumento -que no es más que una burda excusa- manifesté que «la negativa del Reino Unido a negociar no puede justificarse en que la Argentina haya inscripto su reclamo soberano en la Constitución. Después de todo -destaqué- Londres se negaba a discutir con la Argentina antes de 1994. Es esperable que los países establezcan en su legislación interna el reclamo sobre un territorio en disputa y el resultado de las negociaciones puede requerir que uno de los dos países modifique sus leyes para hacer operativos sus compromisos internacionales. Simplemente, el reclamo de un país sobre el territorio en disputa, no puede ser obstáculo para las negociaciones».
"En cuanto a la respuesta que di al funcionario del Foreign Office Martin Longden, efectivamente, celebré que un representante de alto rango de la Cancillería británica, sentado en primera fila entre el público, me hiciera preguntas durante el debate, del mismo modo que hice yo con el Secretario William Hague días atrás. La diplomacia también necesita transparencia y rendición de cuentas.
"En cuanto a la respuesta que di a las preguntas del funcionario -que la cronista vuelve a citar erróneamente- afirmé que «la Argentina no reconoce a los habitantes de las Islas Malvinas, ciudadanos británicos, como una tercera parte en la negociación», y que «no se puede especular con los resultados, sino abrir el diálogo y sentarse a negociar». Este es el reclamo de toda la comunidad internacional. Evitando la vía pacifica de solución de controversias, el Reino Unido no sólo tiene una actitud hostil, sino ilegal.
"La Argentina y el Reino Unido -concluí- tienen la oportunidad histórica de dar un ejemplo al mundo con la resolución de este conflicto por la vía pacífica y diplomática. Tenemos, sobre todo, la responsabilidad de no dejar este conflicto y sus peligros sin resolver a las futuras generaciones.
"El texto completo de la conferencia -que sin duda será de interés para los lectores de LA NACION- están disponibles en la Embajada Argentina en Londres y la London School of Economics".

Aclaración sobre la conferencia

Al hablar en la conferencia en la prestigiosa London School of Economics, en Londres sobre el futuro de las relaciones entre la Argentina y el Reino Unido, la embajadora Alicia Castro aludió a una eventual modificación constitucional. Lo hizo al referirse al deseo del gobierno de abrir el diálogo sobre la soberanía de las islas Malvinas.
La representante argentina ante la administración británica señaló: " Is to be expected " (lo cual en inglés significa que "debe presumirse" o "darse por anticipado") que en situaciones como éstas "los países involucrados modifican su legislación doméstica para incorporar los textos de tratados internacionales que resultan de una negociación".
El embajador Hughes no habló del apartado en la Constitución referido al Atlántico Sur en términos de una "disposición transitoria" -por más que lo es y la embajadora omitió recordárselo-, sino que leyó textualmente el artículo que establece que "la recuperación de dichos territorios constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino".
Es cierto que la embajadora descartó la idea de negociar tripartitamente. Constaba en la nota original, pero fue omitido por razones de espacio. La embajada argentina en Londres transmitió a la prensa extractos del discurso de la embajadora al día siguiente, pero no la transcripción de la discusión posterior, que fue cuando surgió el tema de la reforma constitucional.
La conferencia completa está efectivamente disponible en audio en la página web de la London School of Economics ( http://www2.lse.ac.uk/newsAndMedia/videoAndAudio/channels/publicLecturesAndEvents/player.aspx?id=1481 )

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