Los dólares que se van no vuelven más

Domingo 13 de mayo de 2012 | Publicado en edición impresa
Incertidumbre / Seis meses de una polémica medida

Los dólares que se van no vuelven más

Desde que se aplican los controles cambiarios, los depósitos privados en moneda extranjera se estancaron y cortaron un alza de tres años
Por Javier Blanco  | LA NACION

seis meses de la corrida desatada desde que el Gobierno decidió que la compra legal de divisas se convierta en una tortuosa odisea para cualquier ciudadano, ninguno de los dólares que dejó los bancos volvió al sistema financiero.
El dato se comprueba con sólo echar una mirada a las estadísticas del Banco Central (BCRA), que muestran que, tras venir en sostenido aumento durante tres años, el stock de depósitos privados en dólares sufrió una abrupta reducción entre noviembre y enero para mantenerse desde allí en torno a los 12.000 millones. Es decir, las estadísticas, trasladadas a un gráfico sobre la evolución de estas colocaciones, entregan la misma imagen que deja un radiograma realizado a un corazón que deja de latir.
Para los analistas, el dato comprueba que la crisis de confianza desatada por aquellas medidas está lejos de quedar superada. Menos aún cuanto "persiste la incertidumbre por el rumbo futuro de la política macroeconómica y se repiten medidas que vulneran la propiedad privada, como YPF, o que restringen las decisiones privadas, como las trabas a la compra de dólares, hechos que no hacen más que alimentar estas dudas", opina Nicolás Bridger, de la consultora Prefinex.
 
Para Martín López Amorós, de Pampa Consultores, la actitud de los ahorristas es normal. "El fuerte retiro de dólares de los bancos en noviembre del año pasado por parte del sector privado fue una reacción lógica a la incertidumbre generada por los controles cambiarios aplicados a partir de ese mes. Desde de ese momento, las condiciones en el mercado cambiario -básicamente, la disparada de los tipos de cambio no oficiales- hicieron que el retorno de los dólares a los bancos fuera una decisión, en términos generales, irracional", dice.
"Ocurre que, en las condiciones actuales, la rentabilidad por conservar los dólares y evitar así tener que recurrir al mercado paralelo, o de vender esas divisas al tipo de cambio no oficial, es mucho mayor que la de colocar los dólares en un banco, que paga menos del 0,5% anual. En otras palabras, depositar dólares en un banco es, en este momento, equivalente a perder dinero voluntariamente", insiste.
Quienes más padecen la declinación de los depósitos bancarios en dólares son las empresas exportadoras que, desde 2009, se acostumbraron a prefinanciar con préstamos que tomaban a inéditas tasas de 1 a 1,5% anual sus colocaciones en el exterior y ahora deben convalidar precios entre tres y cinco veces más altos.
"Antes de la corrida pagábamos una tasa de 3%; ahora prefinanciamos a 5,5% en promedio, tras haber pagado tasas de 6 a 8%, ", explicó el gerente de una láctea especializada en despachos al exterior.
No es lo único. Además, en el último mes se encontraron con que las ventas que podían pactar a saldarse en hasta 180 días ahora tienen que cobrarlas en no más de 90 días. "Es una desprolijidad difícil de explicarles a los clientes", acotó.
La referencia alude a la resolución por la que el Gobierno obliga a los exportadores a anticipar la liquidación en la plaza cambiaria local de sus ventas otorgándoles, en muchos casos, un máximo de 15 días hábiles para cobrar ventas cuyos pagos en realidad tenían pactados a entre 60 y 120 días.

CAMBIOS IMPREVISTOS

Aunque el Gobierno dio marcha atrás con esa imposición para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que exportan menos de US$ 2 millones al año, otras 1700 compañías quedaron entrampadas en los nuevos plazos. "Cómo explicarle al comprador que las cosas cambiaron por decreto. ¡Es una locura que nos obligará a hacernos cargo del descalce de plazos! ¡Tengo que vender dólares que ni siquiera cobré!", se quejó ante LA NACION el gerente de una compañía metalúrgica.
El reacomodamiento alcista del precio que los bancos cobran por los créditos para financiar ventas al exterior, aunque dejó atrás un pico, llegó para quedarse.
"Las mayores trabas al mercado cambiario han derivado en una menor afluencia de dólares a los bancos y la menor liquidez impulsó al alza esas tasas. Este fenómeno, sumado a un mercado mundial cada vez más complejo, hizo que la demanda de dólares vía préstamos se haya estabilizado o muestre tendencia declinante no casualmente a partir de noviembre del año pasado", observó el economista Alejandro Banzas, en su habitual informe del sistema financiero que realiza su consultora, Reporte Económico.
Los últimos números muestran que el stock de estos créditos se contrajo en más de US$ 400 millones (de US$ 9760 a 9320 millones) desde entonces y sólo por la retracción de las empresas, ya que la deuda de las familias (básicamente la asumida por consumos en moneda extranjera realizados en el exterior) creció en igual lapso en más de US$ 100 millones.

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